Miguel Boyer entrará en el Consejo de Administración de Red Eléctrica en sustitución de Martín Gallego.

Por su parte, Rui Manuel Janés cubrirá la vacante dejada por José Penedos, que presentó su dimisión después de ser suspendido judicialmente de sus funciones como presidente de la portuguesa REN (dueña del 1% de Red Eléctrica) mientras es investigado por corrupción en su país.

Además, se propondrá a los accionistas la reelección como independiente de Francisco Javier Salas Collanes, según la propuesta de orden del día para la Junta que celebrará el 20 de mayo, informó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

También se pedirá delegar en el Consejo la facultad de, en un plazo máximo de cinco años, ampliar el capital social de la compañía por importe de 135,27 millones (la mitad del actual) y emitir deuda por valor de hasta 5.000 millones de euros.

Fuentes de Unesa valoraron la aprobación del real decreto necesario para la titulización de la deuda que ahora soportan las cuentas de las eléctricas debido al déficit de tarifa.

Este déficit, que se genera desde el año 2000 y que al cierre del pasado ejercicio rondaba los 10.000 millones de euros, surge porque los ingresos que se obtienen vía factura de la luz no cubren los costes que soporta el sistema.

Las fuentes consultadas consideraron que el déficit se colocará bien en el mercado porque representa un activo «buenísimo», al contar con el aval del Estado, además del respaldo de los propios consumidores, que normalmente pagan el recibo de la luz. «Un activo eléctrico siempre es un buen activo, es cosa segura», insistieron desde la patronal.

Estas fuentes expresaron su satisfacción porque la aprobación del real decreto supone dar una solución estable a un problema «endémico» del sector.

Iberdrola valora el real decreto para la titulización del déficit de tarifa

Por su parte, Iberdrola valora el real decreto aprobado por el Gobierno, ya que refleja la «voluntad» del Ejecutivo de acabar con un problema estructural del sector que lastraba la capacidad financiera de las empresas.

Fuentes de la compañía calificaron de «razonable» la aprobación del real decreto necesario para la titulización del déficit tarifario, ya que permitirá la devolución al sector de las cantidades adeudadas durante los últimos años, que podrán salir de los balances empresariales.

Precisaron que «el Gobierno lo que está haciendo es cumplir la ley» y que «el sector llevaba mucho tiempo esperando este real decreto», a la vez que subrayaron que las compañías eléctricas «tendrán que realizar un esfuerzo y seguir financiando los déficit tarifarios que se puedan producir en los próximos ejercicios».

Las mismas fuentes valoraron la decisión del Gobierno de «aplazar» el apoyo económico a algunas de las tecnologías renovables «menos maduras, como las solares», para intentar contener la generación del déficit de tarifa.

Según dijeron, «el objetivo debería ser compatibilizar el crecimiento de las energías limpias con el control de los costes del sistema, con el fin de que el impacto en el consumidor sea lo más reducido posible».

El primer socio en incorporarse ha sido una compañía industrial con dos plantas en Portugal y se espera que en los próximos meses se agreguen otras empresas más, todas de gran consumo y de carácter interrumpible, explicó Fortia.

Estas plantas, al igual que las de los socios de Fortia en España, presentan un funcionamiento que facilita la integración de la energía eólica y de los importantes excedentes hidroeléctricos que se están registrando en la Península este invierno.

La compañía destacó las ventajas que ofrece el mercado de electricidad ibérico a efectos administrativos y de adquisición de la energía mayorista.

No obstante, lamentó que en el terreno de la operación de sistemas no se ha progresado «a la velocidad esperada» y la integración física no se refleja en los precios de los mercados de operación y desvíos.

Fortia Energía se creó en septiembre de 2007 para hacer frente a la desaparición de las tarifas eléctricas reguladas para los grandes consumidores.

En la actualidad la integran 18 grupos industriales que representan casi el 13 por ciento del consumo eléctrico en alta tensión.

Esta iniciativa, que vendría como complemento al proyecto gigante Desertec para levantar plantas solares en el Sahara que alimentaran en parte el mercado eléctrico europeo, debería presentarse en la reunión de la Unión por el Mediterráneo (UPM) convocado en El Cairo el próximo 25 de mayo, precisó el diario económico francés.

El primer estudio para desplegar líneas submarinas que podrían unir Italia y Túnez, Italia y Libia, España y Argelia o Grecia y Egipto necesita unos cinco millones de euros.

Los que vayan a participar en el consorcio de lo que se ha bautizado como Transgreen se encargarían de financiar ese presupuesto y en caso de concretarse el proyecto tendrían un avance sobre sus competidores para hacerse con los contratos para la instalación de las líneas, cada uno de ellos de más de 1.000 millones de euros.

«Se ha tomado contacto con industriales europeos que muestran un real interés», aseguró el presidente del Consejo Internacional de Grandes Redes Eléctricas, André Merlin, que además preside el consejo de vigilancia de la Red de Transporte de Electricidad de Francia (RTE).

Merlin, que según «La Tribune» aparece como quien podría liderar Transgreen, subrayó que «este proyecto constituye un formidable escaparate tecnológico para esos industriales. Les permite posicionarse en mercados mundiales en plena expansión».

Entre los potenciales interesados citados por el diario están los grupos industriales Siemens, ABB o Areva especializados en redes, los fabricantes de cables Nexans o Prysmian, fabricantes de centrales solares, empresas proveedoras de sistemas de información como Cap Gemini o Atos Origin y gestores de redes eléctricas como RTE.

La estructura de Transgreen debería estar operativa a finales de año y Merlin confía en reunir a 10 a 15 compañías industriales, además de los gestores de redes.

Puso el acento en que «el rendimiento muy superior de la energía solar en los países del sur debería compensar los costos de transporte a través del Mediterráneo».