Brufau (Repsol) reivindica el papel de los hidrocarburos: «el petróleo seguirá acompañándonos durante muchos años»

El presidente de Repsol, Antoni Brufau, reconoció que el mundo está en el «umbral» de la transformación del modelo energético ante los desafíos de la lucha contra el cambió climático pero reclamó «rigor» y apeló a «evitar confundir la realidad con el deseo o la ideología» porque los hechos son «muy tozudos». Según indicó, en sectores como el transporte será difícil sustituir el petróleo por cualquier otra fuente, por lo que el crudo «seguirá acompañandonos durante muchos años«, de tal forma que el petróleo y el gas seguirán representado en las próximas décadas la mitad del consumo global, según las estimaciones de las principales instituciones energéticas.

En este sentido, si bien reconoció que los hidrocarburos perderán terreno en términos relativos, seguirán incrementándose en términos absolutos dada la expansión demográfica global, acompañada del consiguiente crecimiento del consumo energético. Por ello, aseguró que la industria de los hidrocarburos seguirá estando «en la espina dorsal» de las necesidades del planeta y reivindicó que el modelo energético futuro debe construirse sobre el actual ya que, en caso contrario, «se reducirían las posibilidades de éxito a la nada».

Finalmente, Brufau apuntó como campos en los que trabajar a la captura y almacenamiento de carbono, la movilidad eléctrica, la combinación de la competitividad de la economía y la lucha contra el cambio climático, mejorar la predictibilidad del entorno regulatorio para promover la inversión y el crecimiento y la diversificación del suministro energético. «Toda política energética o climática tiene que ser coherente con el logro de otros objetivos como el fijado para la reindustrialización de Europa (que el sector secundario suponga un 20% del PIB en 2020)», concluyó Brufau.

Equilibrio entre coste y sostenibilidad

Por su parte, el presidente de Enagás, Antonio Llardén, destacó que Europa lidera la transición hacia una economía global baja en carbono. En la lucha contra el cambio climático, apeló a «encontrar el equilibrio entre coste y sostenibilidad» y recordar que las empresas ejecutan «acciones de calado» para reducir el impacto de las emisiones. Llardén confió en que el acuerdo de la Cumbre del Clima (COP21) de París tenga «éxito», proteja la competitividad industrial y la innovación y que el desarrollo tecnológico sea «el pilar» sobre el que se desarrolle este acuerdo. Asimismo, reiteró que desde Enagás no faltarán esfuerzos para lograr que la Unión Energética sea una realidad.

Por cuarto año consecutivo, estas jornadas en Barcelona eran clausuradas por Francisco Salazar, presidente del World Energy Council, que por cuarta ocasión explicaba los pormenores de la reforma energética de México impulsada desde el Gobierno de Enrique Peña Nieto, que puso fin a más de 70 años de monopolio estatal en el campo de los hidrocarburos. En su intervención, Salazar puso especial énfasis en la sostenibilidad en el contexto de la reforma mexicana.

Representación de las empresas energéticas

Las jornadas se han dividido en diferentes mesas. La primera versó sobre el objetivo de la sostenibilidad energética en las empresas del sector, reflejando un compromiso claro de las compañías energéticas con la sostenibilidad, una oportunidad de negocio más allá de una obligación regulatoria. La segunda mesa resaltó la importancia de la innovación para la consecución de la sostenibilidad. La innovación, han afirmado, es la llave que abre la puerta de la sostenibilidad y la competitividad futura de cualquier negocio energético.

Por la tarde, la tercera mesa ha debatido sobre cómo se debe enfocar el modelo energético del futuro. Los cambios concretos que se han expresado durante las distintas ponencias de esta mesa se resumen en un nuevo papel más activo del consumidor, un nuevo formato de empresa energética que amplíe la gama de servicios energéticos existentes y un futuro dominado por la generación renovable que hay que saber integrar y gestionar correctamente para que sea viable. En la última mesa, la visión ha girado hacia América Latina y los objetivos de sostenibilidad en el continente. A pesar de no tener unos objetivos claros, la reciente cumbre de París ha demostrado que la sostenibilidad es un objetivo global con 195 países implicados en el acuerdo y América Latina no es una excepción.

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