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Japón acoge el primer foro internacional sobre el desmantelamiento de Fukushima

EFE.- Mientras siguen encontrándose sorpresas desagradables en Fukushima, dónde se ha detectado radiación inusualmente alta en un depósito de agua, estos días se celebra en Iwaki (Japón), localidad situada a 40 kilómetros al sur de la accidenta planta nuclear, el primer Foro Internacional para el Desmantelamiento de la Central Nuclear de Fukushima Daiichi, convocado por el Ministerio nipón de Economía, Comercio e Industria con el objetivo de promover avances en el largo proceso para finiquitar la crisis atómica originada por el seísmo y tsunami del 11 de marzo de 2011.

«La cita tiene un primer objetivo, eminentemente técnico, en terrenos como el desmantelamiento en sí o la gestión de residuos», explicó el vicedirector general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), el español Juan Carlos Lentijo. «Se trata de poner en común experiencia y conocimientos de cara a perfeccionar y orientar las tareas para desmantelar la planta, una labor que se calcula que llevará entre tres y cuatro décadas, y las que haya que ejecutar en un futuro en otras instalaciones, ya sea en situaciones similares o distintas», añadió.

Evaluación de riesgos en Fukushima

Las sesiones tratarán la evaluación de riesgos que encaran las operaciones en la accidentada central o el análisis de posibles estrategias para la retirada del combustible fundido, la labor más compleja de todo el proceso. «En lo referente a Fukushima se trata también de entender lo sucedido y sacar lecciones de ello», opinó Lentijo, que también es director del departamento de seguridad nuclear del organismo con sede en Viena (Austria).

La cita, que también cuenta con la presencia del director general de la Agencia de la Energía Nuclear de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), William D. Magwood IV, busca además promover avances en investigación y desarrollo para poder afrontar de manera segura las labores de desmantelamiento a través del uso de maquinaria o dispositivos robóticos. En este sentido, en el foro participan representantes de empresas punteras y centros de investigación.

Lentijo destacó la importancia del que considera el otro gran objetivo del encuentro; «mejorar la comunicación» entre el sector nuclear y el resto de la sociedad. «La aceptación del público es clave. La gente quiere saber en qué se está avanzando en el caso de Fukushima o qué riesgos persisten en materia de seguridad y es importante transmitir correctamente toda esa información«, aseveró el dirigente.

Radiación inusualmente alta en agua

Por otra parte, el personal de la central nuclear de Fukushima ha detectado unos niveles inusualmente altos de radiación en un depósito de agua subterráneo en desuso e investiga el origen de estas mediciones, según confirmó la empresa operadora de la planta.El pasado 6 de abril, los técnicos de la planta midieron 8.100 becquereles por litro de agua de sustancias emisoras de rayos beta en el tanque en cuestión.La cifra es casi 100 veces superior en comparación con los 87 becquereles por litro que los aparatos registraron una semana antes.Al día siguiente, las muestras de agua del tanque arrojaron aún un nivel de radiación aún mayor, 9.300 becquereles, según detalló una portavoz de Tokyo Electric Power (TEPCO).

El tanque en cuestión fue construido hace tres años para almacenar las numerosas toneladas de agua muy contaminada que generaba la planta tras el accidente de 2011. Sin embargo, debido a diversas fugas, estos tanques pronto fueron sustituidos por otros más sólidos y permanecen desde entonces en desuso.La mayor parte de líquido radiactivo fue extraído mediante sistemas de bombeo aunque aún queda algo en su interior.Pese a que ya no son empleados para almacenar agua tóxica, los técnicos de Fukushima revisan regularmente los niveles de radiación de estos depósitos. TEPCO ha dicho que seguirá investigando el origen de este incremento ante la posibilidad de que algún tipo de agua contaminada se esté filtrando al interior de este depósito.

Japón, Estados Unidos y Francia trabajarán juntos para desmantelar Fukushima, cuya situación todavía es complicada según la OIEA

EFE / Europa Press.- La situación actual en la central nuclear japonesa de Fukushima Daiichi «todavía es complicada«, cuando se cumplen 5 años desde que un tsunami posterior al terremoto que convulsionó el país nipón provocara un accidente sin precedentes en un reactor atómico. En este sentido, el Gobierno de Japón trabajará con Estados Unidos y Francia para desarrollar las tecnologías necesarias para retirar el combustible fundido de la accidentada planta.

El trabajo para desmantelar Fukushima se ha completado en un 10%. De este modo, el Ejecutivo nipón espera completar el desmantelamiento de la planta, propiedad de la compañía eléctrica Tokyo Electric Power (TEPCO), con la ayuda de expertos y tecnologías de Estados Unidos y Francia. El Departamento de Energía estadounidense y la Agencia Nacional de Investigación gala colaborarán con el Ministerio de Ciencia y Tecnología japonés para llevar a cabo las labores pendientes. Washington ayudará a Tokio a crear equipamiento y tecnología para hacerse cargo y deshacerse de los residuos radiactivos derivados de las labores de desmantelamiento, mientras que París cooperará con el país asiático para desarrollar tecnologías por control remoto que puedan resistir entornos con altos niveles de radiación.

Japón ya ha enviado varios robots al interior de dos de los tres reactores dañados durante el accidente, donde los niveles de radiación actuales impiden la entrada de un humano. Los dispositivos introducidos en el reactor 1, el peor parado, fueron abandonados tras resultar dañados por la radiactividad.  Por otro lado, expertos de universidades, investigadores e ingenieros investigarán en materia de robótica, procesamiento de imagen y otras tecnologías para avanzar en el proceso de desmantelamiento.

En los últimos 5 años, el Gobierno nipón y TEPCO han lidiado con las toneladas de agua contaminada empleada para enfriar los reactores cuando el seísmo y el tsunami los dejaron sin los generadores primarios y de emergencia, pero ahora tienen que seguir avanzando en los trabajos, incluida la retirada del combustible. La retirada de las barras de combustible fundido es el proceso más complejo dentro de las labores de desmantelamiento de la central, que llevarán tres o cuatro décadas.

Situación “todavía complicada” en Fukushima

Por otro lado, la situación actual en la central nuclear japonesa de Fukushima Daiichi «todavía es complicada», según el director general adjunto y responsable del Departamento de Seguridad Nuclear de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Juan Carlos Lentijo, que cree que aún «lo más difícil de controlar» un lustro después son los núcleos de los reactores fundidos. Eso sí, destacó que la situación en la planta atómica «ha mejorado mucho» respecto a cuando visitó la central en 2011. Ahora, subraya que el programa de actividades tiene el objetivo final de desmantelar la central, para lo que faltan «unos decenios». Ahora lo importante es que la estabilización de la central se garantice de forma sostenible para el futuro.

Lentijo, ingeniero vallisoletano, indica que una de las cuestiones que plantean más retos a corto plazo es la acumulación del agua contaminada y la filtración del agua subterránea que baja de la colina hacia los edificios principales. Para ello, recuerda que se diseñaron numerosos sistemas de descontaminación del agua y una barrera para prevenir que esta siga entrando. En Fukushima se implantaron numerosas medidas y sistemas para evitar que el agua contaminada salga al mar. La última novedad, que está en su fase final de implantación, es la construcción de una barrera de hielo en el suelo, cuyos sistemas ya están instalados y pronto comenzará la etapa de pruebas para llegar a «eliminar o limitar la acumulación de agua contaminada».

Sin embargo, el responsable de la OIEA estima que a largo plazo las actividades más importantes y difíciles será la retirada del combustible nuclear que quedó dañado. «Tienen buenos planes iníciales y ahora tienen que diseñar en detalle las actividades concretas para ponerlas en marcha», comentó. Con todo, apunta que el de Fukushima no será un desmantelamiento «normal», por lo que aplaudió el programa japonés de investigación muy ambicioso con el que se desarrollarán nuevas tecnologías y programas. En todo caso, considera que «lo más difícil de controlar» son los núcleos de los reactores fundidos, mientras que calificó de «experiencia extraordinaria» el proceso de retirar el combustible nuclear gastado que había en el reactor 4.

Por otro lado, el directivo de la OIEA ha destacado que los datos apuntan que en el futuro seguirá aumentando el parque nuclear mundial. Los datos hablan de una previsión de crecimiento, aunque ha puntualizado que «no está igualmente distribuida en todas las regiones del mundo» sino que la tendencia ascendiente se observa en Asia frente a la estabilización o descenso en Europa o Estados Unidos. Lentijo ha agregado que como tecnología, la nuclear tiene ventajas e inconvenientes y que es decisión de las autoridades de cada país tenerla en cuenta como uno de los posibles vectores de futuro para determinar la forma de cumplir los objetivos del cambio climático puesto que ha recordado que no contribuye a emitir CO2.

Finalmente, sobre la operación a largo plazo, ha manifestado que el tiempo en las centrales nucleares no es una cuestión de años, sino de condiciones de funcionamiento y conservación y, por ello, considera que cuando se llega a las edades para las que fueron licenciadas, se debe analizar las mejoras que se deben implantar si se quieren operar durante más tiempo. «No existe una vida determinada para las instalaciones, sino una vida condicionada por las autorizaciones que tienen. Se plantean por 40 años y después de decenios de operación y revisiones periódicas se comprueba si la instalación puede seguir operando si cumple las medidas de seguridad necesarias», ha concluido Lentijo.

Juan Carlos Lentijo, nombrado alto cargo de la Organismo Internacional de Energía Atómica

Europa Press / Servimedia.- El ingeniero español Juan Carlos Lentijo fue nombrado director general adjunto responsable del departamento de Seguridad Nuclear de la Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), elección que celebró el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación puesto que ocupará desde el próximo mes de octubre el puesto de más alta responsabilidad que ha tenido nunca un ciudadano español en la OIEA.

Durante los tres últimos años, este ingeniero vallisoletano había desempeñado en la misma agencia el puesto de director de la División del ciclo de combustible nuclear y de tecnología de los residuos, el proceso anterior a que el uranio entre en el reactor. En este sentido, Exteriores destacó que el nombramiento de Lentijo, que desarrolló 28 años de su carrera profesional en el Consejo de Seguridad Nuclear de España, «refleja la confianza internacional en el modelo regulatorio nuclear español, así como el prestigio profesional de los funcionarios de su cuerpo técnico y empleados públicos». En el CSN llegó a ser director técnico de Protección Radiológica.

Durante su último periodo en el CSN dirigió una intensa labor nacional e internacional tras el accidente en la central nuclear de Fukushima Daiichi (Japón). Lentijo participó en las pruebas de resistencia a las que se sometió el parque atómico español y en mayo de 2011 se trasladó a Japón como miembro del comité de expertos que el OIEA designó para analizar la crisis nuclear vivida en Japón tras el terremoto, y posterior tsunami. Meses después, el director regresó al país nipón como máximo responsable del equipo de expertos internacionales enviados por el OIEA en respuesta a la solicitud del gobierno nipón, con el objetivo de analizar los trabajos de recuperación de las zonas afectadas por el accidente de Fukushima.