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Un consorcio liderado por la noruega Statoil y la estadounidense Exxon se adjudica los derechos del yacimiento brasileño más prometedor

EFE.- Un consorcio liderado por la multinacional estadounidense Exxon (28%) y la noruega Statoil (28%) se adjudicó los derechos del prometedor yacimiento submarino de Uirapuru, el más disputado de los 4 subastados por la Agencia Nacional del Petróleo (ANP) de Brasil.

El consorcio vencedor lo completan la portuguesa Petrogal (14%) y la brasileña Petrobras (30%), que inicialmente no formaba parte del grupo pero que terminó sumándose pues la legislación les garantiza ese derecho.

Los vencedores de la subasta se comprometieron a entregarle al Estado el 75,48% de las ganancias que obtengan con la explotación de Uirapuru, un área ubicada en aguas muy profundas de la cuenca marina de Santos, en el océano Atlántico y frente al litoral del estado de Sao Paulo.

La oferta ganadora más que triplica la mínima participación exigida por la ANP, que era del 22,18%.

El criterio para adjudicarse los derechos a explotar áreas en el presal brasileño es precisamente el porcentaje de participación que el vencedor le ofrece al Estado, dado a que las áreas tienen gigantescas reservas garantizadas.

El grupo encabezado por Statoil y Exxon, que pagará 2.650 millones de reales (unos 576 millones de euros) por la disputada licencia, superó al consorcio que Petrobras (45%) montó con la francesa Total (20%) y la británica BP Energy (20%) para disputar Uirapuri, y que le ofreció al Estado una participación del 72,45% de las ganancias sobre el petróleo extraído.

En la subasta también participó un consorcio liderado por la británica Shell y completado por la estadounidense Chevron y la qatarí QPI, que hizo una oferta de participación de sus ganancias al Estado del 72,05%.

Los derechos de Uirapuru también fueron disputados por un consorcio liderado por las corporaciones chinas CNODC y CNOOC, que fue la que presentó la menor oferta.

La subasta de la licencia para explotar Uirapuru fue la primera de las cuatro previstas por la ANP para ofrecer derechos sobre áreas del presal y para la que se inscribieron 16 petroleras, entre las que figuran varias de las mayores del mundo, entre ellas la española Repsol.

Las reservas calculadas en las cuatro áreas ofrecidas suman unos 5.000 millones de barriles de hidrocarburos.

Esta será la cuarta vez que Brasil ofrece a las multinacionales la oportunidad de explotar áreas en el presal, un horizonte de explotación en aguas muy profundas ubicado por debajo de una capa de sal de dos kilómetros de espesor y cuyas gigantescas reservas pueden convertir al país en uno de los mayores exportadores mundiales de crudo.

Por contar con enormes yacimientos ya probados de hidrocarburos en el presal, Brasil no ofrece licencias para explotar estas reservas en el régimen de concesión, en el que la petrolera paga por el derecho y se apropia de toda la producción, sino en un régimen de sociedad, en que, además de pagar por el derecho, el vencedor de la subasta tiene que compartir el crudo que extraiga con el Estado.

Brasil tiene prevista otra subasta para adjudicar derechos en el presal el 28 de septiembre, en la que serán ofrecidas también cuatro áreas: Saturno, Tita, Pau-Brasil y Sudoeste de Tartaruga Verde.

Hasta ahora, Brasil sólo había otorgado licencias para la explotación de 6 áreas en el presal.

Brasil logra 2.400 millones de dólares en la subasta que otorgó 22 concesiones petroleras; Repsol se hace con 2 licencias

EFE.- La española Repsol, una de las mayores productoras de petróleo en Brasil y que cuenta con 8 concesiones en el país, 3 de las cuales en operación, se adjudicó 2 nuevas licencias en la subasta realizada por el regulador, la Agencia Nacional del Petróleo (ANP) de Brasil, que obtuvo un récord de 2.424,2 millones de dólares en una subasta en la que otorgó 22 concesiones petroleras en aguas marinas, pese a que excluyó del concurso las dos áreas más apetecidas.

La decisión del Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) de impedir la concesión de dos áreas de exploración en la cuenca marina de Santos, con las que la ANP esperaba recaudar hasta el 70% de toda la renta prevista, no impidió que las multinacionales hicieran elevadas ofertas por las otras concesiones. De hecho, la ANP obtuvo propuestas por 22 de las 47 áreas marinas que ofreció en concesión, pero no recibió ninguna oferta por las 21 áreas terrestres que pretendía subastar en las cuencas sedimentares de Paraná y Parnaíba.

12 de las 20 multinacionales inscritas para la subasta, 11 de las cuales eran extranjeras, obtuvieron licencias en el concurso, en el que Brasil consiguió adjudicar el 32% de las 68 concesiones que ofreció. El valor recaudado en la subasta, la decimoquinta realizada por la ANP desde que Brasil puso fin al monopolio de Petrobras en 1999, superó los 1.163,6 millones de dólares obtenidos en el concurso de septiembre pasado y que era hasta ahora un récord en concesiones petroleras. En la subasta de septiembre pasado, el regulador recibió ofertas por 37 de las 287 áreas que ofreció entonces en concesión a 17 grandes multinacionales.

El récord obedeció ahora al alto valor que las multinacionales pagaron por los derechos para explotar las 9 áreas ofrecidas en la cuenca marina de Campos, el principal polo petrolero del país. El mayor vencedor, además de la estatal Petrobras, fue nuevamente la estadounidense Exxonmobil, que durante muchos años estuvo alejada de Brasil y hasta septiembre sólo tenía 2 concesiones en el país y se ha volcado en la subasta petrolera celebrada consiguiendo 8 permisos de exploración y producción, ya sea como operador o como miembro de otros consorcios. De hecho, se adjudicó 4 de las 9 concesiones ofrecidas en la cuenca de Campos, 2 como operador y otras 2 en consorcios en los que se asoció a la brasileña.

Estas cuatro concesiones, vencidas por dos consorcios en que Exxon (40%) se asoció a Petrobras (30%) y a la noruega Statoil (30%) y por otros dos en que la estadounidense (40%) participó con Petrobras (30%) y la qatarí QPI (30%), tuvieron un coste de 2.054,5 millones de dólares, el 85% del total recaudado. Los otros vencedores en la subasta de concesiones en la cuenca de Campos fueron la española Repsol (40%), que se adjudicó por 27,9 millones de dólares derechos sobre dos áreas en un consorcio junto a la estadounidense Chevron (40%) y a la alemana Winstershall (20%), y las británicas BP Energy, con dos bloques, y Shell, con otro. La española opera en Brasil asociada a la china Sinopec.

Los vencedores, además, pagaron un sobreprecio promedio del 680% sobre el valor mínimo exigido por el Gobierno por cada una de las 9 concesiones de la cuenca de Campos. Exxon también es el operador, con 64%, de un consorcio con QPI (36%) que se adjudicó 2 de las 3 concesiones que fueron ofrecidas en la cuenca marina de Santos. E igualmente lideró otro consorcio (50%), junto a la estadounidense Murphy (20%) y a la brasileña Queiroz Galvao (30%), que venció la subasta por las dos concesiones ofrecidas en la cuenca marina de Sergipe-Alagoas. La otra área concedida en la cuenca de Santos lo obtuvo un consorcio integrado por Chevron (40%), Wintershall (20%) y Repsol (40%).

Las otras siete concesiones, en la cuenca marina Potiguar, se las adjudicaron Petrobras, Shell y Wintershall. La alta recaudación sorprendió al Gobierno, que sólo esperaba ese valor con la suma de las dos concesiones petroleras programadas para este año. «Multiplicó nuestras expectativas», admitió el secretario de Petróleo del Ministerio de Minas y Energía, Marcio Felix, para quien la subasta podría haber generado hasta 3.636,4 millones de dólares si no hubiera sido por la exclusión de las dos concesiones más valiosas.

El funcionario atribuyó el éxito de la subasta a las reformas introducidas en los últimos meses para aumentar el interés de las petroleras extranjeras, como la menor exigencia de equipos fabricados en Brasil en las operaciones. «Quedó comprobado que las aguas profundas brasileñas están entre las áreas que más atraen a las petroleras actualmente en el mundo», destacó asimismo el presidente de Petrobras, Pedro Parente. «Ahora tenemos mucha más confianza en invertir en Brasil, sin ninguna duda. La nueva apuesta demuestra nuestra confianza en Brasil. Tenemos varias oportunidades y estamos analizando cada subasta», afirmó la presidenta de Exxon en Brasil, Carla Lacerta, tras la subasta.

Las concesiones escogidas por Repsol están próximas al presal, el horizonte de explotación con gigantescas reservas que Brasil descubrió en aguas muy profundas del océano Atlántico y por debajo de una capa de sal de dos kilómetros de espesor. Repsol ya opera yacimientos en el presal en las cuentas marinas de Campos, Santos y Espíritu Santo. La española extrae petróleo en Brasil en los campos marinos de Albacora Leste, Sapinhoá y Lapa y tiene concesiones sobre áreas con gran potencial.

El campo Sapinhoá, en el que es socio del consorcio que explota la concesión, tiene reservas calculadas de 2.100 millones de barriles y ya produce unos 190.000 barriles diarios. En Albacora Leste, en donde es socia con un 10% de Petrobras (90%), extrae petróleo desde 2006. Su producción propia en Brasil era a finales del 2017 de cerca de 100.000 barriles diarios. Además, la española tiene derechos sobre el bloque BM-C-33, en el que fueron realizados hasta ahora tres grandes descubrimientos con reservas calculadas en 700 millones de barriles de petróleo y 3 billones de pies cúbicos de gas natural.

Repsol también integra el consorcio, junto a Petrobras y Shell, que en septiembre pasado se adjudicó el derecho a explotar el área del entorno de Sapinhoá, una de las áreas en el presal más disputadas en la subasta de entonces. Repsol, que inició sus operaciones en Brasil en 1997, es la tercera mayor productora en el país, tan sólo superada por Petrobras y Shell. Brasil es el quinto país más importante para la española en términos de producción de entre los 30 en que actúa.