El comportamiento de las personas calienta más el planeta que las emisiones de dióxido de carbono

El informe, presentado en la sede de la Unesco, en París (Francia), fue preparado y revisado por el Consejo Internacional de Ciencias Sociales (CICS) e incluye artículos escritos por más de 150 especialistas internacionales en ciencias sociales como antropología, economía, estudios sobre el desarrollo, geografía, ciencia política, psicología y sociología.

La tesis que recorre las 600 páginas de la publicación, titulada «Cambios ambientales globales«, es que los individuos, su comportamiento y las sociedades humanas tienen que ser el núcleo central de todos los esfuerzos que se realicen para afrontar los problemas planteados por los cambios ambientales y los fenómenos físicos que pusieron de manifiesto las ciencias naturales.

El informe hace un balance de los problemas ambientales «sin precedentes» que se plantean a la humanidad y evalúa sus «posibles consecuencias devastadoras para el bienestar de los seres humanos». «El cambio ambiental global está trastocando todo en nuestro planeta, al trastornar los sistemas que sustentan la vida, y está afectando a todas las poblaciones del mundo, al alterar sus medios de subsistencia, modos de vida, acciones e interacciones», afirmó.

«El cambio ambiental está exacerbando ya los problemas con que tropiezan los individuos y las comunidades que se debaten contra las crisis económicas, sociales y políticas, y también está haciendo que la pobreza persista, que las desigualdades aumenten y que el descontento social se agrave«, agregó.

Así, W. Neil Adger y Helen Adams, en su artículo «La migración como estrategia de adaptación al cambio ambiental«, aseguraron que «algunas poblaciones carecen de recursos para emigrar porque el cambio ambiental ha disminuido su nivel de vida» y subrayaron que muchas de las personas que emigraron a las zonas costeras y las ciudades en los últimos decenios son especialmente vulnerables al cambio climático porque «se apiñan en zonas densamente pobladas, situadas con frecuencia en laderas escarpadas o llanuras inundables, en las que se encuentran terrenos desocupados y baratos».

Por su parte, John Urry, en el artículo «¿Es inevitable el aumento de las emisiones de gases con efecto de invernadero?«, propuso «invertir la tendencia al crecimiento aparentemente inexorable de los sistemas con altas emisiones de dióxido de carbono y las prácticas sociales inherentes a ellos».

Para ello, según precisó, debe darse «marcha atrás» a la mayoría de los sistemas de emisiones de CO2 puestos en marcha durante el siglo XX y señaló que los consumidores tienen que convencerse de que las actividades y los productos con bajas emisiones de dióxido de carbono son deseables, para lo cual son necesarios determinados comportamientos sociales.

Arias Cañete asegura que España va a cumplir con el Protocolo de Kioto a base de 800 millones en derechos

«Puedo asegurarles que España está en condiciones de cumplir con el Protocolo de Kioto al que habrá que rendir cuentas en 2015, pese a augurios negativos», ha afirmado Arias Cañete que, no obstante, ha subrayado que para el segundo periodo, el que va de 2013 a 2020, el objetivo es cumplir los compromisos asumidos por el país mediante una política de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, frente a la de compra de derechos de emisión, mantenida por el anterior ejecutivo.

A este respecto, ha apuntado que España aporta el 7,7 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero al conjunto de la Unión Europea. Así lo ha explicado durante la presentación del Perfil Ambiental de España 2012, en la que ha defendido las mejoras significativas en distintas áreas como la «consolidación de la tendencia positiva» en materia de calidad del aire respecto a años anteriores.

Sin embargo, ha reconocido que los puntos negros del medio ambiente en España siguen siendo la calidad del aire, sobre todo en los sectores difusos, así como la mejora de la calidad y la depuración de las aguas. «La evolución muestra los avances en la transición hacia una economía verde», ha valorado el ministro.

Además, ha presentado el Perfil Ambiental que, por primera vez, se puede consultar a través de una aplicación para tabletas y teléfonos móviles, y que describe la situación medioambiental española a través de 85 indicadores que reflejan 17 áreas o sectores y que analiza los planes, programas y medidas puestos en marcha por el Ejecutivo.

En materia de calidad del aire, ha dicho que se ha consolidado la tendencia positiva de años anteriores, aunque «queda mucho margen» de mejora en las grandes ciudades como Madrid, Bilbao, Barcelona o Valencia se superan los valores de partículas en suspensión (PM10). Del mismo modo, ha reconocido que en materia de calidad y depuración de las aguas queda «mucho por andar» y ha recordado que España tiene abiertos tres procedimientos de infracción en la Unión Europea.

Por otro lado, en materia de agua ha destacado el descenso del consumo de abastecimiento urbano, ya que los españoles han pasado de consumir 171 litros por habitante en 2004 a 144 litros por habitante en 2010. En este área ha defendido que el 89 por ciento de las aguas costeras tiene la calificación de «excelente» y los avances en la protección de las áreas marinas o en la protección de las costas.

En cuanto a la denuncia por contaminación en las aguas del Lago de Sanabria (Zamora), Arias Cañete ha explicado que no es competencia estatal pero que, según Castilla y León, algunas plataformas están «utilizando determinados datos de una manera que no es rigurosa ni científica». Por tanto, ha afirmado que «no hay la situación de riesgo que ponen de manifiesto». «A veces se sacan los datos de contexto. Me trasladan que algunas plataformas están haciendo una interpretación sesgada de determinados datos», ha apostillado.

En este ámbito, ha añadido que no solo hay que depurar todas las aguas costeras sino también las del interior, para mantener la mejor calidad de las aguas para el abastecimiento de poblaciones y los usos de regadío.

Asimismo, en materia de residuos, el ministro ha valorado que la producción de residuos municipales ha disminuido desde 2000 a 2011 en un 19,3 por ciento, y que los españoles han pasado de generar 658 kilos por habitante al año de basura a 531 kilogramos por habitante y año, mientras las tasas globales de reciclado aumentan «de forma constante».

En este contexto, el ministro ha reconocido que «no es verosimil» que durante la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático que se celebra en Varsovia (Polonia) se pueda alcanzar un acuerdo global vinculante para frenar este problema porque los calendarios de Naciones Unidas «son los que son».

En todo caso, ha dicho que al margen del tifón Yolanda en Filipinas -que se está relacionando con los efectos del cambio climático- la postura de España es la de que la cumbre de Varsovia sea un «paso importante» sirva para allanar el camino de cara a consolidar en la Cumbre del Clima que se celebrará en París en 2015 un acuerdo vinculante que afecte a todos los países del mundo y no solo al núcleo de los 28 países de la UE.

Igualmente, ha subrayado que España «siempre» ha sido muy activa en la lucha contra el cambio climático en todas las cumbres del clima y ha valorado el papel «muy importante» desempeñado en la cita de Doha para lograr una postura común de la Unión Europea y «convencer» a Polonia de entrar en la estrategia comunitaria. «La postura de España es muy clara en esta materia. Consideramos que en París hay que conseguir un gran resultado y que en Varsovia se tiene que allanar el camino para París»- ha insistido-. «De nada sirve un acuerdo vinculante de la UE si los grandes países (Estados Unidos, Brasil, China, La India) no participan», ha concluido.

Los volúmenes de gases de efecto invernadero alcanzan un nuevo récord en 2012, según la OMM

La organización meteorológica señaló que la velocidad a la que la humanidad no ha dejado de emitir estos gases ha aumentado con el tiempo. Así, la tasa de crecimiento de 2011 a 2012 en las concentraciones atmosféricas superó la media de los últimos diez años. En este período, la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera se incrementó en 2,2 partes por millón (ppm). Se trata de una tendencia acelerada ya que, durante la década anterior, el crecimiento de cada año se situaba en un promedio de 2,02 ppm.

Concretamente, en el documento se apuntó que el volumen de dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero emitido por la actividad humana llegó a 390,9 ppm, un 40% por encima del nivel pre-industrial.

En cuanto a los combustibles fósiles, la OMM apuntó que son la principal fuente de cerca de 375 millones de toneladas métricas (413,37 mil millones de toneladas) de carbono que fue liberado en la atmósfera desde la era industrial (desde 1750).

La cantidad de CO2 en la atmósfera es ahora un 141% superior de lo que era en la época preindustrial, aunque esto sólo representa alrededor de la mitad del CO2 emitido por los humanos. La otra mitad fue absorbido por la biosfera y los océanos, que acidifican en respuesta, causando daños a los animales marinos, como mariscos.

Así lo advirtió el secretario general de la OMM, Michel Jarraud, que apuntó que los miles de millones de toneladas de dióxido de carbono extra permanecerán en la atmósfera durante siglos, haciendo el planeta aún más caliente. «Ya hemos visto que los océanos se vuelven más ácidos, como resultado de la absorción de dióxido de carbono, con repercusiones potenciales para la cadena alimentaria bajo el agua y los arrecifes de coral», señaló.

Pero no sólo aumentaron los niveles de dióxido de carbono. El metano, otro gas de efecto invernadero de larga vida, subió de manera constante durante los últimos tres años después de estabilizarse durante siete años. En este sentido, la OMM no tiene claras las causas de este aumento.

Además, mostró su preocupación por el crecimiento en volúmenes de un tercer gas, el óxido nitroso, que, según determinó el informe, se aceleró en 2011. El óxido nitroso tiene un impacto en el clima a largo plazo y puede llegar a ser más peligroso que el dióxido de carbono, según apuntaron los expertos.

Ahora, los niveles de metano son de un 260% y los del óxido nitroso de un 120% más de lo que eran antes de que los humanos comenzaran a quemar combustibles fósiles.

La OMM señaló que tanto los tres gases, que están estrechamente vinculados a las actividades humanas, como el uso de combustibles fósiles, la deforestación y la agricultura intensiva, aumentaron el efecto de calentamiento sobre el clima en un 30% entre 1990 y 2011.

La prevalencia gases de efecto invernadero menos abundantes también estaba creciendo rápidamente, denunció el trabajo. Entre ellos, el hexafluoruro de azufre, que se utiliza como aislante eléctrico en equipos de distribución de energía, duplicó en volumen desde mediados de los años 90, al igual que aumentaron los hidroclorofluorocarbonos (HCFC) y los hidrofluorocarbonos (HFC), indicó la OMM.

Las cifras positivas las ponen los clorofluorocarbonos (CFC) y los halones, que están dismunuyendo, concluyó el informe.

Un láser podría reducir casi al completo las emisiones de CO2 de la industria y centrales energéticas

La investigación, que se presentó, está promovida por la Universidad de Salamanca (USAL), el Centro de Láseres Pulsados (CLPU) de esta institución académica, donde se lleva a cabo, e Iberdrola Ingeniería.

SIGMA, en palabras del director de proyectos de Iberdrola Ingeniería, Carlos Padilla, está centrado en «el desarrollo de sistemas avanzados de separación de gases atmosféricos por ionización y magnetismo y su aplicación en la captura de CO2».

De lo que se trata es de diseñar un dispositivo para reducir casi al cien por cien las emisiones de las centrales convencionales de generación de energía eléctrica y de plantas industriales.

El proyecto, al que aún le queda un año para su conclusión definitiva, podría, estimó Padilla, empezar a comercializarse en cuatro años, una vez que se constaten sus resultados fuera del laboratorio.

El representante de Iberdrola Ingeniería consideró «pionero» el proyecto al utilizar el láser, ya que existen otros sistemas de capturar el CO2 pero que «llevan unos costes asociados muy elevados».

SIGMA inició su andadura en 2011, con un presupuesto superior a los 2,5 millones de euros, y está incluido dentro del programa de apoyo a la I+D+i INNPACTO, con financiación del Ministerio de Economía y Competitividad.

La OCDE recomienda la creación de tasas y los derechos de emisión como métodos eficaces para reducir el CO2

Según su informe «Precios de carbón efectivos«, que se basó en el estudio de las políticas aplicadas en 15 países, estas dos vías son «la forma más barata de reducir el CO2» y son preferibles a otros sistemas, como los subsidios y las tarifas fijas para las renovables («feed-in tariffs»).

Por ejemplo, el coste medio para reducir una tonelada las emisiones de carbono en el sector de transporte por carretera puede ser hasta ocho veces mayor si se usan otros sistemas diferentes a las tasas.

El estudio también señaló que aunque el coste de las tasas al carbono es claro «y por eso son blancos fáciles para la oposición política», los otros métodos para reducir las emisiones suponen todavía «mayores costes para la sociedad».

En concreto, en el sector eléctrico, los subsidios cuestan de media 176 euros por tonelada de CO2 reducida, las tarifas fijas para las renovables, 169 euros, y la compraventa de derechos de emisión, 10 euros por tonelada.

Sin embargo, los subsidios se aplicaban en el 87% de los países analizados, las tarifas fijas a las renovables en el 75% y la compraventa de derechos de emisión en la mitad de ellos.

El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, señaló que el resultado de la regulación y las tasas que los países están aplicando sobre el carbono «está lejos de ser óptimo» y que hay «un panorama caótico que debe ser dirigido».

El informe de la OCDE se basó en el estudio de las políticas aplicadas en 2010 en los sectores que emiten más CO2: generación de electricidad, transporte por carretera, fabricación de papel y uso doméstico de la energía.

Los países analizados son Australia, China, Alemania, Japón, Corea del Sur, Nueva Zelanda, Reino Unido, Estados Unidos, Brasil, Chile, Dinamarca, Estonia, Francia, Sudáfrica y España.

Y según sus datos, aquellos que consiguieron reducir las emisiones de CO2 en el sector eléctrico y con menos coste (entre el 0,01 y el 0,05 % del PIB) fueron Australia, Chile, China, Francia, Corea y Estados Unidos, mientras que supuso un gasto mayor para Alemania (0,33 %), Estonia (0,27 %), Dinamarca (0,14 %) y Reino Unido (0,1 %).

EE.UU. reduce las emisiones de CO2 vinculadas a la energía al nivel más bajo desde el año 1994

La Administración de Información de Energía (EIA) de EE.UU. divulgó los datos anuales relativos a 2012, que revelan un 3,8% menos de emisiones que en 2011.

El descenso es el mayor que se produce en un año sin recesión económica desde que la agencia comenzó a elaborar la estadística anual, en 1990. En 2009 se registró una caída superior, pero la EIA lo atribuye en parte al descenso del consumo energético por la crisis.

«Circunstancias específicas, como el hecho de que el primer cuarto de 2012 fuera muy cálido y el gran aumento de la generación (de electricidad) con gas natural en lugar de con carbón contribuyó al significativo descenso de emisiones en 2012«, explicó la EIA.

El dato se enmarca además en un descenso de un 5,1% en la intensidad energética, un indicador que relaciona la cantidad de energía consumida con el Producto Interior Bruto (PIB).

En 2012, el consumo de energía cayó un 2,4%, mientras que el PIB creció un 2,8%, de acuerdo con los datos, que destacan además que la población estadounidense aumentó un 0,7% el año pasado.

El Gobierno de Barack Obama anunció el mes pasado nuevas normas que limitarán por primera vez las emisiones de dióxido de carbono de las futuras plantas de energía, con el fin de que dichas emisiones sean en 2020 un 17% menores que las de 2005.

Iberdrola redujo sus emisiones de CO2 un 13% hasta septiembre

Según informó la compañía, en España el Grupo registró 72 gramos de CO2 por kWh entre enero y septiembre, frente a los 137 gramos de CO2 por kWh alcanzados durante los mismos meses del ejercicio anterior, lo que supone una reducción de las emisiones del 47%.

Además, Iberdrola cerró este periodo con el 55% de toda su producción eléctrica y el 61% de su capacidad instalada libre de emisiones de CO2, porcentajes que en España ascienden al 90% y al 72%, respectivamente.

La compañía, que contaba hasta septiembre con 14.101 megavatios (MW) procedentes de fuentes renovables en todo el mundo, de los que más de 6.000 MW se ubican en España, se fijó un objetivo concreto de reducción de emisiones de, al menos, un 20% inferiores a las de la media del sector eléctrico europeo en 2020.

El Grupo dispone también de 9.866 MW hidráulicos, 3.410 MW nucleares, 13.073 MW procedentes de ciclos combinados de gas y 1.237 MW instalados en plantas de cogeneración.

Absorber todas las emisiones de CO2 requeriría una superficie forestal que equivaldría a tres veces España

Así lo aseguraron los economistas Óscar Carpintero y José Bellver en el capítulo específico de España del Informe Anual del «Worldwatch Institute», publicado en Washington y presentado en España a través de la Fundación Fuhem Ecosocial.

El informe explicó las consecuencias del aumento de la popularidad del término «sostenible», y reclamó una nueva definición de este concepto. Además, examinó las políticas y perspectiva que podrían situar al mundo en la senda de la prosperidad sin menoscabo del bienestar de las generaciones futuras e hizo recomendaciones a los gobiernos y comunidades sobre los cambios que deberán adoptar.

Los autores propusieron medidas para lograr la «reconversión ecológica» de la economía española, y para reducir el deterioro provocado en la salud de las personas y los ecosistemas, incrementar la equidad social y mejorar el bienestar de la población.

Entre otras reflexiones se refirió al uso inadecuado de la palabra sostenibilidad y sostenible y manifestó que se requieren cambios mucho más grandes en la sociedad que los observados hasta ahora.

«Durante mucho tiempo, desarrollo y crecimiento económico se han vinculado a los aumentos en las emisiones de gases de efecto invernadero y el uso de los recursos naturales», añadieron los autores en el libro que instaron a replantear urgentemente el crecimiento económico y poblacional para ajustar ambas dimensiones en los principios de la «verdadera sostenibilidad».

Por otro lado, el codirector del informe «La Situación del Mundo 2013«, Erik Assdourian, apuntó las modificaciones que debe asumir el movimiento ecologista que, de momento sigue siendo un «juego de defensa en lugar de una batalla para transformar el dominante paradigma económico y cultural del crecimiento en uno ecocéntrico» que respete los límites planetarios.

A este respecto, añadió que el movimiento ecologista requerirá ser reiniciado de forma radical para poder revertir la «rápida transformación» de la Tierra y ayudar a crear un futuro «verdaderamente sostenible».

El informe explicó también cómo debe medirse el término sostenibilidad, cómo alcanzarla y cómo prepararse para evitar el fracaso.

Otra de las conclusiones del documento es que el aumento de la desigualdad social, la discriminación sexual y el deterioro ecológico planetario provocado por el modelo de producción y el consumo actual compromete seriamente las posibilidades de supervivencia de la especie humana.

Finalmente, Carpintero y Bellver, los autores de la parte española propusieron la reordenación del territorio; la reconversión del sistema de la construcción; la implantación de políticas integradas de gestión de agua y energías; políticas coherentes de gestión de residuos; una transición hacia una agricultura y una ganadería ecológicas; la reconversión industrial; el fomento de empleos en economía sostenible y economía social y un cambio en el sistema financiero y fiscal.

El carro de La Cibeles reducirá la emisión de CO2 a la atmósfera

La instalación actual se sustituirá por proyectores de acero inoxidable equipados con lámparas de diodos LED de 21 y 60 watios. Los trabajos durarán aproximadamente cinco semanas.

Hasta ahora su red eléctrica constaba de 232 lámparas PAR-38 (120 w) y 52 PAR-56 (300 w). Según el horario de funcionamiento habitual de la fuente, de 8 de la mañana a 1 de la madrugada, la diferencia de potencia al año con la instalación de LED será de 35.448 watios, es decir una reducción del 81,6% respecto al consumo actual, según informó el Ayuntamiento de Madrid.

El nuevo modelo eléctrico aportará una luminosidad diez veces más eficiente que las lámparas PAR, duran más tiempo, evitan reposiciones anuales y aportan más rendimiento

El cambio que se producirá en La Cibeles se traduce también en ahorro en el consumo de agua potable, ya que cuando se cambie el color de su iluminación no será preciso el vaciado de la fuente.

La nueva instalación de iluminación de la fuente va equipada con controladores DMX, cuyos programas informáticos ofrecen una amplia gama de posibilidades. Los software de funcionamiento permiten crear programas y secuencias específicas de color y duración, crear escenarios de cambio de luz personalizados para los eventos que se programen en la Cibeles.

La sustitución eléctrica requiere desmontar los equipos antiguos, montar la nueva instalación que lleva proyectores leds, fuentes de alimentación, controladores DMX e informático, soportes, líneas eléctricas y un cuadro eléctrico. Antes de su puesta en servicio se realizarán pruebas, se configurarán los equipos y se harán ajustes de programación.

Las industrias españolas invirtieron en 2011 menos de la mitad que en 2008 para mitigar sus emisiones

La subdirectora Adjunta de Estadística Medioambiental del Instituto, Ana Luisa Solera, explicó que la crisis ha podido influir en que estas «caídas hayan sido tan fuertes». En este sentido, señaló que, según sus investigaciones, en el mismo periodo, las industrias «han disminuido en general sus inversiones» por lo que «parece lógico» pensar que también se hayan visto reducidas las medidas relacionadas con el medio ambiente.

Solera destacó que es «muy alarmante» la merma en ciertos tipos de actividades como la gestión de residuos, en la que se ha invertido hasta un 36% menos que en 2010, o la reducción de emisiones atmosféricas, que ha perdido un 23% respecto al año anterior. Pese a esto, casi dos tercios de las inversiones que se realizaron, las acapararon estas dos acciones.

El informe, que viene realizándose por imperativo del Parlamento Europeo desde 2008, refleja que, pese a esta caída, el gasto corriente aumentó ligeramente respecto a 2010, un 5,3%, lo que supone un gasto global de 2.389 millones de euros anuales en 2011, cifra ligeramente superior a los 2.384 millones de euros del año anterior.

Por sectores, el estudio destacó que las industrias de alimentación, bebida y tabaco, así como las farmacéuticas y químicas, junto con la metalúrgica, son las que realizaron el 60% de los gastos habituales, puesto, que son «las más fuertes y a las que mejor les ha ido durante este periodo de crisis», según aclaró Solera.

Las productoras de madera, la de maquinaria o las relacionadas con extracción de materias primas, son, por el contrario las que peor sobrellevaron estos años y «apenas» gastaron un 1,2% de media.

En relación al coste por comunidades, tanto en inversión como en gasto corriente, la primera, seguida de cerca por Andalucía, con un cuarto del total español, fue Cataluña, que dispone de una industria manufacturera «muy potente» y que además, históricamente, mostró «mayor preocupación» porque sus procesos productivos contaminen menos, según matizó Solera.