Las ventas de gas natural han aumentado el 17 por ciento en el primer semestre hasta alcanzar 231.975 gigavatios hora (GW/h), ha informado la Asociación Española del Gas, Sedigas.

La demanda de gas por parte de las centrales eléctricas ha crecido un 56% en relación con 2007 y el mercado industrial es el principal demandante, con un 46% sobre el total, seguido de las centrales eléctricas que suponen el 40%.

Según el comunicado, durante el primer semestre, el gas natural continúa ocupando el primer puesto entre las energías utilizadas para producir electricidad, con un 34,3%.

Así pues, la aportación del gas natural para la generación de electricidad se ha multiplicado por 8,5 en los últimos 12 años, al pasar de 3,6% en 1995, al 30,5% de la producción eléctrica en 2007.

El gas natural subirá entre el 2,6 por ciento y el 4,1 por ciento a partir del próximo 12 de julio para los consumidores, domésticos y empresas, que se acojan a la tarifa de último recurso (TUR), la única que existe tras la plena liberalización del mercado el pasado 1 de julio.

Para la mayoría de los consumidores domésticos, acogidos a la modalidad T.1 (consumo igual o inferior a 5.000 kilovatio-hora (KWh) anuales), el precio máximo de la TUR supondrá un incremento del 2,6 por ciento con respecto a la tarifa fijada en la última revisión de abril.

Según una resolución de la Dirección General de Política Energética y Minas, que se publica en el Boletín Oficial del Estado (BOE), para el siguiente tramo tarifario para clientes domésticos con mayores consumos (T.2, entre 5.000 y 50.000 KWh al año), el máximo de la TUR supondrá una subida del 3,04 por ciento.

Para las pymes y las pequeñas industrias, las tarifas de último recurso también implican subidas en los dos subtramos. En el primero, en el que se encuentran los consumos que van de 50.000 a 100.000 KWh anuales (un restaurante, por ejemplo), el aumento es del 3,8 por ciento. Para las industrias con consumos por encima de 100.000 KWh al año (un hotel), el incremento será del 4,1 por ciento.

A la tarifa de último recurso pueden acogerse usuarios conectados a gasoductos cuya presión sea menor a 4 bar y tengan un consumo anual inferior a 3 gigavatios-hora (GWh). En el mercado del gas, al contrario que en el eléctrico, la mayoría del consumo ya se cubría en el mercado liberalizado.

A los consumidores que permanezcan en la tarifa de último recurso, recuerda el Ministerio de Industria, los comercializadores deberán informarles en sus facturas de la libertad para elegir consumidor y proporcionarles el listado de todas las empresas, con teléfono y direcciones web, que pueden ofrecer esta tarifa.

El precio del gas licuado del petróleo

Por otro lado, el BOE publica el precio máximo antes de impuestos de los gases licuados del petróleo (GLP) por canalización, que subirá el 2,47 por ciento a partir del próximo de 15 de julio.

El término variable de los gases licuados por canalización se incrementará en algo más de dos céntimos de euro por kilo, al pasar de 91,3451 céntimos por kilo a 93,6055 céntimos.

El precio del GLP se determina mediante la aplicación de una fórmula una vez al mes, que tiene en cuenta la cotización internacional de la materia prima, el flete (coste de transporte) y la cotización internacional del euro.

Por otro lado, los precios máximos de GLP a granel para las empresas distribuidoras pasarán de 79,4762 céntimos de euro por kilogramo hasta 81,7366, el 2,84 por ciento más.

Las previsiones de que el precio del gas en Alemania podría subir hasta 40 por ciento en los próximos meses, han abierto un debate respecto a las opciones para bajar la tarifa internacional, vinculada a la del petróleo desde la década de 1960.

El Ministerio alemán de Medio Ambiente anunció que el precio del gas podría subir hasta 40 por ciento en los próximos meses, un alza de 15 por ciento más respecto al 25 por ciento que se registra en la actualidad.

En declaraciones a la prensa local, la experta del Instituto de Investigación Económica de Alemania (DIW), Claudia Kemfert, manifestó que se debe poner fin a esa regulación de los años 60 porque en la actualidad es obsoleta. Señaló que ese acuerdo se tomó entonces debido a la necesidad de recabar suficientes recursos para construir gasoductos.

En esa época, dijo, se deseaba que el gas, que era más barato que el petróleo, no le robara mercado a éste y se convirtiera en competidor.
La experta señaló que el precio del gas se debe mover libremente en el mercado internacional, a fin de lograr mayor competencia.

Por su parte, el especialista del Instituto de Hamburgo para la Investigación de la Economía Mundial (HWWI), Klaus Matthies, reconoció que hay poco margen de maniobra para desvincular el precio internacional del gas del costo del petróleo.

Manifestó que esa medida podría asimismo impulsar aún más al alza el precio del gas porque los países productores tendrían la libertad de decidir el costo que demandan por su producto, que también podría ser arbitrario. Propuso en Hamburgo que los países importadores como Alemania negocien con los productores, como Rusia, para que acepten una fórmula diferente a la actual para calcular el precio del gas.

El Ministerio alemán de Medio Ambiente informó que su titular, Sigmar Gabriel, viajará a Rusia la próxima semana con una delegación empresarial para abordar temas de tecnologías para el medio ambiente, suministro de materias primas y el precio del gas.

El viceministro del Medio Ambiente, Michael Muller, dijo que el gobierno alemán debería elaborar una propuesta en el marco de la Unión Europea (UE) para negociar con los países exportadores de ese combustible con el fin de bajar el precio.

Esta subasta, cuyo funcionamiento aparece detallado en la orden ministerial de tarifas del 28 de diciembre, pondrá en el mercado el 5,5% del total de la capacidad de almacenamiento, que asciende a 28.070 MWh.

En ésta orden se establece el mecanismo de asignación de la capacidad de los almacenamientos subterráneos de gas natural y se crea un mercado de capacidad. La subasta tendrá lugar por medios telemáticos el 10 de abril de 2008, a las 09:30 am.

Estos recursos están formados por unas existencias mínimas de seguridad de 10.022 MWh, así como por un volumen mínimo de gas natural suficiente para generar 10.942 MWh.

Junto a esto, el sistema almacena recursos equivalentes a 5.088 MWh para responder a consumidores conectados a gasoductos de presión de cuatro o menos bares, y 500 MWh de gas de maniobra.

La adopción de criterios más eficientes en la asignación de la capacidad se traduce, en la elección de la subasta como mecanismo de asignación de la capacidad de almacenamiento.

Rusia y Ucrania dieron por zanjada su nueva «guerra del gas» y el monopolio ruso Gazprom restableció el suministro pleno al país vecino, principal punto de tránsito del carburante con destino a Europa.

«Las restricciones en los suministros de gas a Ucrania han sido levantadas», declaró Serguéi Kupriánov, el portavoz de la compañía gasística rusa, que la víspera había reducido a la mitad sus entregas para los consumidores ucranianos por una disputa comercial.

Explicó que los presidentes de Gazprom, Alexéi Miller, y de la compañía estatal ucraniana Naftogaz, Oleg Dubina, «celebraron consultas telefónicas y alcanzaron acuerdos para resolver la crisis en los suministros de gas a Ucrania«, según la agencia Itar-Tass.

«El tránsito de gas ruso para los consumidores europeos a través de Ucrania se realiza en plena medida», dijo el portavoz sobre los temores de que esa nueva crisis afectara los envíos a Europa, que recibe del monopolio ruso un 40 por ciento de sus necesidades. Aseguró que «los asuntos relacionados con los suministros de carburante ruso serán resueltos, y las negociaciones sobre otros aspectos de la cooperación en la esfera del gas continuarán».

Poco antes, también la primera ministra de Ucrania, Yulia Timoshenko, aplacó los temores de la Unión Europea (UE) sobre posibles recortes en el tránsito del carburante ruso, al corroborar que el conflicto con Rusia estaba en vías de solución. «Ucrania es un socio fiable, y no incumpliremos nuestras obligaciones de transporte y exportación de gas a los países de Europa. Suministraremos a la UE todo el gas bombeado por Rusia«, señaló Timoshenko al abrir una reunión del Gobierno.

En esa sesión del Ejecutivo, se aprobó una resolución que «obliga» a la compañía estatal ucraniana Naftogaz a «saldar las deudas» contraídas con la corporación rusa. Timoshenko explicó que «próximamente» se creará un grupo de trabajo que se encargará de «solventar las radicales divergencias» entre ambas partes, según la agencia Unian.

Fuentes del Gobierno en Kiev informaron de que las negociaciones entre Naftogaz y Gazprom se reanudarán en Moscú el próximo día 11, y la compañía ucraniana confirmó que su delegación viajará a Rusia la semana que viene.

Gazprom acusa a Kiev de no abonar los pagos del gas consumido, sin contrato de por medio, en los dos primeros meses del año (600 millones de dólares por 1.900 millones de metros cúbicos) y también de no formalizar los acuerdos de suministro para el resto del año.

Como ocurriera en invierno de 2006, la principal víctima del contencioso podían ser los consumidores europeos, ya que el 80 por ciento del gas que Gazprom bombea a la UE circula por suelo ucraniano. En la anterior «guerra del gas» que estalló en 2006, Alemania, Francia, Italia, Polonia, Hungría, Eslovaquia, Austria, Eslovenia y Rumanía sufrieron cortes del suministro de entre el 14 y 44 por ciento.

La CE ha instado a ambas partes a que negocien y «solventen cuanto antes posible la situación creada» y convocó una reunión extraordinaria del Grupo de Coordinación del Gas para analizar el impacto del conflicto comercial para los Veintisiete. El nuevo contencioso estalló poco después de que el jefe del directorio de Gazprom durante los últimos ocho años, Dmitri Medvédev, fuera elegido el pasado domingo presidente de Rusia.

El portavoz de Gazprom explicó que Moscú y Kiev han acordado que el gas consumido en enero y febrero Neftogaz lo contratará de forma retroactiva y lo pagará «según el esquema que regía a principios de año». Aquellos envíos se realizaban mediante dos polémicas empresas, una intermediaria en el suministro de gas centro-asiático y ruso (RosUkrEnergo) y otra distribuidora en Ucrania (UkrGazEnergo), que los presidentes ucraniano, Víctor Yúschenko, y ruso, Vladímir Putin, acordaron el 12 de febrero sustituir por dos compañías conjuntas creadas a medias por Gazprom y Naftogaz.

Sin embargo, Timoshenko dijo que Naftogaz será el distribuidor exclusivo del carburante en el mercado interno, «sin nuevas empresas conjuntas» y también exige que la compañía ucraniana compre el gas directamente a Gazprom, sin intermediarios. Además, la primera ministra afirmó que el carburante importado en 2008 Ucrania lo pagará al precio del más barato gas centroasiático, acordado el año pasado con Moscú e incluido en el presupuesto del país, de 179,5 dólares por mil metros cúbicos.

En cambio, Gazprom sostiene que ha suministrado a Ucrania en enero y febrero gas ruso, más caro que el otro, por lo que exige a Kiev que pague a 314,5 dólares, tarifa similar a la que rige para los países europeos.