Energía advierte de que cualquier decisión en materia de energía nuclear condicionará el resto de la política energética

EFE / Europa Press.- El secretario de Estado de Energía, Daniel Navia, ha advertido que cualquier decisión que se tome sobre la energía nuclear en España condicionará el resto de medidas de política energética que se adopten, dado su elevado peso en el suministro y a ser la única fuente estable que no emite CO2.

Navia se ha referido a las cuestiones fundamentales que tiene que abordar España a la hora de afrontar la transición energética, que se analizarán en la elaboración de la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Ha indicado que hay que lograr una mayor eficiencia energética y asegura que también se analizará el papel de los combustible fósiles, pues aunque su consumo se irá reduciendo para llegar al objetivo de descarbonización fijado para 2050, hay que ver que cómo se irán sustituyendo en la fase de transición pues, según Navia, durante la misma «tienen un papel que jugar y jugarlo con las condiciones adecuadas».

Respecto a las renovables, ha indicado que no pueden decidir el ritmo al que se incorporarán pero que conviene tener el «mayor grado de ambición posible» en su incorporación, sin que eso afecte a la competitividad de la economía del país y habilitando mecanismos de mercado que permitan tener fuentes de suministro de respaldo para cuando no puedan producir, además de ejecutarse las interconexiones con Europa. También señaló que habrá que analizar qué papel se da a la energía nuclear, pues su peso en la demanda de energía global es elevado y es «la única fuente energética gestionable estable sin emisiones de CO2», por lo cual lo que se decida sobre ella condicionará el resto de medidas de política energética.

Navia reconoció que el sector energético sí que tiene fijados unos objetivos a largo plazo, en concreto para 2050, que le obligan a cambiar el paradigma con el que ha venido funcionando, en el que el crecimiento económico iba siempre ligado a un mayor consumo de energía, y ahora tendrá que ir a un modelo más complicado. «Ya no podemos seguir avanzando en consumo, hay que consumir menos y de manera más inteligente», agregó. Además, afirmó que la transición tecnológica en materia de energía ya no es controlable desde la política energética, que sólo puede orientar su desarrollo, pues ya se ha superado la fase en la que las nuevas tecnologías de generación de energía necesitaban apoyo público para implantarse.

Navia aseveró que España se encuentra en un buen momento para hacer su planificación energética para los próximos años, pues en materia de renovables está en condiciones de cumplir los objetivos que se marcó para 2020 de que el 20% del consumo procediera de fuentes renovables y tiene unos sistemas energéticos «equilibrados financieramente». Destacó que esto permite «planificar con más tranquilidad» que si persistiera el déficit de tarifa que hubo, aunque sigue existiendo el problema de los elevados costes energéticos que tiene España con respecto a su entorno, que condicionan las políticas a futuro. En este sentido, recordó que el Gobierno está comprometido en no incrementar los costes regulados y, según haya margen, irlos reduciendo.

Navia ha defendido que para abordar la transición energética hace falta coordinación y consenso «a todos los niveles», sobre todo entre las administraciones públicas para mantener la «estabilidad» del sector en el tiempo. Navia ha subrayado también la importancia de la colaboración entre el sector público y privado y ha destacado que en la comisión de expertos, creada por el Ejecutivo para elaborar un informe sobre diferentes escenarios de transición energética, debe haber «debate de datos y no de ideologías».

El secretario de Estado de Energía ha explicado que el sector energético se enfrenta a «desafíos fundamentales» y que está «sometido a presiones» que ningún otro tiene, subrayando que en España está enmarcado en un contexto de recuperación cíclica «muy intensa». «El consumo está estabilizado y la eficiencia energética tiene cada vez más peso en varios sectores», ha subrayado Navia.

En este sentido, Navia ha explicado que la transición energética es un proyecto a largo plazo y que también deberá existir coordinación y «coherencia de políticas» entre los países que conforman la Unión Europea, ya que va a «cambiar» todo el mercado continental. Finalmente, ha subrayado que es «más difícil» tomar decisiones con la transformación tecnológica, porque «no se sabe que va a pasar». «Hay que ser conscientes que esta transformación tecnológica va a cambiar las regulaciones del sector», concluyó.

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