Desmentido oficial: Miguel Blesa, Esperanza Aguirre y Mariano Rajoy no se reunieron para hablar de la OPA

El diario Cinco Días publicaba ayer una curiosa información en portada: «El PP pide a Caja Madrid que no venda a Eon su 10% de Endesa». Una información que, de ser cierta, no dejaría en buen lugar a los sujetos del titular, al menos a Esperanza Aguirre y a Mariano Rajoy. Sobre todo si se atiende a la avalancha de críticas que ha recibido el Gobierno por su intervención en la opa sobre Endesa, que le ha reportado más que amonestaciones por parte del Ejecutivo comunitario.

Los protagonistas de esa información han tardado muy poco en responder, con negativas, a las afirmaciones del titular. Tanto Miguel Blesa, presidente de Caja Madrid, como el Partido Popular, aseguran que no han mantenido ninguna reunión «para tratar la participación de la Caja madrileña en Endesa».

Sin embargo, sí se ha producido una reunión recientemente entre Esperanza Aguirre y el máximo ejecutivo de Caja Madrid. Una reunión que, no obstante, se enmarca, según fuentes de la caja, en los encuentros que mantiene Miguel Blesa de forma periódica con la presidenta de la Comunidad. El Gobierno regional también ha confirmado la existencia de esta reunión, pero dejando siempre bien claro que en ella no se ha tratado ningún asunto relacionado con la opa.

Asunto zanjado, por lo tanto. El PP no ha pedido a Caja Madrid que mantenga fuera del alcance de E.On su participación en Endesa.

¿Qué importancia tiene la participación de Caja Madrid?

Caja Madrid posee un 9,9% de Endesa. Ese casi 10% es una de las claves que podría ayudar a la eléctrica alemana a terminar su operación con éxito y a hacerse con la española. La lucha por ver quién se hace finalmente con Endesa se ha convertido en una batalla que está a punto de conocer al vencedor. Este viernes es la fecha tope para la presentación de ofertas en sobre cerrado por Endesa.

Una subida «suave» de la factura eléctrica

Joan Clos ha dicho que la subida de la tarifa eléctrica, si el petróleo se mantiene en la banda de los cincuenta y pocos dólares el barril, no será muy significativa. Sin embargo, el ministro de Industria no ha explicado qué es para el gobierno un incremento «significativo».El ministro de Industria, Comercio y Turismo, Joan Clos, acaba de decir que el precio de la luz «no subirá de forma importante» cuando se actualice, como el Gobierno ha establecido, en su revisión de junio.

Lo ha dicho en el Foro Nueva Economía. Clos ja basado sus afirmaciones en la evolución del precio del petróleo, que ha caído mucho desde sus máximos en casi 80 dólares al precio actual de los futuros, ligeramente por encima de 50 dólares el barril.

Efectivamente, por lo que respecta a la producción de electricidad vía combustión de petróleo, los precios de producción caerán. Una buena noticia para los consumidores, en todo caso, porque aunque no van a ver cómo se reduce su factura eléctrica, sí verán que no sube en gran medida, y por otro lado, el hecho de que se reduzcan los costes de producción ayudará a que el déficit de tarifa no crezca de una forma desmesurada.

Según el Real Decreto aprobado a finales de 2006, a partir del mes de junio la tarifa eléctrica se revisará de forma trimestral. A principios de año ya se incrementó el precio de la electricidad, un 2,8% (para el consumidor final; un 4,3% de media), y cabe preguntarse ahora a qué se refiere el ministro Clos cuando dice que el precio de la luz «no subirá de forma importante». ¿Un 2,8% es importante? ¿Lo es un 5%?

Lo cierto es que, por el momento, la electricidad se vende más barata de lo que cuesta, y eso genera un desequilibrio que, a la larga, se paga, y lo paga el consumidor con intereses.

Si, efectivamente, como dice Joan Clos, la factura eléctrica no subirá de forma importante, no va a ser debido al incremento de la producción nuclear. En este sentido, y siendo coherente con las anteriores afirmaciones del Gobierno, Clos ha insistido en que en los próximos años es inviable pensar en centrales de segunda generación para conseguir que España sea más independiente, energéticamente hablando.

El Ejecutivo, según Clos, afirma que las centrales de segunda generación siguen generando residuos, que son complicados de almacenar y que pueden provocar consecuencias que, por el momento, no están claras. No se ha olvidado de la opinión pública. «No se puede pensar», añade, «que se vaya a tener un apoyo popular y democrático.

Unión Fenosa explica hoy en la CNE su plan estratégico 2007-2011

Unión Fenosa explicará esta tarde a Dña. María Teresa Costa y a todos los oyentes de la Comisión Nacional de Energía el plan estratégico 2007-2011, denominado BIGGER. El eje principal del plan es la duplicación para 2011 del beneficio de la compañía, hasta 3.200 millones de euros. Unión Fenosa presentó su plan estratégico BIGGER -Business, Investments, Growth x2, Efficiency and Returns- a finales de noviembre de 2006. Hoy, los más altos representantes de la eléctrica explicarán en el seno de la CNE en qué consiste el plan, uno de cuyos puntos más característicos reside en que pretende obtener al final de su plazo, en 2011, un beneficio por acción de cuatro euros, o 3.200 millones de euros. El doble de las cifras actuales.

Para conseguir este objetivo, la compañía eléctrica gallega, presidida por D. Pedro López Jiménez, tendrá que hacer grandes inversiones. Según la propia Unión Fenosa su capacidad de inversión alcanza los 9.000 millones de euros. Las alianzas vigentes con grandes energéticas multinacionales también le proporcionan «una plataforma adicional de posible financiación conjunta ante las oportunidades de negocio que se presenten en el entorno internacional».

Entre los representantes de Unión Fenosa que asistirán a la presentación del Plan Bigger figuran su presidente, D. Pedro López Jiménez, el consejero delegado, D. Honorato López Isla, o D. Carlos Martínez de Albornoz, director general corporativo (y ex ejecutivo del Real Madrid en la época en que Florentino Pérez llegó a la presidencia del club).

La Comisión que preside Dña. María Teresa Costa escuchará probablemente argumentos que recuerden la solidez financiera y la eficacia operativa que fueron alcanzadas con el plan de negocios 2003-2007, precursor del plan BIGGER y cuyos objetivos fueron logrados con un año de antelación.

Unión Fenosa puede presumir, y lo hace, de un aspecto que la diferencia de otras compañías, como su accionariado, concentrado y estable. Más del 60% de su capital está representado de forma directa en el Consejo de Administración en consenso con accionistas de referencia como Caixa Galicia, CAM, CaixaNova y Banco Pastor.

Mirando hacia el futuro, Unión Fenosa tiene como vector básico de crecimiento sus actividades relacionadas con el gas. El Plan Bigger incluye abastecimientos nuevos de gas natural equivalentes a 2 billones de metros cúbicos o 2BCM, lo que elevará su capacidad a al menos 8 BCM para 2011, lo que le permitirá suministrar a sus centrales de ciclo combinado, y vender en el mercado nacional y el internacional.

Pero el Plan Bigger no deja de lado, ahora que tanto se han puesto de moda, las energías renovables, y por ello pretende dar un fuerte impulso a la actividad inversora en ese área. Su alianza con Enel destinará hasta 900 millones de euros al crecimiento en el mercado nacional y en el vecino Portugal, con el objetivo de casi triplicar su producción en régimen especial.

La presentación del plan estratégico no es obligatoria para las compañías eléctricas. Más bien se trata de un formalismo de cortesía, con el objetivo de que el organismo regulador del mercado energético tenga pleno conocimiento de todas las actuaciones que se dan en ese mercado. Recuérdese, por ejemplo, la presentación de D. Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, del plan estratégico de la compañía hace ahora apenas dos meses. Mañana le toca el turno a Hidrocantábrico.

El Gobierno prefiere grapar la tarifa al IPC y comprometer al consumidor en el futuro

Cuando el Gobierno de José María Aznar tomó la decisión de fijar la subida de la tarifa eléctrica a la evolución del IPC, creó un desfase entre ingresos y gastos en las compañías eléctricas al que se ha llamado déficit de tarifa. El fuerte encarecimiento de los costes energéticos ha hecho que ese déficit crezca considerablemente. Para eliminarlo, es necesario que la tarifa de la luz refleje el coste real de producir electricidad.

El Gobierno de Zapatero anunció hace unos días que la tarifa eléctrica subiría el año que viene un 10%. Después hablaron del 6%. Mucho para el consumidor, pero insuficiente para pagar la factura real más el déficit generado. Sin embargo, es una aproximación a la solución del problema. Pero es una medida impopular. Y quizá por eso, el Gobierno cambia de opinión y vuelve a anunciar que la factura eléctrica no subirá en 2007 más de lo que lo haga el IPC.

El consumidor sí paga el déficit, pero más tarde y con intereses

Como toda causa, esta decisión tendrá unos efectos. El más grave es que el consumidor pagará menos de lo que cuesta la energía; por tanto, si el coste energético real está por encima del IPC, estaremos generando más déficit de tarifa. Y eso quiere decir que en el futuro, la tarifa eléctrica será más cara porque estaremos pagando el déficit que hemos generado hoy. Más los intereses.

La mayoría de los consumidores ignora que la parte que no paga hoy tendrá que pagarla mañana, y con intereses. De ese modo, el consumidor está engañado creyendo que la energía tiene un precio inferior al real; gasta en función de ese precio inferior, y por tanto gasta más. Así, aumentan las necesidades globales de energía y la dependencia del exterior. En consecuencia, aumenta el déficit, que habrá que pagar de todas formas. Pero más tarde y más caro.

Desorden institucional

El último anuncio oficial sobre lo que costará la luz a los consumidores se contradice con las versiones anteriores. En un principio se había anunciado que la factura de la luz subirá el año que viene un 6%. Más tarde se anunció que sería un 10%. Finalmente, se dice que va a subir tanto como lo haya hecho el IPC. Pero el año todavía no ha terminado.