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Greenpeace denuncia que Trump «deja a Estados Unidos aislado del resto del planeta» al abandonar el acuerdo climático de París

Europa Press.- La organización ecologista Greenpeace ha lamentado la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de abandonar el Acuerdo Climático de París, algo que califica como «moralmente reprochable», y «deja a su país aislado del resto del planeta». «Es una decisión moralmente reprochable que el presidente llegará a lamentar. La acción climática no es un debate legal o político, es una obligación ineludible para proteger a las personas y al planeta», ha aseverado Jennifer Morgan, directora ejecutiva de Greenpeace Internacional.

La organización ha señalado que esta decisión supondrá para Estados Unidos «una pérdida de liderazgo internacional», además de «la renuncia a los beneficios económicos y medioambientales de una transición a las fuentes de energía limpias», recordando que Estados Unidos es uno de los mayores emisores de CO2. «Estamos viendo un cambio gigantesco en las políticas de Europa y China, y muchos otros países», añadió Morgan. «Mientras China cierra centrales térmicas de carbón, Trump cierra la puerta a la lucha climática», critican desde Greenpeace, que considera esta decisión como «un intento de sabotear la transición hacia un futuro de energías limpias», aunque augura que «no va a tener éxito» y solo «arrinconará a los Estados Unidos».

Por otra parte, la organización Birdlife lamentó «profundamente» la decisión «naif, aislacionista e inmoral» de Trump por sus consecuencias en el calentamiento global. Desde la delegación española SEO/BirdLife se reclama al Gobierno de Mariano Rajoy y a las fuerzas políticas españolas «redoblar» los esfuerzos tanto en mitigación como en adaptación frente al cambio climático. «La Unión Europea necesita liderazgo y España precisa de ambición climática. Es el país más vulnerable del continente», señaló la directora de la organización, Asunción Ruíz. «Decisiones como esta evidencian que es preciso avanzar en justicia y defensa ambiental internacional», concluye.

Llamamiento a la unidad global

Por su parte, Amigos de la Tierra ha llamado a la unidad global ante la «inminente» retirada de Estados Unidos del Acuerdo del Clima de París y ha destacado que «ahora más que nunca» ve «indispensable» garantizar la unidad del resto de las partes de la Convención Marco de Cambio Climático a las que insta a poner en marcha «políticas climáticas drásticas«. La ONG advierte de que ahora faltarían por ver las implicaciones jurídicas y políticas que acontecerán tras la decisión y lamenta que Trump sea «el único líder mundial» que niegue abiertamente el cambio climático y su carácter antropogénico.

Así, ante la «cruzada» contra los partidarios de la lucha contra el cambio climático, reclama a la Unión Europea y a Mariano Rajoy, que presione a nivel político y diplomático para que Estados Unidos no se salga del Acuerdo. «Esta es la gota que colma el vaso tras la apuesta definitiva de Trump por el gas y el petróleo, así como la promoción de dos mega-infraestructuras para el transporte de combustibles fósiles, el Keystone XL y el Dakota Acces», denunciaron.

En ese sentido, el responsable de clima y energía de la organización, Héctor de Prado, considera que la «obsesión por levantar muros de la Administración Trump» ha empujado a su presidente a construir un «muro a base de ladrillos negacionistas alrededor del clima». Si bien, ha advertido que aún falta ver cómo reaccionará la Organización de Naciones Unidas y los mecanismos legales y políticos que se utilizará para evitar la partida del segundo emisor de gases de efecto invernadero del mundo tras China. «Ahora, más que nunca, es indispensable garantizar la unidad del resto de las Partes y poner en marcha políticas climáticas drásticas», concluyó.

Trump autoriza la construcción del polémico oleoducto Keystone XL para transportar petróleo de Canadá a las refinerías de Estados Unidos

EFE.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, autorizó a la empresa canadiense TransCanada a construir el oleoducto Keystone XL, un proyecto que fue rechazado por el expresidente Barack Obama y que durante años ha generado una fuerte polémica en Estados Unidos. El portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, comunicó la decisión de Trump, que permitirá a la compañía canadiense «construir, operar y mantener» instalaciones de gasoductos en el estado de Montana, en la frontera entre Estados Unidos y Canadá.

Por su parte, el presidente de TransCanada, Russ Girling, considera que la autorización de Trump supone «un hito importante» para la construcción del oleoducto y allana el camino para su puesta en marcha. «Estamos muy agradecidos al Gobierno del presidente Trump por revisar y aprobar esta importante iniciativa; estamos deseando trabajar con ellos para continuar invirtiendo en el fortalecimiento de la estructura energética de América del Norte», añadió Girling. El oleoducto Keystone pretende transportar unos 830.000 barriles diarios de crudo sintético y bituminoso diluido desde la provincia canadiense de Alberta a distintos lugares de Estados Unidos, incluidas refinerías de Texas en el Golfo de México.

Obama prohibió en 2015 la construcción de ese oleoducto tras una larga revisión sobre su impacto medioambiental que concluyó con la recomendación del entonces secretario de Estado, John Kerry, de rechazar el proyecto porque erigirlo podría «socavar» el papel de Estados Unidos como líder global contra el cambio climático. Al llegar al poder, Trump firmó una acción ejecutiva que daba luz verde a la continuación de los oleoductos Keystone y Dakota Access, otro polémico proyecto, siempre que las empresas encargadas de construirlos estuvieran dispuestas a «negociar» una serie de «términos y condiciones». Entonces se comprometió a tomar una decisión sobre Keystone en un plazo de 60 días tras recibir la petición de TransCanada, que la presentó el 26 de enero.

Según detalló el portavoz de la diplomacia estadounidense, el permiso para autorizar el oleoducto fue firmado por el subsecretario de Estado en funciones de Estados Unidos, Thomas Shannon. Esa recomendación debería proceder normalmente del secretario de Estado, pero el ocupante de ese cargo, Rex Tillerson, se ha apartado de las deliberaciones sobre Keystone debido a que hasta enero pasado era jefe de la petrolera ExxonMobil, que tiene inversiones en las arenas bituminosas canadienses de las que se nutriría el oleoducto.

Trump: “Hacia la independencia energética”

Al respecto, Trump aseguró que «es un gran día» para la independencia energética del país y para sus trabajadores. Además, el mandatario se ha ofrecido a llamar a las autoridades locales del estado de Nebraska para agilizar los últimos trámites del proyecto. Trump considera que la autorización concedida a TransCanada abre una «nueva era» en la política energética de Estados Unidos y reducirá su dependencia de petróleo extranjero. Por último, el presidente elogió la «gran tecnología» del «increíble» oleoducto y considera que es «mucho más seguro» llevar petróleo por una tubería que a través de otras formas de transporte, como camiones, una idea con la que difieren los grupos ecologistas.

El proyecto Keystone ha encontrado mucha resistencia de los grupos ecologistas debido al poder contaminante del petróleo procedente de las arenas bituminosas, cuya producción emite un 17% más de gases de efecto invernadero que la extracción convencional de crudo. El Departamento de Estado aseguró que la agencia siguió el mismo proceso que atravesó para hacer la revisión medioambiental que acabó con una recomendación negativa en 2015, pero que esta vez se están «teniendo en cuenta nuevos factores» que no identificó.

Trump relanza la construcción de dos polémicos oleoductos en Estados Unidos

EFE.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio una buena noticia a la industria petrolera y una mala a los ecologistas al posibilitar la construcción de dos grandes proyectos de oleoducto que su predecesor, Barack Obama, había paralizado debido a su posible impacto en el medio ambiente. Con la firma de dos acciones ejecutivas, Trump dio luz verde a la continuación de los oleoductos Keystone XL y Dakota Access, siempre que las empresas encargadas de construirlos estén dispuestas a «negociar» una serie de «términos y condiciones» con su Gobierno.

«Veremos si podemos construir el oleoducto Keystone. Creará muchos trabajos, 28.000 trabajos. Muy buenos trabajos en el sector de la construcción», declaró Trump en el Despacho Oval. Trump acompañó esas medidas con otro memorando que requiere que el acero necesario para construir esos oleoductos se fabrique en Estados Unidos. Trump prometió revitalizar la industria del acero y de los combustibles fósiles durante su campaña electoral, y con sus medidas pretende «hacer que el país avance hacia la independencia energética y crear empleos para los estadounidenses», según su portavoz, Sean Spicer.

El oleoducto Keystone XL, prohibido por Obama en 2015 tras una larga revisión sobre su impacto medioambiental, seguida finalmente de un veto presidencial tras aprobarlo el Congreso, pretende transportar unos 830.000 barriles diarios de petróleo procedente de las arenas bituminosas de la provincia canadiense de Alberta a diferentes lugares de Estados Unidos, incluidas refinerías de Texas. El Gobierno de Obama también suspendió en diciembre la construcción de Dakota Access, un proyecto de 3.800 millones de dólares que llevaría medio millón de barriles de petróleo diarios desde los yacimientos bituminosos de Dakota del Norte a una infraestructura ya existente en Illinois.

La medida firmada por Trump «invita» a la empresa encargada de Keystone XL, la canadiense Transcanada, a solicitar un permiso para completar la construcción del oleoducto y promete tomar una decisión sobre ello en un plazo de 60 días tras recibir la petición. En el caso de Dakota Access, pide a las autoridades que se «revise y apruebe» las peticiones de la empresa Energy Transfer Partners, que ya ha construido el 90% del recorrido de 1.770 kilómetros del oleoducto y quiere completar el tramo final, que pasa bajo el Lago Oahe, en Dakota del Norte.

Protestas de indígenas y ecologistas

La tribu indígena Standing Rock Sioux lleva meses protestando contra el proyecto en Dakota del Norte con el apoyo de activistas medioambientales y políticos progresistas, al denunciar que el oleoducto echará a perder tierras que consideran sagradas y contaminará el río Misuri, del que depende su modo de vida. A la tribu indígena le queda la opción de volver a los tribunales para tratar de bloquear el proyecto y la esperanza en que alguna acción legislativa pueda entorpecer su construcción.

«Voy a hacer todo lo posible para detener la construcción de estos oleoductos», prometió el senador y ex aspirante presidencial demócrata Bernie Sanders, quien acusó al presidente Trump de «ignorar las voces de millones de personas y poner los intereses de la industria fósil por delante del futuro del planeta«. Grupos ecologistas como Greenpeace y Sierra Club condenaron también la decisión de Trump y prometieron seguir luchando para evitar que se construyan esos dos oleoductos.

Mientras, la industria del petróleo y muchos líderes republicanos aplaudieron las medidas al considerar que «potenciarán la economía y crearán miles de empleos bien pagados», en palabras del presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan. «Estos oleoductos fortalecerán el suministro energético de nuestro país y ayudarán a mantener bajos los costes energéticos para las familias estadounidenses», afirmó Ryan. El presidente del Instituto Estadounidense del Petróleo, Jack Gerard, se mostró «complacido» de que Trump haya decidido «reconocer la importancia de la infraestructura energética del país».

Trump mencionó, sin embargo, la necesidad de «negociar» varios términos con las empresas encargadas de los proyectos, algo que, según Spicer, significa «conseguir el mejor acuerdo posible para los contribuyentes estadounidenses», dado que esas compañías «van a recaudar mucho dinero» con los oleoductos. El presidente también firmó una orden que busca «simplificar» la burocracia para aprobar proyectos de manufacturas y otra que acelera el proceso de revisión sobre el impacto ambiental de las nuevas infraestructuras. «No podemos estar en un proceso de evaluación medioambiental durante quince años si un puente se está cayendo», subrayó Trump.

Canadá aplaude decisiones de Trump

Por su parte, el Gobierno de Canadá aplaudió la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de aprobar la construcción del polémico oleoducto Keystone XL que transportará petróleo canadiense hasta refinerías en Estados Unidos. El ministro de Recursos Naturales de Canadá, Jim Carr, afirmó que la construcción del oleoducto «es un buen proyecto tanto para Canadá como para Estados Unidos». Por su parte, la ministra de Asuntos Exteriores, Chrystia Freeland, declaró que es «esencial» que las políticas sobre cambio climático del Gobierno de Canadá se complementen con su obligación de «llevar los recursos naturales al mercado».

Organizaciones ecologistas de los dos países se han opuesto al proyecto de construcción del oleoducto, que conectará los yacimientos de las arenas bituminosas de la provincia de Alberta, que contienen una de las mayores reservas de petróleo del mundo, con refinerías en la costa del Golfo de México, en Estados Unidos. El proyecto fue rechazado por Obama porque supondría el aumento de las emisiones de gases invernadero de Estados Unidos.

La organización Environmental Defence de Canadá solicitó al Gobierno canadiense que reconsidere «la aprobación de 2010 del oleoducto» porque fue hecha «sin ninguna consideración con los compromisos climáticos de Canadá». Según el grupo, la exportación a Estados Unidos de hasta 830.000 barriles de petróleo al día, la capacidad que tendrá Keystone XL, supondrá añadir «22 megatoneladas de emisiones», el equivalente a «6,3 plantas de carbón o más de 4,6 millones de automóviles». Las organizaciones medioambientales también han denunciado que Keystone XL permitirá alcanzar el objetivo de triplicar la producción de los yacimientos de las arenas bituminosas de 1,8 a 5,2 millones de barriles al día.

Obama rechaza definitivamente la construcción del polémico oleoducto Keystone

EFE.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció su rechazo a la construcción del polémico oleoducto Keystone, un proyecto de la empresa canadiense TransCanada muy criticado por organizaciones de defensa del medio ambiente. Obama dijo que está de acuerdo con la decisión tomada por su secretario de Estado, John Kerry, cuyo departamento estaba encargado de revisar el proyecto y concluyó que la construcción de ese oleoducto con Canadá «no sirve al interés nacional» de Estados Unidos.

La construcción de ese oleoducto, pensado para transportar crudo desde Canadá a Texas (Estados Unidos), «no supondría una contribución significativa a largo plazo para nuestra economía», argumentó Obama. El anuncio de Obama se produce dos días después del rechazo de su Gobierno a la petición de TransCanada de suspender la revisión que estaba haciendo el Departamento de Estado sobre el impacto de la posible construcción de ese oleoducto. TransCanada pidió al Departamento de Estado que suspendiera temporalmente su revisión sobre la solicitud para construir el oleoducto para variar su trazado.

Obama comunicó su rechazo al proyecto Keystone al nuevo primer ministro canadiense, Justin Trudeau, quien le expresó su «decepción» dada la postura favorable al oleoducto mantenida por el país vecino. Según Obama, la construcción del oleoducto no hubiera supuesto una bajada de los precios de la gasolina para los consumidores estadounidenses y recalcó que esos precios ya cayeron de manera constante durante los últimos años.

El mandatario enfatizó su apuesta por las energías limpias y de una mayor producción nacional de petróleo. Añadió que la aprobación del proyecto Keystone «habría socavado el liderazgo» a nivel mundial de Estados Unidos en la lucha contra el cambio climático. Obama adelantó que prevé asistir a la cumbre mundial sobre cambio climático que se celebrará en París en diciembre e insistió en que hay que actuar «aquí y ahora» para frenar el calentamiento global.

El oleoducto estaba pensado para transportar unos 830.000 barriles diarios de petróleo crudo sintético y bituminoso diluido desde la provincia canadiense de Alberta a diferentes lugares de Estados Unidos, incluidas refinerías en el Golfo de México y un centro de distribución en Oklahoma. En febrero, Obama vetó un proyecto de ley para autorizar la construcción inmediata del oleoducto, pero lo hizo sin pronunciarse sobre los méritos del proyecto, con el argumento de que era necesario permitir que el Departamento de Estado concluyera primero su revisión.

Obama planea tomar una decisión sobre el oleoducto Keystone antes de dejar el poder

EFE.- El Gobierno estadounidense asegura que el presidente Barack Obama sigue teniendo la intención de tomar una decisión sobre la construcción del oleoducto Keystone XL antes de abandonar el poder en enero de 2017. Al mismo tiempo evalúa la solicitud de la empresa canadiense responsable del proyecto, TransCanada, de suspender temporalmente la revisión que está haciendo el Departamento de Estado de su solicitud para construir el polémico proyecto, una petición que el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, calificó de «inusual».

El Departamento de Estado, que lleva 7 años analizando la solicitud de TransCanada, indicó que planea responder a la carta que la compañía envió al secretario de Estado, John Kerry. «Hemos recibido la carta y vamos a responder pero, mientras respondemos, vamos a continuar con nuestro proceso de revisión» de la solicitud del permiso, señaló una portavoz del Departamento de Estado, Elizabeth Trudeau, que no quiso precisar cuál será la respuesta del Departamento de Estado, e indicó únicamente que, por el momento, la revisión sigue adelante y que Kerry «quiere concluirla lo más rápido posible».

TransCanada pidió al Departamento de Estado que suspendiera sus trabajos mientras revisa una parte específica del proyecto en Nebraska, en el centro de Estados Unidos. El consejero delegado de la compañía canadiense, Russ Girling, negó que su solicitud estuviera motivada por el hecho de que Estados Unidos prevea celebrar elecciones presidenciales dentro de justo un año y que varios aspirantes republicanos apoyen la construcción del oleoducto. «Hemos trabajado muy duro durante siete años y pretendemos seguir haciéndolo hasta que tengamos una aprobación», aseguró Girling. Según el diario The Wall Street Journal, el Departamento de Estado preveía tomar una decisión final sobre Keystone esta misma semana.

El empresario subrayó que la petición se debe a que TransCanada está esperando que las autoridades de Nebraska decidan si permiten que el oleoducto atraviese el estado en una ruta que TransCanada preferiría respecto a la que está proyectada ahora, un proceso que puede durar entre 7 y 12 meses. TransCanada, con el apoyo del Gobierno del primer ministro en funciones de Canadá, Stephen Harper, quiere construir el Keystone XL para conectar los yacimientos canadienses con las refinerías estadounidenses situadas en el Golfo de México.

En Estados Unidos, los legisladores republicanos consideran que la obra crearía miles de puestos de trabajo, mientras que los ecologistas la critican por sus potenciales efectos nocivos sobre el medioambiente. El oleoducto transportaría unos 830.000 barriles diarios de petróleo crudo sintético y bituminoso diluido desde la provincia canadiense de Alberta a diferentes lugares de Estados Unidos, incluidas refinerías en el Golfo de México y un centro de distribución en Oklahoma.

Hillary Clinton expresa su oposición al polémico oleoducto Keystone XL

EFE.- La aspirante a la candidatura presidencial demócrata en 2016, Hillary Clinton, expresó su oposición al proyecto de oleoducto Keystone XL, que llevaría petróleo de Canadá al sur de Estados Unidos y lo calificó como «una distracción» en la lucha contra el cambio climático. «Por tanto, me opongo a él», subrayó la ex secretaria de Estado. Clinton había eludido, hasta ahora, pronunciarse sobre el oleoducto, que los republicanos consideran que crearía miles de empleos, y los activistas critican por sus potenciales efectos nocivos sobre el medioambiente.

El Departamento de Estado, que Clinton dirigió entre 2009 y 2013, debe concluir un estudio sobre impacto medioambiental, y el presidente estadounidense, Barack Obama, aseveró que no firmará su construcción hasta que el informe se termine. El oleoducto transportaría unos 830.000 barriles diarios de petróleo crudo sintético y bituminoso diluido desde la provincia canadiense de Alberta a diferentes lugares de Estados Unidos, incluidas refinerías de Texas en el Golfo de México, y un centro de distribución en Oklahoma. Clinton es, según las encuestas, la candidata favorita del Partido Demócrata para lograr la nominación de cara a las elecciones presidenciales del próximo año en Estados Unidos.

Estados Unidos, Canadá y México crean un nuevo grupo de trabajo sobre cambio climático

Europa Press.- Los ministros de energía de los países de América del Norte conformaron un nuevo grupo de trabajo sobre cambio climático, diseñado para ayudar a Canadá, Estados Unidos y México a armonizar sus políticas. No habrá metas vinculantes, pero se mejorará la cooperación y se integrará más las políticas relacionadas al cambio climático en las discusiones sobre energía entre los países, según indicó el ministro de Recursos Naturales de Canadá, Greg Rickford.

Los tres gobiernos cooperarán en estos temas, que incluyen la eficiencia de las redes eléctricas, buscar tecnologías más limpias en el sector de la energía y alinear sus normas para controlar las emisiones de petróleo y gas del sector. El acuerdo se conoce cuando el Gobierno de Canadá y el de Estados Unidos están enfrentados por los retrasos sobre el oleoducto Keystone XL, propuesto por TransCanada Corp y que conectaría a la región de arenas bituminosas de Alberta con la costa del Golfo de México. Grupos de ecologistas realizaron una agresiva campaña contra el proyecto mientras que Barack Obama cuestiona los beneficios económicos del proyecto, indicando que no lo aprobaría.

Canadá, entre tanto, prometió reiteradamente en los últimos años que aplicaría normas a las emisiones del sector del petróleo y gas, sólo para postergar dichos planes. En diciembre, el primer ministro canadiense, Stephen Harper, dijo que sería una «locura» el aplicar nuevas normas en momentos en que los precios globales del crudo se están desplomando. Sin embargo, Rickford aseguró que su país se alinearía con las normas recientemente propuestas en Estados Unidos para reducir las emisiones de metano de las operaciones de petróleo y gas como parte del acuerdo. Asimismo, indicó que esto podría llevar a otras regulaciones para las compañías del sector en Canadá.