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La española Teresa Ribera, entre los candidatos a reemplazar a Figueres en la secretaría de Cambio Climático de la ONU

EFE.– La ONU baraja una lista de 10 candidatos para suceder a la costarricense Christiana Figueres como jefa de la diplomacia climática internacional en la que aparece la ex secretaria de Estado de Cambio Climático española Teresa Ribera, según The Guardian. Figueres ya ha confirmado que no renovará ni ampliará su mandato como secretaria general de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) más allá del turno de seis años que expira a comienzos de julio.

El organismo ha abierto el proceso para relevarla y, según fuentes consultadas, busca una personalidad fuerte y curtida en la diplomacia climática para ocupar un puesto clave en los próximos años, en los que se debe ratificar el acuerdo de París, cerrar flecos pendientes e implementarlo antes de que entre en vigor en 2020. Entre los candidatos están asimismo la embajadora mexicana en Alemania, Patricia Espinosa, que presidió la cumbre del clima de Cancún (2010), el titular peruano de Ambiente y presidente de la cumbre climática de Lima (2014), Manuel Pulgar, y la ministra brasileña de Medio Ambiente, Izabella Teixeira.

El portavoz brasileño en las negociaciones de Rio+20, André Corréa Lago, aparece también en la lista, junto al director de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el turco Fatih Birol; el ministro de Medio Ambiente de Gambia, Pa Ousman Jarju; la diplomática climática surafricana Nozipho Joyce; la embajadora de Granada en la ONU, Dessima Williams, y Laurence Tubiana, la embajadora francesa que dirigió las negociaciones de la COP21. Ribera es una de las candidatas mejor valorada en la lista que está sobre la mesa del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, por su experiencia en la negociación internacional.

Entre otros cargos, Ribera ha sido directora de la Oficina Española de Cambio Climático (OECC), entre 2004 y 2008, y secretaria de Estado de esta materia de 2008 a 2011. Ribera dirige desde julio de 2014 el Instituto para el Desarrollo Sostenible y las Relaciones Internacionales (IDDRI), que ha orientado en la trastienda la cumbre de París y el acuerdo histórico de lucha contra el cambio climático alcanzado. Los aspirantes deberán presentarse por sí mismos a un puesto que tiene una gran responsabilidad: que el acuerdo de París se aplique y los países combatan de manera efectiva el calentamiento global.

Pedro Miró (Enerclub) asegura que España necesita un marco que ofrezca certezas para que el sector energético acometa las inversiones precisas»

Redacción / EFE.- El presidente del Club Español de la Energía (Enerclub) y consejero delegado de Cepsa, Pedro Miró, indicó que España, «en un momento político especialmente complejo, donde el diálogo y el consenso serán claves», necesita una estrategia energética con un marco de actuación claro para el medio y largo plazo, en línea con los objetivos fijados por la Comisión Europea para 2030.

Miró ha insistido en un congreso en Barcelona que ésta es una de las peticiones que ha hecho el sector energético al mundo político en los últimos meses. De hecho recordó que el Club Español de la Energía presentó el documento La energía hoy en España. 15 temas clave para la próxima legislatura antes de las elecciones con el objetivo de influir en las políticas energéticas del futuro.

Los objetivos propuestos por la Comisión Europea para 2030 son la reducción en un 40% de las emisiones de gases efecto invernadero con respecto a los existentes en 1990, el aumento hasta el 27% del peso de la energía generada a partir de fuentes renovables en el consumo de energía primaria, así como un 27% no vinculante de mejora en eficiencia energética. Unos objetivos reforzados por el resultado de la Cumbre de París (COP21), a pesar de que suscita algunas incógnitas sobre la firmeza de los compromisos de los países, sobre lo que Miró opinó que plantear los retos a 15 años vista «es lo más adecuado».

Miró ha explicado que la industria energética de España ha hecho un importante esfuerzo en los últimos años, soportando grandes inversiones que han hecho perder competitividad respecto a países con menos restricciones. En este sentido, ha apuntado que espera que el acuerdo alcanzado en la cumbre de París en 2015 reequilibre el mercado y sirva para aumentar la competitividad de las empresas españolas del sector. Al respecto, subrayó los esfuerzos realizados por la diplomacia europea para lograr el éxito en las negociaciones.

A nivel europeo, Miró ha tachado de relevante el año 2015 en el contexto del mercado interior europeo de la energía, en el que España ha realizado una nueva interconexión con Francia, «algo impensable hace pocos años», ha dicho. Aún así, ha indicado que el sector energético tiene muchas carencias en materias de comunicación, un ámbito «con mucho camino por recorrer» y ha apuntado que necesita conectar mucho mejor con el ciudadano para que esté bien informado.

Asimismo, Miró señaló como tareas pendientes del modelo energético europeo la «elevada dependencia» de recursos energéticos del exterior así como la existencia de unos precios «poco competitivos». Como solución, apuntó a la Unión Energética como la vía de ubicar la energía y el clima en un «marco realista» para conseguir los objetivos.

A nivel español, el presidente de Enerclub señaló al sector eléctrico como «clave» para la transición energética y apostó por alargar la vida útil de las centrales nucleares, por el gas natural como tecnología de respaldo de las renovables y llamó a resolver «incógnitas» en torno al carbón nacional. Todo en un contexto de hacer un «tratamiento adecuado» del exceso de potencia. También señaló como necesario un nuevo diseño del mercado mayorista eléctrico, que aporte «señales» para la inversión y contemple los mecanismos de capacidad «necesarios».

El consejero delegado de Cepsa también hizo referencia al descenso de los precios del petróleo, que «marca» la situación del sector energético de forma «muy acusada». En este sentido, recordó que el mercado aún tiene que hacer frente a las consecuencias de la entrada del crudo iraní y la ralentización de la economía china. Al respecto, indicó que el «principal» reto es el impacto que está teniendo sobre las cuentas de resultados de las compañías y abordar el exceso de capacidad de refino. Asimismo, en materia gasista, Miró confió en que el mercado iberico se convierta «en el hub europeo que esperamos».

Por su parte, el director general de Energía de la Comisión Europea, Dominique Ristori, subrayó que la apuesta por un sector energético sostenible es una «gran oportunidad económica» y será «rentable» para toda la sociedad en su conjunto. En este sentido, apuntó a que supondrá «importantes inversiones» en renovables. «Avanzar hacia una energía sostenible es un desafío global y requiere de un marco regulatorio estable», señaló Ristori.

También subrayó la necesidad de una nueva visión para la Unión Energética que tenga en cuenta la seguridad de suministro, que contemple una reforma del mercado interno, además de propulsar la eficiencia energética, gestionar la descarbonización todo ello bajo el paraguas de la innovación tecnológica. Finalmente, Ristori ha avanzado la próxima publicación por parte de la Comisión de una comunicación sobre la seguridad de suministro en el mercado europeo del gas y otra que establecerá un nuevo diseño para el mercado interior de la electricidad.

Entre otros ponentes de la jornada, destacó la directora del Institut du Développement Durable et des Relations Internationales (IDDRI), Teresa Ribera, que aseveró que ha empezado una revolución «necesaria» en el ámbito energético. Ribera ha indicado que la variable que se añadió en las discusiones de la Cumbre de París fue el tiempo, por lo que ha dicho que el sector está viviendo «una carrera contrarreloj» en la que debe hacer muchos esfuerzos y ser muy exigente.

 

Los retos del sector energético hasta 2030 centran el simposio anual de Funseam

La Fundación para la Sostenibilidad Energética y Ambiental (Funseam), en cuyo patronato están presentes las principales empresas energéticas como ACS, Cepsa, CLH, EDP Renovables, Enagás, Endesa, la Fundación Repsol y Gas Natural Fenosa , centrará la cuarta edición de su simposio internacional en El sector energético frente a los retos del 2030, para lo cual reunirá a numerosos expertos del ámbito empresarial y académico en el Auditori Antonio Caparrós del Parc Cientific de Barcelona los próximos días 1 y 2 de febrero.

En su primera jornada tendrá lugar el simposio empresarial, estructurado a partir de una sesión inaugural y diferentes mesas temáticas, donde se analizarán las formas de abordar los objetivos fijados por la Comisión Europea en el horizonte del 2030. Entre estos objetivos, destacan la reducción en un 40% de las emisiones de gases efecto invernadero con respecto a los existentes en 1990, el aumento hasta el 27% del peso de la energía generada a partir de fuentes renovables en el consumo de energía primaria así como un 27% no vinculante de mejora en eficiencia energética.

El simposio empresarial será inaugurado por Dominique Ristori, director general de Energía de la Comisión Europea, y por Antonio Llardén, presidente de Enagás y de Funseam. Posteriormente, la primera conferencia será de Pedro Miró, presidente del Club Español de la Energía (Enerclub) y consejero delegado de Cepsa. Posteriormente será el turno de Teresa Ribera, directora del Instituto para el Desarrollo Sostenible y las Relaciones Internacionales (IDDRI) y exsecretaria de Estado de Cambio Climático en la primera legislatura de Zapatero. Posteriormente habrá 4 mesas de debate en las que participarán representantes de las principales empresas del sector energético, entre otras, como Acciona, Cepsa, CLH, EDP Renovables, Endesa, Gas Natural Fenosa, Repsol, cuyo presidente, Antonio Brufau, presidirá la clausura de esta jornada.

En el segundo día, la jornada académica versará sobre la relación existente entre la energía y la política energética y climática, prestando atención a los temas regulatorios y al efecto de la sostenibilidad sobre los mercados energéticos. Entre estos académicos destaca la presencia de Andreas Löschel, de la Universidad de Münster, Mike Waterson, de la Universidad de Warwick, y Cristoph Böhringer, de la Universidad de Oldenborg, que analizarán diversas cuestiones relacionadas con los mercados, las redes de distribución de la energía, la inversión en I+D y las alternativas al carbón.

La socialista Teresa Ribera advierte de que sólo fijar cifras de reducción de CO2 por países no es «suficientemente creíble»

Europa Press.- Teresa Ribera, encargada de Medio Ambiente en el equipo delsecretario general del PSOE, Pedro Sánchez, advirtió de que costará realizar una descarbonización sin tener en cuenta a los países vecinos y que «ya no basta» con establecer una cifra de reducción de emisiones de CO2 porque no es «suficientemente creíble», desde su experiencia como exsecretaria de Estado de Cambio Climático y exdirectora de la Oficina Española de Cambio Climático.

Por ello, la asesora socialista subrayó que es «crecientemente importante» explicar cómo se va a desarrollar ese proceso para ganar credibilidad en el contexto de las relaciones entre países, y para valorar decisiones de inversión para cualquier actor privado. Ribera se refiere así a la Cumbre del Clima de París (COP 21), que se celebrará el próximo diciembre y para la que todavía no existe un texto de negociación. Esto es «lo más delicado en estos momentos», según señaló. La ahora directora del Instituto para el Desarrollo Sostenible y las Relaciones Internacionales (IDDRI) presentó el proyecto Deep Decarbonization Pathways, que recoge hojas de ruta para la descarbonización de 16 países.

Desde sus cargos en la administración, Ribera encabezó durante las legislaturas de Zapatero la delegación negociadora española en el ámbito internacional y asistió a todas las COP. Entre ellas, la Cumbre del Clima de Copenhague, que contó con la presencia de más de 100 jefes de Estado y de Gobierno y preveía cerrar el acuerdo que se persigue de nuevo este año en París pero que entonces, sin embargo, fracasó.

Ribera reflexionó sobre las negociaciones de París. En este sentido, cree que hay voluntad política para lograr acuerdos. «París puede ofrecer un tratado internacional en el que se incluyan reglas que garanticen el proceso de trabajo conjunto para los próximos años; y una señal del mínimo de ambición compartido en estos momentos a partir de la suma de todas las contribuciones de los diferentes países, aunque se sabe que ese mínimo está por debajo de lo que se necesita«, indicó.

Asimismo, destacó que los países tenderán a «ser prudentes» y que «llama la atención» ver cómo países en desarrollo, cuando entienden que la reivindicación de los 2ºC para ellos significa un escenario de descarbonización «muy importante», reaccionan con «sorpresa e incapacidad» mientras se preguntan por qué tienen que ir a un escenario de un nivel de emisiones per cápita «reducido». También, aseveró que la próxima reunión de Lima, que se celebrará a principios de octubre, es «clave» porque se presentará un documento que analizará el funcionamiento del sector financiero y que tendrá «un gran impacto».

Además, indicó que de París cabe esperar el cumplimiento de la promesa de Copenhague de garantizar la movilización de recursos por importe de 100.000 millones de dólares al año a partir de 2020, con una senda «creíble y compatible», y con una parte dedicada a aspectos de solidaridad. No obstante, subrayó que se debe asegurar de «forma creciente» la coherencia en cualquier decisión de inversión, que los grandes reaseguradores, fondos de inversión, reguladores financieros y bancos de desarrollo, a la hora de evaluar proyectos y exigir transparencia respecto a los riesgos valorados para cualquier préstamo, tomen en consideración «estas verdades».

Respecto al proyecto sobre el proceso de descarbonización en 16 países (Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, India, Indonesia, Italia, Japón, Corea, México, Rusia, Sudáfrica, Reino Unido y Estados Unidos), señaló que estos países, los grandes emisores, coinciden en las recomendaciones de impulsar las políticas de eficiencia energética, establecer una electricidad sin CO2, cambiar los usos eléctricos y que hay que comenzar estos cambios cuanto antes. Estas conclusiones son resultado del estudio de los escenarios de cada país en el proceso de descarbonización para llegar a 1,7 toneladas per cápita de emisiones para 2050, teniendo en cuenta la evolución demográfica, económica y los objetivos socioeconómicos.