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El sector renovable pide unas subastas que den «una mayor visibilidad» retributiva a largo plazo para las promotoras

Europa Press.- El sector de las renovables reclama un sistema de subastas en España que dé «una mayor visibilidad» retributiva a largo plazo para las empresas promotoras y que esté «alineado» con la política energética del país. En este sentido, la country manager de EDP Renovables, Rocío Sicre, afirmó que en España se ve que en la subasta de renovables, que se celebrará el próximo 17 de mayo, «no hay visibilidad», lo que hace que se parta de «una posición complicada para invertir».

«La clave es que sean sencillas y den visibilidad a largo plazo, y eso es lo que deberíamos plantearnos», apuntó Sicre, quien añadió que en España «la regulación no es estable y hace que sea menos atractiva». Así, consideró importante que la subasta asegurara en el largo plazo, durante toda la vida útil, una rentabilidad, algo que no es así. «Ofrece una rentabilidad que puede ser revisada y que sufre unos ajustes que pueden hacer que nunca se alcance la rentabilidad objetivo que se ha marcado. Vas a competir con un proyecto que no se adapta nada a la realidad del sistema; todo ello introduce una serie de incertidumbres«, advirtió.

Por su parte, el director de Regulación de Acciona, José López-Tafall, valoró el sistemas de subastas ya que, con él, nadie «puede acusar al que ha ganado una subasta de ir en contra del mercado o de tener una sobrerretribución«. No obstante, López-Tafall recalcó que la subasta debe tener «seriedad» y permitir saber «lo qué se va a ganar y por lo qué se compite».

Mientras, el director de regulación en España de Enel Green Power, Javier Rodríguez Domínguez, criticó el hecho de que en el sistema para la subasta no exista «ningún tipo de calificación o certificación», algo que si que sucede en otros países.»Es sorprendente que alguien pueda participar sin demostrar que pueda ser un generador», aseveró. Asimismo, consideró que en España existe un «castigo desproporcionado» en lo que respecta a la penalización por el riesgo de construcción, aquel referente al retraso en los plazos de entrega del proyecto. «Si te retrasas un día pierdes todo y no se te permitirá presentar ese parque nunca a ningún régimen retributivo» añadió Rodríguez al respecto.

En esta misma línea, Mariano Olmeda, senior adviser Ithaka Energy, consideró que este riesgo de construcción tiene «un comportamiento feroz» que representa un obstáculo para la financiación de los proyectos, ya que «alguien tendrá que estar asumiendo ese riesgo». Por otra parte, Rodríguez valoró la necesidad de que exista un calendario de subastas, ya que cuando no es así genera «un efecto llamada» y lleva también a los promotores a «tomar más riesgos». Sobre la neutralidad de la subasta, el director de Regulación de Global Power Generation (GPG), filial de Gas Natural Fenosa, Javier Latorre, consideró que en su definición sí que lo es, “aunque en la práctica no, con una instalación tipo con parámetros”.

El sector eléctrico reclama para las renovables una rentabilidad fija, no revisable, mientras la CNMC pide cambios en la subasta

Europa Press.- La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) propone modificar varios aspectos de la próxima subasta de renovables, que se celebrará finalmente el 17 de mayo, y en la que se adjudicará hasta un máximo de potencia de 3.000 megavatios (MW), con el fin de que sea más competitiva y transparente. Asimismo, varias asociaciones empresariales solicitan que la próxima subasta garantice a los adjudicatarios una rentabilidad razonable fija.

Esta inquietud responde en buena parte a la incertidumbre que viene acompañando al marco retributivo de las renovables y aparece recogida en las alegaciones al borrador de resolución con los detalles de la subasta presentadas por las asociaciones ante el Consejo Consultivo de Electricidad de la CNMC. En su informe sobre la subasta, el regulador explica que ha recibido alegaciones de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA), de la Asociación Eólica de Galicia (EGA), de la asociación de empresas termosolares Protermosolar, de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) y de la Asociación Española de la Industria Eléctrica (Unesa).

Las asociaciones solicitan que se modifique la propuesta de decreto y orden ministerial, de modo que «la rentabilidad razonable tenga un valor fijo no modificable a lo largo de la vida útil de las instalaciones, tanto para la existentes, a las que ya se las sometió a una revisión de la rentabilidad una vez realizadas las inversiones, como para las futuras«. Algunas alegaciones van más allá y piden que todos los parámetros de las instalaciones, que se utilizan para elaborar las ofertas de la subasta, no puedan sufrir modificaciones a lo largo de toda la vida útil de la instalación.

Otro aspecto que genera controversia en el sector es el de la neutralidad tecnológica. Sobre ellas, las alegaciones van desde la petición de cupos específicos por tecnología a la denuncia, como hace UNEF, de una falsa neutralidad tecnológica que favorece a la eólica. Las propuestas también incluyen la reducción de 6 a 3 meses en el periodo de identificación de las plantas ganadoras, con el objetivo de garantizar que solo proyectos maduros sean los adjudicatarios.

Varias alegaciones consideran que la decisión del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital de subastar 2.000 MW y reservarse la posibilidad de elevar esta capacidad en 1.000 más conforme a unos criterios recogidos en un anexo confidencial «no está justificada», según las alegaciones presentadas a la CNMC. Este anexo, según algunas alegaciones, «reduce la transparencia de la subasta». De ampliarse la puja hasta 3.000 MW, consideran que deberían fijarse nuevas fechas y volúmenes de potencia adicional para su subasta.

CNMC: más competitiva y transparente

En concreto, el regulador, que ha emitido dos informes sobre las propuestas del Ministerio de Energía para la subasta, solicita que el volumen por el que las empresas de energías renovables presentarán sus ofertas «sea vinculante respecto al valor de referencia fijado por el Ministerio» para cada tipo de tecnología renovable. Según el organismo presidido por José María Marín Quemada, esta medida posibilitaría tener certidumbre sobre la presión competitiva que existe por parte de las empresas antes de la subasta.

Asimismo, recomienda que la cantidad de potencia adjudicada finalmente en la subasta no sea inferior a la potencia a subastar. Para el regulador, este supuestos podría darse si las empresas de renovables que acuden a la subasta ofertasen un volumen de potencia superior, por ejemplo, a la hora de pujar por determinados bloques de energía que son indivisibles y superaran el monto ofertado. Además, la CNMC considera que a la hora de ordenar las ofertas para adjudicar los distintos bloques subastados, en caso de indeterminación o empate, se elimine el criterio del número de horas equivalentes de funcionamiento de las distintas instalaciones de energía renovables.

Por otra parte, afirma que antes de que se celebre la subasta, la entidad administradora (OMIE) debe proponer a la Secretaría de Estado de Energía los criterios por los que la subasta podría aplazarse. Para el regulador, también se debería evitar que las empresas que resulten asignatarias deban presentar garantías (efectivo, avales y seguros de caución) por duplicado. Concretamente, señala que este supuesto afectará a las empresas que se adjudiquen alguno de los bloques subastados porque deberán presentar una serie de garantías antes de participar en la subasta (garantías de participación), y otras posteriormente, cuando se inscriban en el registro empresas de régimen retributivo específico.

En cuanto a la resolución que establece la convocatoria de la próxima subasta de renovables, la CNMC propone como principal recomendación que no se establezcan límites a los descuentos (valores máximos del porcentaje de reducción) que las empresas renovables ofrecerán en su puja con respecto al valor estándar que ofrece el Ministerio. Todo ello, con el fin de que «no se reduzca la presión competitiva en la subasta, y de no restringir la horquilla de descuentos dentro de la cual las ofertas pueden ordenarse sin necesidad de recurrir a criterios de desempate más discutibles». Finalmente, la CNMC subraya que desconoce la propuesta de anexo confidencial.

La subasta renovable se celebrará el 17 de mayo, triplicando los avales requeridos y con máximos para los descuentos

Europa Press.– La nueva subasta de renovables para la instalación de hasta 3.000 megavatios (MW) se celebrará el próximo 17 de mayo, según una resolución publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) por el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital. En concreto, el BOE ha publicado dos resoluciones sobre la subasta para la asignación del régimen retributivo específico para instalaciones de producción de energía eléctrica a partir de tecnología renovable.

Energía indica que la subasta permitirá introducir las renovables más eficientes en costes y que la convocatoria permitirá a España avanzar en el cumplimiento de los objetivos de la Unión Europea de renovables para 2020. La entidad administradora de esta subasta es el Operador Español del Mercado Eléctrico (OMIE). De forma expresa se licitan 2.000 MW renovables y, como estaba previsto en los borradores publicados por Energía, reservan una opción de ampliación que permitirá sumar otros 1.000 MW y alcanzar los 3.000 MW. El procedimiento para esta ampliación es confidencial.

Las resoluciones incluyen algunos cambios con respecto a los borradores, entre ellos el descuento máximo en la presentación de las ofertas en función de diferentes tecnologías. Si antes eran del 66,01% en el caso de la eólica, en el 59,84% en el de la fotovoltaica y en el 98,94% en el resto de tecnologías, el texto final recoge porcentajes del 63,43% para la eólica, del 51,22% para la fotovoltaica y del 99,99% para el resto.

La subasta utilizará un sistema marginalista en el que los interesados pujarán a la baja hasta completar la bolsa de megavatios en juego. Las ofertas se ordenarán de más barata a más cara, y la última en llenar el cupo será la que marque el precio. Las nuevas subastas se presentan como tecnológicamente neutrales, de modo que podrán competir todas las fuentes renovables Esta circunstancia difiere de lo ocurrido en la primera subasta, en la que se pusieron en juego 700 MW, de los que 500 MW eran eólicos y los 200 restantes, de biomasa.

No obstante, este planteamiento ha generado controversia en el sector, ya que la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) considera que no hay tal neutralidad y ha solicitado medidas precautelares al Tribunal Supremo para la suspensión de la subasta, al considerar que el mecanismo beneficia a la eólica. La asociación fotovoltaica denuncia que, en caso de empate, se tomará el proyecto que genere más megavatios hora por cada megavatio instalado, conforme al número de horas de funcionamiento, y que este factor supone una ventaja para la eólica.

Las resoluciones publicadas en el BOE recogen un sistema por el que las ofertas se seguirán realizando en sobre cerrado y conforme a las inversiones previstas. Como novedad, se realizarán unos ajustes conforme a una fórmula para establecer el sobrecoste que los proyectos generarán al sistema eléctrico. Una vez se conozcan el valor de la inversión inicial y el resto de parámetros retributivos, se calculará para cada oferta la retribución a la inversión y el cociente entre esta retribución a la inversión y el número de horas estándares de funcionamiento.

Como resultado de la subasta, se obtendrá la potencia adjudicada a cada participante para cada tecnología, así como el porcentaje de reducción del valor estándar de la inversión inicial de la instalación tipo. La referencia final de la subasta será «el porcentaje de reducción del valor estándar de la inversión inicial de la instalación tipo de referencia para nuevas instalaciones».

En cuanto a los avales necesarios para participar, pasarán de los 20 euros por cada kilovatio (kW) incluidos en la primera subasta a un valor tres veces superior, de 60 euros. Otra de las novedades de la nueva subasta es que se podrá ofertar en bloques de un tamaño máximo de 100 MW, mientras que anteriormente el máximo de la puja era de 50 MW.

La fotovoltaica UNEF pide al Supremo la suspensión de la subasta de renovables por considerar que favorece a la eólica

Europa Press.- Al tiempo que el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital aprobaba la orden ministerial que regula la subasta por 2.000 megavatios (MW) de potencia renovable, ampliable a otros 1.000 MW adicionales «si el resultado de la subasta ofrece precios competitivos», la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) acordaba solicitar al Tribunal Supremo que aplique medidas precautelares consistentes en la suspensión de la próxima subasta de renovables, según indicó el director general de la asociación, José Donoso.

La petición responde a que el mecanismo preparado por el Gobierno “favorece”, según UNEF, a la eólica y “contradice” por tanto el principio de neutralidad tecnológica establecido en el real decreto sobre la subasta. En la reunión de UNEF han participado las empresas fotovoltaicas asociadas interesadas en la subasta, tanto las grandes como las pequeñas. «La percepción generalizada es que se produce una discriminación hacia la fotovoltaica, ya que con las condiciones de la subasta no se puede ejercer el grado de competitividad alcanzado por esta tecnología desde el punto de vista económico», explicó Donoso.

Al no reflejarse esta competitividad de la fotovoltaica, «se prevé que haya empate, y en caso de empate vamos a quedar desplazados», indicó. El mecanismo de la subasta limita los descuentos que ofrecen los interesados,lo que eleva según UNEF la probabilidad de empate, al tiempo que fija un procedimiento de desempate que premia los proyectos con más horas de funcionamiento y “beneficia por tanto a la eólica”. Para UNEF, este mecanismo contemplado en los desarrollos normativos rompe con el principio de neutralidad tecnológica establecido por el propio Ministerio de Energía en el decreto sobre la convocatoria de la subasta.

La «discriminación» sufrida por la fotovoltaica es «mala para los consumidores, a los que se impide aprovechar las ofertas más bajas que puede ofrecer esta tecnología», explicó Donoso, antes de recordar las discrepancias de UNEF con el sistema marginalista que se empleará en la puja. Por ello, planteará sus discrepancias a través de un recurso contencioso administrativo. El ministro de Energía, Álvaro Nadal, afirmó recientemente que la industria eólica española es «muy competitiva» y va a tener «un enorme éxito al participar en esa subasta”. “En España la eólica es muy buena tecnológicamente y tiene grandísimas oportunidades de llevárselo, porque trabaja más horas que la solar, aunque ya veremos», añadió.

Subasta ampliable a 3.000 MW

Por su parte, el gabinete dirigido por Álvaro Nadal subraya que la subasta será tecnológicamente neutra, «permitiendo competir en igualdad de condiciones a las distintas tecnologías renovables». La subasta se realizará mediante un mecanismo competitivo, de manera que resultarán adjudicados aquellos proyectos que supongan un menor coste para el consumidor. Además, para asegurar la ejecución de los proyectos, que tendrán que estar en funcionamiento antes de 2020, el Gobierno ha establecido un sistema de garantías económicas que, conforme se vayan cumpliendo hitos en la ejecución de los proyectos, irán siendo devueltas progresivamente a los promotores.

El Ministerio de Energía indicó que esta subasta representa un «paso muy significativo» para la consecución de los objetivos ambientales a 2020. Actualmente, España se encuentra por encima de la senda prevista para cumplir el objetivo del 20% de renovables en 2020, situándose por delante de la mayoría de países de nuestro entorno. El Gobierno realizó ya en 2016 una subasta, la primera desde la moratoria a las renovables, que sirvió para licitar 700 MW de renovables, de los que 500 fueron de eólica y 200 de biomasa, y en la que los ganadores se llevaron esta potencia sin incentivo.

Ciudadanos pide saber si existe un plan para que el 20% de la energía sea renovable en 2020

Europa Press.- Ciudadanos quiere saber si el Gobierno cuenta con un plan para cumplir el objetivo marcado para el año 2020, por el cual un 20% de la energía consumida debería ser renovable, y si la subasta de 3.000 megavatios anunciada por el ministro de Energía, Álvaro Nadal, será suficiente para alcanzar esta cuota.

Estas son algunas de las preguntas registras en el Congreso por la portavoz de Energía de Ciudadanos, Melisa Rodríguez, que advierte que España «aún está lejos de los objetivos fijados» en algunos aspectos, como en transporte o climatización. En este sentido, señala que aunque las renovables acaparan casi el 50% del sistema eléctrico, dentro de todo el sistema energético este porcentaje se sitúa en el 17,3%, según datos de 2014.

Respecto a la subasta renovable, la segunda tras la celebrada en enero de 2016, Rodríguez quiere saber las razones que llevaron al Gobierno a decantarse por una subasta «tecnológicamente neutra». Este procedimiento, donde las distintas tipologías de generación competirían en igualdad, no solo es «muy complejo», al tratarse de tecnologías «tan distintas», sino que «no es nada común en el ámbito internacional». Contrapone el ejemplo de otras subastas de potencia, llevadas a cabo en Dinamarca, Países Bajos y Alemania en 2016, en las que se fijaban cupos de diferentes energías que los gobiernos consideraban oportunas.

Pide un Pacto de Estado

En este sentido, señala que el esquema aprobado por la Dirección General de Competencia de la Comisión Europea es «muy diferente al elegido por España» y lo achaca a la ausencia de un Pacto de Estado con su «debida planificación del mix energético más adecuado» para el país. El sistema «neutro» requiere una serie de parámetros que, advierte la diputada, «aún no han sido completamente anunciados», por lo que pregunta al Ejecutivo si ha anticipado «las soluciones para la integración de la potencia que resulte de una subasta tecnológicamente neutra».

Otra de las críticas es que la subasta no vaya a tener en cuenta la mayor generación de potencia de algunas tecnologías, como la eólica, ni el efecto que esto pudiera tener sobre una reducción del precio en el mercado. En este sentido, plantea si finalmente se comparará la tecnología que se presente a la subasta por su coste total para el sistema eléctrico o por su coste aparente unitario.

Nadal dice que la eólica española es «muy competitiva» y tendrá «grandes oportunidades» en la subasta

Europa Press.- El ministro de Energía, Álvaro Nadal, ha afirmado que la industria eólica española es «muy competitiva» y va a tener «grandes oportunidades» en la subasta. «Creo que va a haber un enorme éxito por parte de la energía eólica a la hora de participar en esa subasta, porque lo va a hacer con capacidad de competencia, ya que la industria es buena, está avanzada y porque es capaz de competir con quien sea a nivel mundial», ha recalcado Nadal.

El ministro también ha recordado que hay muchos intereses creados en España, tanto territoriales como empresariales, y que el Ejecutivo quiere que la subasta se haga «bien», de forma «muy competitiva» y «a los menores costes posibles». «En España la eólica es muy buena tecnológicamente y tiene unas grandísimas oportunidades de llevárselo, porque trabaja más horas que la solar, aunque ya veremos», ha añadido Nadal.

El titular de Energía, Turismo y Agenda Digital ha insistido en que si España quiere tener una industria competitiva es necesario que el sector energético tenga el mejor coste posible. Así, ha apuntado que el Gobierno tiene que cumplir con los objetivos medioambientales, que están fijados en un 20% de energía renovable en los objetivos para 2020, y no perjudicar a la competitividad de la industria. Según ha recordado Nadal, aunar estos dos objetivos forma parte del principio de neutralidad, recogido en el paquete de invierno en la propuesta que se mandó a la Comisión Europea de cara al futuro.

Proyectos de la primera subasta

Sobre la primera subasta de energías renovables, el titular del Ministerio ha afirmado que ya se iniciaron algunos de los «grandes» proyectos de inversión energía eólica y biomasa de la subasta anterior. También ha señalado que estas energías ya están prácticamente en capacidad de competir a precios de mercado, aunque todavía no son suficientemente competitivas, ya que necesitan un respaldo y unas redes más densas.

No obstante, Nadal ha insistido en que en España hay una energía renovable que empieza ser «muy parecida» a la del resto de países europeos en nivel de coste. Por su parte, el senador del PNV, José María Cazalis, ha resaltado los buenos datos del panorama eólico español y le ha transmitido al ministro que parece “tener prisa” en cumplir con los objetivos en materia energética de 2020 de la Unión Europea. Cazalis ha resaltado que el resultado de la primera fue «sorprendente e inesperado» e insiste en que «nadie sabe cómo van a acabar estas subastas» y teme que «los resultados puedan ser similares y se acabe propiciando la integración de tecnologías baratas de terceros países en estas energías«.

APPA pide planificar las subastas de renovables para asignar la nueva potencia y que se diferencien por tecnologías

EFE.- La Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA) ha vuelto a reclamar una planificación de las subastas de energía renovable y que éstas se hagan de forma independiente por cada tecnología. El director general de APPA, José María González Moya, se manifestaba así en la inauguración de una nueva jornada sobre las subastas de capacidad.

González Moya ha señalado que a las empresas productoras de energías renovables les gustaría que hubiera una planificación de las subastas, en la que se especifique cuándo van a ser las subastas y qué cantidades se van a subastar. También ha pedido que se hagan de forma independiente por tecnología, frente al modelo que ha escogido el Ministerio, que prefiere que sean neutrales en este aspecto para poder elegir las instalaciones que ofrezcan menor coste.

Según opina González Moya, no hay que «enfrentar a las tecnologías renovables», pues son «complementarias» y, además, ha dicho que no le gusta que la subasta esté basada en el precio, que se haya triplicado el aval que se exige a las empresas que acuden a ella y que aún no se sepa si se celebrará en abril o en mayo, pues el ministerio lo único que ha dicho es que será antes de junio.

También ha subrayado la «incertidumbre» que crea este sistema de asignación, pues, por ejemplo, en estos momentos el sector productor no sabe si en la próxima subasta se otorgarán derechos económicos para 2.000 megavatios (MW) como se contempla de forma expresa en la propuesta de resolución que regula la subasta, o bien se llegará a los 3.000 MW anunciados por el ministerio con la opción de ampliación de 1.000 MW contemplada también en la propuesta.

Energía asegura que subastará 3.000 MW renovables, pese a reservar 1.000 MW a mecanismos de ampliación de un “anexo confidencial”

Europa Press.- El Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital asegura que en la próxima subasta de renovables se licitarán los 3.000 megavatios (MW) de renovables inicialmente anunciados, a pesar de que el borrador de resolución para fijar los detalles de la convocatoria solo garantiza expresamente la licitación de 2.000 MW y condiciona los 1.000 MW restantes a que concurran «determinados supuestos».

Fuentes del departamento dirigido por Álvaro Nadal indicaron que Energía licitará en total 3.000 MW, de los que 2.000 serán «conforme a la subasta de precio marginalista» y los 1.000 restantes, «con una regla de ampliación que no se hace pública para evitar ventajas» entre los distintos participantes. El punto cuarto del borrador de la resolución asegura que «se otorgarán derechos económicos para un máximo de 2.000 MW de potencia instalada, sin perjuicio de lo establecido en el anexo confidencial que regula un procedimiento por el cual en determinados supuestos se podrá incrementar la potencia asignada prevista en esta subasta».

Pese a esta redacción, Energía asegura que subastará finalmente los 3.000 MW. Esta cifra aparecerá recogida a modo de un máximo previsto en un decreto previo a la resolución con la convocatoria de la subasta. El borrador de resolución también recoge un descuento máximo en la presentación de las ofertas en función de diferentes tecnologías. Este «valor máximo del porcentaje de reducción del estándar de la inversión inicial de la instalación tipo de referencia ofertado» será un elemento que evite la presentación de ofertas temerarias, según creen fuentes del sector. Estos porcentajes se sitúan en el 66,01% en el caso de la eólica, en el 59,84% en el de la fotovoltaica y en el 98,94% en el resto de tecnologías.

Esta resolución se suma a la remitida recientemente con los detalles del proceso. La subasta utilizará un sistema marginalista en el que los interesados pujarán a la baja del incentivo hasta completar los megavatios en juego. Las ofertas se irán ordenando de más barata a más cara, y la última en llenar el cupo será la que marque el precio para el conjunto. La referencia final de la subasta será «el porcentaje de reducción del valor estándar de la inversión inicial de la instalación tipo de referencia para nuevas instalaciones».

Entre las novedades, figura la posibilidad de presentar ofertas negativas y el fuerte incremento de los avales, que se triplican. De este modo, los inversores interesados podrán hacer ofertas negativas para entrar a toda costa en el cupo. De cualquier forma, en caso de que las ofertas sean negativas, se tomará el valor cero. Las fuentes del sector indican que, de este modo, se incentivará aun más la competencia y se reducirá la probabilidad de que se produzcan empates. En cuanto a los avales necesarios para participar, pasarán de los 20 euros por cada kilovatio (kW) incluidos en la primera subasta a un valor tres veces superior, de 60 euros.

Las subastas serán tecnológicamente neutrales, de modo que podrán competir todas las fuentes de generación renovable. Otra de las novedades de esta subasta es que se podrá ofertar en bloques de un tamaño máximo de 100 MW, mientras que anteriormente el máximo de la puja era de 50 MW. También se incluye la novedad de que, en caso de empate, se tomará el proyecto que genere más megavatios hora por cada megavatio instalado, conforme al número de horas de funcionamiento.

Las ofertas se seguirán realizando en sobre cerrado y conforme a las inversiones previstas, pero ahora se realizarán unos ajustes conforme a una fórmula para establecer el sobrecoste que los diferentes proyectos generarán al sistema eléctrico. Una vez se conozcan el valor de la inversión inicial y el resto de parámetros retributivos, se calculará para cada oferta la retribución a la inversión y el cociente entre esta retribución a la inversión y el número de horas estándares de funcionamiento. Las ofertas se ordenarán, con independencia de la tecnología, de menor a mayor valor de dicho cociente y resultarán adjudicatarias de la subasta las ofertas que tengan un menor cociente hasta alcanzar por defecto el límite de potencia que se establezca.

Energía evitará ofertas temerarias en la subasta de renovables limitando los descuentos sobre el incentivo y triplicando los avales requeridos

Europa Press.- El Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital incorporará nuevos elementos en la próxima subasta de renovables con el objeto de impedir la aparición de ofertas temerarias, entre los que figuran la fijación de un descuento máximo y la presentación de unos avales 3 veces superiores a los contemplados hasta ahora.

El incremento de los avales aparece recogido en un borrador de resolución, mientras que la fijación del descuento máximo aparecerá previsiblemente en otra resolución cuyo contenido se conocerá más adelante. Energía ha de determinar además la fecha de la subasta y la cantidad de megavatios en liza. La subasta utiliza un sistema marginalista en el que los interesados pujan a la baja del incentivo ofrecido hasta completar la bolsa de megavatios en juego. Las ofertas se van ordenando de más barata a más cara, y la última en llenar el cupo es la que marca el precio para el conjunto.

En la resolución se incorpora como novedad que los interesados podrán hacer ofertas negativas para entrar a toda costa en el cupo. Este valor negativo de las ofertas será una señal de que el inversor no solo no generará un sobrecoste al sistema, sino incluso un ahorro. En todo caso, el borrador establece que, en caso de que las ofertas sean negativas, se tomará el valor cero. Las fuentes indican que, de esta forma, se incentivará aun más la competencia y se reducirá la probabilidad de que se produzcan empates.

Frente a esta medida, que a priori eleva la agresividad de las ofertas, Energía aprobará previsiblemente una resolución posterior que fijará el descuento máximo y que será clave para evitar las ofertas temerarias. En cuanto a los avales necesarios para participar, el borrador de resolución establece que pasarán de los 20 euros por cada kilovatio (kW) incluidos en la primera subasta a un valor tres veces superior, de 60 euros.

Energía, que ha abierto un periodo de alegaciones hasta el próximo 21 de marzo previo a su publicación en el BOE, ha diseñado como ya había anunciado unas subastas tecnológicamente neutrales, en las que podrán competir todas las fuentes de generación renovable. Esta circunstancia difiere de lo ocurrido en la primera subasta, en la que se pusieron en juego 700 megavatios (MW), de los que 500 MW eran eólicos y los 200 restantes, de biomasa.

Otra de las novedades de la subasta es que se podrá ofertar en bloques de un tamaño máximo de 100 MW, mientras que anteriormente el máximo de la puja era de 50 MW. También se incluye la novedad de que, en caso de empate, se tomará el proyecto que genere más megavatios hora por cada megavatio instalado, conforme al número de horas de funcionamiento. Las ofertas se seguirán realizando en sobre cerrado y conforme a las inversiones previstas, pero ahora se realizarán unos ajustes conforme a una fórmula para establecer el sobrecoste que los diferentes proyectos generarán al sistema eléctrico.

Una vez se conozcan el valor de la inversión inicial y el resto de parámetros retributivos, se calculará para cada oferta la retribución a la inversión y el cociente entre esta retribución a la inversión y el número de horas estándares de funcionamiento. Las ofertas se ordenarán, con independencia de la tecnología, de menor a mayor valor de dicho cociente y resultarán adjudicatarias de la subasta las ofertas que tengan un menor cociente hasta alcanzar por defecto el límite de potencia que se establece en esta resolución, con la última oferta marcando el incentivo referente.

La termosolar reclama tener un cupo en la próxima subasta de renovables

Europa Press.- El presidente de Protermosolar y de Estela, Luis Crespo, ha reclamado que el Gobierno asigne un cupo para las tecnologías renovables gestionables en la próxima subasta renovable. «La planificación de nueva capacidad renovable en España debe incluir, incuestionablemente, potencia gestionable, como la termosolar, que proporcione respaldo a las tecnologías fluyentes, como la eólica o la fotovoltaica», afirmó Crespo.

El presidente destacó que el precio del kilovatio hora (KWh) «no puede ser el único criterio que marque la planificación energética», ya que las centrales termosolares son hoy en día competitivas, «frente a la doble inversión que supondría centrales fluyentes respaldadas con nuevos ciclos combinados cuando concluya la vida operativa de los actuales». Crespo, que estimó que los costes de generación del kWh de las centrales termosolares con 6 horas de almacenamiento son bastante más baratos que los de las centrales fotovoltaicas, indicó que, incluso con la posición adoptada por el Gobierno de neutralidad tecnológica, las subastas deberían diferenciar entre renovables con y sin almacenamiento.

Para el presidente de Protermosolar, un sistema libre de emisiones «no puede conseguirse exclusivamente con renovables fluyentes», por lo que espera que las decisiones que se adopten para cumplir los objetivos de 2020 no estén basadas únicamente en el criterio del mínimo coste, sino en optimizar el valor de la nueva potencia para el sistema eléctrico en su conjunto y para el relanzamiento industrial nacional.

En este sentido, subrayó que los posibles apoyos a la termosolar se comienzan a pagar 3-4 años después de la aprobación de las centrales, mientras que los impactos macroeconómicos positivos empiezan de inmediato. «La contribución al PIB y al empleo serán otras razones adicionales que muevan a los responsables energéticos de los países soleados a apoyar su implantación», concluyó Crespo.