Según manifestó el líder del Ejecutivo, el término de Energía hará que el recibo se incremente un 1,4%, dentro de la horquilla propuesta por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), mientras que la parte regulada se incrementará en un 0,9%: en total, un 2,3% de impacto en el recibo de los consumidores. Un método de fijar el precio de la factura, a través de un real decreto ley, que Mariano Rajoy consideró como transitorio puesto que aseguró que el Ministerio de Industria, Energía y Turismo trabaja junto a la CNMC para elaborar un nuevo mecanismo de subastas que será el que fije el término de Energía a partir del segundo trimestre del próximo año. El presidente del Gobierno también avanzó que el titular del Ministerio, José Manuel Soria, «quiere reformar la estructura del mercado para tener más competencia, una vez resuelta la parte regulada».
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no dudó en calificar la situación del sector eléctrico como «quizás el tema más complicado» al que considera que su Ejecutivo ha tenido que hacer frente por el déficit de tarifa acumulado de 26.000 millones de euros y que se incrementa año tras año. En este sentido, Rajoy defendió las medidas ejecutadas y los recortes a las actividades reguladas en aras del «interés general»; también afirmó que la reforma puesta en marcha permite pensar que el problema del déficit «ya está resuelto» para 2014.
Durante su comparecencia, Rajoy consideró que España «puede producir el doble de electricidad de la que consume habitualmente» y lamentó la tendencia de subidas de precios acompañadas de un déficit de tarifa que, si no se hubiese reducido con recortes, sería de 10.000 millones de euros al año.
A juicio de Rajoy, España no puede seguir teniendo «la tercera electricidad más cara de Europa» ya que es «contrario a la competitividad de las empresas y, por tanto, es malo para las empresas y para el empleo«. El presidente del Gobierno señaló que es una situación difícil de entender cuando en España se puede producir el doble de energía de la que se consume habitualmente.
En definitiva, defendió la labor del ministro Soria en estos últimos dos años ya que, de no haber actuado, «la situación hubiera seguido igual que antes: además de subir la luz en mayor medida, el déficit de tarifa seguiría aumentando».
El Gobierno no validó la subasta CESUR de la semana pasada después de que un informe de la CNMC apuntara a que habían concurrido «circunstancias atípicas» que determinaban que no «procedía» dar validez al resultado de la misma, que concluía con una subida del recibo eléctrico del 11,5%. Mariano Rajoy también quiso defender el papel de la CNMC como regulador: «la CNMC es un regulador absolutamente independiente; otra cosa es que a algunos no les guste las decisiones que toma», sentenció el presidente del Gobierno.
El regulador, señaló, está analizando por qué el precio del mercado, que suele estar «entre 40 y 50 euros por megavatio hora (MWh)», pasó en diciembre a 90 euros y cayó hace dos días a 12 euros.
Asimismo, Rajoy rechazó que la controversia generada en torno a la subasta eléctrica tenga que ver con la ausencia de un vicepresidente económico del Gobierno y aseguró que el nuevo real decreto ley «no afecta al déficit tarifario», ya que se refiere al componente energético del recibo.
Rajoy afirmó además que si no se «aborda» el problema del déficit de tarifa «se va a la quiebra del sistema sistema eléctrico». «No tomar decisiones es una situación infinitamente peor que tomarlas», añadió.
Al adoptar los nuevos cambios, el Gobierno se propondrá el objetivo de que el precio de la electricidad en España «sea homologable» con el del resto de países europeos.
Industria dice que la subida de luz será del 0,1% para las familias y del 5% para segundas residencias
El Ministerio de Industria, Energía y Turismo calcula que la subida del 2,3% en el recibo de la luz en enero será de entre el 0,1% y el 0,2% para una familia media con dos hijos, mientras que las segundas residencias pagarán un 5% más, indicaron fuentes del departamento dirigido por José Manuel Soria.
Esta divergencia en las subidas se debe al reciente incremento en el peso de la parte fija de la tarifa, asociada a la potencia, frente al menor peso de la variable, relacionada con el consumo. Este sistema penaliza a las segundas residencias, donde el consumo es menor y la parte fija contratada suele ser parecida.
Por otro lado, el real decreto ley que publicará el BOE con el nuevo precio de la electricidad colma a juicio de Industria una laguna no recogida por la regulación, que no establecía el mecanismo tras la invalidación de una subasta, y al mismo tiempo establece un sistema de compensación para las comercializadoras de último recurso.
Estas comercializadoras serán compensadas a través de subidas de la tarifa en el segundo trimestre en caso de que el mercado mayorista haya ido marcando entre enero y marzo precios superiores al que ellas cobran la luz al cliente. Eso sí, también se podría dar la situación contraria y que tengan que ser ellas las que compensen al cliente.
Esta previsible compensación a las comercializadoras de suministro regulado se realizará a través de la tarifa final y no de los peajes, que era otra de las opciones propuestas por la CNMC.
Al hacerse de esta forma, se elimina el riesgo de que se considere que este mecanismo es una ayuda de Estado y, al mismo tiempo, se permite que las comercializadoras del mercado libre, que no compran electricidad en la subasta Cesur pero que sí asocian el precio a la tarifa, también puedan obtener una compensación.
En todo caso, este sistema es transitorio y solo aspira a cubrir un vacío legal, indican las fuentes. Para el segundo trimestre, la idea es reimplantar un mecanismo de mercado, que seguirá consistiendo en subastas y que tendrá una vigencia trimestral, aunque con retoques para evitar que en un solo día se fije el precio que tendrán que pagar 16 millones de consumidores en todo un trimestre.
Industria trabajará con la CNMC en este nuevo mecanismo y contempla todas las opciones, incluida la de trabajar con distintas coberturas, productos y plazos. La intención es tenerlo cerrado lo antes posible y con la premisa de que la invalidación de la última subasta no tiene por qué poner en tela de juicio el conjunto del modelo de mercado.
De hecho, el Gobierno ha optado por un mecanismo transitorio lo más breve posible ante el temor a que fijar un plazo más largo pueda tener implicaciones jurídicas relevantes y poner en entredicho el conjunto del mercado.
En todo caso, considera que los agentes que participaron en la subasta Cesur no tienen motivos para recurrir, porque conocían de antemano sus condiciones de funcionamiento, entre ellas la de que debe ser validada por el regulador para tener efecto.
Al hablar de la subasta del pasado jueves, Industria rebaja las acusaciones del ministro José Manuel Soria de que se había producido una «burda manipulación» y prefiere hablar de «ruido» y de «falta de presión competitiva», sobre los que se pronunciará una vez conozca el informe en detalle que prepara la CNMC.
Industria, que también trabaja en una reforma del ‘pool’ como parte del programa de reformas de España, remitirá al regulador una orden de peajes eléctricos para 2014 en la que partirá de que las cuentas públicas asumen 900 millones de la actividad extrapeninsular, como establece la ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE).
Esta partida de 900 millones también estaba incluida en los peajes de 2013, pero el Gobierno decidió retirarla junto al crédito extraordinario de 2.200 millones también con cargo a las cuentas públicas, y el resultado de la medida fue el déficit de tarifa de 3.600 millones para este año.
Industria prevé que el déficit de tarifa de 2013 esté «en el entorno» de estos 3.600 millones, mientras que para 2014 espera un sistema equilibrado gracias a la reforma. Además, pronostica en la orden de peajes que la demanda eléctrica se mantendrá con respecto a 2013.
En cuanto al aval del Estado a la titulización del déficit por parte de las eléctricas, el diálogo con las empresas continúa, sin que se descarte crear un nuevo fondo de titulización para descargar esta deuda de los balances de las empresas.
Industria asegura que un usuario doméstico medio con 3,9 kilovatios (kW) de potencia y 2.250 kilovatios hora (kWh) de consumo habrá pagado 540 euros al año de electricidad en 2013, impuestos incluidos, un 0,9% menos que en 2012, cuando pagó un 7,2% más.
De esta forma, la subida desde 2012 ha sido del 6,3%, a una media del 3,2% al año. Sin embargo, en 2004 pagaba 257 euros al año, y en el periodo comprendido entre ese año y 2011 ha sufrido una subida del 59,5% en su recibo, hasta 410 euros.
En el caso de una familia media con dos hijos, la subida desde 2012 es del 3,8%, a un ritmo medio anual del 1,9%, situación que contrasta con la de una segunda residencia media, que paga a cierre de 2013 un 11,4% más que en 2012 y que viene soportando incrementos medios del 5,7% al año.
