Eslovaquia pide ayuda a Francia y a Alemania por la crisis del gas

Eslovaquia pedirá a Alemania y a Francia que le cedan parte del suministro de gas natural que reciben a través del gasoducto Jamal, que atraviesa Bielorrusia, como medida alternativa ante el corte del abastecimiento de gas ruso que circula por territorio ucraniano.

El primer ministro checo y presidente de turno de la Unión Europea (UE), Mirek Topolanek, y el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, manifestaron de forma conjunta su intención de plantear esta posibilidad a la canciller alemana, Angela Merkel, y al presidente francés, Nicolas Sarkozy.

Fico se desplazó a Praga en una visita de carácter extraordinario para sondear la posibilidad de utilizar ese gasoducto.

Ante los «continuos problemas fundamentales» que afectan la restauración del suministro de gas ruso a Eslovaquia por Ucrania, Topolanek y Fico proponen dos opciones alternativas que «permitirían técnicamente» hacer llegar a Eslovaquia los 20 millones de metros cúbicos de gas natural diarios que necesita. Ambos gobernantes confiaron en que «Europa exprese su solidaridad» a Eslovaquia.

Una de las alternativas es un «intercambio» de carburante entre Rusia, Ucrania y Eslovaquia, mientras que la segunda prevé que el suministro de gas llegue a través del gasoducto «Jamal» que atraviesa la República Checa.

En cuanto al «canje» de gas, Bratislava ha solicitado en Kiev 22 millones de metros cúbicos diarios de las reservas ucranianas, y a cambio la rusa Gazprom suministraría esa misma cantidad a la red interna de la gasística estatal Naftogaz. Son los eslovacos los que deben garantizar a Ucrania ese reabastecimiento de carburante.

Tanto la presidencia checa como las autoridades de Eslovaquia creen que, si no se toma alguna de estas medidas, la situación de la economía eslovaca será «crítica en un futuro inmediato». Además, aseguran que deberán reducirse los aprovisionamientos de gas destinados a la población.

Según la nota, la República Checa y la distribuidora RWE Transgas ya han confirmado su disposición para proporcionar suministros de emergencia a través del territorio checo.

No obstante, recuerdan que un acuerdo como el mencionado para ceder gas a Eslovaquia debe ser aprobado por la alemana E.ON Ruhrgas y la francesa GdF Suez, que también poseen acciones en la compañía energética SPP que opera en ese país.

Eslovaquia, que ya ha puesto en vigor un severo mecanismo de regulación del consumo de gas, ha advertido de que tendrá que endurecerlo si no se asegura un suministro de 20 millones de metros cúbicos al día. De esa forma, se suspenderían por completo las entregas de gas a las grandes empresas y las estaciones de generación de calor reducirían su capacidad al 70 por ciento.

Putin propone a Europa crear un consorcio que compre gas técnico para Ucrania

Rusia propuso a Europa «compartir riesgos» y crear juntos un consorcio internacional que compre a la compañía rusa Gazprom el llamado gas técnico que Ucrania necesita para reanudar el tránsito de carburante a los países europeos.

El primer ministro ruso, Vladímir Putin, expuso esta propuesta, dirigida a los consumidores europeos del gas ruso, al jefe de la compañía energética italiana Eni, Paolo Scaroni, quien respondió que su empresa estudiará la posibilidad de participar en tal consorcio.

Putin explicó que Ucrania, que tras el corte del suministro a Europa puso sus gasoductos en régimen autónomo de funcionamiento para abastecimiento interno, necesita 1.780 millones de metros cúbicos de gas técnico, o tecnológico, para reactivar las estaciones de bombeo y mantener la presión en las tuberías. «Proponemos a nuestros principales socios europeos compartir los riesgos del tránsito y organizar un consorcio internacional que compre a Gazprom el volumen necesario de gas tecnológico y lo envíe con urgencia a Ucrania para reanudar el transporte del carburante ruso a Europa», dijo Putin, según la agencia Itar-Tass.

Al tiempo, calificó de «negligencia tecnológica y casi un crimen» que Ucrania haya dejado sus tuberías sin la cantidad necesaria de gas técnico, y tachó de «absurda» la petición de Kiev de obtener gratis de Rusia esa cantidad de carburante, en vez de comprarlo.

Sin embargo, el presidente ucraniano, Víctor Yúschenko, en una carta a su Gobierno indicó que Ucrania pagará el gas tecnológico ruso más tarde, cuando Moscú y Kiev logren los pendientes acuerdos sobre los precios del gas ruso y las tarifas de su transito en 2009.

Putin subrayó que en su propuesta «no hay trasfondo político»: «Se trata de un gran volumen de gas y de mucho dinero, entonces compartamos los riesgos, paguemos ese carburante y lo entreguemos sin demora», insistió. Agregó que el conflicto de gas entre Moscú y Kiev ya causó grandes pérdidas a Gazprom y a las compañías europeas, pero dijo que más grave es la situación de la gente que vive sin gas y de los sectores económicos que se vieron afectados en algunos países. «No debemos buscar culpables, sino garantizar el tránsito del gas a Europa», manifestó.

Scaroni respondió que la iniciativa rusa «es una propuesta muy constructiva y un nuevo paso en los intentos emprendidos por restablecer el tránsito de gas». «Haremos todo lo posible, hay que hacerlo cuanto antes», dijo el jefe de Eni al primer ministro ruso.

En declaraciones posteriores a la prensa rusa, Scaroni dijo que la propuesta rusa «se estudiará con todas las compañías europeas que reciben gas por territorio ucraniano», pues «hay que hacerlo para restablecer los suministros seguros del carburante a Europa».

A tiempo, admitió que el debate de la iniciativa «puede crear muchos problemas» porque «habrá que hallar una solución tanto tecnológica como comercial«, al tratarse de «compañías privadas para las que el problema del precio es esencial», según Interfax. «Es difícil adivinar cuál será el resultado del debate, pero debemos hacer todo lo posible», señaló.

Agregó que la nueva crisis de gas entre Rusia y Ucrania y sus consecuencias para Europa demuestran una vez más la necesidad de diversificar las fuentes de suministro y, en particular, de construir gasoductos alternativos a los existentes.

En este contexto, Scaroni subrayó la importancia del proyecto del gasoducto South Stream, que deberá unir Rusia con Bulgaria, donde se bifurcará: su ramal del norte pasará por Serbia, Rumanía, Hungría y Austria, y el del sur lo hará a través de Grecia, con posibilidad de conexión con Italia.

Scaroni calificó de «estratégico» este proyecto, llevado a cabo por Gazprom y Eni para ponerlo en funcionamiento «dentro de varios años», con un coste estimado en unos 10.000 millones de euros.

Moscú convoca una cumbre de países consumidores de gas ruso para tratar la crisis

Rusia convocó para el próximo sábado en su capital una cumbre de los países consumidores y de tránsito del gas ruso para solucionar la crisis de los suministros a Europa a través de Ucrania.

El presidente ruso, Alexandr Medvédev, hizo esta propuesta en una reunión con los jefes de Gobierno de Eslovaquia, Robert Fico; Bulgaria, Sergei Stanishev, y Moldavia, Zinaida Greceani, los tres países más afectados por los cortes de gas a Europa.

«Pese a todos los esfuerzos de la parte rusa, al despliegue de observadores de la Unión Europea, pese a los acuerdos alcanzados, Ucrania no abrió la compuerta», dijo Medvédev en alusión a la negativa de Kiev de recibir gas ruso para su tránsito a Europa.

La portavoz del Kremlin, Natalia Timakova, afirmó que Ucrania, con la que el consorcio ruso Gazprom no tiene contratos de suministro para este año, también será invitada a la cumbre. «Confío en que la reunión de Moscú permitirá hallar una salida a la situación creada y también evitar su repetición en el futuro», indicó el jefe del Kremlin, sin explicar si algún país europeo ha aceptado su propuesta de asistir a tal foro.

Medvédev aseguró que la situación del tránsito del gas ruso a Europa a través de Ucrania, paralizado por octavo día consecutivo, es ya un problema político, porque todos los requisitos técnicos ya han sido cumplidos, según la agencia Interfax. «Es lamentable, porque esto hace que el conflicto, que se examinaba como económico, se convierta en político», indicó.

Según el líder ruso, quien informó de la situación al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, Rusia y Europa han resultado «rehenes del sistema de poder y de la crisis política que hay en Ucrania«. «Ucrania, como un Estado que aspira a la adhesión y a unas relaciones normales con la Unión Europea, debe tomar conciencia de su responsabilidad», manifestó.

Bulgaria, Eslovaquia y Moldavia, los países más dependientes del gas ruso, a su vez urgieron a Moscú y Kiev a que solucionen cuanto antes el problema del tránsito y advirtieron del riesgo de pérdida de confianza que corren Rusia y Ucrania. «El mayor riesgo para Ucrania y Rusia es la pérdida de confianza», dijo Stanishev en otra reunión, con el jefe del Gobierno ruso, Vladímir Putin, y añadió que la disputa entre Moscú y Kiev «no debe convertir en rehenes a terceros países«.

También Putin acusó a Ucrania de especular con su situación de país de tránsito y declaró que «la Comisión Europea podría ejercer más influencia» sobre Ucrania para «garantizar los intereses de los miembros de la Unión Europea«. El acuerdo para reanudar los suministros a Europa fue bloqueado nuevamente por las disputas ruso-ucranianas en medio de la creciente preocupación de la Unión Europea.

Gazprom denunció que Ucrania mantiene cerrados sus gasoductos para el flujo del gas y que la estatal ucraniana Naftogaz ha vuelto a negarse a recibir carburante para su tránsito con destino a Moldavia, Eslovaquia y los Balcanes.

La compañía ucraniana, a su vez, mantuvo que los suministros no se reanudan debido a que la ruta escogida por Gazprom para el bombeo hacia los Balcanes es distinta a la habitual y requeriría cortar el abastecimiento interno de carburante a cuatro regiones de Ucrania.

El presidente ruso exigió por su parte al Gobierno que reclame en los tribunales a Ucrania los más de mil millones de dólares que Gazprom ha perdido debido al bloqueo del tránsito de gas.

El líder ruso hizo esta declaración después de que el presidente de Gazprom, Alexéi Miller, le informara de que la compañía había dejado de facturar unos 1.200 millones de dólares por la guerra del gas con Ucrania. «Nuestro país no se puede permitir perder semejantes sumas. Basta de regalar, hay que contabilizar bien las pérdidas y reclamar ese dinero a los culpables de la situación», dijo el jefe del Kremlin.

– La Unión Europea

El presidente de la Comisión Europea, por su parte, confirmó que el gas ruso sigue sin fluir hacia la UE e insistió en que Moscú y Kiev incumplen su compromiso con los consumidores europeos.

Barroso consideró «inaceptable» e «increíble» que los suministros sigan cortados después de que Bruselas lograse la firma de Moscú y Kiev para reanudarlos, y dijo que la CE aconsejará a las compañías europeas afectadas que demanden a Gazprom y Naftogaz si no cumplen los acuerdos.

La UE agota sus medios de presión sobre Rusia y Ucrania

La Unión Europea dio la sensación de haber agotado todas sus medidas de presión política sobre Rusia y Ucrania para resolver la crisis del suministro de gas ruso, mientras el combustible sigue sin llegar a Europa.

Después de haber asumido el problema como una cuestión comunitaria, en la que han estado involucrados la Comisión de Bruselas y los Veintisiete, Moscú anunciaba que recibirá, por separado, a los primeros ministros de los países más afectados.

Desde que se produjo el corte del gas, hace seis días, los ministros de la UE han celebrado reuniones extraordinarias, aprobado declaraciones, y enviado a su presidente de turno, el checo Mirek Topolánek, a Kiev y Moscú para negociar un compromiso escrito sobre el tránsito.

Con el gas todavía retenido, el Kremlin ha informado de que hoy visitarán Moscú los primeros ministros de Eslovaquia, Robert Fico, y Bulgaria, Sergei Stanishev.

«El gas no está llegando a la UE», recalcó el portavoz de la CE, Johannes Laitenberger en rueda de prensa en la sede del Parlamento Europeo (PE) en Estrasburgo (Francia) y añadió que la causa es que «Moscú y Kiev están incumpliendo sus obligaciones«.

Preguntado sobre si la CE estudia emprender medidas contra Rusia y Ucrania, el portavoz dio a entender que no. Laitenberger recordó que, a fin de cuentas, se trata de un asunto entre compañías gasistas que compran y venden gas, y a ellas correspondería una eventual acción judicial.

El portavoz reconoció que la situación a la que se ha llegado es «surrealista» y recalcó que la UE seguirá haciendo un «esfuerzo pasivo» para ayudar a las dos partes, pero subrayó que «hace falta buena voluntad de ambas para reanudar el suministro».

El bombeo de gas ruso se reanudó este martes, pero lo hizo con un volumen tan limitado (76 millones de metros cúbico frente a los 350 habituales) que no se ha logrado un flujo normal hacia Europa. «Los rusos aseguran que están inyectando gas, pero los ucranianos dicen que si no lo hacen correctamente no pueden transportarlo», resaltó el portavoz comunitario.

La CE insiste en que no hay excusa posible para justificar la situación y su presidente, José Manuel Durao Barroso, así se lo manifestó en conversación telefónica al primer ministro ruso, Vladimir Putin, quien aseguró que haría todo lo posible para esclarecer los hechos.

También se han producido contactos entre el primer ministro checo, Mirek Topolánek, cuyo país ejerce la presidencia de turno de la UE y responsables ucranianos, y en todo momento se ha destacado la decepción europea por lo ocurrido y la necesidad de lograr una salida lo antes posible.

«Hay que buscar una solución, pero también señalar dónde están las responsabilidades», que en cualquier caso «están fuera de la UE», puntualizó Laitenberger.

Acerca de la posibilidad de que ambas partes estén «utilizando» a la UE en su disputa comercial, el portavoz de la CE recordó que está en juego la credibilidad de Rusia y Ucrania como principal país proveedor y de tránsito, respectivamente, ya que ambos no pueden estar interesados en perder a los europeos como clientes (la Unión importa de Rusia el 25 por ciento del gas que consume). «Los consumidores europeos no deben ser mantenidos como rehenes de una diferencia entre dos países«, precisó.

En cuanto al despliegue de observadores internacionales, la CE ha constatado que, después de los problemas de acceso registrados, los expertos -de la UE, Rusia y Ucrania- gozarán de acceso pleno inmediato a los centros de suministro de ambos países. Una vez que los monitores estén en sus puestos, tal y como habían solicitado Kiev y Moscú como condición para reanudar el suministro, «no habrá más excusas», añadió Laitenberger.

Por lo que se refiere al pago y aporte del «gas técnico» (utilizado para mantener la presión en el gasoducto y poder transportar el gas hasta la UE), la CE mantiene que se trata de una cuestión bilateral que deben solucionar Rusia y Ucrania, pero que esos problemas «no deben servir de pretexto» para no cumplir los contratos con los clientes europeos.

La crisis entre Rusia y Ucrania, que ya ha superado en consecuencias a la que tuvo lugar en 2006, ha estado motivada por el desacuerdo entre ambas partes por el precio del gas y las tarifas de tránsito para este año.

Europa cree que ya «no hay excusa» para mantener el corte de gas ruso

La Comisión Europea (CE) consideró que se dan ya todas las condiciones para la reanudación «inmediata» de los suministros de gas ruso a la UE a través de Ucrania e insistió en que «no hay excusa» para mantener el corte que ha dejado a cientos de miles de hogares de varios países sin calefacción.

Los primeros expertos europeos que supervisarán el tránsito de gas ruso llegaron a Ucrania y Bruselas tiene la promesa del primer ministro ruso, Vladimir Putin, de que una vez que los observadores estén desplegados en la frontera ruso-ucraniana se reanudarán los suministros.

«Las condiciones se han acordado. No hay excusa para que no haya gas en los gasoductos», afirmó el portavoz de Energía de la CE, Ferrán Tarradellas, en una conferencia de prensa. Tarradellas reconoció que, a pesar del acuerdo con Rusia y Ucrania sobre los observadores «no tenemos un compromiso formal sobre cuándo se van a reanudar los flujos» del combustible, pero insistió en que el suministro «debe reanudarse inmediatamente».

Sin embargo, la llegada del gas ruso a los consumidores europeos aún se retrasará «al menos tres días», el periodo necesario por motivos técnicos y por las grandes distancias para que una vez que comience el bombeo el combustible alcance Europa.

En total, la UE enviará 18 expertos de empresas de gas y de operadores de redes y a cuatro funcionarios de la Comisión Europea que coordinarán la operación. Los observadores controlarán el volumen de gas que llega desde Rusia a Ucrania, el gas que se emplea en los sistemas de compresión y el que sale de suelo ucraniano hacia el mercado europeo.

Mientras tanto, el Grupo de Coordinación de Gas -organismo que reúne a expertos comunitarios y de los Veintisiete países- ha propuesto hoy aumentar al máximo la producción de gas en Noruega y varios países de la UE para compensar el corte del procedente de Rusia y aliviar la situación de los Estados miembros más afectados.

Según explicó la CE en un comunicado, Holanda ya se ha ofrecido a incrementar su producción en un 10 por ciento durante un periodo de dos semanas y Reino Unido, Rumanía y Polonia también podrían ampliar su capacidad.

Además, el Grupo de Coordinación del Gas aboga por que los países hagan el mayor uso posible de sus reservas y que éstas se compartan con los más afectados, tal y como están haciendo ya Austria y Eslovenia y Hungría y Serbia. Las medidas de emergencia serán analizadas el lunes por los ministros de Energía de los Veintisiete en una reunión extraordinaria en Bruselas.

En paralelo, los expertos del Grupo creen que la crisis ha mostrado la necesidad impulsar más que nunca la diversificación de las fuentes de suministro y de mejorar la interconexión entre los Estados miembros y los países de los Balcanes.

Dentro de la UE, Eslovaquia y Bulgaria son los estados más afectados por los cortes de gas ruso, pues han perdido respectivamente el 97% y el 100% de su suministro de gas y no tienen posibilidad de acceder a otras fuentes.

Según datos del Grupo de Coordinación del Gas, las reservas de gas búlgaras alcanzan sólo para 2 ó 3 días, mientras que el país tiene combustibles alternativos para 20 días. Eslovaquia tiene reservas para varias semanas que cubren el 76% de su demanda de gas y tiene combustibles alternativos para un mes.

En los dos países se han impuesto limitaciones al uso de gas por parte de la industria, algo que también se ha establecido temporalmente en Hungría para los mayores consumidores.

Fuera de la Unión, Serbia, Bosnia-Herzegovina, Macedonia y Moldavia han sufrido un recorte del 100% de sus suministros de gas, con nulas capacidades de diversificación de las llegadas en los tres últimos países y muy pequeñas en Serbia.

Estados Unidos apoyará el proyecto Nabucco

Estados Unidos se compromete a garantizar junto a la Unión Europea la seguridad del proyecto del gasoducto Nabucco, con el que Europa quiere acceder al gas del mar Caspio y reducir así su dependencia energética de Rusia.

Así se recoge en el Carta Estados Unidos-Georgia que se ha firmado en Washington, una asociación estratégica que persigue acercar a Georgia a la Unión Europea y a la OTAN y promover su desarrollo económico, político y cultural, explicó en rueda de prensa en Madrid la secretaria del Consejo de Seguridad del país caucásico, Eka Tkeshelashvili.

La mandataria georgiana subrayó que el conflicto del gas entre Rusia y Ucrania, que ha conllevado el corte del suministro a varios países europeos, ha puesto de relieve el peligro que supone el «monopolio» energético de Rusia, una situación que, subrayó, no supondría un problema si se tratara de un Estado «democrático».

Tkeshelashvili subrayó que Rusia ha demostrado que no tiene «límites» y destacó que es imprescindible asegurar la diversificación energética de Europa para recortar su dependencia del país soviético, al tiempo que criticó a la Unión Europea por no prestar la suficiente atención a este asunto.

Recordó que el proyecto Nabucco pretende llevar a Europa el gas del mar Caspio a través de Turquía pasando por Georgia, con lo que se evitaría atravesar Rusia. Aseguró que uno de los motivos que llevó a Rusia a invadir Georgia este verano fue el de impedir esta alternativa de suministro energético.

Añadió que en el acuerdo firmado, Estados Unidos muestra su compromiso a apoyar la seguridad de este corredor energético del sur de Europa para lo que, no obstante es necesario discutir conjuntamente con la Unión Europea.

«Ahora tenemos una buena posición para negociar», aseguró Tkeshelashvili, que subrayó que el gasoducto de Nabucco podría aportar el equivalente al 40 ó 50 por ciento del suministro europeo.

Rechazada la propuesta de la UE en la crisis del gas

El intento de la UE de solucionar la crisis del gas con el envío de observadores a Ucrania fracasó tras la exigencia del consorcio ruso Gazprom de que la misión incluya monitores rusos, algo que rechaza Kiev.

La intensa jornada de contactos en Bruselas entre la presidencia checa de la UE, la Comisión Europea y los presidentes de Gazprom, Alexei Miller, y de la ucraniana Naftogaz, Oleg Dubina, concluyó sin una solución al conflicto después de que Bruselas ya había obtenido el acuerdo de Ucrania para enviar observadores europeos a ese país.

«Los rusos no tienen ninguna razón para rechazar esta propuesta», afirmó el ministro checo de Industria y Comercio, Martin Riman, en una rueda de prensa al término de las reuniones. A pesar de todo, la UE comenzará el envío a Ucrania de su misión de observadores.

El comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs, explicó que «no ha habido un cambio en las condiciones» y que los rusos «nunca dijeron que aceptarían que los observadores fueran de la Unión Europea» únicamente, pero que en cualquier caso éste es un punto que deben resolver Rusia y Ucrania sin intervención de la UE. Piebalgs recalcó que la exigencia de Gazprom de que haya observadores rusos en Ucrania es la «única condición» que ponía el consorcio gasístico ruso.

La falta de acuerdo se anunció en una jornada caótica en la que, a media tarde, Miller aseguró que había un consenso con la Unión Europea para reanudar el suministro de gas hacia Europa y el viceprimer ministro ucraniano, Grygoriy Nemyria, anunció que aceptado la misión de observadores europeos planteada por la UE.

La Unión insiste en que sigue trabajando para ayudar a desbloquear la crisis y, según Riman, el primer ministro checo y presidente de turno de la UE, Mirek Topolanek, volvió a tratar la cuestión con el primer ministro ruso Vladimir Putin.

El principal objetivo sigue siendo el restablecimiento inmediato del suministro, pero entretanto una misión de observación integrada por entre 10 y 12 expertos comunitarios en la materia partirá rumbo a Kiev y el lunes se celebrará un Consejo extraordinario de Ministros de Energía para evaluar las medidas que deben adoptarse.

– La Unión Europea insite en que el suministro se reanude de forma inmediata

En relación al cruce de acusaciones entre rusos y ucranianos, el comisario Piebalgs reconoció que la UE «no tiene información para juzgar quién tiene razón y quién no», pero insistió en que el suministro se reanude de forma inmediata.

La presidencia checa de la UE y la CE reconocieron que el problema ha alcanzado un nivel en el que hace falta «voluntad política«, que debe materializarse con la reanudación del flujo del gas.

El checo Riman reconoció que la UE afronta una «crisis profunda» que pone de manifiesto su dependencia europea del gas ruso y su «vulnerabilidad» ante una interrupción del suministro, por lo que pidió una reflexión a largo plazo para garantizar la seguridad energética que incluya un debate sobre la energía nuclear.

El Comité de Coordinación del Gas de la UE se reunirá en Bruselas y Piebalgs indicó que se estudiarán medidas para paliar los problemas de los países afectados, como estudiar qué reservas de gas se les pueden enviar, medidas de restricción del consumo o combustibles alternativos.

En Praga, los ministros y viceministros de Asuntos europeos, que abordaron la crisis del gas en un encuentro informal, aprobaron una declaración en la que urgen a Moscú y Kiev a «cumplir sus obligaciones» sin dilación para poner fin a una interrupción que ya afecta a dos tercios de los países europeos.

– Vladímir Putin

Desde Rusia, el primer ministro, Vladímir Putin, lamentó que la Comisión Europea no haya firmado el protocolo sobre el control del tránsito del gas ruso por territorio ucraniano y advirtió de que sin observadores no se reanudará el suministro.

Noruega no tiene capacidad para aumentar su producción de gas

El principal consorcio petrolero y gasístico noruego agregó que todo el gas que produce, a excepción del de la planta de Snøhvit, en el mar de Barents, se exporta a Europa, y que tanto la larga duración de los contratos de suministro como las limitaciones de la capacidad impiden un incremento sustancial de la producción.

Según la portavoz de la compañía, Rannveig S. Stangeland, Statoil Hydro produce casi a «plena capacidad» en la plataforma noruega, además de que el 90 por ciento de la producción está comprometida en contratos a largo plazo, si bien admitió una mínima posibilidad de flexibilidad.

Gassco, la compañía pública que transporta el gas noruego al continente y a Gran Bretaña, bombea actualmente unos 320 millones de metros cúbicos de gas diarios, cerca de su capacidad máxima, fijada en 350 millones, según datos de la empresa.

Noruega suministra de media un 17 por ciento del gas que se consume en la UE, aunque en países como Alemania, Francia y Gran Bretaña ese porcentaje asciende al 30 por ciento.

Gazprom decidió cortar el suministro de gas a Europa por territorio ucraniano, argumentando que Ucrania ha paralizado el tránsito y desvía el carburante.

El conflicto gasístico entre Moscú y Kiev, que se responsabilizan mutuamente, condujo al corte total de los suministros de gas ruso a los países europeos a través de Ucrania, por donde pasa el 80 por ciento del carburante que Gazprom vende a Europa.

La presidencia checa de la Unión Europea emplazó a Rusia y Ucrania a que reanuden mañana los suministros de gas a la UE, y advirtió de que en caso contrario se tomarán «medidas más severas».

Gazprom cortó el gas a Ucrania el 1 de enero tras no alcanzar un acuerdo con Naftogaz sobre su precio en 2009 y la tarifa de tránsito por territorio ucraniano, pero prosiguió los suministros con destino a Europa mientras acusaba a Naftogaz de desviar carburante.

La alemana E.on ha dejado de recibir gas ruso desde Ucrania

El portavoz de la filial de gas E.on Ruhrgas, Kai Krischnak, dijo que la empresa va a conseguir el gas ruso mediante rutas alternativas en la región.

E.on Ruhrgas, el mayor importador de gas en Alemania, tuvo antesdeayer un suministro de gas ruso desde Ucrania durante algunas horas, pero ayer se ha interrumpido por completo, añadió la fuente.

El gigante alemán de la energía recibe un 26 por ciento del gas de Rusia, un 25 por ciento de Noruega y el resto de Holanda, Gran Bretaña y de Alemania.

Krischnak aseguró que E.on tiene la situación bajo control y que ningún hogar en Alemania se quedará sin gas por la interrupción del suministro de gas ruso desde Ucrania.

El director de E.on Ruhrgas, Bernhard Reutersberg, ha instado a ambas partes, Rusia y Ucrania, a que encuentren pronto una solución.

En un momento en el que una ola de frío azota a Alemania, la crisis del gas entre Rusia y Ucrania ya ha tenido efectos en el suministro de este carburante a la mayor economía de la zona del euro, como han denunciado las compañías E.on y RWE, tras sufrir restricciones parciales o totales en el abastecimiento.

A su vez, RWE denunció ayer también notables recortes en el suministro de gas de Rusia en la República Checa.

La disputa entre Rusia y Ucrania paralizó por completo los suministros a Europa, mientras Moscú y Kiev se acusaban mutuamente y apelaban a la Unión Europea (UE).

Rusia y Ucrania acceden a que la UE verifique su disputa sobre el tránsito de gas

Las autoridades de Rusia y Ucrania se han comprometido con la UE a someter a verificación internacional su disputa sobre el tránsito de gas ruso hacia Europa, cuya interrupción ha creado ya en varios estados europeos una situación de emergencia.

El presidente de turno de la Unión, el checo Mirek Topolanek, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, han anunciado en una rueda de prensa conjunta ese compromiso contraído por los primeros ministros de Rusia y Ucrania, tras una serie de contactos telefónicos.

«Es una luz al final del túnel», ha afirmado el primer ministro Topolanek, quien se ha expresado no obstante con extrema cautela sobre los resultados prácticos.

Según han explicado los dos máximos responsables europeos, la presidencia de turno checa y la CE han invitado a representantes de los monopolios estatales del gas de Rusia y Ucrania a una reunión «técnica», en Bruselas, en la que se decidirán las condiciones del envío de la misión. Se trata de comprobar a qué obedece la interrupción del flujo de gas ruso que debería transitar por Ucrania hacia Europa.

Según Barroso, que ha hablado en las últimas horas tanto con el primer ministro ruso, Vladímir Putin, como con la primera ministra ucraniana, Yulia Timoshenko, ambas partes aseguran estar cumpliendo sus contratos.

«Putin me ha dicho que Rusia proporciona el gas, pero que hay problema de transito por Ucrania; por su parte, la primera ministra Timoshenko me asegura que no hay problema, y que puede enviar el gas, si lo recibe de Rusia», ha referido Barroso.

«Esperamos que Rusia -ha añadido- proporcione el gas a la red ucraniana y que Ucrania no lo esté cortando. Las dos partes nos dicen que aceptan observadores extranjeros para verificar» que es así.

La crisis energética provocada por los cortes en el suministro de gas, en uno de los inviernos más fríos de la década, han centrado buena parte de la reunión de coordinación que han celebrado en Praga los miembros del Gobierno checo y de la Comisión Europea.

Topolanek se ha felicitado por el hecho de que, pese a haber tenido que estrenarse en las riendas de la Unión «más deprisa de lo esperado», con una emergencia como la del gas, hay ya una perspectiva de solución.

Además de la reunión técnica de Bruselas, a la que están invitados el presidente del directorio de la rusa Gazprom y el de Naftogas, tendrá lugar en Praga una reunión informal de los ministros de Asuntos Europeos de los Veintisiete, donde se tratará igualmente la cuestión.

Según la presidencia checa, los socios de la UE analizarán un informe de expertos sobre la crisis y evaluarán las necesidades de los estados miembros más afectados (Bulgaria, Rumanía, Hungría, Grecia y Eslovaquia, de momento), por si fuera necesario activar la «cláusula de solidaridad» en su apoyo.

La UE exige a Rusia y Ucrania que, al margen de su disputa bilateral, el aprovisionamiento en gas a Europa quede restablecido inmediatamente, en cuanto los supervisores internacionales puedan verificar sobre el terreno cuál es la situación. «El viernes es el día clave», ha dicho Topolanek.

Pero ni él ni Barroso han querido adelantar cuál será la respuesta europea si los cortes no se solucionan, aunque el primero había advertido previamente, en una charla con un grupo de corresponsales de Bruselas, que Europa «tomaría medidas más enérgicas». «Concentrémonos en buscar una solución positiva», ha subrayado por su lado el presidente de la CE.

Ahora bien, ha advertido Barroso, «si no se restablece el aprovisionamiento, habrá dudas muy serias sobre la fiabilidad de Ucrania como país de tránsito y de Rusia como proveedor energético. Espero que no lleguemos a eso».

Lo que está claro para Topolanek es que los dos países «perderán» si los consumidores europeos siguen siendo víctimas de su conflicto bilateral. «Se acelerarán los dos ‘bypass'», ha pronosticado el primer ministro, en alusión a las dos alternativas de gasoductos por el Báltico al norte y Turquía al sur, con el fin de cortocircuitar el paso del carburante por Ucrania. «Algo que deseo», ha recalcado Topolanek.