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La Comisión Europea aprueba el acuerdo entre la francesa EDF y la china CGN para levantar nucleares en Reino Unido

EFE.- La Comisión Europea ha autorizado la alianza entre la empresa eléctrica francesa EDF y la compañía estatal china CGN para el desarrollo, la construcción y la operación de tres plantas nucleares en el Reino Unido. En virtud del acuerdo, CGN poseerá el 33,5% de la participación en Hinkley Point C, el reactor nuclear que se ubicará en el condado de Somerset (suroeste de Inglaterra) y que generará el 7% de la electricidad del Reino Unido.

CGN y EDF llegaron además a un acuerdo para otros dos proyectos en las islas británicas, la central de Sizewell, en la que la firma china aportará el 20% del capital, y la de Bradwell, que se convertiría en el primer reactor nuclear diseñado por China en Occidente. La investigación de la Comisión Europea determinó que la competencia en el suministro al por mayor de electricidad en el Reino Unido no se verá obstaculizado por la operación. La Comisión apunta a la «moderada y muy limitada cuota de mercado de EDF y de CGN», respectivamente, en este mercado, y a «la presencia de otros competidores».

La Comisión también analizó el vínculo vertical entre las actividades de CGN en el mercado del diseño y la fabricación de islas nucleares, el corazón de una planta nuclear, y las actividades futuras en el proyecto de riesgo compartido con EDF en la generación y el suministro al por mayor de electricidad. Bruselas no vio problemas con respecto a estos puntos, dada la presencia de otros rivales en estos mercados.

Con respecto a otros mercados relacionados con la energía nuclear donde la empresa china y otros entes controlados por el Estado chino operan, tales como la instrumentación, los sistemas de control y los servicios de construcción nucleares, el Ejecutivo comunitario tampoco consideró que el proyecto entre EDF y CGN suponga un peligro de exclusión de otros competidores. El acuerdo solo se refiere al mercado británico y CGN y otras estatales chinas no tienen apenas actividad en estos mercados en Europa.

Ecologistas en Acción critica que España “no ha aprendido la lección del accidente nuclear de Fukushima” un lustro después

Europa Press / Servimedia.- Ecologistas en Acción cree que España no ha aprendido las lecciones del accidente de Fukushima Daiichi, cuando se cumplen 5 años de la tragedia de un terremoto al que siguió un tsunami que provocó la «catástrofe» en la central nuclear japonesa. Con motivo del aniversario, la ONG ha anunciado que plantará un cerezo, un árbol sagrado japonés, por cada año transcurrido desde el accidente en varios puntos de España para mostrar su solidaridad con los afectados y las víctimas del accidente.

El portavoz nuclear de Ecologistas en Acción, Francisco Castejón, ha recordado que el tsunami destrozó los sistemas de refrigeración y de alimentación eléctrica de las centrales: se produjeron tres grandes explosiones de hidrógeno en los reactores 1, 2 y 3, y un incendio en la piscina del reactor número 4. Además asegura que la situación «sigue sin controlarse» y de hecho no se puede entrar en los reactores que están fundidos total o parcialmente por la alta radiactividad. Además, Castejón añade que «lo más probable» es que se tendrán que construir sarcófagos para cubrir los reactores e impedir las emisiones.

Igualmente, denuncia que la descontaminación que el Gobierno de Japón realiza para permitir que la población pueda volver a sus casas resulta «insuficiente» porque el nivel de tasa de dosis radiactiva permitida es de 20 milisievert al año (mSv/año) que es «un nivel demasiado alto». En concreto, expone que los límites para el personal profesionalmente expuesto son 50 mSv/año, con un máximo de 100 mSv en cinco años pero advierte de que la población general no cobra peligrosidad ni está sometida a controles médicos, así como de las dosis recibidas, a diferencia de las personas trabajadoras de la industria nuclear.

Asimismo, apunta que se ha renunciado a descontaminar las zonas boscosas en las que se encontraron puntos calientes con más actividad que ese límite radiactivo. Por ello, alerta de que las incidencias de la radiactividad sobre la mortalidad y la salud de los habitantes de la zona se verán en toda su intensidad en un par de décadas. Hasta el momento, el número de cánceres de tiroides en los 300.000 niños de la prefectura de Fukushima aumentó sustancialmente y se multiplicó por un número que oscila entre el 15 y el 50, según diferentes cálculos.

Entre los retos principales, Castejón señala que, en estos 5 años, el principal problema ha sido luchar contra la constante fuga de agua radiactiva al mar, un hecho traumático para un país como Japón que se vuelca en la pesca y donde es muy común el consumo de algas. Según datos de universidades niponas, el coste del accidente supera los 80.000 millones de euros y el protocolo de París, que regula las indemnizaciones a realizar por los propietarios de las centrales, ha fijado el techo de entre 750 y 1.200 millones de euros, lo que a su juicio «resulta irrisorio».

El portavoz de Ecologistas lamenta que en España no se han aprendido las lecciones de Fukushima ya que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) todavía se está planteando la reapertura de la central de Santa María de Garoña (Burgos) que «es idéntica» al reactor número 1 de Fukushima, que empezó a funcionar en 1971. «Los planes de emergencia nucleares no se han reformulado todavía para tener en cuenta las lecciones de aquel accidente y las llamadas pruebas de estrés no han sido suficientemente rigurosas», insiste.

Castejón destaca también que el accidente de Fukushima ha introducido una nueva variable, los sucesos externos a las plantas que no se pueden prever, por lo que la seguridad nuclear no se puede garantizar al 100%. Por ello, considera que dada la «incertidumbre y el riesgo, lo más sensato es proceder al cierre escalonado de las centrales nucleares, sobre todo teniendo en cuenta que existen alternativas más limpias y seguras».

Un tribunal ordena parar una central nuclear recién reactivada en Japón por motivos de seguridad

Europa Press / EFE.- Un tribunal japonés emitió una orden de paralizar las operaciones de los reactores 3 y 4 de la central nuclear de Takahama, operada por Kansai Electric Power, tras ponerse de parte de los residentes locales, que temen por la seguridad de la planta, según comunicó la propia empresa. La orden tiene efecto inmediato y supone la parada del reactor número 3 de Takahama, que volvió a entrar en funcionamiento recientemente. Es la primera orden judicial emitida en Japón de detener una central nuclear en funcionamiento.

Kansai Electric también estaba trabajando para volver a poner en funcionamiento el reactor número 4 de la central, después de una paralización imprevista la semana pasada debido a un problema técnico. Y es que la industria nuclear nipona está empezando a recuperarse y a retomar su actividad después de la catástrofe de Fukushima en 2011. El país está embarcado además en la mayor reforma del mercado energético de su historia.

Kansai Electric expresó su rechazo del veredicto y anunció que apelará la orden rápidamente. Por su parte, el portavoz del Gobierno, Yoshihide Suga, afirmó que no cambia la postura de Tokio tras la decisión judicial respecto a la seguridad de los reactores de Takahama o en su política de promoción de la reactivación de los reactores que cumplan con los estándares de seguridad impuestos tras el accidente nuclear de Fukushima. Los reactores de Takahama, en la costa de la prefectura de Fukui, en el oeste de Japón, cumplieron en 2015 con los nuevos estándares de seguridad establecidos por el órgano regulador nuclear de Japón, la Autoridad de Regulación Nuclear (NRA).

Una reactivación en la polémica

La reactivación de Takahama ha estado rodeada de polémica. Un tribunal ya prohibió el año pasado su puesta en funcionamiento tras otra demanda ciudadana, aunque la misma corte se desdijo en diciembre tras certificar que superaba los controles de la NRA. Poco después, Kansai Electric puso en funcionamiento la unidad 3 el 29 de enero y la 4 el 26 de febrero, aunque este último reactor entró tres días después en parada automática tras detectarse una sobretensión eléctrica. La unidad 4 había sufrido además días antes una fuga de refrigerante cuando se realizaban los preparativos para su puesta en marcha.

Además de las demandas mencionadas, existen otras presentadas por ciudadanos contra esta y otras centrales de Japón pendientes de resolución. Después de un apagón nuclear de dos años y de aprobar un marco regulatorio postFukushima más estricto en materia de seguridad, Japón reactivó el año pasado los reactores 1 y 2 de la central de Sendai (suroeste). Tras la orden de detener Takahama, que había sido la segunda planta del país en volver a funcionar, sólo 2 de los 43 reactores de Japón en condiciones operativas permanecerán activos. La decisión del Gobierno nipón de volver a emplear energía nuclear tras el accidente de 2011 es rechazada por la mitad de los japoneses, según las encuestas.

Soria augura que cerrar el parque nuclear y una energía 100% renovable encarecería un 40% el precio de la luz

Europa Press / EFE.- El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, afirmó que las propuestas en materia energética de la izquierda de cerrar el parque de centrales nucleares cuando cumplan 40 años y fijar un objetivo del 100% de energías renovables en la generación supondría un incremento «superior al 40%» de la factura de la luz. A su juicio, estas propuestas del PSOE y Podemos representan una «involución» y sólo llevarán al «incremento de precios y déficits en los distintos sistemas».

El ministro de Industria subrayó que cerrar el parque de centrales nucleares representaría prescindir de aproximadamente el 21% de la generación, lo que llevaría «a incrementos importantes de precios». Asimismo, señaló que optar por 100% de renovables en la generación «es lo más contrario a un objetivo de disminución de precios», ya que para ellosería necesario contar con un backup que garantice la sostenibilidad del sistema, por el «cual hay que pagar y que va también repercutido a las facturas». Soria criticó también que se apuesta a la vez por descarbonizar la economía y usar más carbón nacional, algo «incompatible entre sí», y que se propone eliminar el impuesto al sol sin decir «cómo».

Así, el titular de Industria subrayó que la apuesta energética del Gobierno de Rajoy es la del «equilibrio, basado en la sostenibilidad económica, financiera y medioambiental» del sistema. Soria reconoció que han quedado «retos» en la legislatura por abordar en materia energética, como introducir una mayor competencia en los mercados mayoristas, tanto del mercado eléctrico como de combustibles. Sin embargo, afirmó que espera que «por el bien de España no haya un volantazo» en el signo de la política económica que revierta la situación del país. «Hacer un acuerdo de Gobierno es actuar por el bien de España, hacer un acuerdo para derogar todo lo hecho es una frivolidad«, recalcó.

Por su parte, el presidente del Club Español de la Energía (Enerclub) y consejero delegado de Cepsa, Pedro Miró, destacó que el actual entorno de precios bajos del petróleo llevó al sector a recortar a la mitad sus inversiones, «desde los 800 billones americanos a sólo 400 billones», y ha producido más de 300.000 despidos en el sector. Además, Miró señaló que la COP21 de París marcará «un antes y un después» en la lucha contra el cambio climático y en la consideración de los combustibles fósiles, aunque subrayó que «la volatilidad y la incertidumbre» son factores que influyen en el petróleo y el gas.

Mientras, Alberto Martín, socio responsable de Energía y Recursos Naturales de KMPG, valoró que el sector está viviendo un momento de «gran incertidumbre», con un derrumbe en los precios del crudo que no se veía en los últimos 30 años. Para Martín, existe una gran incertidumbre sobre cuándo se va a producir ese reequilibrio dentro del mercado, a pesar de que existen señales que indican que la oferta está reaccionando.

Antonio Cornadó (Foro Nuclear): «Tras Fukushima tiene más sentido alargar la vida de las plantas nucleares a 60 años”

Europa Press / EFE.- El presidente del Foro de la Industria Nuclear Española, Antonio Cornadó, subrayó los efectos «positivos» post-Fukushima para la energía nuclear un lustro después del accidente de Fukushima Daiichi, a raíz del tsunami que siguió al terremoto de Japón el 11 de marzo de 2011. «Las centrales nucleares ya eran seguras antes de Fukushima y ahora lo son más», aseguró Cornadó, que considera que “tiene más sentido” alargar el funcionamiento de las nucleares hasta los 60 años que antes de Fukushima.

Concretamente ha señalado el incremento de los márgenes de mejora de la seguridad, sobre todo ante catástrofes naturales, tras la «rápida» reacción de la industria. Respecto a las medidas post-Fukushima que afectan al parque atómico español, ya están implantadas al 80% y el programa se está cumpliendo «en plazo» y de forma «razonable», aunque se deben efectuar en paradas de recarga, los ciclos operativos de las centrales, para hacer las mejoras en los equipos y sistemas. En concreto, Cornadó detalló que estas mejoras pasan por incrementar o rediseñar los márgenes de seguridad sísmica, reforzar estructuras, equipos, mejorar los sistemas frente a inundaciones, los equipos de lucha contra incendios, rediseñar cableados.

No obstante, hay dos cuestiones importantes aún pendientes para las plantas nucleares, que aportan más del 20% de la electricidad en España: la instalación de los recombinadores pasivos (componentes para evitar una deflagación por acumulación de hidrógeno en el edificio del reactor, como ocurrió en Fukushima) y los sistemas de venteo, según el último informe del organismo regulador europeo (ENSREG). Fuentes del Consejo de Seguridad Nuclear indicaron que los recombinadores tienen que estar instalados antes de acabar este año y, de momento, lo tienen Ascó (Tarragona) y Cofrentes (Valencia). Almaraz I (Cáceres) ya tiene la autorización para poder hacerlo y, en noviembre próximo, está previsto que lo obtenga Almaraz II.

El sistema de venteo, cuyo calendario de implantación acaba en 2017, es la medida más compleja desde el punto de vista técnico y se colocará aprovechando las paradas programadas de las centrales. Su misión es minimizar, en caso de necesidad, la liberación de elementos radiactivos al exterior durante un accidente severo, de modo que se garantice la integridad de los sistemas de contención y se mantenga el confinamiento de los materiales radiactivos durante el suceso.

Por otro lado se han mejorado también las posibilidades de atención física de la emergencia, para lo que cada planta ha construido o está construyendo un Centro Alternativo de Gestión de la Emergencia, que es una sala alejada del edificio del reactor que cuenta con autonomía para que un grupo de personas pueda vivir en ese lugar haciendo frente a un accidente. Al mismo tiempo, se creó el Centro de Asistencia de Emergencia en San Sebastián de los Reyes (Madrid), con capacidad para gestionar un accidente de cualquier planta española.

Respecto a Japón, Cornadó ha subrayado que la industria nuclear japonesa está «recomponiéndose» cinco años después del accidente. Para ello, según indicó, la primera medida nipona fue «refundar» su organismo regulador atómico, volver a ponerlo en marcha e incrementar la seguridad de las centrales de modo que algunas ya están en marcha puesto que, a pesar de la catástrofe, Japón pretende seguir contando con una aportación de entre el 20 y el 25% de energía atómica en su mix eléctrico. En la actualidad, el reactor accidentado está en torno al 10% de su proceso de desmantelamiento y Cornadó recuerda que el programa «será muy largo y tendrá un coste importante».

Mientras tanto, las centrales nucleares españolas siguen este programa post-Fukushima y la central nuclear de Garoña (Burgos), un reactor similar al accidentado en la planta japonesa, «tiene un programa y calendario propio acorde a sus características» por su situación de cese de actividad aunque con una solicitud de renovación de licencia hasta 2031 pendiente. En todo caso, «si vuelve a estar operativa estará en las mismas condiciones que el resto de las centrales», asegura Cornadó.

En definitiva, Cornadó ha sentenciado que «el fondo del asunto es que con todas estas mejoras, especialmente de los márgenes de seguridad las centrales estarán más preparadas para una operación más dilatada en el tiempo». En este sentido, el presidente del Foro Nuclear defiende también que la consecuencia que va aparejada a todas estas medidas es que ahora el parque atómico español puede apelar a seguir operando a largo plazo, «60 años o los que sean» porque, en su opinión, «no tiene sentido poner una fecha de caducidad a una instalación que está operando bien y que está mucho mejor preparada para afrontar situaciones difíciles«.

«Podemos apostar o tenemos mejores argumentos para presentar la operación a largo plazo como una opción válida y acertada para la estrategia energética de los próximos años», subraya Cornadó. Así, insiste en que «no tiene sentido» frenar en seco estas inversiones a los 40 años de funcionamiento por una decisión en base a una fecha «obsoleta que ya nadie maneja». «Apelo al sentido común, a las cifras, los datos, las ventajas y los inconvenientes y, si vemos toda la realidad energética, debemos tomar decisiones sin límites de partida con fechas en la planificación energética. Queremos una electricidad competitiva y con los mejores costes», reivindicó Cornadó.

Por otro lado, si el escenario cambia y se cumplen algunas promesas electorales por las que el parque nuclear cerrase en 2028, tal y como proponen PSOE, Ciudadanos y Podemos, Cornadó afirma que estas formaciones también quieren un Pacto de Energía en el que le gustaría que no hubiera «apriorismos y se contara con todas las tecnologías disponibles, sin prejuicios«. Asimismo, recuerda que la industria nuclear está «muy unida» a las centrales pero, en la actualidad, cuenta con aproximadamente un 80% de su actividad fuera de España, donde está presente en 40 países, tanto en proyectos de fusión como de fisión y en toda la cadena de valor del sector.

A este respecto, celebró que en la actualidad se están construyendo reactores en distintos países de «todo el mundo», en Asia, Europa (Finlandia, Gran Bretaña, Hungría), y ha mercado potencial en Sudamérica y México, así como en los países árabes. También Irán se está abriendo a proyectos nucleares, por lo que Cornadó confía en que las empresas españolas puedan seguir desarrollándose en el exterior. En concreto, se ha referido a Irán, del que destaca que poco a poco da pasos para abrirse al mundo con un programa de inversiones «espectacular». De este modo, concluyó que pese a  Fukushima, la industria nuclear tiene ahora una «pujanza similar» a la de antes.

Dimite el director financiero de la eléctrica estatal francesa EDF por desavenecencias con los proyectos nucleares en Reino Unido

EFE.- La empresa eléctrica francesa EDF anunció la dimisión de su director financiero, Thomas Piquemal, quien ha sido sustituido «con carácter provisional» por Xavier Girre, que ha desempeñado esa función en la empresa estatal de correos La Poste. La compañía eléctrica no explicó los motivos de la dimisión, pero fuentes próximas a Piquemal señalaron que se debe a su desacuerdo con el proyecto de construcción de dos reactores de tipo EPR en Hinkley Point, en la costa oeste de Inglaterra, con un coste de 18.000 millones de libras (23.300 millones de dólares).

El jueves, en la cumbre franco-británica de Amiens, el presidente francés, François Hollande, y el primer ministro británico, David Cameron, reafirmaron su apoyo a la construcción de los EPR de Hinkley Point. Inicialmente EDF debía tener una participación en Hinkley Point de entre el 40 y el 50%, pero en otoño se tuvo que elevar ese porcentaje al 66,5%, lo que significa un mayor esfuerzo financiero en un momento en que está afectado por la bajada de los precios de la electricidad al por mayor (del 30% en unos meses).

China quiere exportar su tecnología nuclear y construir 30 centrales en el exterior

EFE.- China se ha fijado el objetivo de construir una treintena de centrales nucleares en los corredores económicos de las llamadas Nuevas Rutas de la Seda, con las que el país quiere exportar sus infraestructuras a naciones del centro y sur de Asia, Oriente Medio e incluso Europa. El presidente de la Corporación Nuclear de China, Sun Qin, avanzó este plan aunque subrayó que el país afrontará la competencia de un sector en rápida expansión frente a compañías de Rusia, Corea del Sur, Japón y Corea del Sur.

La firma ha exportado por ahora seis reactores nucleares y otras instalaciones menores, y busca acuerdos bilaterales con empresas de otros países para ampliar su presencia en otros mercados, destacó Sun. China tiene actualmente 30 reactores nucleares en operación, 24 más en construcción y a finales de año comenzará las obras para su primera central nuclear flotante en aguas marinas, según reveló el propio Sun.

Las centrales nucleares españolas han implantado el 80% de las medidas postFukushima un lustro después de la catástrofe

Redacción / Agencias.- Las centrales nucleares españolas han llevado a cabo hasta ahora el 80% de las acciones y medidas para reforzar su seguridad, que se acordaron tras las pruebas de resistencia practicadas a raíz del accidente en la central de Fukushima Daiichi cuando se acerca el quinto aniversario de la tragedia, que será el 11 de marzo desde el terremoto y posterior tsunami con consecuencias devastadoras para los reactores de esa central nuclear japonesa.

Almaraz I y II, Ascó I y II, Cofrentes, Trillo y Vandellós II, los 7 reactores activos en España, han implementado acciones y medidas para reforzar su seguridad y garantizar la capacidad para soportar situaciones más allá de sus bases de diseño. El Foro Nuclear destaca que las centrales están cumpliendo con lo establecido en el Plan de Acción Nacional y que las medidas introducidas tras Fukushima junto con los programas de modernización ofrecen un «horizonte muy apropiado para que puedan operar a largo plazo», tal y como están haciendo “gran parte de los países con instalaciones nucleares”. Las principales acciones y medidas que las nucleares españolas han ejecutado pueden dividirse en dos grandes bloques.

El primero son acciones y medidas de protección frente a fenómenos naturales extremos, como inundaciones y efectos sísmicos, completadas “prácticamente” en un 100%. Por otro lado, hay medidas de refuerzo de los sistemas de prevención y mitigación, mejorando los existentes y añadiendo equipos portátiles y sistemas de refrigeración adicionales, incluso para las piscinas de combustible gastado, que puedan funcionar en caso de aislamiento eléctrico de las instalaciones. También se implantan un centro común de apoyo exterior en emergencias (CAE) y de un centro de apoyo para la gestión de emergencias en cada emplazamiento (CAGE). Muchas de estas acciones ya están completadas y otras se encuentran en la fase final de implementación, según asegura Foro Nuclear.

Por todo ello, el Foro Nuclear asegura que «las centrales nucleares españolas están sólidamente preparadas para hacer frente a los sucesos supuestos en sus bases de diseño». Además, destaca que las plantas disponen de márgenes adicionales para afrontar con garantía sucesos extremos más allá de las bases de diseño, así como sus consecuencias». Para el Foro, el cumplimiento del 80% de lo establecido por el Plan de Acción Nacional «ha redundado en un parque nuclear modernizado que cumple con los más estrictos niveles de seguridad nacionales e internacionales y constituye un activo a poner en valor por la estabilidad que aporta al sistema eléctrico, la no emisión de gases de efecto invernadero y su competitividad«.

El accidente nuclear en Fukushima ha sido el peor desde el de Chernóbil (Ucrania) en 1986, y sus emisiones y vertidos causaron la evacuación inmediata de más de 200.000 personas además de afectar gravemente a la pesca, la agricultura y la ganadería locales. Japón prevé levantar en 2017 la mayoría de las órdenes de evacuación en las áreas afectadas, lo que permitiría regresar a sus hogares al 70% de los residentes aún desplazados (casi 55.000). En la Unión Europea, 14 de los 28 Estados miembros tienen plantas en operación, que producen una tercera parte de la electricidad consumida en la Unión Europea. En 2015, la energía nuclear en España generó el 20,3% de la electricidad.

China comenzará este año a construir su primera central nuclear flotante

EFE.- China comenzará a finales de este año la construcción de su primera central nuclear flotante en aguas marinas, según reveló el presidente de la Corporación Nuclear de China, Sun Qin. La planta comenzará a operar en 2019 y su principal misión será brindar energía a proyectos de prospección de petróleo y gas, así como al desarrollo de «islas y áreas remotas», subrayó Sun. China tiene actualmente 30 reactores nucleares en operación y 24 más en construcción, todos ellos terrestres.

Un informe del Gobierno chino en enero ya subrayó que el país, en sus planes de diversificar sus fuentes de energía y reducir la dependencia del carbón, estudiaba construir centrales atómicas en el mar. Hasta ahora sólo Rusia había mostrado tener la tecnología necesaria para estas centrales nucleares; de hecho el consorcio atómico ruso, Rosatom, tuvo negociaciones con China pero, según Sun, el diseño de la nueva planta atómica es propiedad intelectual de su compañía. Rusia pondrá este año en funcionamiento la primera central nuclear flotante de la historia, que abastecerá a la inhóspita región del Ártico y será capaz de desplazarse en el mar y atracar en cualquier puerto.

Sánchez utiliza el cierre de las nucleares y el fracking para presionar a Podemos

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, utilizó varias de las medidas que llevaba en su programa electoral en el ámbito energético para presionar a los partidos de la izquierda política, especialmente Podemos y sus confluencias, a facilitar su investidura mediante la abstención cuando les preguntó sobre su posición ante el cierre de las centrales nucleares a los 40 años de funcionamiento y la prohibición de la técnica extractiva del fracking, “cuando son medidas que podrían estar aprobadas la próxima semana”.

En su discurso de investidura en el pleno del Congreso de los Diputados, Sánchez propuso un pacto de Estado de la Energía para abordar una transición energética que combata «firmemente» el cambio climático, con el objetivo de alcanzar un sistema energético “eficiente, innovador y sostenible”. Dos fechas claves aparecen en el horizonte: 2028, año en el que culminaría el cierre progresivo de las centrales nucleares al cumplir los reactores de Trillo (Guadalajara) y Vandellós II (Tarragona) los 40 años de funcionamiento; y 2050, para el que compromete un sistema eléctrico 100% renovable, tal y como demandan las principales organizaciones ecologistas.

Asimismo, el líder socialista se ha comprometido a reducir la carga tributaria de las rentas del trabajo, hecho que compensará con otro tipo de rentas y de impuestos medioambientales, que tal y como aparecía en su programa electoral supondría, por ejemplo, incrementar la carga impositiva sobre los carburantes de automoción. Además de los aplausos de la bancada socialista, la intervención de Pedro Sánchez ha estado marcada por la absoluta indiferencia del resto de grupos. Ni siquiera los diputados de Ciudadanos han reaccionado cuando Sánchez enunciaba el cierre nuclear o la prohibición del fracking, discurso acogido con la misma frialdad que demostraron los diputados de Podemos.