Entradas

Nuclenor continúa su actividad en Garoña a la espera de analizar el cierre

EFE.- Nuclenor, la sociedad propietaria de la central nuclear de Garoña participada por Endesa e Iberdrola, ha indicado hoy que continúa con sus actividades habituales manteniendo el compromiso con la seguridad y ha añadido que está a la espera de analizar la decisión del Gobierno de denegar la autorización de funcionamiento.

En un escueto comunicado publicado en su página web, Nuclenor explica que analizará la decisión del Gobierno de denegar la reapertura de la nuclear -en situación de parada segura desde diciembre de 2012- cuando reciba formalmente la documentación, «para valorarla adecuadamente y tomar las decisiones que corresponda».

Mientras tanto, Nuclenor asegura que continúa sus actividades habituales según el programa que tiene establecido, manteniendo el compromiso con la seguridad de las personas, las instalaciones y el entorno.

La central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), la más antigua de las siete que operan en España y cuya actividad está parada desde diciembre de 2012, dejará de funcionar tras la decisión del Gobierno de no renovar la autorización.

El Ejecutivo ha tomado esta decisión por el escaso impacto de la central en el sistema eléctrico español, ya que tiene una potencia de solo 400 megavatios y porque no existe certidumbre política ni económica para que puedan amortizarse las inversiones necesarias, dada la oposición de la mayoría de grupos parlamentarios.

Castilla y León gravará los residuos por el desmantelamiento de Garoña y exige un plan de reindustrialización

Servimedia.- La Junta de Castilla y León modificará el impuesto de afectación medioambiental para gravar los residuos nucleares que quedarán tras el desmantelamiento de la central nuclear de Santa María de Garoña. Así lo anunció hoy el vicepresidente y consejero de la Presidencia de la Junta, José Antonio de Santiago-Juárez, quien consideró una «grave error» la decisión del Gobierno de cerrar la planta.

De Santiago-Juárez se preguntó si el que adoptó esta decisión pensó en el millar de trabajadores que dependen de esta planta, y exigió al Ejecutivo central que «lidere» un plan de reindustrialización para la zona. Asimismo, trasladó a los que están de vacaciones y se alegrarán por esta noticia, que en vez de tomarse una cerveza en un chiringuito, visiten el norte de la provincia de Burgos.

En una rueda de prensa solo media hora después de la que ofreció en Madrid el ministro de Energía, De Santiago-Juárez aseguró que la decisión se comunicó ayer en una reunión en Valladolid entre Álvaro Nadal y el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, en la que se mostró que el Ejecutivo autonómico «no comparte esta decisión política del Gobierno de España».

Así, incidió en que es «una mala noticia para los trabajadores, para Castilla y León y para España» y cuestionó si quien la ha tomado «ha pensado en los trabajadores». Durante años la Junta, continuó, siempre ha defendido el mantenimiento de la central, «siempre que fuera segura», pensando en los empleados. «Algún día alguien se dará cuenta del error», subrayó, para asegurar que la Junta siempre ha apostado por que la energía nuclear fuera una parte del mix energético en un país en el que «no sobra la energía».

Además, el vicepresidente informó de que la Junta «se reafirma» en su decisión de implantar un tributo cuya recaudación irá a financiar un plan de ayuda al empleo de la zona. Lo hará, indicó, a través de la modificación del actual impuesto sobre afectación medioambiental, creando un nuevo hecho impositivo sobre el combustible nuclear depositado en Garoña porque, explicó, «ahora la central se convierte en un depósito de residuos radioactivos».

También criticó a las empresas, sobre todo a Iberdrola, quien todavía «no nos ha dado ninguna explicación» y han actuado primero pidiendo reapertura y luego «escondiéndose». Por ello, insistió se pondrá en marcha este impuesto que es «sensato y de sentido común» y del que todavía no se han hecho cálculos de cuánto podría ingresar la Junta de Castilla y León por este concepto.

Indicó que el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, ha remitido hoy una carta al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para pedirle la puesta en marcha y «el liderazgo» del Gobierno en un plan para la reindustrialización de la zona Norte de Burgos en el que participen las empresas Iberdrola y Endesa, que componen Nuclenor. Estas compañías, dijo, tienen que participar porque se han beneficiado muchos años de Garoña. Ha de ser, dijo, un plan «dinámico» que cree riqueza y empleo y en el que colaborará la Junta.

Además, el vicepresidente hizo un recorrido por la historia de este asunto que, dijo, comenzó por «un capricho ildeológico» del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y que continuó con una «pésima gestión» del exministro José Manuel Soria, al que dijo «no iba a dedicar ni un minuto más». Tras ello, unos cambios de rumbo y una situación y unas «incoherencias» en una situación política como la actual donde el PP no tiene mayoría.

«La Junta tiene la sensación de haberse quedado sola como en Fuenteovejuna: todos a una pero frente a Garoña», remarcó, para añadir que han estado solos en el plano político, interno y externo y sólo ha apoyado la decisión de su continuidad la Asociación de Municipios Nucleares.

En todo caso, dijo, es una decisión que tendrá consecuencias «indeseables» para la competitividad energética, para la dependencia energética y para el gasto de las familias.

Endesa considera que España debe mantener las nucleares al menos hasta 2040 y espera la decisión del Gobierno sobre Garoña

Redacción / Agencias.- Endesa esperará a la decisión que adopte el Gobierno en agosto respecto al futuro de la central nuclear de Santa María de Garoña, una vez que la sociedad Nuclenor, en la que es socio junto a Iberdrola, no acordó presentar alegaciones en el plazo abierto por el Ministerio de Energía. No obstante, el consejero delegado de Endesa, José Bogas, se mostró convencido de que la producción nuclear deberá formar parte del mix energético español al menos hasta el año 2040.

Según el consejero delegado de Endesa, España no puede renunciar a las nucleares si quiere lograr la reducción de emisiones, que generan los combustibles fósiles, necesaria para cumplir sus compromisos medioambientales sin poner en riesgo el suministro y sin provocar un incremento de los precios de la energía que afecte a su competitividad, con episodios de aumento de la “volatilidad” en los precios que se podrían producir más frecuentemente. Por ello, Endesa considera que la ampliación de la vida de las centrales nucleares es uno de los principales aspectos que debe abordar la comisión de expertos para la transición energética y descarbonización de la economía, que acaba de crear el Gobierno y que debe emitir un informe en 6 meses.

En relación con la reapertura de la central de Garoña, lamentó que Nuclenor no acordara presentar alegaciones al Gobierno por el desacuerdo con el otro propietario de la central, Iberdrola. A este respecto, explicó que Endesa queda a la espera de la decisión que debe tomar el Gobierno antes del 8 de agosto para decidir si concede la autorización para que la planta pueda volver a la actividad y aseguró que la compañía respetará la decisión, ya que entiende que las decisiones sobre la política energética recaen en el Ejecutivo. «Los operadores debemos contribuir a que se apliquen», añadió el directivo, quien lamentó haber «fallado» en alcanzar una posición común con Iberdrola respecto a Garoña.

En las cuentas del primer semestre del año remitidas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Endesa señala que registró un impacto negativo de 7 millones de euros por su participación del 50% en Nuclenor. Asimismo, las inversiones brutas de la energética incluyen una aportación de 21 millones de euros realizada a Nuclenor. Además, Endesa advierte que la situación actual de Nuclenor podría tener «un impacto relevante» sobre los resultados de sus accionistas.

Respecto a los planes de Endesa para el carbón en España, donde es posible que se cierren algunas centrales, Bogas ha indicado que en el actual contexto de mercado y regulatorio no es viable seguir adelante con la inversión. En cuanto a los resultados, Bogas se mostró convencido de que Endesa conseguirá mejorar su evolución, incluso con la implantación de un plan de acción, con el que espera lograr un ahorro de costes de entre 10 y 20 millones en lo que queda de año gracias a medidas de digitalización.

El Gobierno de Navarra solicita el desmantelamiento «sin demora» de la central nuclear de Garoña

Europa Press / EFE.– El Gobierno de Navarra ha acordado solicitar al Ministerio de Energía que sea denegada la solicitud de renovación de la autorización de explotación de la central nuclear de Garoña (Burgos) y que se inicien «sin demora las actuaciones del cese de explotación» así como su desmantelamiento. Dicha solicitud figura en el escrito de alegaciones aprobado por el Gobierno de Navarra para su presentación en la fase de audiencia relacionada con la tramitación de la renovación de la autorización de la explotación de la central nuclear.

La central nuclear fue inaugurada en 1971 y se declaró su cierre definitivo por la Orden Ministerial 1.302/2013, debido a que su propietaria, Nuclenor, no renovó la autorización de explotación alegando falta de rentabilidad. Sin embargo, la empresa titular solicitó posteriormente su reapertura hasta el 2031, es decir, hasta que cumpla 60 años de actividad. La consejera de Presidencia, María José Beaumont, ha señalado que son 9 las alegaciones del Gobierno Foral contra la reapertura de Garoña, central ubica a orillas del río Ebro a un centenar de kilómetros, aguas arriba, de Navarra. La primera, ha destacado, hace referencia al «incumplimiento del deber legal» por parte del Ministerio de aportar a Navarra «todo lo actuado».

Otras alegaciones, según explicó Beaumont, se refieren a la antigüedad de Garoña, el marco normativo vigente, el recorrido que ha tenido la explotación desde 1970, el «cierre unilateral» decidido por Nuclenor en 2012, la normativa que rige para una posible renovación, la «no concurrencia de interés público alguno» en su continuidad, la «inadmisible» falta de fijación de un plazo determinado para su fin y los límites que tiene la competencia del Gobierno en la materia.

Tras conocer los planes de Nuclenor de operar Garoña hasta 2031, el Gobierno de Navarra adoptó, el 27 enero de 2016, un acuerdo por el que solicitaba al Estado que no reabriese la central nuclear y que fuera desmantelada porque «cualquier incidencia de esta central puede tener implicaciones directas en amplias zonas de Navarra, sobre todo en la Ribera del Ebro, densamente poblada y con una actividad agraria muy importante para la economía de la Comunidad Foral». También argumentaba que durante sus más de 40 años de actividad, Garoña ha sufrido «serios problemas estructurales que han devenido en diferentes accidentes», y se recordaba que su reactor es gemelo del reactor de la central de Fukushima, afectada por un grave accidente.

Por otra parte, el Gobierno de Navarra decía que, durante los dos años y medio que entonces llevaba cerrada, la demanda eléctrica no se había visto perjudicada y que la posible reapertura de la central «no atiende a intereses generales ni desde el punto de vista social, ni medioambiental, ni de seguridad o de salud pública, y sí por el contrario a intereses económicos particulares».

Asimismo, el 2 de marzo de 2016 el Gobierno de Navarra acordó comparecer ante el Consejo de Seguridad Nuclear y el Ministerio de Industria, Energía y Turismo para que se le tuviera por personado como interesado en el procedimiento de autorización de la reapertura de Santa María de Garoña reclamada por Nuclenor, de forma que le fuesen comunicadas las incidencias que se produjeran y se le diera audiencia, todo ello antes de dictarse la resolución.

La central nuclear de Cofrentes (Valencia) comunica un incidente sin impacto al saltar el interruptor de un ventilador de enfriamiento

Europa Press.- La central nuclear de Cofrentes (Valencia) comunicó al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que se activó una alarma de fuego en el edificio auxiliar provocada por el disparo del interruptor de uno de los ventiladores de enfriamiento. El suceso, que no tuvo impacto en los trabajadores, el público ni en el medioambiente, se clasifica con nivel 0 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES).

El CSN detalla que el personal de la brigada contra incendios se desplazó hasta la localización del suceso y confirmó la ausencia de humo y fuego. Por su parte, el titular de Cofrentes avisó al servicio de mantenimiento eléctrico y se está revisando el estado del interruptor. El CSN, según establecen sus procedimientos, informó a través de su web de la notificación de este suceso.

Iberdrola y Endesa no alcanzan un acuerdo en Nuclenor sobre el futuro de la central nuclear de Garoña

Europa Press.- El consejo de administración de Nuclenor volvió a vivir un nuevo episodio de bloqueo respecto a la posibilidad de adoptar una decisión en común sobre el futuro de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) ante la falta de acuerdo entre Iberdrola y Endesa, los propietarios al 50% de la sociedad dueña de la planta.

El órgano gestor de Nuclenor había convocado una nueva reunión con el objetivo de consensuar una posición que presentar al Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, dentro del periodo de alegaciones abierto por el Gobierno pero, una vez más, fue imposible el acuerdo entre sus dos accionistas. En concreto, Iberdrola, en el primer punto del orden del día del consejo, propuso la presentación inmediata del desestimiento de la autorización de reapeartura de la central al considerar que «no cabe ninguna otra alternativa a la viabilidad económica de Nuclenor que el desestimiento», según fuentes empresariales.

Sin embargo, Endesa planteó, en un segundo punto del orden del día, la presentación de alegaciones, dentro del proceso abierto por el Ministerio de Energía, una propuesta que Iberdrola consideró que no resultaba «jurídicamente viable», ya que puede abocar a que el Ejecutivo conceda la renovación de la central nuclear. De todas maneras, Nuclenor tendría siempre el veredicto final sobre Garoña aunque el Gobierno decidiera dar el visto bueno a la reapertura. En todo caso, no podría desviarse del informe aprobado por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) el pasado 8 de febrero, que permitía la continuidad de la central nuclear con una serie de condiciones, que supondría unas inversiones calculadas en unos 200 millones.

Este no es el primer distanciamiento en el seno de Nuclenor entre ambas compañías. En abril, la sociedad celebró un consejo y una junta general en la que Iberdrola planteó desistir de la solicitud de renovación de la planta, que supondría el cese definitivo de la instalación, sin que se llegara a un acuerdo. En la pasada junta general de accionistas de Iberdrola, el presidente de la compañía, Ignacio Sánchez Galán ya denunció que en las actuales condiciones el negocio nuclear no era viable. Por su parte, el presidente de Endesa, Borja Prado también ha dejado clara la posición de Endesa respecto a Garoña al insistir en que esperarían a conocer la postura del Gobierno.

La nuclear de Garoña enfrenta a Castilla y León y AMAC, pidiendo su continuidad, frente a País Vasco y Greenpeace

Europa Press.- La seguridad de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) ha generado posiciones enfrentadas en las alegaciones realizadas en el proceso de reapertura de la planta, cuyo plazo ya finalizó y en el que la Junta de Castilla y León y la Asociación de Municipios de Áreas Nucleares (AMAC) apoyan la reapertura, frente a la negativa del País Vasco y las organizaciones ecologistas.

La consejera de Economía y Hacienda de Castilla y León, Pilar del Olmo, ha asegurado que en las alegaciones presentadas al Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital por la Junta se ha pedido la continuidad de Garoña hasta 2031 porque el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) «ha garantizado» la seguridad y hasta esa fecha se amortizarían las inversiones exigidas por este organismo, mientras que, de producirse el cierre, «la merma en la actividad económica y el empleo serían inasumibles».

De este modo, la consejera detalló que uno de los argumentos esgrimido a través de estas alegaciones es la carencia de un plan alternativo económico a la central que abarque toda su área de influencia. Del Olmo aseguró que en el documento remitido por la Junta al Ministerio se detalla también la importancia de este tipo de energía para la economía nacional y recordó que su cierre supondría además daños a otras fuentes energéticas autóctonas como el uranio que sirve de combustible para la central.

Asimismo, la Junta aprovechó sus alegaciones para defender también la energía producida a través del carbón autóctono, alternativa energética «más barata» junto a la nuclear, con lo que la supresión de ambas supondría un «lastre grande a la economía nacional». «Defendemos el mantenimiento de la central siempre que haya seguridad para las personas», concluyó Del Olmo, quien insistió en que es la principal fuente de empleo en el valle de Tobalina, en la provincia de Burgos, ya que en la central trabajan unas 600 personas que pueden llegar a 1.000 cuando está a pleno rendimiento.

En esta línea, aunque con condiciones, AMAC se ha pronunciado también a favor de la «continuidad de la explotación» de la planta en las alegaciones presentadas, «mientras se cumplan todos los requisitos de seguridad establecidos en el informe aprobado por el CSN«. Sin embargo, los municipios han pedido que se revise primero la «efectividad» del Plan de Emergencia Nuclear (PEN) y una «solución segura para almacenar los residuos» ya que el actual Almacén Temporal Individualizado (ATI) «no prevé el almacenamiento de todos los elementos de combustible incluidos en el reactor».

Analizar todos los efectos socioeconómicos

Además, AMAC señaló que «antes de la puesta en marcha» de la central nuclear, «debe disponerse de los planes de información a la población, del programa de formación de actuantes y del programa de simulacros». No obstante, sobre la «merma de la actividad económica», la AMAC destacó que el impacto que produce la existencia de una central nuclear en un determinado área tiende a «provocar un monocultivo industrial» que causa «grandes efectos negativos al finalizar la explotación». Por ello, también han pedido en sus alegaciones que «no se renueve la licencia sin que se conozcan primero los efectos socioeconómicos positivos y negativos» en el entorno.

Del otro lado, Greenpeace, que ha presentado sus alegaciones, ha esgrimido las «deficiencias derivadas del informe del CSN en cuanto al cumplimiento de las condiciones de seguridad», así como la «falta de un pronunciamiento sobre el plazo máximo de vigencia». Además, la organización ecologista ha alegado que existen «incumplimientos» de la Evaluación de Impacto Ambiental y que los «costes medioambientales e intrageneracionales» de reabrir la central nuclear son «muy elevados».

Asimismo, Greenpeace incluyó en su escrito las «alteraciones» del procedimiento previsto en el Reglamento de Instalaciones Nucleares y Radiactivas (RINR) y la «contradicción» en la que incurre la autorización de explotación debido a que sería para «no cargar combustible ni producir electricidad». Por todo ello, Greenpace ha pedido al Ministerio que «finalice con el espectáculo» sobre Garoña, al tiempo que ha señalado que «parece que solo el Gobierno quiere mantener la planta en funcionamiento», después de que la operadora de la central, Nuclenor, no haya llegado a un acuerdo sobre el futuro de la planta.

Por su parte, EH Bildu resaltó que el Parlamento del País Vasco también ha presentado sus alegaciones y recordó que el pleno de la Cámara vasca aprobó el pasado 6 de abril una proposición no de Ley sobre la necesidad de interponer recurso ante la resolución del CSN que posibilita la reapertura de la central nuclear de Garoña y los acuerdos y órdenes del Ministerio de Energía que puedan derivarse en este sentido. Según ha detallado, el segundo punto de este acuerdo recogía el compromiso del Parlamento de «emplear todos los recursos a su disposición para impedir la reapertura de la central nuclear de Garoña«.

La Rioja, otra de las 11 entidades personadas en el proceso, ya adelantó que no presentaría alegaciones pero que instaría al Gobierno al desmantelamiento de la central. Mientras tanto, el titular de Garoña, Nuclenor, tampoco presentó alegaciones por falta de acuerdo entre Iberdrola y Endesa. Por su parte, Ecologistas en Acción, al igual que Greenpace, también afirmó que «la apertura de Garoña es una temeridad».

El CSN emitió a principios de febrero de este año un informe favorable a la renovación del permiso de explotación de la planta burgalesa y, según la legislación vigente, es el Gobierno quien tiene la decisión en sus manos. Así, tras conocerse el informe, el Ministerio señaló que abriría un periodo de 6 meses para conocer y recabar las opiniones de todas las partes interesadas y un periodo de alegaciones.

El sindicato UGT exige al Gobierno la continuidad de la nuclear de Garoña y anuncia movilizaciones ante su posible cierre

Europa Press.- Las secciones sindicales de UGT de las centrales nucleares instan al Ministerio de Energía que resuelva «de manera inmediata» la continuidad de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), que se encuentra en situación administrativa de cese de explotación, y anuncian movilizaciones si finalmente se produce el cierre.

El sindicato ha asegurado que acordará con Comisiones Obreras movilizaciones si Garoña no se vuelve a poner en funcionamiento desde que cesó su actividad en 2012 «por razones económicas y no técnicas ni de seguridad», según Nuclenor, que opera la central. Un total de 230 trabajadores fijos se verían afectados por el cierre de la planta, además de los temporales, según datos de los sindicatos. El Ministerio de Energía abrió un plazo de alegaciones para que 11 entidades interesadas pudieran exponer sus razones a favor o en contra de Garoña.

Además, según UGT, también piden al Ministerio la «elaboración definitiva» del Plan General de Residuos Radiactivos y la construcción del Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos radiactivos, proyectado en Villar de Cañas (Cuenca). La organización sindical ha señalado que los «trabajadores están preparados y dispuestos para seguir funcionando de manera segura y responsable, tal y como indican los informes del CSN. Asimismo, el sindicato ha subrayado que hasta que no se configure un nuevo modelo energético en España, «no se debería prescindir de ninguna fuente de energía o tecnología existentes«.

Energía advierte de que cualquier decisión en materia de energía nuclear condicionará el resto de la política energética

EFE / Europa Press.- El secretario de Estado de Energía, Daniel Navia, ha advertido que cualquier decisión que se tome sobre la energía nuclear en España condicionará el resto de medidas de política energética que se adopten, dado su elevado peso en el suministro y a ser la única fuente estable que no emite CO2.

Navia se ha referido a las cuestiones fundamentales que tiene que abordar España a la hora de afrontar la transición energética, que se analizarán en la elaboración de la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Ha indicado que hay que lograr una mayor eficiencia energética y asegura que también se analizará el papel de los combustible fósiles, pues aunque su consumo se irá reduciendo para llegar al objetivo de descarbonización fijado para 2050, hay que ver que cómo se irán sustituyendo en la fase de transición pues, según Navia, durante la misma «tienen un papel que jugar y jugarlo con las condiciones adecuadas».

Respecto a las renovables, ha indicado que no pueden decidir el ritmo al que se incorporarán pero que conviene tener el «mayor grado de ambición posible» en su incorporación, sin que eso afecte a la competitividad de la economía del país y habilitando mecanismos de mercado que permitan tener fuentes de suministro de respaldo para cuando no puedan producir, además de ejecutarse las interconexiones con Europa. También señaló que habrá que analizar qué papel se da a la energía nuclear, pues su peso en la demanda de energía global es elevado y es «la única fuente energética gestionable estable sin emisiones de CO2», por lo cual lo que se decida sobre ella condicionará el resto de medidas de política energética.

Navia reconoció que el sector energético sí que tiene fijados unos objetivos a largo plazo, en concreto para 2050, que le obligan a cambiar el paradigma con el que ha venido funcionando, en el que el crecimiento económico iba siempre ligado a un mayor consumo de energía, y ahora tendrá que ir a un modelo más complicado. «Ya no podemos seguir avanzando en consumo, hay que consumir menos y de manera más inteligente», agregó. Además, afirmó que la transición tecnológica en materia de energía ya no es controlable desde la política energética, que sólo puede orientar su desarrollo, pues ya se ha superado la fase en la que las nuevas tecnologías de generación de energía necesitaban apoyo público para implantarse.

Navia aseveró que España se encuentra en un buen momento para hacer su planificación energética para los próximos años, pues en materia de renovables está en condiciones de cumplir los objetivos que se marcó para 2020 de que el 20% del consumo procediera de fuentes renovables y tiene unos sistemas energéticos «equilibrados financieramente». Destacó que esto permite «planificar con más tranquilidad» que si persistiera el déficit de tarifa que hubo, aunque sigue existiendo el problema de los elevados costes energéticos que tiene España con respecto a su entorno, que condicionan las políticas a futuro. En este sentido, recordó que el Gobierno está comprometido en no incrementar los costes regulados y, según haya margen, irlos reduciendo.

Navia ha defendido que para abordar la transición energética hace falta coordinación y consenso «a todos los niveles», sobre todo entre las administraciones públicas para mantener la «estabilidad» del sector en el tiempo. Navia ha subrayado también la importancia de la colaboración entre el sector público y privado y ha destacado que en la comisión de expertos, creada por el Ejecutivo para elaborar un informe sobre diferentes escenarios de transición energética, debe haber «debate de datos y no de ideologías».

El secretario de Estado de Energía ha explicado que el sector energético se enfrenta a «desafíos fundamentales» y que está «sometido a presiones» que ningún otro tiene, subrayando que en España está enmarcado en un contexto de recuperación cíclica «muy intensa». «El consumo está estabilizado y la eficiencia energética tiene cada vez más peso en varios sectores», ha subrayado Navia.

En este sentido, Navia ha explicado que la transición energética es un proyecto a largo plazo y que también deberá existir coordinación y «coherencia de políticas» entre los países que conforman la Unión Europea, ya que va a «cambiar» todo el mercado continental. Finalmente, ha subrayado que es «más difícil» tomar decisiones con la transformación tecnológica, porque «no se sabe que va a pasar». «Hay que ser conscientes que esta transformación tecnológica va a cambiar las regulaciones del sector», concluyó.

El peso de la producción de electricidad renovable en España supera en 6 puntos a la media europea

Redacción / Agencias.- Las energías renovables aportaron el año pasado el 38,9% de la electricidad generada en España, casi 6 puntos porcentuales por encima de la media de los países que forman parte de la red europea de gestores de redes de transporte (Entso-e), que se sitúa en el 33%.

En el sistema eléctrico peninsular, que supone casi el 95% de la generación nacional, la cuota de las renovables se acercó al 41%, según el informe Las energías renovables en el sistema eléctrico español, elaborado por Red Eléctrica de España (REE), el primero específico sobre este tema que publica el operador. En España, el peso de las renovables en la generación eléctrica está por encima de la media europea y del registrado en países de nuestro entorno como Francia (17,9%), Alemania (29,7%) o Italia (38,6%). No obstante, hay países europeos que generan un porcentaje mayor de electricidad a partir de tecnologías renovables, como Islandia (100%), Noruega (97,8%) o Suecia (57,3%).

Del 38,9% de la producción eléctrica aportada por las renovables, el 18,4% correspondió a la energía eólica; el 13,8%, a la hidráulica; el 3,1%, a la solar fotovoltaica, y el 2%, a la termosolar. En cuanto al resto de las tecnologías, las centrales nucleares aportaron el 21,7% de la producción; las plantas de carbón, el 14,5%; y los ciclos combinados (centrales de gas), el 11,3%.

Al cierre del 2016, las energías renovables suponían el 45,5% de la potencia instalada en España (47.921 megavatios). El mayor porcentaje corresponde a parques eólicos (21,9%), seguido por las centrales hidráulicas (16,2%) y las instalaciones solares (un 4,4% la fotovoltaica y un 2,2% la térmica). El resto de la capacidad instalada se reparte entre ciclos combinados (25,3%), centrales de carbón (9,5%), nucleares (7,2%), e instalaciones de cogeneración (6,3%). Según REE, en la medida en que las renovables han ido sustituyendo el uso de combustibles fósiles, las emisiones derivadas de la generación eléctrica han disminuido. En 2016, las emisiones se situaron en 63,5 millones de toneladas de CO2, un 18,3% menos que en 2015 y un 43,1% por debajo de 2007.

Liderazgo de Castilla y León

El informe también califica a Castilla y León de «líder indiscutible» en renovables. La mayor parte de la potencia instalada del país se encuentra en esta comunidad autónoma y en Galicia, Andalucía y Castilla-La Mancha. En conjunto, estas regiones concentran el 62% del total nacional. Solo Castilla y León concentra el 22% de la capacidad instalada en España en el 2016. Castilla y León es la comunidad con más potencia eólica (casi el 25%) e hidráulica (cerca del 26%) instalada. Castilla-La Mancha es por su parte la región con más solar fotovoltaica (casi el 20%), y Andalucía lidera la térmica solar (con más del 43%).

La compañía presidida por José Folgado explica que las renovables empezaron a hacerse hueco en el sistema de generación eléctrica hace algo más de una década y actualmente constituyen una de las principales fuentes del parque generador en España. La evolución de la potencia renovable instalada en España a lo largo de los últimos diez años muestra que las tecnologías eólica y solar han sido las impulsoras del incremento producido en dicho período, casi el 70% de crecimiento respecto al año 2007. En concreto, la participación en el conjunto de la generación eléctrica ha pasado del 20,3% en el 2007 a casi el 39% en el 2016, según el informe.

Desde 2007, la tecnología que más ha contribuido al aumento renovable ha sido la eólica, la principal fuente renovable desde que en el 2009 superó a la hidráulica. En todo caso, destaca también el incremento de la energía solar, desde el primer megavatio instalado en el año 2000 a los actuales 6.973 MW. Las renovables, asegura REE, se encuentran en línea con Europa, donde también se observa una «evolución positiva».