La presidenta de la Comisión Nacional de Energía subraya que se imponen condiciones para garantizar el suministro
La presidenta de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), María Teresa Costa, aprovechó una pregunta sobre el apagón de Barcelona para defender las condiciones que el regulador energético suele imponer en sus expedientes y recalcar que con ellas sólo se pretende garantizar el suministro.
La declaración de Costa se produjo tras conocerse que el Ministerio de Industria ha eliminado o modificado las condiciones que la CNE impuso a la compañía estatal argelina Sonatrach para aumentar su participación en el consorcio Medgaz, que promueve un gasoducto submarino entre Argelia y España.
Costa, que compareció ante la prensa tras presentar la Memoria 2006 del regulador energético, no vinculó directamente sus palabras con la decisión de Industria e incluso repitió varias veces que no tenía nada que decir sobre la resolución del Ministerio.
No obstante, defendió con insistencia las condiciones que la CNE suele imponer al resolver sus expedientes. «Hoy es un buen día para explicar por qué la CNE pone condiciones en sus expedientes, para que todos entendamos que la CNE debe velar por el suministro e imponer obligaciones», señaló.
Costa ligó este planteamiento con lo ocurrido en Barcelona y subrayó que, entre esas obligaciones, figura en lugar destacado «que las infraestructuras de transporte o distribución, o las subestaciones, reúnan las condiciones adecuadas».
El Ministerio de Industria ha decidido eliminar cinco de las siete condiciones que la CNE impuso a Sonatrach para elevar del 20 al 36 por ciento su participación en el consorcio Medgaz.
Industria, que ha estimado parcialmente el recurso de alzada interpuesto por la compañía argelina, mantiene dos de las condiciones, aunque introduce cambios en ellas.


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