Ucrania paga «in extremis» la deuda a Gazprom para evitar una nueva «guerra del gas»

Ucrania saldó «in extremis» su astronómica deuda con la corporación rusa Gazprom para evitar nuevos cortes del suministro de gas a partir del próximo 1 de enero que podrían afectar a los consumidores europeos.

«Hemos pagado no sólo por noviembre, sino también hemos pagado el avance por diciembre«, anunció la Secretaría de la Presidencia ucraniana en un comunicado.

Cuando parecía que un nuevo episodio de la «guerra del gas» entre Rusia y Ucrania ensombrecería la llegada del nuevo año, el Gobierno ucraniano accedió a saldar la deuda contraída con Gazprom, que asciende a 2.118 millones de dólares, contando las multas por retrasos.

Tras varias semanas de malos augurios, el Gobierno aceptó la propuesta de la compañía nacional Naftogaz de tomar prestado de bancos estatales hasta dos mil millones de dólares para saldar el débito. Para ello, ha tenido que aumentar el capital inicial de dos bancos estatales, Oshadbanka y Ukreksimbanka, a través de la urgente emisión de obligaciones.

«El gabinete de ministros garantiza que Naftogaz adoptará las medidas necesarias para cumplir con esta resolución«, señala la nota publicada en la página web del Ejecutivo ucraniano.

«Procuraremos completar esta operación. En cualquier caso, antes de fin de año, las facturas serán saldadas«, aseguró a la agencia Interfax-Ucrania el portavoz de Naftogaz, Valentín Zemliánski. El portavoz matizó que Naftogaz pagará «1.500 millones de dólares por noviembre y diciembre», pero que las multas «eran otra historia».

No obstante, Gazprom mantiene que Ucrania debe pagar a Moscú 805,8 millones de dólares por los suministros de noviembre, 862,3 millones por diciembre, más 450 millones en concepto de multas antes de que termine el año. Al respecto, el portavoz de la corporación rusa, Serguéi Kupriánov, no dio por zanjada la crisis: «Aún es pronto para hablar del arreglo de la deuda». «El dinero aún no lo hemos recibido», aseveró, citado por la agencia rusa Interfax.

El presidente de Gazprom, Alexéi Miller, insistió en que la compañía cerrará el 1 de enero la llave del gas si Kiev no paga la totalidad de su deuda. En cualquier caso, el presidente ucraniano, Víctor Yúschenko, se mostró convencido de la solución de la crisis y de la pronta conclusión de las negociaciones sobre el suministro en 2009.

Kiev considera que, una vez saldada la deuda, no existen barreras para la firma de un nuevo contrato de precios del gas para el próximo año. Gazprom había advertido a Naftogaz de que si no había acuerdo sobre el precio del gas ruso para Ucrania a partir del Año Nuevo la tarifa subiría más del doble, hasta los 418 dólares por cada mil metros cúbicos, más de lo que pagan los países occidentales.

En octubre pasado, Moscú y Kiev alcanzaron un acuerdo en virtud del cual Rusia no comenzaría a cobrar el gas a Ucrania a precios de mercado europeo hasta 2011, manteniéndole durante los dos próximos años un precio preferencial, que actualmente es de 179,4 dólares por cada mil metros cúbicos de carburante.

La primera ministra ucraniana, Yulia Timoshenko, abordó estos problemas con la canciller alemana, Angela Merkel, el comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs, y el jefe de la diplomacia comunitaria, Javier Solana.

Timoshenko abogó por reforzar la «seguridad energética de Europa» a través del «cumplimiento de las obligaciones internacionales y el respeto a unas reglas transparentes de tránsito y formación de precios». Con ese fin, adelantó la creación de una grupo que estará en permanente contacto con la Comisión Europea en materia de tránsito de gas ruso hacia los países de la Unión Europea (UE).

En torno al 80 por ciento del gas que Rusia exporta a Europa pasa por territorio de Ucrania, y Moscú durante el anterior conflicto acusó al Gobierno de Kiev de sustraer ilegalmente de los gasoductos el carburante destinado a los clientes europeos.

En 2006 el corte de los suministros a Ucrania por parte de Moscú colocó en una delicada situación a la Unión Europea, que recibe de Rusia en torno a un 30 por ciento del gas que importa.

La pasada semana, el presidente ruso, Dmitri Medvédev, amenazó a Ucrania con «sanciones» si no paga en su totalidad la deuda contraída con Gazprom. «Deben pagar hasta el último rublo. Si no quieren que su economía se tope con sanciones y reclamaciones. No podemos continuar así. Que paguen todo», señaló.

Políticos ucranianos y de otros países han acusado a Moscú de utilizar el gas como arma de presión política sobre sus vecinos.

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