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Goldman Sachs pone números al terremoto regulatorio sobre el sistema eléctrico de España que el Gobierno piensa desencadenar en 2019

Javier Angulo.- Una reunión con responsables del Ministerio de Energía y el consecuente informe de Goldman Sachs sobre las conclusiones. Así caduca el mantra enarbolado por la Administración Rajoy de que las medidas puestas en marcha por el binomio Soria-Nadal servían para aportar estabilidad al sistema eléctrico. Se avecinan nuevos recortes retributivos en las actividades reguladas y la recomendación de la entidad financiera estadounidense es clara: invertir en las utilities españolas no es buen negocio: caerán un 8% de media hasta 2025.

A nivel bursátil, Goldman Sachs considera que el mercado no está descontando el impacto sobre las cuentas de las compañías energéticas que puede producirse a raíz de la revisión regulatoria que se producirá a finales de 2019, al finalizar el primer periodo regulatorio de 6 años establecido por el Gobierno en la denominada como reforma energética, con los consiguientes efectos sobre los ingresos percibidos por redes y renovables. Un nuevo ajuste contable que viene a sumarse a la reforma de 2013, con un impacto aproximado de 10.000 millones de euros para enjugar el déficit tarifario.

Tal y como ha manifestado el ministro de Energía, Álvaro Nadal, y pudo corroborar ante los enviados de Goldman Sachs el secretario de Estado de Energía, Daniel Navia, la intención del Gobierno es aplicar en su literalidad la Ley del Sector Eléctrico de 2013 y mantener la rentabilidad razonable, establecida para las actividades reguladas, ligada al rendimiento del bono español a 10 años más 300 puntos básicos, eso sí, calculándose en cada momento de revisión retributiva y desde las perspectivas de las instalaciones tipo bien gestionadas. En consecuencia, el recorte retributivo que el Gobierno ejecutará para las redes de transporte y distribución de electricidad en el período regulatorio 2020-2025 puede alcanzar un recorte de la rentabilidad de un 40%. Igualmente, y por el mismo procedimiento, salen mal paradas las renovables, con un nuevo ajuste de hasta un tercio en su rentabilidad.

En este sentido, Goldman Sachs aconseja ser cautelosos con las compañías energéticas españolas y cambia directamente su consejo sobre Acciona, donde ahora mantiene una posición neutral y en la que hasta ahora venía recomendando entrar a los inversores. Más tajante es su cambio de postura con Red Eléctrica de España. La compañía presidida por José Folgado puede ser una de las grandes damnificadas de los nuevos recortes al depender en gran medida de su retribución como operador del transporte, tras sortear las reformas anteriores. Por ello Goldman Sachs aconseja vender las participaciones en la compañía. En el resto de utilities, mantiene una postura neutral respecto a Enagás e Iberdrola, mientras que aconseja abandonar posiciones en la compañía lusa EDP, en Endesa y Gas Natural Fenosa.

Precisamente la principal perjudicada en Bolsa desde que se conoció el informe de Goldman Sachs es Gas Natural Fenosa, con una caída acumulada en las dos últimas sesiones del 3,08%, similar al 3,07% perdido por Red Eléctrica. Por su parte Acciona ha caído un 2,75% en las dos últimas sesiones, acercándose a perder los 70 euros por acción, mientras que Endesa perdió un 1,78%, poniendo en peligro los 20 euros pero en unos números que no llaman especialmente la atención al situarse en cifras muy similares a las de Iberdrola, que con un negocio más internacional también cayó un 1,76%.

Otro de los aspectos señalados por Goldman Sachs en su informe es que la nueva potencia renovable subastada durante este año, que debería comenzar a operar antes de 2020 para cumplir los objetivos europeos, supondrá introducir una mayor presión a la baja sobre el precio del mercado mayorista de electricidad (pool) por el aluvión de megavatios de energía eólica y fotovoltaica. Por ello, ante estas perspectivas, Goldman Sachs subraya que no hace “ninguna recomendación de comprar en la región” y, al contrario, recomienda vender, principalmente EDP y Endesa, donde calcula un riesgo de caída de rentabilidad de hasta el 15%.  De hecho, la caída media de rentabilidad en las empresas del sector que se anticipa es del 8%, dependiendo el mayor o menor impacto de su exposición al mercado español y su participación en las actividades afectadas por esta revisión retributiva que prepara el Gobierno.

La oferta en renovables se concentrará empresarialmente más tras las subastas celebradas este año, según DBK

EFE / Europa Press.- Las recientes adjudicaciones de nueva potencia renovable, una buena parte de ella repartida en grandes lotes, “incrementará el grado de concentración de la oferta” en los próximos años, según un estudio de DBK Informa. El informe señala que las adjudicaciones de potencia que se han hecho en las recientes subastas para nuevas instalaciones de energía renovable contribuirán a “modificar a medio plazo la estructura competitiva” del sector, en el que ya hay una concentración elevada en los segmentos de energía solar termoeléctrica y eólica.

En 2016 las diez primeras empresas con más potencia instalada de energías renovables (eólica, solar fotovoltaica y solar termoeléctrica) concentraron el 57% de la potencia renovable total. La concentración es más elevada en el segmento de la energía solar termoeléctrica, con un 73% de la potencia total instalada en manos de las 10 primeras empresas, y en la eólica, con un 70%, mientras que el de energía solar fotovoltaica, que es el más atomizado, suponen el 13% del total. En las subastas celebradas en 2016 y 2017 se han adjudicado 8.037 megavatios (MW) de nueva potencia de energías renovables, lo que reactivará la promoción de nuevas plantas de energías renovables.

La firma señala que 2016 se cerró con 32.486 MW de potencia instalada de energías renovables en España, un 0,2% más que en 2015, dentro de la tendencia de bajo crecimiento que ha habido últimamente. Las instalaciones de energía eólica suponían al finalizar 2016 el 70,1% de la potencia instalada; las de solar fotovoltaica, el 14,2%, y las de termoeléctrica, el 7%; mientras que el resto, un 8,7%, se repartía entre instalaciones hidráulicas de régimen especial y plantas de biomasa.

En España había en funcionamiento 1.359 parques eólicos, con una potencia total de 23.026 MW, y 61.386 plantas de energía solar fotovoltaica conectadas a la red, que sumaban 4.674 MW, un 0,3% más que en 2015. El número de instalaciones de energía solar termoeléctrica se viene manteniendo estable desde 2013 y al finalizar 2016 existían 51 centrales con una potencia total instalada de 2.300 MW.

A pesar del crecimiento del 0,2% que hubo en la potencia renovable instalada, los ingresos por la venta de energía eólica y fotovoltaica cayeron un 9,3% con respecto a 2015, hasta los 7.069 millones de euros. La facturación del negocio solar fue de 4.212 millones de euros (2.739 millones en fotovoltaica y 1.473 en termoeléctrica) y el del eólico de 2.857 millones. La mayor caída en los ingresos por venta de energía fue para la eólica, con un descenso del 15,9%, mientras que la facturación de la fotovoltaica y de la termoeléctrica disminuyó un 4,3%.

Compromís quiere saber cuánto le pueden costar al Estado los arbitrajes internacionales por los recortes retributivos a las energías renovables

Europa Press.- Compromís quiere saber a cuánto puede ascender el coste de los juicios que tiene abiertos el Estado por los recortes a las energías renovables, teniendo en cuenta que el primer juicio en el Ciadi se saldó con una condena de 128 millones de euros más 20 millones en asesoría, y aún hay 25 litigios pendientes.

El diputado de la formación naranja, Ignasi Candela, ha registrado una pregunta en el Congreso en la que recuerda que España lidera las denuncias de arbitraje contra su política energética, ya que empresas e inversores de Reino Unido, Alemania o Estados Unidos, entre otros países, mantienen causas abiertas por los recortes que supusieron la reforma del sector en 2014. Candela ha preguntado qué iniciativas piensa llevar a cabo el Ejecutivo ante la avalancha de reclamaciones y ha criticado la postura del ministro de Energía, Álvaro Nadal, que ha anunciado nuevos recortes en renovables para 2019.

Por otro lado, el diputado valenciano ha preguntado por el rechazo del Gobierno a negociar con las empresas denunciantes ya que, según señala, algunos de los inversores han explicado que fueron a los tribunales de arbitraje después de que el Gobierno no contestara a la oferta de una solución amistosa del conflicto. Candela ha recordado que la primera condena a España supuso una multa de 128 millones de euros más costas e intereses, más al menos 20 millones de euros en asesoría jurídica, y que el Estado aún tiene más de 25 litigios pendientes. De hecho, la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica (ANPIER) estima el coste total en unos 7.000 millones de euros.

Un coste que, además, deberán asumir los consumidores de electricidad en España, habida cuenta de que los Presupuestos de 2017 incluyeron una disposición para poder utilizar parte del superávit eléctrico en el abono de laudos de arbitraje y que el propio ministro Nadal asumió que, en caso de perderse estas causas, la factura de la luz debería incrementarse. Una postura que critica Candela, lamentando que «se socializan pérdidas y se privatizan ganancias». «La reforma eléctrica de 2014 es injusta, perjudica la imagen en el exterior y va contra los objetivos europeos de transición energética», ha sentenciado. Tras conocerse la multa interpuesta por el Ciadi, Compromís ya reclamó la dimisión de Nadal como ministro de Energía.

Reflexiones y apuntes entre líneas

Del comienzo del curso energético se sugieren distintos apuntes y elementos derivados. Resulta evidente que las empresas del sector valoran positivamente que la Ley de Cambio Climático y Transición Energética sea precisamente eso, una ley, alcanzando el máximo rango legal y proporcionando mayor seguridad jurídica, con el añadido de que para su elaboración se consiga el necesario consenso de una norma tan importante para el futuro del modelo energético español.

Cabe esperar que los goznes que articulan su proceso de elaboración, la definición de los escenarios, así como las medidas correlacionadas y adyacentes sean coherentes, alineados y coordinados, incluyendo en este mecanismo a la Comisión de Expertos. Precisamente la apertura del proceso de participación para la regulación del cierre de centrales es un síntoma de fuga del engranaje puesto en marcha por el propio Gobierno, una regulación por tanto que debería ser reconducida e incardinada a los trabajos de estos expertos, algo que además debería percibirse con claridad para que la labor de esta Comisión no quede en papel mojado a las primeras de cambio.

Por otra parte, el Gobierno asegura que considera importante mantener la energía nuclear en el mix de generación en la medida que contribuye al cumplimiento de los objetivos de emisiones. Esta afirmación debería conducir a una revisión del modelo de fiscalidad que recae sobre esta tecnología, convertida en un objeto tributario en sí mismo en nuestro país. Fiscalidad que debe ser revisada en el conjunto de un modelo de fiscalidad verde, coherente con los objetivos de la política energética y medioambiental, más allá de los criterios recaudadores, y con la necesaria contribución de otros sectores como el transporte. Las recientes recomendaciones de la Comisión Europea sobre el modelo de fiscalidad verde español definen el espacio de carencias y mejoras necesarias.

Por otro lado, empieza a existir un cierto disenso en el proceso compulsivo de lanzamiento de subastas de potencia renovable que ha determinado dos subastas en tres meses y 8.000 MW incorporados para cumplir los objetivos de la Unión Europea ante el parón de estos últimos años. Las críticas al mismo han hecho mella incluso en la propia Administración energética, que reconoce que el procedimiento no habría sido el mejor.

Finalmente, en lo que se refiere a la política del Ministerio de Energía, empieza a evidenciar fatiga de materiales el afán de dotarse de espacios de discrecionalidad (para promover subastas inesperadas de potencia renovable sin un modelo de planificación, para tratar de impedir el cierre de centrales, para aplicar los superávit contables a la política tarifaria) o para autopermitirse fórmulas indulgentes con la inseguridad jurídica o a la retroactividad retributiva, con justificaciones tan espurias como la escasa interconexión energética con Europa, el nuevo mantra ministerial.

Este debate necesariamente se va a hacer cada vez más sofisticado y menos maniqueo. La necesidad de confianza (seguridad jurídica) y de previsión van a requerir otra forma y de otras formas en la regulación del sector. Los procesos abiertos en el ámbito europeo (Parlamento, Comisión Europea y Dirección General de Competencia) van a ser escenarios a tener muy en cuenta en todo este proceso.

La Federación Española de Familias Numerosas (FEFN) pide elevar el consumo bonificado del bono social según el número de hijos

Europa Press.- La Federación Española de Familias Numerosas (FEFN) ha pedido al Gobierno que eleve los límites de consumo que el proyecto de decreto presentado por el Ministerio de Energía ha fijado para la aplicación del bono social. Así, la FEFN propone que se incremente hasta los 5.600 kWh al año el consumo en el caso de las familias de categoría especial, frente al tope actual establecido de 3.600 kWh al año, según ha indicado la organización.

Según FEFN, la propuesta de poner un tope se hizo, en palabras del propio ministro de Energía, Álvaro Nadal, «para no bonificar lujos» sino el consumo normal de una familia media. Este límite de consumo supone que el 25% de descuento que supone el bono social en la factura de la luz se aplicará hasta ese máximo de consumo y no sobre el total. A partir de ahí, se facturaría con la tarifa del PVPC (Precio Voluntario al Pequeño Consumidor).

En función de los hijos

La FEFN insiste en la necesidad de que estos límites de consumo sean progresivos, en función del número de hijos, y ha solicitado al Ministerio que, en el caso de las familias numerosas de categoría especial, asciendan a 5.600 kWh al año. Según la presidenta de FEFN, Eva Holgado, la norma «no se tendría que haber quedado ahí» sino que se debería «haber seguido estableciendo un porcentaje de descuento o una determinada cantidad de kilowatios por cada hijo de más».

Por otro lado, la FEFN ha remitido a FACUA un escrito en el que manifiesta sus argumentos en favor del mantenimiento del bono social para las familias numerosas, y recuerda que el colectivo está contemplado como «consumidores vulnerables», por lo que, al margen de sus ingresos, pueden acogerse al bono social y beneficiarse del 25% de descuento en la tarifa de la electricidad. Además, aquellas familias numerosas cuyos ingresos no excedan dos veces el IPREM serán contempladas como consumidores con vulnerabilidad severa y se les aplicará un descuento del 40%.

Facua denuncia que la propuesta del Gobierno veta el bono social de electricidad para los consumidores con ingresos reducidos

Servimedia / Europa Press.- Facua denuncia que el «insolidario» modelo de bono social diseñado por el Gobierno «llega al extremo de que familias adineradas podrán acceder a él por el único hecho de ser numerosas, pero estará vetado para familias con muy reducidos ingresos y cuya renta disponible les provoque una situación de asfixia económica«.

La asociación mostró su «absoluto rechazo» a los proyectos de real decreto y su orden de desarrollo presentados por el Gobierno, por los que se regularán la figura del consumidor vulnerable y el bono social. Energía abrió el trámite obligatorio de exposición pública del proyecto de orden en pleno mes de agosto, con el consiguiente plazo para presentar alegaciones, lo que para Facua pone de manifiesto cómo la regulación llega a ser una «disparatada pantomima».

Con carácter general, para tener derecho al bono social, el Gobierno plantea que las familias sin hijos menores deben ingresar una renta no superior a 1,5 veces el Iprem (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples), que está actualmente en 537,84 mensuales. Si en un hogar entran más de 807 euros al mes no podrá accederse al bono si en él vive una persona, una pareja sin niños menores o una con hijos de más de 18 años. Además, de acceder al bono social sólo afectará a los primeros 1.200 kWh que consuma al año.

Si en la familia hay un menor de edad, sólo se podrá acceder al bono social si los ingresos no superan el doble del Iprem (1.076 euros mensuales). Si hay dos o más menores, el bono estará restringido para las familias que ingresen no más de 2,5 veces el Iprem (1.345 euros). En cuanto a los pensionistas, el bono sólo podrá solicitarse si todos los miembros de la familia perciben la cuantía mínima vigente por jubilación o incapacidad permanente. Además, ya no será accesible para los usuarios que contraten una potencia inferior a 3 kilovatios.

Otro de los «recortes» del Gobierno que denuncia Facua es que si el bono vigente representa un descuento del 25% sobre el importe de la factura eléctrica, el nuevo supondría la misma reducción, pero con un límite en los kWh consumidos. Así, una unidad familiar sin menores sólo tendría bonificados los primeros 1.200 kWh que consumiese al año (100 kWh mensuales), frente los 366 kWh que consume el usuario medio en España, según Facua. En este contexto, la asociación denuncia la «aberración» que supone que familias numerosas con elevado nivel adquisitivo, solo por ser numerosas, se beneficiarán de «descuentos vetados para familias con pocos recursos».

Además de criticar los «excesivos límites de ingresos» establecidos para acceder al bono, la asociación de consumidores apunta a la falta de garantías de los usuarios a la hora de solicitarlo, ya que se tienen en consideración los ingresos brutos pero no la renta disponible tras hacer frente a los pagos esenciales, como la vivienda o el suministro de agua. Asimismo, se opone a que el Iprem sea el índice de referencia y no el salario mínimo interprofesional (707,70 euros al mes), pues el primero «hace años que no se utiliza», y a que las familias deban poner facilitar a las compañías eléctricas datos protegidos como la declaración del IRPF.

El Ministerio de Energía acepta la alternativa al trazado de la línea de Es Fornàs (Baleares)

EFE.- El Ministerio de Energía ha aceptado la propuesta alternativa al trazado de la línea de Es Fornàs, que ha planteado el Govern balear, y que elimina el tendido aéreo y proyecta un nuevo cable soterrado entre las subestaciones de Ibiza y Platja d’en Bossa, entre otras medidas.

La Conselleria de Territorio, Energía y Movilidad lo ha anunciado en un comunicado, tras la reunión del conseller Marc Pons con el secretario de Estado de Energía, Daniel Navia, en Madrid.

Además de eliminar la línea aérea y soterrar el nuevo cable para unir ambas subestaciones, la propuesta también incluye la ampliación de la subestación de Sant Jordi y la repotenciación de las líneas actuales de Sant Jordi-Sant Antoni e Ibiza-Sant Antoni, que consiste en elevar algunas torres unos pocos metros.

El Govern considera esta propuesta como una solución adecuada para Ibiza, siempre que los niveles de consumo actuales se mantengan o se incrementen en un pequeño margen.

En este sentido, el conseller ha destacado la importancia de potenciar, paralelamente, el avance de las energías renovables y el autoconsumo.

El Govern ha destacado que el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital ha incluido la nueva propuesta en la revisión de la actual planificación 2015-2020, que está en fase de alegaciones, y ha eliminado la anterior, tal y como había pedido el Ejecutivo balear.

Durante la reunión, Marc Pons también ha reclamado al secretario de Estado que se acelere la puesta en marcha del cable entre Mallorca e Ibiza, «únicamente pendiente en estos momentos de la orden que regula su explotación comercial», según explican desde el Govern.

Además, el conseller ha trasladado al secretario de Estado las alegaciones del Consell de Formentera al nuevo cable, enfocadas a minimizar el impacto terrestre.

Por último, Pons ha insistido en la necesidad de que los nuevos grupos electrógenos de Formentera puedan seguir funcionando durante todo el año y ha pedido que se concreten cuanto antes las propuestas de sistemas de renovables planteadas en anteriores reuniones para la pitiusa menor.

Energía somete a consulta pública hasta el día 15 el decreto que regula el cierre de centrales de generación eléctrica

Europa Press.- El Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital está sometiendo a consulta pública previa el proyecto de real decreto por el que se regula el procedimiento de cierre de las instalaciones de generación eléctrica con el objetivo de recabar la opinión de las personas y entidades potencialmente afectadas por la norma. El plazo para presentación de escritos, que se abrió el 3 de agosto, finaliza el próximo 15 de septiembre.

En la consulta pública, el departamento que encabeza Álvaro Nadal plantea las siguientes cuestiones: si se considera oportuno mantener operativa una central por motivos de seguridad del suministro, cambio climático e impacto en el precio, y qué procedimiento debería seguirse en el supuesto que el titular solicite el cierre de una central que es necesaria para el sistema. Mediante el decreto se pretende abordar una serie de medidas que garanticen en todo momento la seguridad del suministro en el territorio nacional, de una forma sostenible y respetuosa con el medioambiente, y atendiendo en todo momento a los criterios de sostenibilidad económica y financiera del sistema.

Según recuerda Energía, la Ley del Sector Eléctrico establece que todos los consumidores tendrán derecho al acceso y conexión a las redes de transporte y distribución de energía eléctrica en los términos establecidos. En consecuencia, deben desarrollarse las medidas necesarias para garantizar el suministro de energía eléctrica cuando concurran una serie de supuestos, como el riesgo cierto para la prestación del suministro de energía eléctrica, situaciones de desabastecimiento de las fuentes de energía primaria, amenaza grave a las instalaciones, a la integridad de la red de transporte, a la distribución de energía eléctrica, así como en situaciones que impliquen una reducción sustancial de la disponibilidad de las instalaciones de producción, transporte o distribución del suministro.

España y los objetivos climáticos

A su vez, según resalta el Ministerio, resulta necesario tener en cuenta las proyecciones e impactos de cada tecnología en la generación eléctrica nacional, de cara a las obligaciones de planificación energética con la Unión Europea en el horizonte 2030 y 2050, para lograr el cumplimiento de los objetivos energéticos y de cambio climático que los Estados miembros han asumido tras el Acuerdo de París.

Al mismo tiempo, se debe ponderar el coste-beneficio que implicaría el cierre de una central y la posible apertura de una nueva central, «considerando el impacto sobre el precio de la energía para usuarios domésticos e industriales y sobre la competitividad de la economía española». En este contexto, por tanto, Energía considera necesario contar con las medidas regulatorias que aseguren que las decisiones de cierre de centrales «son coherentes con la planificación energética y, de esta manera, son compatibles con los objetivos en materia de seguridad del suministro, cambio climático y precio de la energía».

Con este decreto, el Gobierno pretende dotarse de los instrumentos adecuados para garantizar la continuidad de las centrales ante eventuales cierres y otras situaciones de contingencia. La regulación debe prever las medidas que deben implementarse a futuro. La norma tiene como finalidad regular el procedimiento de cierre de las instalaciones de producción de energía eléctrica. Para ello habrá de contemplarse las distintas fases del mismo, la documentación necesaria, los informes que habrán de recabarse en el procedimiento, así como las autoridades y la forma en que deben intervenir para garantizar los objetivos que se pretenden.

Según Energía, la finalidad que propugna la iniciativa ha de abordase necesariamente a través de una alternativa regulatoria, y recuerda que estos procedimientos se encuentran contemplados en el Real Decreto 1955/2000, de 1 de diciembre, por el que se regulan las actividades de transporte, distribución, comercialización, suministro y procedimientos de autorización de instalaciones de energía eléctrica, y en el Real Decreto 1836/1999, de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento sobre instalaciones nucleares y radiactivas, que han de actualizarse.

UGT insta a la oposición a que obligue al PP a cambiar la subasta del servicio de interrumpibilidad eléctrica

EFE.- El secretario general de UGT de Asturias, Javier Fernández Lanero, considera que el Gobierno de España no va a facilitar cambios en el modelo de subasta para el servicio de interrumpibilidad del suministro eléctrico para las empresas de alto consumo y ha pedido que sea la oposición la que tenga la iniciativa de forzar una alternativa.

«Si algo tenemos claro es que este Gobierno no va a rectificar absolutamente nada, lo único que hay que intentar es que los partidos políticos que están en la oposición se pongan de acuerdo para hacerle rectificar», ha declarado Fernández Lanero. El dirigente sindical hace notar el hecho de que el PP no tiene mayoría absoluta parlamentaria y, por lo tanto, «los grupos de la oposición tienen que dejarse de mirar cada uno para dentro y ponerse de acuerdo y mirar a ver cómo defienden los intereses de los demás y obligar al Gobierno a cambiar el sistema de subasta, que no ofrece ninguna solución».

«Necesitamos un sistema de subasta que garantice el suministro eléctrico durante mucho más tiempo, porque el coste de la electricidad para estas multinacionales es fundamental, ya que hacen inversiones para muchos años», ha explicado el dirigente sindical. Si las multinacionales como Alcoa, ArcelorMittal o AZSA no tienen una previsión a largo plazo del coste de la energía eléctrica, «es imposible programar inversiones que garantice su rentabilidad«. En opinión de Fernández Lanero, si se quiere mantener a las multinacionales en la comarca «es necesario cambiar este sistema de subasta eléctrica». «Hay que evitar esta incertidumbre que, por una parte, es verdad que la provoca la subasta, pero las empresas lo aprovechan para buscar disculpas que justifiquen su continuidad en Asturias», recalcó.

La consulta pública para el cierre de las centrales

El Ministerio de Energía tiene abierta hasta el día 15 una consulta pública (conforme a lo que establece el procedimiento de elaboración regulatoria español) dirigida a una eventual y futura regulación del procedimiento de cierre de las centrales eléctricas. La consulta pregunta a los que quieran personarse si ¿Considera oportuno mantener operativa una central por motivos de seguridad del suministro, cambio climático e impacto en el precio? y ¿Qué procedimiento debería seguirse en el supuesto de que el titular solicite el cierre de una central que es necesaria para el sistema?

Dado que la legislación española ya prevé los mecanismos para el cierre de centrales, la principal cuestión global que se deriva de la pretensión de establecer una regulación expresa para fijar límites a la salida de instalaciones en un mercado de generación liberalizado como el español es conocer la motivación del Ministerio para forzar a que exista esta regulación y someter a pública demagogia las propias directrices de la Unión Europea, fijadas en el cuarto paquete legislativo, sobre la participación de operadores en las actividades liberalizadas. El hecho de que se haya planteado el cierre de algunas plantas y retirar potencia del sistema seguramente ha sido determinante para que el Ejecutivo acuda a la regulación.

El Ministerio de Energía de la Administración Rajoy sigue con una política basada en la búsqueda de espacios de discrecionalidad. Discrecionalidad que se instrumenta de muchas formas: desde convocando subastas de nueva potencia renovable ad libitum y con letra pequeña para ir distribuyendo potencia (equilibrando agravios), pasando por arañar las finalidades de los excedentes de liquidación según convenga electoralmente, realizar intervenciones tarifarías para determinados ámbitos geográficos, hasta buscar dotarse de fórmulas para sortear las legítimas peticiones de cierre y/o hibernación de centrales que se suceden por sus titulares a la vista de su inviabilidad económica.

Esta discrecionalidad también le permite no definir los escenarios de la denominada y todavía vaporosa transición energética en el caso español, término que es un significante vacío de comunicación política, en donde confluyen el impulso a la Ley de Cambio Climático con la creación del Comité de Expertos para su definición.  Escenarios que, con una importante sobrecapacidad en la generación (otro de los mantras de esta Administración, agudizado con el pase de Nadal a ministro), deberían determinar en cada momento el mix de generación, las fórmulas de mercado mayorista resultantes, el procedimiento de despacho y los mecanismos de retribución de cada tecnología según su papel.

Por eso, el Ministerio busca apelar a fórmulas inespecíficas e inconcretas que le permitan actuar de forma discrecional en cada momento sin la necesidad de definir una política energética, sin organizar y hacer coherente una política de fiscalidad verde energética más allá del actual esperpento regulatorio, sin explicitar una política medioambiental más allá de la retórica (y que concierna a todos los sectores)  y, lógicamente, sin basarse en el modelo de gobernanza empresarial según se trate de las actividades liberalizadas o reguladas en cada caso.

Por eso Energía apela en esta consulta, emocionalmente, al cambio climático (sin abordar el proceso de descarbonización y el futuro de las térmicas), a la seguridad de suministro (con un nivel de sobrecapacidad como el existente) o al precio; ahí sí que está la madre del cordero de todas las justificaciones del Ministerio, la utilización de los precios de la energía como argumento electoral a toda costa. Eso sí, sin liberalización completa y sin detraer de la tarifa las cuestiones no relacionadas con el suministro, con una política de sobrecapacidad inducida que mantenga a todas las tecnologías subyugadas y enfrentadas por no perder su hueco.

En consecuencia, de una cuestión global como es la motivación del Ejecutivo para intentar promulgar esta norma se derivan otras muchas más: ¿Qué papel tiene la normativa comunitaria y, en consecuencia, la Dirección General de Competencia de la Unión Europea en los límites, barreras o prohibiciones de salida del mercado, en su intervención ya sea vía instrumentación legal o de facto? ¿Se coordinará la iniciativa regulatoria con el calendario de elaboración normativa para la futura Ley y los trabajos de la Comisión de Expertos? ¿Cuáles son los aspectos colaterales (mercado, pool, tecnologías, escenarios) de dicho proceso? ¿Se respetarán el carácter liberalizado con todas sus consecuencias de la actividad de generación?

¿Qué mejor que una consulta aparentemente beatífica  sobre una regulación para exonerar de responsabilidad la ausencia de una política energética y legitimar una posible intervención a los mercados? Ya estamos otra vez con la melé.