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La mesa del Congreso acepta el veto del Gobierno a la ley de PAH que implica una tarifa social energética

Europa Press. – La mesa del Congreso acepto el veto impuesto por el Gobierno a la proposición de ley impulsada por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), cuya tramitación el Ejecutivo rechaza tramitar por suponer un coste global para las arcas públicas de casi 90.000 millones de euros en una década.

La cifra es el resultado de las estimaciones del Gobierno, que cuantifica en 89.490 millones de euros el coste que tendría conformar el parque de vivienda pública para alquiler social recogido en la ley, y otros 186 millones que dejarían de ingresarse con cargo al sistema eléctrico por el bono social. En su escrito de disconformidad remitido a las Cortes, el Gobierno detalla que la proposición de ley, que formalmente fue registrada por Unidos Podemos-En Comú-En Marea junto con ERC, Compromís y Bildu, establece la obligación de ceder viviendas vacías para que sean administradas como alquiler social la próxima década.

Coste de la tarifa social

Así, el Gobierno también se refiere al coste que podría tener la tarifa social energética, consistente en un descuento en la factura del suministro que rebajaría el importe en función de los ingresos del usuario o unidad familiar, sin poder rebasar el 30% de los ingresos de la unidad familiar. Una aplicación que, para el Gobierno, «carecería de la mínima seguridad jurídica, previsibilidad y certidumbre exigidas», pues critican que se defina su importe «indirectamente», por la relación entre la suma del importe de la renta del alquiler y el coste de los suministros y el importe de la renta familiar.

Según la proposición de ley, la tarifa se paga a cargo del Ebitda (beneficio bruto de explotación) de las compañías eléctricas, por lo que el Gobierno señala que esta vía de financiación repercutirá en la recaudación fiscal proveniente del Impuesto de Sociedades, al reducir la renta obtenida por el contribuyente. Concretamente, en 75 millones de euros, según la estimación de Energía.En otro sentido, el Gobierno señala que la recaudación en el Impuesto a la Electricidad, los llamados peajes que abonan los consumidores, y de los cuales estarían exentos los beneficiarios de la tarifa social, se vería afectada en 21 millones de euros de menos, y la recaudación de IVA en los peajes se reduciría también en otros 90 millones.

Colectivos de Nomascortesdeluz.org lamentan que el acuerdo entre Gobierno y PSOE no impida los cortes de luz este invierno

EFE / Europa Press.- Colectivos sociales, integrados en la plataforma NoMásCortesDeLuz.org, consideran que el decreto ley aprobado por el Gobierno para reformar la ley del sector eléctrico y prohibir los cortes de luz a los consumidores “extremadamente vulnerables” es insuficiente porque «no es de aplicación inmediata» y por tanto no va a ayudar a las familias durante este invierno. El decreto deberá ser convalidado por el Parlamento en un mes.

Para el portavoz de Facua, Rubén Sánchez, impedir el corte de luz a cualquier familia debe ser algo instantáneo, y una vez que pase el invierno, se analiza caso a caso para determinar si realmente estos hogares se pueden acoger a la medida de protección. «Hay muertes por pobreza energética y durante la etapa invernal es precisamente cuando hay más problemas», indicó Sánchez, que lamentó que «un Gobierno con capacidad de aprobar un decreto ley por el que se prohíba de inmediato esos cortes no lo haga, salvo que se quiera dar una moratoria a las eléctricas para que sigan cometiendo gravísimos abusos». «Este acuerdo entre Gobierno y PSOE es insuficiente y es una nueva tomadura de pelo», sentenció Sánchez.

Para Facua, el acuerdo alcanzado por el Gobierno con el PSOE y Ciudadanos «busca más la foto que soluciones a la pobreza energética». Sánchez señaló que el acuerdo representa una «absoluta falta de sensibilidad» en la actual coyuntura en que ha empezado el invierno. Así, considera que «no hay ninguna excusa regulatoria» para proteger definitivamente a los consumidores vulnerables, tal y lo reconoce la directiva europea de 2009. De esta manera, Sánchez pidió separar el debate de los distintos perfiles de consumidores vulnerables y consideró necesario aprobar una norma que dé solución a la pobreza energética en el actual marco de la llegada del invierno.

Cambios regulatorios sin efectos inmediatos

Desde la Alianza contra la Pobreza Energética, María Campuzano considera que «se ha perdido una oportunidad de legislar a nivel estatal el principio de precaución» en la ley del sector eléctrico. «Solo se ha introducido una frase, que es la de que no se va a cortar la luz a familias con vulnerabilidad severa, pero ni se define que es la vulnerabilidad severa ni cómo se van a evitar esos cortes de suministro y el procedimiento para evitar esos cortes de luz es importantísimo», indicó.

Para la alianza, este acuerdo «es un parche que no va a servir para nada» y «lo que se ha hecho es hacerse una foto». «Se ha perdido una oportunidad de hacer una propuesta real de acabar con la pobreza energética, no solo evitando los cortes de luz, sino también reformando el bono social y empezar a hablar de una verdadera tarifa social». Para la Alianza contra la Pobreza Energética esa tarifa social debe ser financiada «por las empresa del oligopolio» y ha lamentado que el pacto vaya a recaer sólo sobre las comercializadoras en función del número de clientes, dejando fuera a las distribuidoras.

También Carlos Macías, portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), ha defendido que se aprueben tarifas sociales y «que se pague en función de la capacidad económica». El acuerdo, para la PAH, «es un parche» a un problema al que se debería haber buscado «soluciones reales y globales». «Hay que definir los baremos de vulnerabilidad y los procedimientos para parar los cortes y este acuerdo político dice que ha de ser regulado a posteriori; es papel mojado incluir ese concepto en la ley energética porque no supone la paralización de los cortes».