Un cambio retributivo puede ahorrar 240 millones de euros al año al sistema eléctrico
Esta estimación se basa en un informe de la CNE, en el que el regulador propone cambiar el sistema de pago por restricciones técnicas y evalúa el impacto que esas modificaciones hubieran tenido en los costes totales si se hubieran puesto en marcha entre noviembre de 2008 y octubre de 2009.
En ese periodo, las restricciones técnicas costaron al sistema 480 millones de euros, de manera que los cambios propuestos por el regulador supondrían reducir esa partida a la mitad.
El estudio explica que, en la mayoría de los casos, la falta de energía se da en zonas poco competitivas, en las que uno o dos operadores disponen de todas las centrales con autorización para solucionar las restricciones técnicas, de manera que son las propias compañías las que marcan el precio de la producción.
Esta situación permite a las eléctricas obtener grandes beneficios por el cobro de las restricciones técnicas, gracias a una situación «cercana al monopolio» que ya ha sido objeto de numerosos expedientes por parte de la CNE y la Comisión Nacional de la Competencia (CNC).
Según la CNE, cualquier medida que se tome para resolver esta situación deberá ir ligada al desarrollo de un «adecuado» sistema de retribución por capacidad, que garantice la rentabilidad y la disponibilidad de unas instalaciones que resultan poco competitivas pero fundamentales para la seguridad del suministro.
Una de las propuestas del regulador pretende evitar que algunas centrales cobren grandes sumas en concepto de restricciones técnicas cuando tienen previsto entrar a funcionar a lo largo del día.
Para impedirlo, la CNE sugiere que las plantas cobren las restricciones técnicas al precio de referencia del mercado los días que tengan previsto vender electricidad en el mercado intradiario (el que negocia la energía el día de su utilización).
El estudio señala que, sólo con esta medida, el coste las restricciones técnicas se hubiera reducido en 140 millones de euros entre noviembre de 2008 y octubre de 2009.
Además de esta modificación, la CNE propone que en las zonas poco competitivas (aquellas en las que un máximo de dos compañías controlan todas las centrales con autorización para resolver restricciones técnicas) el precio de la producción se fije en función de los costes variables de cada tecnología.
No obstante, como con este sistema de retribución las plantas de fuel y fuel gas serían insostenibles económicamente, el regulador propone un pago adicional por servicio de disponibilidad para estas tecnologías, que todavía son necesarias para garantizar la seguridad del suministro.
En este caso, pagando la disponibilidad a las centrales de fuel y fuel gas, el ahorro para el sistema eléctrico en pagos por restricciones técnicas sería de 168 millones de euros anuales en lugar de 240 millones.



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