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Faes cree que el problema de la electricidad no es el mercado mayorista, sino el precio que paga el consumidor

Europa Press.- Faes considera que el problema del precio de la electricidad, agudizado por la espiral alcista vivida en las últimas semanas en plena ola de frío, no radica en el mercado mayorista, punto de encuentro entre generadores y comercializadores, «donde se compra y vende hora a hora la electricidad», sino en el precio que «recibe y paga el consumidor», que incluye «todos los elementos que no son energía ni transporte y que repercuten en la factura».

En un informe, la fundación señala que, en medio de «un clima de alarma social aderezado por la habitual demagogia política y la consecuente reclamación en caliente de modificaciones normativas», conviene diferenciar entre el precio resultante del pool y la factura que paga el consumidor. Así, Faes afirma que esta situación no debería llevar a «conclusiones precipitadas» sobre la regulación del mercado mayorista. «El problema es que los consumidores finales en España reciben un precio artificialmente más alto que el de nuestros socios de referencia y, además, la mitad de ellos están sometidos a una volatilidad incontrolable«, añade al respecto.

Volatilidad derivada de las renovables

De esta manera, la fundación presidida por el expresidente del Gobierno José María Aznar destaca que el problema que se ha manifestado en las últimas semanas con el precio de la electricidad es «un problema de volatilidad«, que, a su vez, tiene que ver con decisiones políticas tomadas sobre la participación de las renovables en el mix de generación. «La volatilidad en el mercado mayorista no puede eliminarse con una reforma regulatoria. Y, de hecho, hay que prever que tenderá a aumentar a medida que nuestro mix de generación sea cada vez más renovable«, señala.

Para Faes, «el verdadero problema» es afrontar un recibo eléctrico «artificialmente alto» que, además, está expuesto, para prácticamente la mitad de los consumidores, a la volatilidad del mercado mayorista cuando estos consumidores, en todo caso, «carecen de herramientas para poder optimizar esas señales de precio y, en muchos casos, están sometidos a una vulnerabilidad económica que los aboca en estos meses a situaciones de estrés financiero que se podrían evitar».

El pool cae a mínimos

Mientras tanto, el precio de la electricidad cayó a 49,02 euros por megavatio hora (MWh), lo que supone un 46,64% menos que el máximo de 91,88 euros alcanzado este año, según datos recogidos a partir del operador del mercado ibérico, Omie. Este precio representa el nivel más bajo desde que arrancó el 2017, después de que la segunda quincena del mes de enero haya estado marcada por los picos en el precio de la electricidad.

La ola de frío de la segunda quincena de enero llevó a marcar, uno tras otro, los precios más elevados desde diciembre de 2013, cuando las subidas en el mercado mayorista llevaron al Gobierno a suspender el anterior sistema de subasta eléctrica (Cesur) y sustituirlo por el actual, en el que el precio regulado deja de consistir en una referencia trimestral y queda vinculado al precio en el mercado horario.

En enero, el mercado se ha visto afectado por el efecto acumulativo de varias circunstancias, entre las que figuran, además del aumento de la demanda y la ola de frío, la exportación a Francia por la indisponibilidad nuclear, y una reducción en las aportaciones de agua, cuya participación se ha visto reducida y se realiza a un coste mayor, afectando al precio. Además, la tendencia alcista del precio de los combustibles fósiles incrementó los costes de producción de las centrales de carbón y gas. El mercado mayorista, conocido como pool, funciona de forma marginalista, de modo que las tecnologías entran por orden de coste y la última de ellas en participar, la más cara, marca el precio para el conjunto.

Los precios horarios se aplican a los consumidores domésticos que dispongan de contadores ‘inteligentes’ y tarificación por horas, entre los que figuran los usuarios que tienen contratado el Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC) y disponen de estos aparatos. El precio mayorista de la electricidad tiene un peso cercano al 35% sobre el recibo final, mientras que alrededor del 40% corresponde a los peajes y cerca del 25% restante, al IVA y al Impuesto de Electricidad. El Gobierno ha congelado para 2017 los peajes y cargos eléctricos con los que los consumidores sufragan los costes regulados. Por su parte, los precios diarios del mercado mayorista se fijan con un día de antelación, alrededor del mediodía.

Rajoy asegura que el sector eléctrico está “auditado de una manera continua” y rechaza las medidas propuestas por Iglesias (Podemos)

Redacción / Agencias.- El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, rechazó las propuestas que le ha planteado el líder de Podemos, Pablo Iglesias, tras las últimas subidas del precio de la luz y ha defendido que el modelo eléctrico «está auditado y se audita de una manera continua» por lo que ha insistido en que no se plantea medidas adicionales tras la pregunta de Iglesias sobre cuánto tiene que subir el precio de la electricidad para que el Gobierno «tome cartas en el asunto».

Iglesias le propuso a Rajoy en el Congreso cinco medidas para abaratar el recibo eléctrico: hacer una auditoría de los costes de generación de la electricidad en España y, si refleja que están muy alejados del precio final, acometer un cambio del sistema de fijación del precio y limitar los «abusos del oligopolio«. De hecho, Rajoy aseguró estar sólo de acuerdo con la primera, si bien ha matizado que «el modelo ya está auditado y se audita de manera continuada».

Asimismo, Iglesias planteó gravar los denominados beneficios caídos del cielo de las centrales nucleares e hidroeléctricas; recuperar la gestión pública de estas centrales hidroeléctricas «cuando caduque la concesión», para «evitar que se esté especulando sobre el agua embalsada»; suprimir el impuesto al sol para favorecer el autoconsumo, y reducir el IVA del recibo del 21% actual al superreducido del 4% o «al menos» al reducido del 10%, en línea con países como Italia (10%), Reino Unido (5%) o Bélgica (6%).

Rajoy vinculó las subidas de precios de este mes tanto a la evolución de las materias primas en un 112% del petróleo, un 130% el gas y un 113% el carbón, y a las condiciones meteorológicas con menos agua y viento que obligaron a producir con centrales más caras. Rajoy recordó que estas subidas afectan a la parte de energía del recibo, que suponen alrededor del 35%, mientras que los peajes que fija el Gobierno y que suponen un 40% llevan tres años congelados e incluso bajaron un 2,8% el año pasado. Rajoy también reivindicó que sin las medidas tomadas para poder congelar esos peajes «estaríamos en una situación peor».

En este sentido, Rajoy ha indicado que la situación de parálisis de varias centrales nucleares en Francia también contribuye al encarecimiento del recibo de la luz. De hecho, Rajoy apuntó que esta situación también se está viviendo en otros países, como Francia, Suiza, Italia o Bélgica, en donde el precio de la electricidad «ha subido más que en España«. El presidente subrayó que producir electricidad con energía hidroeléctrica, «agua o viento», es más barato que con petróleo. «Esto es increíble que haya que explicarlo, porque parece que no se entiende, pero es así. Las condiciones meteorológicas no han ayudado», sentenció.

Iglesias le ha vuelto a afear a Rajoy la presencia de políticos en los consejos de administración de las eléctricas. ¿No le parece impresentable?», le ha apuntado Iglesias. El mercado eléctrico mayorista (pool) cerró enero con unos precios elevados, prácticamente el doble que hace un año, que se traducirán en un alza del recibo de la luz de alrededor del 28,56% para los consumidores acogidos a la tarifa regulada, unos 12 millones del total de 25 millones de consumidores eléctricos.

El BNG propone una bajada del IVA para la tarifa eléctrica mientras que el mercado eléctrico cerró enero en máximos

Redacción / Agencias.- El precio mayorista de la electricidad cerró el mes de enero con una media de 71,49 euros por megavatio hora (MWh), su media mensual más alta desde septiembre de 2008, según datos del operador del mercado Omie. En esta coyuntura, la portavoz del BNG, Ana Pontón, reivindicó una bajada de los impuestos que gravan la luz, en particular el IVA%, del 21% al 4%, ya que considera que es un producto de primera necesidad y no un bien de lujo.

En una comparecencia para exponer las medidas de su formación contra la pobreza y la exclusión energética, Pontón ha asegurado que «más de la mitad» de la tarifa eléctrica corresponde a impuestos, por lo que ha defendido que se puede actuar sobre esta parte. De hecho, argumentó, el Ministerio de Hacienda se llevará unos «300 millones de euros» por la subida de los precios de la luz producida este mes.

La dirigente nacionalista insistió en que Galicia tenga una tarifa eléctrica propia, diferenciada del resto del país, que la beneficie por su exceso de producción. Se trataría de una tarifa «más justa, más barata» en la que se evitaría a Galicia pagar sobrecostes, «como la exportación de la energía» a otros lugares de España. «Hay que acabar con la situación de expolio de nuestra riqueza; regalamos solidariamente la electricidad al resto del Estado», proclamó Pontón, que indicó que Madrid produce únicamente el 0,4% de la electricidad y consume el 11%. Asimismo, se refirió a los 1.800 millones de euros que se pagan para compensar el precio más elevado de la generación eléctrica en las islas y en Ceuta y Melilla.

Además, ha defendido que no es cierto el argumento de la Xunta de que hay una tarifa única en los países europeos e incluso, ha señalado, en España las empresas vascas ya tienen una tarifa diferenciada. Pontón criticó al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, porque con su actuación «garrafal» en el sector eólico gallego, además de provocar un «parón» a este tipo de energía, los ciudadanos tendrán que pagar en la factura el canon impuesto a las empresas por la Xunta de Galicia. Y en este caso ha indicado que sí habrá una tarifa diferenciada en Galicia, pero a «peor», para pagar más, protestó la diputada del BNG.

En paralelo, Pontón también ha requerido que se eliminen las trabas al autoconsumo energético, el conocido como impuesto al sol, lo que conllevaría «una democratización real del acceso a la energía«. Finalmente, en otro asunto en el que ha reparado es en la necesidad de «poner fin a los privilegios de las eléctricas en España», que «parece que mandan más que el Gobierno», al tiempo que ha urgido a Feijóo a «defender los intereses de los gallegos» con «una postura de país» en esta cuestión.

Precio en máximos desde 2008

Desde los 73,03 euros por MWh marcados en septiembre de 2008 no se veía en el mercado mayorista eléctrico una tasa mensual tan alta como la registrada en este primer mes de 2017, 71,49 euros. Enero ha estado marcado por los picos en el precio de la electricidad, después de que la ola de frío llevara a marcar el mes pasado, uno tras otro, los precios más elevados desde diciembre de 2013, cuando las subidas en el mercado mayorista llevaron al Gobierno a suspender el anterior sistema de subasta eléctrica (Cesur) y sustituirlo por el actual, en el que el precio regulado dejaba de consistir en una referencia trimestral y quedaba vinculado al precio de cada hora en el mercado.

El mercado se ha visto afectado en este invierno por el efecto acumulativo de varias circunstancias, entre las que figuran, además del aumento de la demanda y la ola de frío, la exportación a Francia por la indisponibilidad nuclear, y una reducción en las aportaciones de agua, cuya participación se ha visto reducida y se realiza a un coste mayor, afectando al precio. Además, la tendencia alcista del precio de los combustibles fósiles, especialmente importante en el gas tras la cancelación de suministros a Europa desde Argelia, ha incrementado los costes de producción de las centrales de carbón y gas.

De esta manera, esta media mensual de enero de 71,49 euros por MWh casi duplica los 36,53 euros del mismo mes del año pasado, un incremento del 95,8% y del 18% respecto a los 60,49 euros de diciembre. De hecho, para el martes, último día de enero, el precio de la electricidad repuntó un 3,47%, para situar su valor diario en los 73,27 euros por MWh, después del respiro dado en el fin de semana, en el que se relajó por debajo de la cota de los 70 euros. La demanda prevista para el martes ascendió a 594 gigavatios hora (GWh), por debajo de los 613 GWh previstos para el lunes, según datos de Omie.

Según los registros de OMIE, este mes de enero de 2017 será el segundo mes de enero más elevado de la historia, tan solo por detrás del de 2006, cuando se alcanzó el máximo histórico de 73,14 euros por MWh de media mensual. Las fuertes subidas de este mes han reabierto el debate sobre el funcionamiento de ese mercado mayorista, donde generadores y comercializadores fijan el precio de la energía que se va a consumir al día siguiente. El pool funciona de forma marginalista, de modo que las tecnologías entran por orden de coste y la última de ellas en participar, la más cara, marca el precio para el conjunto.

Los precios horarios se aplican a los consumidores domésticos que dispongan de contadores inteligentes y tarificación por horas, entre los que figuran los usuarios que tienen contratado el Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC) y disponen de estos aparatos. El precio mayorista de la electricidad tiene un peso cercano al 35% sobre el recibo final, mientras que alrededor del 40% corresponde a los peajes y cerca del 25% restante, al IVA y al Impuesto de Electricidad. El Gobierno ha congelado para 2017 los peajes y cargos eléctricos con los que los consumidores sufragan los costes regulados. Por otro lado, los precios diarios del mercado mayorista se fijan con un día de antelación, alrededor del mediodía.

Desde que en 2014 se cambió el sistema para fijar el componente energético estos precios tienen reflejo directo en la tarifa regulada o PVPC, donde están unos 12 millones de consumidores. Según datos del simulador de factura de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el recibo eléctrico PVPC para un doméstico tipo subirá este mes un 28,56%. La evolución de este mercado no afecta tan directamente a quienes han contratado el suministro en el mercado libre, en torno a 13 millones, ya que tienen contratos con un precio fijado para un periodo, habitualmente, de un año.

La factura de la luz se encarece un 28,56% en enero

Redacción.- Un consumidor doméstico medio pagará 81,61 euros en su factura de la luz de enero, por lo que esta factura se incrementó en un 28,56% respecto a los 63,48 euros de enero 2016, lo que supuso una subida en el recibo eléctrico de 18,13 euros, según los datos obtenidos para la tarifa regulada Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC) con el simulador de la factura de la luz que ofrece en su web la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

Para el cálculo de estos datos se ha utilizado el consumidor medio que suele emplear el Ministerio de Energía, el de un consumo de 3.900 kilovatios hora (kWh) anuales y una potencia contratada de 4,4 kilovatios (kW), que el Ministerio asegura que se corresponde con el de una familia de un matrimonio con dos hijos. De los 81,61 euros abonados en los 31 días de enero del 2017, 15,38 euros se corresponden al término fijo de potencia contratada. Del resto de la factura de enero, 48,79 euros obedecen al consumo, 3,28 euros al impuesto eléctrico y 14,16 euros al Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA).

Asimismo, la subida de la factura de la luz de enero respecto al mes anterior, diciembre, fue del 9,13%, dado que el coste diario de la electricidad fue de 2,63 euros en enero de 2017 respecto a los 2,41 euros de diciembre de 2016. En esta comparación se utilizan los costes diarios para evitar el efecto de la diferente duración diaria de los distintos meses (28,29,30 o 31) a efectos de garantizar la homogeneidad estadística

El recibo eléctrico refleja así el incremento que experimentó el mercado mayorista (pool) este mes, con unos precios que han elevado la tarifa regulada de electricidad, con 12 millones de consumidores. Para el resto de consumidores de electricidad, 13 millones que están en el mercado libre, esta evolución del mercado mayorista no tiene un reflejo tan directo en sus recibos, ya que tienen contratos con un precio fijado para un periodo, habitualmente, de un año.

Desde el Gobierno, el ministro de Energía, Álvaro Nadal, rechazó hacer cambios en el mercado eléctrico así como realizar una nueva revisión de los costes tras la reforma del sector eléctrico llevada a cabo en la anterior legislatura. Nadal explicó también las causas que han llevado a vivir los picos de este mes: subidas del gas, el petróleo y el carbón en los mercados internacionales, la situación de Francia, con nucleares paradas y fuerte consumo, o las dificultades de acceso al gas licuado en Argelia en mitad de una ola de frío, con poca producción eólica e hidroeléctrica en España.

¿Qué se paga con la tarifa eléctrica regulada?

EFE.– La tarifa eléctrica regulada, a la que están acogidos 12 millones de consumidores, sigue siendo una gran desconocida a pesar de la polémica que ha suscitado durante las últimas semanas la brusca subida de la electricidad en el mercado mayorista, que parece haber empezado a remitir. De hecho, en numerosas ocasiones se ha confundido la evolución del precio en el mercado mayorista con el comportamiento de la tarifa regulada, denominada Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC).

Si dejamos al margen los contratos de suministro firmados por los consumidores que están en el mercado libre, unos 13 millones, el primer dato a destacar es que el coste de producción representa tan sólo el 35% de la tarifa regulada. El 65% restante corresponde a impuestos (IVA e Impuesto de Electricidad), al margen de comercialización, al alquiler del contador y, sobre todo, a los llamados peajes de acceso, que suponen en torno al 40% del recibo de la luz y que fija el Gobierno.

Aunque los peajes están congelados e incluso bajaron en 2016, no faltan los expertos que cuestionan algunos de los conceptos que engloban. El capítulo de costes regulados incluye la retribución de dos actividades necesarias para hacer llegar la electricidad a hogares y empresas: el transporte, que permite llevar la energía desde las centrales hasta las subestaciones, de la que se ocupa Red Eléctrica de España; y la distribución, que la reparte entre los consumidores finales.

Pero también son costes regulados las primas a las energías renovables; la compensación a los sistemas extrapeninsulares (Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla) por sus mayores costes de producción; la recuperación del déficit tarifario acumulado en ejercicios anteriores; los pagos por capacidad, para que siempre haya centrales de reserva, y la financiación de la interrumpibilidad, el descuento aplicado a las empresas a las que se puede cortar la luz en caso de necesidad. Si se eliminaran algunos de estos conceptos, la tarifa regulada bajaría sensiblemente, pero habría que determinar de qué forma se pagarían, por ejemplo, las primas a las renovables.

Mención especial merece la recuperación del déficit tarifario, una bola de deuda de más de 20.000 millones de euros que empezó a gestarse en los gobiernos de José María Aznar por la decisión de no subir la tarifa más del 2% durante varios años y que se disparó con la política de ayudas a las renovables en tiempos de José Luis Rodríguez Zapatero. Esa «pesada mochila» se sigue pagando a través de la tarifa, aunque la reforma energética acometida por el Gobierno del PP ha conseguido, aparentemente, eliminar el déficit.

Sin embargo, lo que disparó la polémica en las últimas semanas ha sido la subida del precio de la electricidad en el mercado mayorista. Hay razones que pueden explicar la subida: la ola de frío, que ha disparado la demanda; la ausencia de agua y viento, que ha obligado a utilizar centrales más caras; el encarecimiento del petróleo y el gas natural, y el parón de varias nucleares francesas. Pero tanto el Ministerio de Energía como la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) analizan si, además, hubo algún comportamiento anticompetitivo por parte de los agentes del sector.

El Ministerio de Energía ha tomado medidas para aumentar la competencia en el mercado gasista y conseguir precios más competitivos. En la situación actual, los precios del mercado eléctrico mayorista los marcan las centrales de ciclo combinado, que utilizan el gas como combustible. Energía ha incorporado la figura del «creador de mercado», que ya existe en otros países europeos, para conseguir más liquidez en Mibgas, el mercado gasista organizado. Además, obligará a los operadores dominantes del sector gasista a ofrecer un volumen determinado de gas en el mercado. Ahora se espera que los precios de la electricidad se moderen a medida que suban las temperaturas, vuelva a soplar el viento y, si hay suerte, llueva.

Anpier pide una reforma del mercado eléctrico mayorista, que asegura que podría abaratar en un 20% el precio del MWh

Europa Press / Servimedia.- Mientras el precio de la electricidad se situó el sábado en una media de 61,42 euros por megavatio hora (MWh), lo que supone un 33,1% menos desde el máximo de 91,88 euros alcanzado recientemente, la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica (Anpier) ha pedido al Gobierno una reforma del mercado mayorista eléctrico, el conocido como ‘pool’, ya que bajaría aproximadamente un 20% el precio del megavatio hora (MWh) en episodios de escalada de precios.

La asociación fotovoltaica considera que se podrían contener estas tendencias alcistas que se producen cíclicamente en el mercado eléctrico español cuando no entran las renovables si el Gobierno ajustara el sistema de formación de precios de la energía, que retribuye todo el suministro al precio marcado por la última unidad necesaria para cubrir la demanda estimada. Anpier señala que la normativa actual hace que la participación de los ciclos combinados de gas y el carbón en el mix energético marquen el precio de mercado y este sea «extremadamente alto» para retribuir a otras fuentes de producción cuyos costes de generación son muy inferiores a dicho precio, «produciéndose así sobreretribuciones injustificadas que suponen cifras millonarias de ingresos para las compañía eléctricas».

Además, denuncia que los costes de generación de estas tecnologías, gas y carbón, decisivas para marcar el precio diario de la electricidad, son totalmente opacos, al no existir un mercado secundario organizado, como el del petróleo. Así, el presidente de Anpier, Miguel Ángel Martínez-Aroca, subrayó su «indignación» por las «sorprendentes justificaciones» del Gobierno y las grandes eléctricas para explicar el «desorbitado» precio de la luz en España. «Primero las renovables fueron el chivo expiatorio de los precios elevados y, ahora que nos han recortado drásticamente, cuando nos encontramos con otro escenario de subida de tarifas, se atribuye el alza a la falta de agua y viento, cuando, realmente, lo que falta es una normativa que busque el interés general», añadió.

El precio cae un 33%

Por su parte, los 61,42 euros por megavatio hora (MWh) del pasado sábado supusieron un 19,1% menos que los 75,93 euros marcados para el viernes y un 33,1% menos desde el máximo de 91,88 euros que alcanzó el miércoles, según datos del operador del mercado ibérico, Omie. Este precio medio supone así el más bajo en la última quincena, desde que se entró en una escalada de precios al alza, y el cuarto más bajo en enero. La llegada de la lluvia, presente desde el jueves en casi toda la geografía nacional, así como la mayor presencia del viento y la menor demanda propia del fin de semana, ayudaron a esta mejora en los precios.

Sin embargo, el precio de la electricidad en el mercado mayorista subió ligeramente el domingo, un 1,4% con respecto al sábado, hasta situarse en una media de 62,30 euros el megavatio hora (MWh), según el OMIE. El precio medio negociado para este domingo fue todavía un 32,2% más barato que el máximo. No obstante, el precio mayorista de la electricidad rompió así con la senda descendente, cuando pasó de los 91,88 euros del miércoles, a 87,88 euros el jueves, a 75,93 euros el viernes y a 61,42 euros el sábado. Este 91,88 euros del miércoles fue el precio más alto desde el 18 de diciembre de 2013, fecha en la que alcanzó los 91,89 euros.

La ola de frío pasada llevó a marcar, uno tras otro, los precios más elevados desde diciembre de 2013, cuando las subidas en el mercado mayorista llevaron al Gobierno a suspender el anterior sistema de subasta eléctrica (Cesur) y sustituirlo por el actual, en el que el precio regulado deja de consistir en una referencia trimestral y queda vinculado al precio de cada hora en el mercado. De hecho, la demanda prevista para el sábado ascendió a 558 gigavatios hora (GWh), por debajo de los 617 GWh previstos para el viernes, según datos de Omie.

En su comparecencia en el Congreso de los Diputados, el ministro de Energía, Álvaro Nadal, mostró su confianza en que la actual situación de precios altos de la electricidad remitiría «pronto». «Todo episodio de punta siempre acaba», señaló Nadal, quien recordó que en la medida en que los factores que inciden en esa subida de precios «se vayan solucionando», en referencia por ejemplo a las condiciones meteorológicas, se registrará una normalización de la situación. Aparte de la mayor demanda, sobre el precio inciden aspectos como el bajo nivel de recurso hidráulico y el elevado precio del carbón y del gas, así como la mayor exportación a Francia por la indisponibilidad de algunas de sus nucleares.

El pool funciona de forma marginalista, de modo que las tecnologías entran por orden de coste y la última, la más cara, marca el precio para el conjunto. Los precios horarios se aplican a los consumidores domésticos que dispongan de contadores inteligentes y tarificación por horas, entre los que figuran los usuarios que tienen contratado el Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC) y disponen de estos aparatos. El precio mayorista de la electricidad tiene un peso cercano al 35% sobre el recibo final, mientras que alrededor del 40% corresponde a los peajes y cerca del 25% restante, al IVA y al Impuesto de Electricidad. El Gobierno congeló para 2017 los peajes con los que los consumidores sufragan los costes regulados. 

Tomemos nota de este mes de enero

Persiste un colectivo ideológico en torno al sector eléctrico que está intentando aprovechar este enero de incrementos de precio en el mercado mayorista para dar el salto desde su planteamiento inicial, que considera que el suministro eléctrico, además de un servicio esencial, debe ser un «bien público» sobre el que establecer determinados mecanismos sociales de apoyo por nivel de renta, a dar varios saltos mortales consecutivos: que el mismo debe ser intervenido, que se regule por costes reconocidos y si es posible que sea de titularidad del Estado, sin mercados que lo regulen.

¿Cómo se ha espoleado esta agitación antimercado en esta crisis? Intentando dirigir la fijación mediática desde las redes sociales y desde ciertas asociaciones en la atención al mercado mayorista eléctrico en las puntas horarias de precios que se han producido en este período, como cuándo se han alcanzado los 100 euros/MWh en determinadas horas. Resulta paradójico cómo, en su momento, cuando se proponían retribuciones reguladas a ciertas tecnologías superiores a los 300 euros/MWh, no existía controversia alguna. Añadamos, la difusión paródica respecto del impacto de la climatología en el precio de la luz, como si no influyesen la ausencia de viento y de recurso hidráulico en el mix eléctrico y el frío no disparase la demanda de los consumidores españoles.

Curiosamente, estos agentes fintan sobre el problema de los costes de acceso incluidos en el coste del suministro, sobre la renuncia a la revisión de la retribución e inversiones en el transporte eléctrico, sobre el sistema de subsidios cruzados existente en la tarifa, ni mencionan el problema de la abundante fiscalidad de la electricidad o aceptan/aceptaron retribuciones desmesuradas a determinadas tecnologías por ser del «régimen». ¿Cuáles son los defectos de la actuación de estos agentes? Que, al final, en definitiva, no buscan proteger al consumidor.

El fin último siempre es acabar con el mercado eléctrico y atacar a unos agentes concretos, lo cual obedece más a un objetivo de ideología política. De hecho, en ningún momento, se apunta de forma fiable en términos comparados el efecto en euros para el consumidor de este período punta del año, partiendo de una estructura de consumo de referencia y no de una interesada, que busca extrapolaciones exageradas en espacios temporales móviles y acomodaticios a los intereses del emisor.

Los medios de comunicación, pon su parte, han contribuido a ello inundando los programas con periodismo de interés social, en algunos casos sin darse cuenta de lo que se deslizaba, debido a la indigencia social en materia de conocimiento económico. Personas que iban a ser embargadas por no pagar la hipoteca y que… ¡además les iban a cortar la luz! Pero el problema es la pobreza energética. Y llenando de «todólogos»/opinadores sobre el precio de la electricidad las tertulias, alguno de ellos, autodenominados expertos, con chuscos severos errores conceptuales. Es la república independiente de Twitter.

Lo más importante es plantearse en un debate sin trampas qué bases tiene España para aspirar a un suministro permanentemente abaratado artificialmente o de forma intervenida, cómo abordar esta situación hacia el futuro, cómo abordar el encarecimiento general de la energía, cómo favorecer la eficiencia energética y cuáles son los mecanismos de protección y de política social hacia el consumidor vulnerable. Ahora que la crisis remite, debemos aprender de ello.

Nadal descarta modificar el actual sistema del mercado mayorista eléctrico y reivindica que la reforma Soria fue una auditoría “increíble”

Redacción / Agencias.- El ministro de Energía, Álvaro Nadal, ha descartado realizar una nueva auditoría del sector eléctrico, tal y como pide la oposición, ya que el trabajo que se realizó en la auditoría del sistema eléctrico que sirvió de base para la reforma que ejecutó el anterior Gobierno del PP fue «increíble» e impidió que el recibo de la luz «aumentara un 40%». Asimismo, Nadal descartó cualquier modificación en el actual diseño del mercado mayorista de la electricidad y su sistema marginalista.

En comparecencia en el Congreso para explicar el comportamiento de los precios de la energía, Nadal explicó que el actual sistema «funciona igual» para 23 países europeos y señaló que tan solo hay «una fuerte discusión» en el paquete de invierno de la Unión Europea respecto a cómo retribuir a las energías térmicas. «Si hacerlo solo con puntas o retribuir con pagos por capacidad. La postura española sobre esta cuestión es prudente, ya que con falta de interconexión no es fácil decantarse por un sistema u otro», indicó al respecto.

Nadal señaló que esta espiral alcista en los precios tiene como razón principal un cúmulo de factores que van desde «la tensión de precios internacionales de las materias primas», con el petróleo, el gas y el carbón doblando y triplicando su precio con respecto a hace un año, a la situación «muy específica» vivida en Europa con la parada de centrales en el parque nuclear francés. Respecto a la situación en Francia, Nadal valoró la «coherencia europea» de España en la situación extrema que vivió la pasada semana el país vecino de mantener al 100% la interconexión para ayudar a cubrir sus necesidades energéticas ya que hubo momentos en los que estuvo a punto de tener que realizar cortes eléctricos.

A todo ello, se han unido los problemas con la exportación del gas de Argelia, que han encarecido todavía más este producto, y las condiciones meteorológicas en España, con producción eólica «muy inferior a lo habitual» y unas reservas hidráulicas que están «tremendamente bajas». «Lo que ha hecho que la posibilidad de utilización de la hidráulica es prácticamente nula», destacó. De esta manera, apuntó que el precio de la electricidad se ha duplicado respecto a enero del 2016, pasando de 32 euros por megavatio hora (MWh) en enero de 2016 a un promedio de 72 euros en 2017. Esta situación de «escasez energética» tiene efectos en el conjunto del mundo, un aumento del precio que es «claramente perjudicial» para España.

No obstante, Nadal insistió en que esta subida en los precios de la electricidad es un problema a escala europea y que han tenido en España un “comportamiento mejor” que la mayoría de los países de nuestro entorno, con precios inferiores a los registrados en Francia, Bélgica o Italia. Así, Nadal, aseguró que en el pasado ya ocurrieron episodios alcistas como el vivido estos días con el precio de la electricidad y que no es descartable que vuelvan a darse, «ya que es típico del mix» energético español. «El nivel de precios récord anterior se alcanzó en 2013 y tampoco es una situación que no va a volver a darse», subrayó al respecto el ministro.

Además, el ministro señaló que ante las subidas de precios se deben aumentar las medidas de vigilancia y recordó que se pidió a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) un informe para saber si ha existido algún comportamiento irregular, ya que en el actual contexto se ha dado «el río revuelto», y «hay que evitar que haya ganancias de pescadores», indicó. Nadal también subrayó que el Gobierno comparte «la enorme preocupación social» que hay por esta subida en los precios de la electricidad, ya que también afecta a la capacidad económica y a la capacidad de crear empleo, «ya que el encarecimiento de la misma lleva a que la competitividad de las empresas se vea comprometida».

A este respecto, Nadal insistió en la preocupación del Gobierno por «el diferencial de precios» que se ha estado marcando en el mercado del gas, para lo que, además del informe de la CNMC, se han adoptado medidas encaminadas a mejorar su funcionamiento y que se traslade y abarate la electricidad. Así, recordó el anunció de la creación de la figura de un creador del mercado de mercado en el Mibgas, en la figura de Gunvor International, y la activación de los trámites para que los operadores dominantes del sector del gas, que son Gas Natural Fenosa y Endesa, se vean obligados a presentar ofertas en esta plataforma de negociación, medidas que confía en que empiecen a «ser una realidad».

Nadal afirmó que el creador de mercado del gas conseguirá una mayor liquidez en el mismo y podría repercutir ya en la moderación del precio de la electricidad. Se trata de contar con «más gas y más barato», que reduzca el coste de esta energía, que es en la actualidad «especialmente caro» y «está marcando en esta punta invernal los altos precios» de la factura, puesto que el gas se utiliza para generar la electricidad.

Finalmente, Nadal valoró la decisión del Gobierno de congelar el componente fijo de la factura, los peajes, que representan aproximadamente el 60% de la factura, en una situación de precios al alza en el mercado eléctrico como el actual. En un momento de «crisis energética y de crisis invernal» como el actual, esto ayuda «sustancialmente a mitigar el impacto», aseguró. «Lo que depende directamente de la política», dijo el ministro, se han aprobado normas para congelarlo, lo que supone «cero incremento de precios en la parte que depende del Gobierno».

Nadal reivindica la reforma Soria

Por otro lado, Nadal señaló que cuando escucha de la oposición la petición de una auditoría adicional de costes del sector eléctrico «es como si me dicen que tenemos que poner a las empresas de seguridad privada a ver si está actuando bien la Guardia Civil». «Proyecto por proyecto, instalación por instalación. Durante año y medio los funcionarios estuvieron revisándolas de una en una y creando un estándar. Con esto se redujeron 5.000 millones de euros el coste general del sistema, sin contar la parte de las renovables, que fueron 2.000 millones», añadió al respecto.

La oposición reclama un pacto para frenar la subida de la luz e insiste en auditar los costes

Europa Press / Servimedia.- Los grupos de la oposición en el Congreso de los Diputados han planteado al ministro de Energía, Industria y Agenda Digital, Álvaro Nadal, la necesidad de alcanzar un «gran acuerdo» en materia energética para frenar la subida del precio de la factura de electricidad y han reclamado indistintamente la intervención del Gobierno en la parte fija y variable del recibo y, por unanimidad, la realización de una auditoría de los costes energéticos.

Estas peticiones han sido realizadas por los distintos portavoces parlamentarios en la comparecencia del ministro Nadal en la Comisión de Energía en el Congreso. La portavoz socialista de Energía, Pilar Lucio, ha pedido a Nadal que asuma su «responsabilidad» y haga una auditoria de costes del sector eléctrico como primer paso para la elaboración de una reforma del sector que facilite la transición energética y la bajada de la luz. Lucio considera que «existen costes que se imputan al sistema que son excesivos»; unos sobrecostes que, según sus cálculos, oscilan entre los 2.300 y los 3.300 millones. «Estamos pagando sardinas a precio de besugo y los que venden sardinas se están forrando a costa de los consumidores», ha indicado Lucio.

A su juicio, las medidas adoptadas por el Gobierno, como el informe solicitado a la CNMC para ver qué elementos del sistema eléctrico pueden mejorarse para contribuir a la moderación de los precios y la puesta en marcha de un market maker en el mercado del gas, son una «intervención quirúrgica» dentro de un «cuadro médico grave». Lucio subrayó que el Gobierno tiene la posibilidad de intervenir tanto en la parte fija como la variable del recibo, por lo que reclama cambios en el modelo de funcionamiento del mercado, y sugiere la vuelta a una mayor utilización del carbón autóctono si eso facilita abaratar el coste de la producción energética.

Por su parte, la diputada de Ciudadanos, Melisa Rodríguez, ha defendido que en la actual coyuntura «no se trata de poner parches», sino que es necesario sentarse «entre todos» para hallar una solución al encarecimiento de la luz. Rodríguez asegura que se podría reducir en unos 400 euros al año el recibo de la luz para el consumidor medio si se intentasen aplicar medidas similares de mejora de competencia a las tomadas por otros países de Europa, y destacó el papel del autoconsumo como vía para abaratar también la factura.

En este sentido, apuntó respecto a que el autoconsumo disminuyese la recaudación por los impuestos que se dejen de pagar de la luz, al final el erario público podría llegar a ingresar una cifra mayor gracias al IVA de las instalaciones, por lo que aseguró no entender los vetos del Gobierno. Así, apeló a un Pacto de Estado por la Energía y también a la elaboración de una auditoría de costes para avanzar hacia la eficiencia energética. Rodríguez ironizó con las declaraciones del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy en las que ha augurado una bajada del precio de la luz porque «va a llover», al proponer ante esas palabras realizar la «danza de la lluvia».

Desde las filas de Unidos Podemos, Josep Vendrell apuntó que estamos ante un «problema estructural» que muestra el «fracaso en España de la liberalización del sector eléctrico». «No tenemos ni más competencias ni mejores precios, el sistema es ineficiente y con una regulación absurda», agregó Vendrell, que reclamó también la realización de una auditoría de costes y propuso una reforma del mercado eléctrico para que las tecnologías sean retribuidas conforme a su coste de generación con una rentabilidad «razonable». También abogó por pasar a un modelo de subasta competitiva en lugar de pagos fijos por capacidad, de forma que no sea el mercado marginalista quien determine los precios de la electricidad, así como recuperar la gestión pública de centrales hidroeléctricas.

Desde la oposición han hecho referencias en varias ocasiones a la complejidad para interpretar los recibos de la luz. De hecho, el diputado de ERC Joan Capdevilla ha propuesto obligar a las compañías eléctricas a que en sus facturas pongan «en negrita y Arial 16» si el contrato está sujeto o no a la aplicación de bonos sociales. Como el resto de grupos, ha solicitado una revisión del sistema y la elaboración de una auditoría de costes. También ha pedido al ministro Nadal “que el Gobierno reconsidere su posición” ante la proposición de ley de fomento del autoconsumo presentada por la mayoría de los grupos.

A su vez, la diputada del PNV, Idoia Sagastizabal, considera que la normativa es «descoordinada» y «castiga a los consumidores», debido a un mercado mayorista «sometido a la volatilidad de las tecnologías». Por ello, desde el PNV se defendió la necesidad de impulsar cambios legales y buscar soluciones. Sagastizabal ofreció a Nadal la colaboración del PNV para lograr «sinergias», impulsar una política energética «coordinada» con la industrial y social, y que «se implemente de manera adecuada», a la vez que reclamó una auditoría de costes.

Dentro del Grupo Mixto, Ana Oramas, de Coalición Canaria, agradeció las explicaciones del ministro, a quien ha pedido trabajar para conseguir mayor «transparencia» y ha dicho parecerle «lógico» que ante la «alarma social» por la luz se elabore una auditoría de costes. Isidro Martínez Oblanca (Foro Asturias) ha hecho hincapié en que España presenta una de las tarifas eléctricas más altas de Europa, y ha culpado al exministro socialista de Energía, Miguel Sebastián, del «tarifazo» que aprobó en su momento, «origen» de la situación actual.

Entre tanto, Joan Baldoví (Compromís), ve necesario cambiar el sistema de fijación de precios, ya que «se paga la luz a precio de caviar», y se ha opuesto a que se pague el agua de las empresas nucleares e hidroeléctricas «a precio del gas, proponiendo que se haga una media ponderada entre lo que vale el kilovatio producido por una energía y otra. Ha reclamado también una auditoría de costes y el desarrollo de las renovables, y ha recordado al ministro que el 21% de IVA que soporta la factura de la luz en España se sitúa tres puntos por encima de la media europea.

Por último, el portavoz del PP en la Comisión de Energía, Guillermo Mariscal, ha defendido que el PP «no tiene la culpa del anticiclón ni del cierre nuclear en Francia» que ha propiciado la reciente subida del precio de la electricidad. Mariscal ha recordado el Gobierno ya llevó a cabo una auditoría de los costes del sistema para poder elaborar la reforma energética “que permitió acabar con el déficit tarifario”.

Además, ha augurado que la energía solar será la «energía del futuro», si bien ha criticado la «dinámica de cierto folclore» reflejada en la presentación de la proposición de ley apoyada por todos los grupos junto a la presencia de la patronal fotovoltaica UNEF. «¿Si el Grupo Popular hubiese aparecido con una proposición de ley acompañados por el presidente de una gran compañía eléctrica o presidente de la patronal qué hubieran dicho de nosotros?», se preguntó Mariscal, quien defendió la política energética del PP al congelar los peajes del recibo y aprobar las medidas relativas al mercado del gas con las que la factura «bajará».

Nadal confía en que la actual situación de precios altos de la electricidad «remita pronto» y sigue reivindicando el PVPC

Redacción / Agencias.- El ministro de Energía, Álvaro Nadal, asegura que la tarifa eléctrica regulada, el denominado PVPC, es «variable porque es lo más barato, a largo plazo siempre es lo más barato». En este sentido, Nadal, ha mostrado su confianza en que la actual situación de precios altos de la electricidad «remita pronto». «Todo episodio de punta siempre acaba», señaló Nadal en su comparecencia en el Congreso para explicar el comportamiento de los precios de la energía.

El ministro recordó que en la medida que los factores que inciden en esa subida de precios, en referencia por ejemplo a las condiciones meteorológicas, «se vayan solucionando» se registrará una “normalización” de la situación. Aún así, Nadal insistió en que las previsiones del Ministerio apuntan a un encarecimiento de 100 euros este año en el recibo de la luz, ya que se dará una situación de precios parecida a la de 2015. El ministro aseguró que, en su opinión, contar a la población «la realidad y que la situación excepcional» de 2016 no va a repetirse «no es criticable».

Nadal confía en la metereología

Ahora, agregó, lo que toca es ver el funcionamiento de las medidas adoptadas a corto plazo, como las del mercado del gas, y analizar iniciativas a medio y largo plazo que «eviten que este tipo de episodios ocurran con la regularidad que están ocurriendo«. «No podemos pensar que esto se resuelve en dos días», porque «las puntas tienen su momento», indicó Nadal, quien agregó que determinados problemas que han llevado a esta situación están remitiendo.

Asimismo, Nadal no se mostró a favor de introducir cambios en la fiscalidad de la electricidad, a pesar de que “tiene una enorme carga fiscal», para hacer frente a situaciones puntuales. No obstante, sí que reconoció que el diseño de los impuestos tendrá que ir cambiando «según avancen las tecnologías, aunque consideró que será algo «armonizado» con la Unión Europea.

Por otra parte, ante la posibilidad de revisar el canon hidráulico y las tasas a los residuos nucleares, Nadal señaló que «la propuesta del Gobierno es mantener la situación tal y como está». En este sentido, apuntó que por ejemplo el canon del agua «está funcionando con normalidad y recaudando unos 500 millones anuales«. En todo caso, recordó que «existen instrumentos de política económica» para cambiarlo y «cualquier gestor que tenga capacidad para tomar una decisión tiene el instrumento creado» para hacerlo. «La propuesta del Gobierno es mantener la situación tal y como está, pero aquí hay grupos parlamentarios que no pueden decir que no hay» instrumentos para modificarlo, añadió.

Recomienda la tarifa eléctrica regulada

Por otro lado, Nadal aseguró que la tarifa eléctrica regulada es «variable porque es lo más barato, a largo plazo siempre es lo más barato». «¿Por qué las eléctricas nunca llaman para pasar a los consumidores a la tarifa regulada?», preguntó Nadal. La tarifa regulada, añadió, «te puede venir mal este mes pero no te viene mal en la inmensa mayoría de los meses». «Las eléctricas llaman para que la gente se cambie al mercado libre y nadie llama para perjudicar sus intereses», apuntó Nadal, para quien esta estrategia comercial de las empresas demuestra la «evidente ventaja» para el consumidor de estar en el PVPC.

Actualmente, de los 25 millones de consumidores de electricidad, hay unos 13 millones en el mercado libre, es decir con tarifas pactadas con sus eléctricas, y otros 12 millones siguen en la tarifa regulada, ese denominado precio voluntario al pequeño consumidor (PVPC). Alrededor del 60% del recibo es común para ambos tipos, ya que son los peajes que fija el Gobierno y los impuestos. El otro 40% depende del coste de la energía. En el PVPC, este coste está vinculado a la evolución del mercado mayorista. En el mercado, el coste de la energía se contrata con la compañía a un coste fijo para un periodo, normalmente de un año.

El pool cae un 13,6%

Por su parte, el precio de la electricidad bajó el viernes a una media de 75,93 euros por megavatio hora (MWh), lo que supone un 13,6% menos que los 87,88 euros marcados para el jueves, según datos del operador del mercado ibérico, Omie. Este precio supone el más bajo en lo que va de la semana para un día de diario, después de los máximos de 91,88 euros por MWh y 87,9 euros marcados el miércoles y el martes, respectivamente. Además, los picos máximos horarios apenas rebasarán los 91 euros por MWh, frente a los más de 100 que alcanzó.

La ola de frío de la semana pasada llevó a marcar, uno tras otro, los precios más elevados desde diciembre de 2013, cuando las subidas en el mercado mayorista llevaron al Gobierno a suspender el anterior sistema de subasta eléctrica (Cesur) y sustituirlo por el actual, en el que el precio regulado deja de consistir en una referencia trimestral y queda vinculado al precio de cada hora en el mercado.

La demanda prevista para el viernes ascendió a 617 gigavatios hora (GWh), por debajo de los 636 GWh previstos para el jueves, según datos de Omie. La llegada de la lluvia, presente en casi toda la geografía nacional, así como la mayor presencia del viento, ayudan a esta mejora en los precios de la electricidad. Aparte de la mayor demanda, sobre el precio final inciden aspectos como el elevado precio del carbón y del gas, así como la mayor exportación a Francia por la indisponibilidad de algunas de sus centrales nucleares. El pool funciona de forma marginalista: las tecnologías entran por orden de coste y la última de ellas en participar, la más cara, marca el precio para el conjunto.

Los precios horarios se aplican a los consumidores domésticos que dispongan de contadores inteligentes y tarificación por horas, entre los que figuran los usuarios que tienen contratado el PVPC y disponen de estos aparatos. El precio mayorista de la electricidad tiene un peso cercano al 35% sobre el recibo final, mientras que alrededor del 40% corresponde a los peajes y cerca del 25% restante, al IVA y al Impuesto de Electricidad. El Gobierno congeló para 2017 los peajes y cargos eléctricos con los que los consumidores sufragan los costes regulados.