El 55% del carbono almacenado en territorios indígenas amazónicos y tierras protegidas está en peligro

«Vemos, por ejemplo, que los territorios de los pueblos indígenas de la Amazonia almacenan casi un tercio de carbono sobre el suelo de la región en poco menos de un tercio de la superficie de la tierra», explica el científico de ‘Woods Hole Research Center’ (WHRC) Wayne Walker. «Eso es más carbono forestal del que figura en algunos de los países tropicales más ricos en carbono como Indonesia y la República Democrática del Congo», añade este experto.

Sin embargo, los autores del texto, titulado ‘Carbono Forestal en la Amazonía: los aportes no reconocidos de los territorios indígenas y áreas naturales protegidas’, aceptado para su publicación en ‘Carbon Management’, también encuentran que casi el 20 por ciento de los bosques tropicales a través de la Amazonía están en riesgo por la tala legal e ilegal, la construcción de nuevas carreteras y presas y la expansión de la agricultura comercial, la minería y las industrias del petróleo, presiones que se ven agravadas en muchos países porque los gobiernos han fallado a la hora de reconocer o hacer cumplir los derechos de las tierras indígenas.

«Nunca hemos estado bajo tanta presión, como lo demuestra este estudio», afirma Edwin Vásquez, coautor y presidente de la COICA, la Coordinadora Indígena de la Cuenca Amazónica, que representa a los grupos indígenas de la región. «Sin embargo, ahora tenemos evidencia de que donde hay derechos fuertes, hay bosques en pie. Y al saber que tenemos más de la mitad de carbono de la región en las tierras indígenas y protegidas, podemos decir a nuestros líderes que fortalezcan su papel y los derechos de los pueblos indígenas de los bosques», añade.

El documento es el resultado de una nueva colaboración norte-sur entre científicos, redes indígenas y ONG de la Amazonía, y expertos en política ambiental que combinaron las mediciones por satélite de la densidad de carbono, datos de campo y registros de la frontera de los territorios indígenas y áreas protegidas. «Hasta hace poco, no habría sido posible un análisis de este alcance, sin embargo, la disponibilidad de datos espaciales consistentes y precisos a través de grandes áreas como la Amazonía ha marcado una enorme diferencia», dice el científico Alessandro Baccini, también de WHRC.

El Amazonas está compuesta por 2.344 territorios indígenas y 610 áreas protegidas, distribuidas en nueve países y que son excepcionales en términos de diversidad biológica, cultural y lingüística. También se las considera la piedra angular de los esfuerzos de conservación del Amazonas, ya que sirven como barreras sociales y naturales al avance de la agricultura y los incendios forestales. En países como Brasil, con niveles históricamente altos de deforestación, los bosques indígenas y las áreas protegidas se consideran vitales para la lucha contra las emisiones de dióxido de carbono derivadas de la deforestación y la degradación forestal.

«Esto significa que el reconocimiento internacional y la inversión en las zonas indígenas y protegidas son esenciales para asegurar su continua contribución a la estabilidad del clima global», reclama Richard Chase Smith, del Instituto del Bien Común de Perú. Smith también advierte que los conflictos sociales en el Perú y otros países amazónicos continuarán en aumento si los gobiernos no aseguran la pertenencia segura de la tierra para los pueblos indígenas.

«Si se implementan realmente todos los planes actuales para el desarrollo económico de la Amazonía, la región se convertiría en una sabana gigante, con islas de bosque», señala Beto Ricardo, del Instituto Socioambiental (ISA) de Brasil. «Una gran proporción de los territorios indígenas y las áreas protegidas están cada vez más en riesgo, con consecuencias potencialmente desastrosas, incluyendo el 40% por ciento de los territorios indígenas, el 30 por ciento de las áreas protegidas, y el 24 por ciento de la superficie que pertenece a los dos», calcula.

Al resumir las implicaciones de su estudio, los autores concluyen que en el corto plazo, mantener la estabilidad de la atmósfera, así como la gama de servicios ambientales y sociales de importancia mundial que proporcionan los bosques amazónicos, dependerá de si los gobiernos optan por adoptar políticas que garanticen la integridad ecológica de los territorios indígenas y las áreas protegidas. A su juicio, la continua destrucción de estos ecosistemas ricos en carbono disminuirá gradualmente su capacidad de funcionar adecuadamente, lo que resulta en un impacto perjudicial y potencialmente irreversible en el ambiente y el planeta.

España redujo sus emisiones de gases de efecto invernadero un 14,7% entre los años 2008 y 2012

En 2012 hubo 341,9 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) equivalente, unidad utilizada para definir la totalidad de gases de efecto invernadero emitidos a la atmósfera. Esta cifra supone un descenso de un 1,4% respecto a 2011 (346,9 toneladas), un 1,7% en relación a 2010 (347,9), un 5,4% en comparación a 2009 (361,4) y un 14,7% sobre 2008 (400,9). Lo refleja el estudio Cuentas de emisiones a la atmósfera. Serie contable 2008-2012 que publicó el INE y que recuerda que las emisiones de CO2 equivalente superaban los 400 millones de toneladas en 2008, casi 60 más que ahora.

Los sectores que más redujeron sus emisiones en 2012 en comparación al año anterior son transporte y almacenamiento (-7,9%), construcción (-6,7%) y otros servicios (-5,3%), en tanto que los hogares, como consumidores finales, lo hicieron en un -4,2%. Las emisiones de gases de efecto invernadero se debieron, principalmente, al suministro de energía eléctrica, gas, vapor, aire acondicionado y agua, que concentró un 26,7% del total de emisiones en 2012. Por su parte, la industria manufacturera emitió un 24,1% del total y los hogares, un 18,8%.

Existen distintos gases de efecto invernadero. Los principales, por su nivel de emisiones, son el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O). Las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera cayeron un 1,5% en 2012 respecto a 2011 (-17% entre 2008 y 2012), las de metano se mantuvieron al mismo nivel en los dos últimos años (-0,5% entre 2008 y 2012) y las de óxido nitroso se redujeron un 2,6% (-6,7% en ese período).

Las mayores cantidades de CO2 emitidas en 2012 a la atmósfera correspondieron a actividades vinculadas al suministro de energía eléctrica, gas, vapor, aire acondicionado y agua (77,6 millones de toneladas), a la industria manufacturera (77,2 millones) y a los hogares (60,2 millones). Estas tres áreas representaron conjuntamente el 76,2% del total de emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.

Por su parte, el sector de la agricultura, ganadería, selvicultura y pesca emitió las mayores cantidades de metano y óxido nitroso en 2012, concretamente 18 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente de metano (el 55,6% del total) y 14,2 millones de toneladas de CO2 equivalente de óxido nitroso (el 77,3%). El suministro de energía eléctrica, gas, vapor, aire acondicionado y agua fue el responsable de 11,7 millones de toneladas de CO2 equivalente de metano y de 1,8 millones de toneladas de CO2 equivalente de óxido nitroso, lo que suponen un 36,3% y un 9,6% del total de las emisiones de estos gases, respectivamente.

El CO2 equivalente del planeta debe ser neutro entre 2055 y 2070 para vencer al cambio climático

Así se desprende del Informe de la brecha de emisiones 2014, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), desarrollado por 30 científicos de 14 países. De esta forma, se mantendría en jaque la cantidad máxima de dióxido de carbono (CO2) que se puede emitir a la atmósfera, hasta el punto de que las emisiones de gases de efecto invernadero (CO2, metano, óxido de nitrógeno y clorofuorocarbonos) deben reducirse a cero entre 2080 y 2100.

Desde 1990, las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero aumentaron en más del 45%. El informe presentado apunta que superar las 1.000 gigatoneladas de CO2 equivalente (suma de emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero) podría aumentar «el riesgo de graves, penetrantes y, en algunos casos, irreversibles impactos del cambio climático». El Pnuma sugiere que debería producirse un pico de emisiones de gases de efecto invernadero en los próximos 10 años, una reducción a la mitad a mediados de siglo, la neutralidad de carbono entre 2055 y 2070, y la emisión cero de CO2 equivalente en 2100.

«Un aumento de la temperatura global es proporcional a la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera, especialmente de CO2. Tomar medidas ahora supondría reducir la necesidad de acciones más extremas en el futuro», explicó Achim Steiner, subsecretario general de la ONU y director ejecutivo del Pnuma. Steiner indicó que «en un escenario como el actual, en el que se avanzó poco en la aplicación de políticas mundiales sobre el clima, las emisiones mundiales de efecto invernadero podrían aumentar mucho más allá de lo considerado aún como seguro».

Por su parte, Andrew Steer, presidente del Instituto de Recursos Mundiales, destacó que «la negociación de un acuerdo climático global no debe basarse en emociones o caprichos políticos, sino que debe ser impulsada por la ciencia y los hechos». «Desafortunadamente, el mundo no está yendo actualmente en la dirección correcta. Pero, con crecientes impulsos para una acción global, tenemos la oportunidad de cerrar la brecha de emisiones y mantenernos dentro de los límites de lo que la ciencia marca como necesario para evitar los peores impactos del cambio climático», manifestó.

La Fundación Renovables propone a los municipios españoles un modo para lograr Cero Emisiones en 2050

«La era de los combustibles fósiles se acaba porque las renovables son una mejor e ineludible opción ante el Cambio Climático. Sólo el empecinamiento de algunos Gobiernos como el español, secuestrados por los intereses de los oligopolios, obstaculiza este necesario y oportuno cambio. Muestra de ello es el despropósito de destinar recursos a las prospecciones en Canarias, cuando serían mejor utilizados en el desarrollo de las renovables», añadió Beltrán en la presentación del documento.

Según la guía, más de la mitad de la población mundial vive en ciudades y para el 2050 se espera que este porcentaje sea del 70%. En la Unión Europea ya se alcanzaron los niveles medios de los próximos 40 años y el 73% de la población vive en las ciudades, porcentaje que en España ya alcanza el 80%. Y el consumo urbano supera el 75% del consumo de energía mundial en una superficie útil que ocupa solamente el 2%«.

Por ello, los objetivos a 2050 que presenta la entidad se centran en reducir la demanda de energía al 50%; que el origen de la misma se obtenga 100% de fuentes de energía renovables; la generación en consumo (autoconsumo eléctrico en balance neto con conexión a red) – con fuentes de energía renovables del 50% de la demanda; una generación centralizada en base a energías renovables del 50% de la demanda; una mejora de la eficiencia energética del 60% y que la demanda de energía se base fundamentalmente en la electricidad, con aportes a la demanda térmica en base a la solar de baja temperatura y biomasa cuando resulte más conveniente.

Para ello, plantearon seis planes de acción para alcanzar el Desarrollo Urbano Sostenible que se basan en la incorporación de tecnologías eficientes; el desarrollo de un plan de movilidad sostenible; la apuesta por la generación en consumo y autosuficiencia eléctrica conectada; la rehabilitación de edificios; la rehabilitación del barrio como marco de actuación y la gestión de la informática y el conocimiento como catalizador de la velocidad de desarrollo óptima.

Por último, el vicepresidente de la fundación, Jorge Morales de Labra, criticó la postura del Gobierno por su «incomprensible autosatisfacción» por los resultados de la reforma energética mientras que todos los parámetros indican lo contrario. En este sentido, añadió que «los males del sistema energético español se agravan y mientras China y Estados Unidos acuerdan importantes compromisos en materia de Energías Renovables en España estas tecnologías fundamentales para el futuro están paradas».

La emisión de gases en España se redujo un 7,4% durante el año 2013

Las emisiones de gases de efecto invernadero continúan estando por encima en un 8,9% de los niveles de emisiones de 1990, año de referencia que establece dicho protocolo. Mejor comportamiento se detectaron en las emisiones de los sectores industriales sujetos al comercio de derechos de emisión, como la generación de electricidad, el refino, la producción y transformación de metales férreos, cemento, cal, vidrio, cerámica, pasta de papel y papel y cartón, es decir, los más contaminantes, cuyas emisiones cayeron un 9,5% en España durante 2013.

Susana Magro, directora general de la Oficina Española de Cambio Climático, presidió la Mesa General de Seguimiento del Protocolo de Kioto, reunida con representantes de los ministerios de Empleo y Seguridad Social, e Industria, Energía y Turismo, así como miembros de organizaciones sindicales y empresariales. La Mesa también abordó el grado de cumplimiento por parte de las industrias españolas en este primer año de puesta en marcha de la tercera fase del Sistema de Comercio de Derechos de Emisión, establecido en el Protocolo de Kioto.

China y Estados Unidos alcanzan un acuerdo para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero en 2025

China, el principal emisor a nivel mundial de gases de efecto invernadero, se comprometió a rebajar sus emisiones de cara a 2030, o antes si es posible, rebajando en un 20% la tasa de combustibles no fósiles antes de ese año.

Por su parte, Obama anunció que las autoridades estadounidenses tendrán como objetivo recortar en 2025 entre un 26% y un 28% sus emisiones respecto a las de 2005, en el primer compromiso de este tipo más allá del existente del 17% en 2020.

Ambos países emiten de forma conjunta cerca del 40% de las emisiones de efecto invernadero a nivel mundial, por lo que el compromiso podría relanzar las conversaciones para establecer nuevos compromisos más allá de 2020 en las reuniones previstas en París para este mismo año.

El Gobierno de Obama hace frente a múltiples críticas de la oposición republicana, que quiere usar su control del Congreso para limitar el poder de la Agencia de Protección Medioambiental, según informó el diario estadounidense «The Washington Post«.

Para cumplir con los nuevos compromisos alcanzados, Washington tendrá que duplicar el ritmo de reducción de la polución del 1,2% anual entre 2005 y 2020 al 2,3% ó 2,8% entre 2020 y 2025.

El anuncio de China supone la culminación de años de cambio en la actitud de la población ante las elevadas tasas de contaminación. El Gobierno prohibió incluso la construcción de plantas de carbón en algunas regiones ante la situación, en muchos casos insostenible.

La Unión Europea celebra el compromiso

Por su parte, el presidente del Consejo europeo, Herman Van Rompuy, y el jefe del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, aplaudieron el compromiso anunciado por Estados Unidos y China de reducir sus emisiones de gases contaminantes en el futuro, al tiempo en que confiaron en que este anuncio sirva de impulso para que otros socios internacionales sigan el ejemplo en la lucha contra el cambio climático.

«Instamos a otros, en especial a los miembros del G20, a anunciar sus objetivos en la primera mitad de 2015 y (de hacerlo) con transparencia», dijeron Van Rompuy y Juncker en una declaración conjunta.

«Sólo así podremos evaluar juntos si nuestros esfuerzos colectivos permitirán cumplir el objetivo de contener el aumento de la temperatura global dentro a 2 grados», añadieron.

Además, apuntaron la importancia de «mantener el nivel de ambición» para poder aspirar a un acuerdo «creíble y duradero» en la cumbre contra el cambio climático del próximo año en París.

La cita de la próxima semana en Lima será el siguiente reto, en opinión de Van Rompuy y Juncker, para lograr que el resto de socios internacionales se unan a estos compromisos. «El tiempo corre, es el momento de pasar a la acción», remacharon.

La Unión Europea quiere liderar la carrera para frenar el cambio climático y por ello los jefes de Estado y de Gobierno europeos fijaron nuevos objetivos de reducción en su última cumbre de octubre, con metas como recortar en al menos un 40% las emisiones contaminantes para 2030, un objetivo que será vinculante.

El bloque europeo también se comprometió a que al menos un 27% de su energía proceda de fuentes renovables en esa fecha y también a lograr un porcentaje equivalente en eficiencia energética.

El Gobierno modifica la asignación de derechos de emisión de gases de efecto invernadero a las aerolíneas

Según el Ejecutivo, en la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI) se negocia «intensamente» el establecimiento de un régimen global de control de las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte aéreo internacional. En este sentido, añade que, con el fin de facilitar esas negociaciones, España adoptó un Reglamento comunitario del 16 de abril de 2014, que excluye vuelos con origen o destino fuera del Espacio Económico Europeo del sistema europeo 2013-2016 de comercio de derechos de emisión.

Además, se obliga a los Estados miembros a que recalculen la asignación que corresponde a los operadores aéreos en el periodo 2013-2016, ajustándola al nuevo ámbito de aplicación y que debían notificarse a la Comisión Europea. Para dar cumplimiento a dicho Reglamento comunitario ahora deben recalcularse las asignaciones para el periodo 2013-2016. Por otra parte, el Consejo de Ministros autorizó la modificación del contrato de compraventa de unidades de cantidad asignada de emisión de gases de efecto invernadero, celebrado el 25 de noviembre de 2009, entre el Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino y la Agencia Nacional de Inversión Medioambiental de Ucrania.

EDP construirá dos plantas en Asturias para reducir un 80% las emisiones de óxidos nitrosos

El consejero delegado de EDP en España, Miguel Stilwell d’Andrade, presentó en Oviedo el proyecto, adjudicado al consorcio formado por la empresa asturiana TSK y la japonesa Mitsubishi Hitachi Power Systems.

La puesta en marcha de ambas plantas, prevista para el año 2016 en Aboño y 2017 en Soto de Ribera, permitirá que ambas centrales funcionen, al menos, hasta diciembre de 2035.

Stilwell subrayó que la vida útil de estos equipamientos, que hasta ahora era limitada, se verá ampliada con una mejora sobre su funcionamiento, que actualmente cuenta con un nivel más bajo.

Además, el consejero delegado de EDP en España, que incidió en el compromiso con la sostenibilidad que la compañía mantiene de manera transversal en todo el grupo, anunció que el proyecto permitirá mantener más de 450 empleos directos durante la construcción de las plantas.

La culminación de las obras supondrá la entrada en servicio en España del primer proceso de desnitrificación, con el que las emisiones se situarán «muy por debajo» de límite que establece la norma europea.

Las plantas de desnitrificación reducen las emisiones de los óxidos nitrosos presentes en los gases procedentes de la combustión del carbón en la caldera, a los que cuando entran en la planta se inyecta un reactivo consistente en amoniaco disuelto en agua.

Al pasar por un reactor se produce una reacción química que genera vapor de agua y nitrógeno, de manera que se pueden reducir hasta en un 80% las emisiones.

El presidente de TSK, Sabino García Vallina, expresó su satisfacción por la firma del contrato suscrito con EDP sobre un «gran proyecto» para Asturias, donde «hacía años que no se firmaba un contrato de este tipo para el tejido empresarial».

En cifras, apuntó que la construcción de ambas plantas supondrá el manejo de más de cinco toneladas de acero en talleres asturianos, 500.000 horas de trabajo y al menos 150 empleos vinculados a estas obras.

Para el vicepresidente ejecutivo de Mitsubishi Hitachi Power Systems (MHPS), Koji Hasegawa, se trata del primer proyecto suscrito por esta empresa en España, que lo ha convertido en una «prioridad» por tratarse de un sistema que desempeñará un papel «fundamental» en la protección medioambiental.

Naciones Unidas pide a los países que eliminen las emisiones de gases contaminantes para 2100

«Existe el mito de que la acción climática nos va a costar mucho, pero si no actuamos nos costará más», declaró el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, en la conferencia de prensa realizada durante la presentación del informe en Copenhague.

Así, Ban declaró que «el Panel Intergubernamental contra el Cambio Climático (IPCC) ha constatado que la influencia de los seres humanos sobre el clima es rotunda, y que es necesario actuar sin dudas, dado que tenemos los medios para hacerlo«, en comentarios recogidos por la cadena BBC.

El informe, de 40 páginas, sintetiza las más de 5.000 hojas de trabajo publicadas desde septiembre de 2013 en el que se alertó a la comunidad internacional de los profundos efectos del cambio climático. Concretamente, Naciones Unidas exige un objetivo fundamental: impedir la que la temperatura media suba dos grados por encima de la época previa a la Revolución Industrial; temperatura que ya ha subido 0,85 grados.

Para ello, las emisiones de gases contaminantes «deberán quedar reducidas a cerca de cero o incluso menos para el año 2100», según las recomendaciones finales del estudio, que servirá de guía maestra de cara a la cumbre de París a finales de 2015, donde se espera renovar el compromiso mundial contra el cambio climático tras el Protocolo de Kioto.

La ONG WWF pidió atención a los gobiernos del mundo. «No es demasiado tarde para evitar un cambio climático catastrófico. Una acción rápida y decisiva para abandonar los combustibles fósiles puede mantener el incremento de la temperatura por debajo de los 2ºC, que es el umbral señalado por la ciencia, y acordado por los gobiernos, para evitar un cambio climático peligroso», apuntó la organización.

No obstante, la ONG recordó que «existe un presupuesto de carbono», es decir, el límite de lo que podemos emitir, y ya se ha utilizado casi todo. A nivel mundial, la ONG explicó que las emisiones deben descender rápidamente, con un pico de emisiones esta década y disminuyendo hasta cero a mediados de siglo, si queremos evitar un cambio climático catastrófico. Los gobiernos, las empresas y, de hecho, todos nosotros, debemos dar pasos para conseguir la eliminación gradual de los combustibles fósiles por completo.

«La adaptación al cambio climático es fundamental, pero hay límites a la misma. Sin una acción inmediata sobre las emisiones y una limitación de los impactos, la adaptación no será suficiente para proteger las vidas, los modos de subsistencia y los ecosistemas de los que dependen las personas», ha señalado la ONG.

«Actuar para reducir las emisiones y adaptarnos a los impactos implica plantearse seriamente asuntos como la equidad y la justicia. Si no actuamos, pondremos en peligro los esfuerzos para reducir la pobreza y peligrará la seguridad alimentaria, el agua y los medios de vida de muchas personas en los países más pobres. También dejaremos a la juventud de hoy y a las generaciones futuras con un reto casi insuperable», concluyó.

Las empresas españolas aumentan su inversión en medidas para reducir las emisiones de carbono

De acuerdo con el documento presentado, también aumentó el número de compañías con la calificación de líderes en cuanto a transparencia y desempeño, así como la puntuación media obtenida por las empresas en ambas categorías.

El estudio analiza las estrategias en materia de cambio climático, evolución de las emisiones de gases invernadero y los riesgos y oportunidades asociados, de las mayores empresas españolas y portuguesas (85 y 40 respectivamente) por capitalización bursátil.

Según el informe, pese a que desde el año anterior se redujo en un 21% el número de iniciativas de reducción de emisiones, la cantidad total invertida en este tipo de estrategias creció un 140%, hasta alcanzar los 14.500 millones de euros. Se trata de una inversión significativa que, sin embargo, sigue muy enfocada al corto plazo. En un 85% de los casos, se espera que los retornos de las inversiones se alcancen en periodos inferiores a los 10 años.

Por otro lado, este año el informe destacó una disminución de las emisiones globales de carbono más consistente que la de años anteriores, con reducciones de un 2% en las emisiones globales de alcance 1 y un 19% en las de alcance 2. Los mayores descensos se registraron en los sectores de Electricidad y Gas, Industrial y Financiero.

Por último, la calificación media obtenida por las empresas alcanzó los 85 puntos (sobre 100) en transparencia y una clasificación B en desempeño, frente a los 78 C del año anterior. El informe también destacó que el número de empresas que ha alcanzado un rango A/A- en la calificación de desempeño pasó de 7 a 16, lo que supone el mayor avance desde la elaboración de esta clasificación, reconocida como el ranking de referencia en materia de sostenibilidad.

Para Victor Viñuales, director de Ecodes, «aunque las empresas españolas están progresando mucho en gestión del cambio climático, es necesaria una mayor integración del cambio climático en la estrategia empresarial, para lo que las empresas deben adoptar objetivos de reducción de emisiones ambiciosos y plantear una estrategia de inversiones a largo plazo coherente con estos objetivos.»

La clasificación en materia de transparencia de las compañías mejoró significativamente respecto a la pasada edición manteniendo la tendencia. Demuestra que la publicación de información sobre cambio climático representa un proceso de aprendizaje y mejora en la gestión corporativa. Además, el número de empresas que superó los 90 puntos creció desde las 14 en 2013 hasta las 27 del informe de este año. Sobre este respecto, el ranking está liderado por Gas Natural Fenosa, Ferrovial, Galp Energía, Abengoa y Acciona.

En relación con el Climate Performance Leadership Index la mejora en la transparencia vino acompañada por unas mejoras muy notables en los niveles de desempeño en la gestión del cambio climático en las empresas de muestra Iberia 125. El número de empresas que alcanzó la máxima banda de puntuación A pasó en el último año de seis a 13. Las mejores empresas son Abengoa, Acciona, Acerinox, Amadeus y Banco Espiritu Santo.