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Detectan altos niveles de radiación en un colegio cercano a Fukushima

EFE.- Un centro de educación secundaria de la región japonesa de Fukushima ha registrado un nivel de radiación hasta cuatro veces superior a lo permitido debido al almacenamiento de residuos contaminados por el accidente nuclear, informó el diario Asahi.

Las instalaciones del centro en la localidad de Iizaka, ubicado a unos 68 kilómetros de la accidentada central de Fukushima Daiichi, albergan unos 20 metros cúbicos de ramas de árbol y plantas contaminadas con isótopos radiactivos, según el citado medio.

El aparcamiento de bicicletas del centro fue empleado como almacén temporal de estos residuos durante la construcción de un depósito permanente cerca de Fukushima Daiichi, pero el estancamiento de este proyecto ha provocado que los materiales contaminados continúen allí.

El Gobierno japonés es el responsable de gestionar y deshacerse del material radiactivo que supere los 8.000 becquereles por kilogramo, según la legislación nipona.

A petición de un docente del centro, laboratorios de Tokio y Fukushima detectaron entre 27.000 y 33.000 becquereles por kilogramo en las muestras analizadas, un nivel hasta cuatro veces por encima de lo que estipula la ley del país asiático.

Está previsto que los residuos actualmente dispuestos en bolsas en el citado aparcamiento se almacenen más adelante en hoyos ubicados en las inmediaciones del centro hasta que puedan ser trasladados a una localización definitiva.

Los alumnos y el personal no han recibido ninguna advertencia oficial sobre los residuos abandonados en el centro educativo, que ya fue descontaminado en agosto de 2011 tras el accidente de Fukushima Daiichi, detalló el diario nipón.

El incidente se produjo el 11 de marzo de 2011, cuando un potente terremoto y el posterior tsunami dañaron esta central del noreste de Japón y provocaron la peor crisis nuclear registrada en el mundo desde la de Chernóbil.

La gestión los residuos radiactivos recogidos en las proximidades de la central es uno de los problemas que afrontan las autoridades niponas tras el accidente, debido a su elevado volumen y a la dificultad de encontrar terrenos apropiados para depositarlos de forma segura y permanente.

La Universidad de Castilla-La Mancha participa en un proyecto de almacenaje de residuos radiactivos en Finlandia

EFE.- Investigadores de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) participan en la elaboración del estudio para la modelización químico-mecánica del almacenamiento geológico profundo de residuos nucleares en Finlandia, país que ya construye un cementerio de desechos radiactivos de gran actividad. Los investigadores de la UCLM, que forman parte del grupo de Ingeniería Geoambiental, trabajan en desarrollar un modelo de simulación numérico, según comunicó la UCLM.

Los profesionales de este proyecto se han reunido con investigadores de la Universidad de Berna (Suiza) y responsables del organismo finlandés Posiva y la empresa B+Tech, en la Escuela de Caminos, Canales y Puertos en el Campus de Ciudad Real, para poner en común los avances obtenidos en el desarrollo de este modelo. El estudio del almacenamiento geológico profundo de residuos nucleares en Finlandia está impulsado por Posiva, organismo encargado de construir un depósito capaz de mantener resguardados ese tipo de residuos sin que provoquen ningún tipo de daño ambiental.

El proyecto busca caracterizar los efectos que tienen los cambios de la salinidad del agua en el volumen que ocupan las arcillas que se utilizarán en los almacenes que contendrán los residuos radiactivos de alta actividad. Los residuos se depositarán a gran profundidad de la superficie y las arcillas serán una de las primeras barreras de contención para evitar la fuga de cualquier tipo de radiación por sus características. Además, dada su composición química, actúan como un imán para las partículas radioactivas, fijándolas e impidiendo que lleguen a la biosfera.

Dentro de este estudio, la UCLM trabaja en el desarrollo de un modelo de cálculo muy eficiente, ya que se está analizando qué ocurrirá en un periodo de tiempo de escala glacial, es decir, en los próximos 100.000 años, de deformaciones que permita garantizar que las arcillas sellen de modo correcto los residuos. Esta formulación que posibilitará simular qué va a pasar en el futuro está apoyada por los investigadores suizos, quienes simulan los procesos de flujo y transporte reactivo en condiciones geoquímicas realistas y preparan una simplificación del sistema.

El Cabril espera tener operativa la Celda 30 en el primer trimestre de 2016

EFE.- El centro de almacenamiento de residuos radiactivos de media, baja y muy baja actividad de El Cabril, ubicado en Hornachuelos (Córdoba), espera tener operativa la denominada Celda 30 en el primer trimestre de 2016.

La directora de El Cabril, Eva Noguero Cubero, ha explicado a Efe que actualmente el centro tiene un volumen de ocupación del 72 por ciento del aforo total para residuos de baja y media actividad y de un 7 por ciento en los residuos de muy baja actividad.

Ha recordado que en octubre de 2008, previo informe favorable del Consejo de Seguridad Nuclear, se comenzó la explotación de la primera de otras cuatro nuevas celdas, que se suman a las 28 con las que ya contaba, para albergar residuos de muy baja intensidad.

Noguero ha explicado que la celda número 30 tiene acabada la parte de obra civil y «la cubierta de la zona de operaciones va a estar acabada en una semana» y quieren «que esté operativa el primer trimestre de 2016», cuando 33.000 metros cúbicos estarán listos para almacenar residuos procedentes de industria, centrales y centros hospitalarios, entre otros.

Dentro de ese plan de cuatro nuevas estructuras de almacenamiento, la celda número 29, con la misma capacidad, ya está operativa y cuenta con un 22 por ciento de su capacidad ocupada.

En total, las cuatro nuevas celdas podrán albergar 130.000 metros cúbicos más de residuos de muy baja actividad, que se suman a la capacidad de las 28 celdas existentes que albergan residuos de media y baja actividad.

Respecto a la ampliación de vida en diez años más de las centrales nucleares españolas, si finalmente el Ministerio de Industria aprobase el séptimo Plan General de Residuos Radiactivos (PGRS) y lo contemplase, «habría que valorar la capacidad y la generación de residuos y ver si El Cabril «podría albergar más de su capacidad actual, porque cuenta con la capacitación técnica para adaptarse a nuevas situaciones».

Actualmente, se está trabajando en el inventario de residuos nucleares que hay en España y en su tipología que junto a los proyectos de reducción de volumen y a las técnicas de reducción de los residuos, serán los indicadores que marquen el espacio que el país necesita para albergarlos, según la producción nuclear que oscila en torno al 20 por ciento de la producción energética del país.

Respecto a las críticas sobre los residuos, Noguero, licenciada en Química y que lleva en El Cabril desde 1991, ha resaltado que están «sometidos a una regulación muy estricta» y tiene «más de una decena de inspecciones anuales solo del Consejo de Seguridad Nuclear sobre todos los aspectos relativos a la protección radiológica».

Además, el departamento interno de Garantía de Calidad de El Cabril y el de Enresa también vigilan de manera permanente las instalaciones. «Hemos conseguido normalizar las relaciones con los municipios del entorno y ha sido fundamental la transparencia; cualquier vecino puede visitar las instalaciones y ver el proceso que realizamos», ha explicado la directora, quien ha resaltado que en más de 20 años de trabajo «no ha habido ningún accidente en el centro que haya implicado riesgo radiológico para el entorno».

El Cabril cuenta con una plantilla de 123 personas, además de otras 100 personas empleadas en funciones auxiliares, el 80 por ciento del cuál es personal de municipios del entorno.