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La Eurocámara aprueba que el 32% del consumo energético proceda de fuentes renovables y la eficiencia energética alcance el 32,5%

Europa Press.– El Parlamento Europeo ha aprobado los objetivos de energías renovables y de eficiencia energética, del 32% y del 32,5% para 2030 respectivamente, y ha respaldado la nueva normativa sobre gobernanza energética que obliga a los países a elaborar planes nacionales cada 10 años. Los eurodiputados confirmaron así el acuerdo alcanzado con los Estados miembros sobre estas 3 nuevas normativas europeas, que forman parte del paquete Energía Limpia para todos los europeos, propuesto por la Comisión Europea en noviembre de 2016.

Las 3 deben ser ahora aprobadas por el Consejo de la Unión Europea (los Estados miembros). Según los nuevos objetivos, la eficiencia energética del conjunto del bloque comunitario tendrá que haber mejorado un 32,5% en 2030, mientras que la energía procedente de fuentes renovables tendrá que representar el 32% del consumo bruto total. Ambas metas serán revisadas en 2023, pero sólo podrán actualizarse para elevar el objetivo y no para reducirlo. El eurodiputado del PSOE, José Blanco, responsable del informe del Parlamento Europeo sobre renovables, ha destacado que la directiva «pone a Europa en la senda del cumplimiento del Acuerdo de París». «Podemos afirmar que Europa está dando respuestas a la altura del desafío del cambio climático», subrayó el socialista.

Además, la directiva sobre renovables reconoce el derecho al autoconsumo y derechos como generar, almacenar y vender el exceso de energía eléctrica, instalar y operar sistemas de almacenaje y recibir remuneraciones por el excedente vertido a la red. El texto pactado también impide aplicar cargos al autoconsumo, como el impuesto al sol en España, aunque esta prohibición sólo se extenderá hasta diciembre de 2026. A partir de entonces, los Estados miembros podrán recurrir a una de las tres alternativas que la directiva contempla para justificar la imposición de estas tasas.

Al menos el 14% del combustible usado para el transporte tendrá que proceder de fuentes renovables en 2030 y los biocarburantes de primera generación con alto riesgo de «cambio indirecto en el uso de la tierra» no se tendrán en cuenta para los objetivos de uso de renovables a partir de ese año. Las futuras normas sobre gobernanza, por su parte, obligarán a los Estados miembros a diseñar una estrategia energética y climática con objetivos nacionales, contribuciones, políticas y medidas para diciembre de 2019 y cada 10 años desde entonces.

Iberdrola celebra el acuerdo europeo de renovables y la patronal APPA habla de una inversión de 100.000 millones en España

Europa Press / EFE.- El director general de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA), José María González Moya, augura que la cuota del 32% de renovables que fijó la Unión Europea para 2030 podría suponer unas inversiones en España de entre 80.000 y 100.000 millones de euros. Por su parte, Iberdrola ha aplaudido «la ambición» demostrada por los países europeos y considera que representa una «muy buena noticia para la industria y la economía española y europea».

La energética también valora el compromiso de los países para «desplegar mecanismos y decisiones concretas» para avanzar en el proceso de descarbonización y electrificación de la economía y aprovechar «todas sus oportunidades». Subraya que con este acuerdo, alcanzado por el Parlamento Europeo, el Consejo y la Comisión Europea sobre la directiva de renovables, «se abren nuevas oportunidades en términos de generación de empleo y riqueza en un sector en el que las empresas españolas y europeas están muy bien posicionadas«.

Además, la compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán considera que el objetivo mínimo del 32% de energía renovable para 2030 es «alcanzable y está sustentado en la evolución que han experimentado las tecnologías renovables, que ha hecho posible disponer de una energía competitiva, segura y asequible«. Para Iberdrola, decisiones como esta «permiten actuar contra los efectos del cambio climático, apoyar una transición justa y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, al tiempo que se reduce paulatinamente la dependencia energética exterior de nuestra economía».

APPA ve bien el objetivo

Al margen de la millonaria inversión prevista en España, González Moya ha indicado que para APPA el acuerdo es una «muy buena noticia», así como que se haya conseguido antes de que cambiara la presidencia de la Unión Europea, que actualmente ostenta Bulgaria. El responsable de APPA ha considerado un «éxito» la negociación, aunque cree que se podía haber sido «un poquito más ambicioso», ya que el 32% acordado se sitúa entre el 27% que pedían inicialmente los países y el 35% que reclamaba la Eurocámara, si bien en 2023 podrá ser revisado al alza.

Por eso, ha señalado que APPA está «razonablemente» satisfecha con el acuerdo y ha añadido que ahora habrá que ver cómo se asume por los países ese objetivo medio de un mínimo del 32% para la Unión Europea en 2030, para lo cual habrá que esperar a los planes nacionales de energía y clima que los países tendrán que presentar antes de que acabe el año. No obstante, ve esa cuota como un «buen empujón» para la industria nacional de renovables, pues a partir de ahora todo lo que se haga en energía será renovable.

«Insuficiente» para la Fundación Renovables

Por su parte, la Fundación Renovables ha valorado «el esfuerzo negociador» del Parlamento Europeo para aumentar el objetivo de renovables al 32% para 2030, desde la propuesta de partida «ridícula y exigua» del 27%, aunque ha considerado que el acuerdo finalmente adoptado por el trílogo se trata de «una meta poco ambiciosa e insuficiente para combatir el cambio climático y la dependencia energética en la Unión Europea». La Fundación señala también que, al no ser un objetivo vinculante, cada Estado puede aumentar el porcentaje indistintamente de esta meta, «ya que al final lo que contará es un cómputo de la cobertura con renovables en el conjunto de la Unión Europea».

En este sentido, considera positivo que el texto aprobado por el trílogo introduzca una cláusula de revisión exclusivamente al alza en 2023. Asimismo, insiste en que es «imprescindible» actuar sobre la demanda electrificándola de manera generalizada y en un objetivo de que el 80% de la electricidad en España se genere con renovables para el 2030, lo que permitirá cumplir el objetivo acordado en la Unión Europea de alcanzar el 32% de cobertura de demanda final de energía prácticamente sólo a través del consumidor eléctrico.

2021 sin cargos al autoconsumo

Por otra parte, la Fundación Renovables aplaude que el texto de la revisión de la directiva de renovables incluya la eliminación de los peajes de acceso (cargo fijo y cargo transitorio), el impuesto al sol que en España se aplica a las instalaciones de autoconsumo mayores de 10 kW, si bien abre la puerta a un posible establecimiento a futuro de un peaje para autoconsumos de más de 25 kW.

Además, la Fundación Renovables agradece la labor realizada por el eurodiputado José Blanco, ponente de la propuesta de revisión de directiva de renovables del Parlamento Europeo, así como el trabajo desempeñado por el comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete. Finalmente, valora «el último impulso» que ha supuesto el cambio de posicionamiento del Gobierno con la incorporación de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera.

La Unión Europea se fija un objetivo de energías renovables del 32% para 2030 y contempla su revisión en 2023

Europa Press / EFE.- Los Gobiernos de la Unión Europea y el Parlamento Europeo han alcanzado un acuerdo para fijar un objetivo vinculante de energías renovables del 32% para 2030 e incluir una cláusula de revisión al alza en 2023, según los avances tecnológicos que puedan acelerar la transición energética, aunque no se logró establecer una meta en el caso de la eficiencia energética. El objetivo del 32%, no obstante, es inferior al 34% que recetaba la Agencia Internacional de la Energía Renovable (IRENA).

El objetivo pactado del 32% se sitúa así en un punto intermedio entre las pretensiones de la Eurocámara, que abogaba por situarlo en el 35%, y de los Estados miembros, cuya postura oficial era del 27% aunque había países más ambiciosos alineados con la postura de los eurodiputados, como España. «Este acuerdo es victoria duramente trabajada para desbloquear el verdadero potencial de la transición de Europea hacia una energía limpia. Esta nueva ambición nos ayudará a cumplir con los objetivos del Acuerdo de París y se traducirá en más empleos, facturas energéticas más baratas para los consumidores y menos importaciones de energía», celebró el comisario de Energía, Miguel Arias Cañete.

Por su parte, el eurodiputado del PSOE José Blanco, responsable del informe de la Eurocámara sobre esta cuestión, ha remarcado que el acuerdo pone a la Unión Europea «en sintonía» con el Acuerdo de París para avanzar en el proceso de descarbonización de la economía e impulsar una transición energética. También ha subrayado que es un «gran acuerdo» para España porque garantiza un mínimo del 15% de interconexiones y crea un fondo para ayudar a las regiones carboníferas a sumarse al «impulso de las renovables«. «Gracias a todos los que nos ayudaron a hacerlo posible», declaró en las redes sociales.

El pacto eleva el nivel del 20% de renovables que la Unión Europea tiene marcado para 2020 y supone casi el doble de la cuota del 17% de energía solar, hidráulica, eólica y la biomasa alcanzada por la Unión Europea en 2017. La revisión de la directiva europea sobre renovables forma parte del paquete de invierno, una gigantesca revisión de la legislación comunitaria para cumplir con el Acuerdo de París. Ese pacto internacional busca limitar las emisiones contaminantes al menos en un 40% para 2030.

El acuerdo sobre energías renovables ha llegado en la quinta reunión que han mantenido los negociadores de la Eurocámara y el Consejo de la Unión Europea (la institución que representa a los Estados miembros) desde que comenzaran las conversaciones a principios de año. También ha llegado después de que los nuevos Gobiernos de España e Italia elevasen la ambición de ambos Estados en este asunto en la última reunión frente a países con gran dependencia del carbón, como Polonia, más conservadores. En concreto, la delegación española, encabezada por la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, abogaba por cerrar un objetivo de renovables del 34%.

Los negociadores de las instituciones comunitarias, sin embargo, no fueron capaces de alcanzar un acuerdo sobre el objetivo de eficiencia energética para 2030. Sobre este asunto, el comisario español ha pedido al Parlamento Europeo y a los Estados miembros que sean «flexibles» y que busquen un «compromiso». Además del objetivo y la cláusula de revisión al alza, la nueva directiva de renovables reconoce el derecho al autoconsumo y derechos como generar, almacenar y vender el exceso de energía eléctrica, instalar y operar sistemas de almacenaje y recibir remuneraciones por el excedente vertido a la red.

El texto pactado también recoge la enmienda reclamada por la Eurocámara por la que no se podrán aplicar cargos al autoconsumo, como el famoso impuesto al sol en España, aunque esta prohibición sólo se extenderá hasta diciembre de 2026. «La muy buena noticia es que hemos matado el nefasto impuesto al sol«, declaró el eurodiputado de Equo, Florent Marcellesi, quien consideró «muy positivo» que «la ciudadanía europea» y demás agentes sociales puedan «producir, consumir y almacenar su propia energía renovable».

A partir de 2026, los Estados podrán recurrir a una de las tres alternativas que la directiva contempla para justificar la imposición de estas tasas. Concretamente, podrán gravar el autoconsumo de instalaciones con potencia instalada superior a los 25 kW, de autoconsumidores que reciben ayudas si el impuesto no sea superior al apoyo recibido o si un estudio concluye que la inexistencia de un impuesto amenaza la sostenibilidad financiera a largo plazo del sistema eléctrico (en caso de que las instalaciones de autoconsumo representen más del 8% de la potencia total instalada de un país).

Otro aspecto importante del acuerdo es una tasa de 14% de energía renovable en el sector del transporte para 2030, que se prevé que impulse el vehículo eléctrico. El pacto también prevé reducir progresivamente el empleo de aceite de palma para producir biocombustibles destinados al transporte hasta 2030 y limitar sus importaciones, que provienen de Indonesia y Malasia. También se congela la producción europea de biocombustibles de primera generación, como el etanol, en los niveles de producción que alcance cada Estado en 2020 y se fija un objetivo del 3,5% para los de segunda generación, generados a partir de cultivos no alimentarios como la madera.

Organizaciones ecologistas como Greenpeace, que no consideran el acuerdo general sobre renovables suficientemente ambicioso, han sido especialmente críticas con los biocombustibles al considerar que supone «una amenaza para los bosques europeos» pues permitirá que «más árboles y cultivos se quemen como energía» y es «un ejemplo terrible para el resto del mundo». Los negociadores, sin embargo, fracasaron a la hora de alcanzar un compromiso en el ámbito de eficiencia energética, pese a que acercaron posturas.

Ribera se estrena en el consejo de Energía de la Unión Europea con una cita clave contra el cambio climático

EFE / Europa Press.- La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, se estrena este lunes en el plano internacional con un consejo de ministros de la Unión Europea en Luxemburgo en el que se perfilarán aspectos clave de la legislación comunitaria contra el cambio climático para 2030. Los ministros debatirán una modificación en su posición conjunta sobre los objetivos comunitarios en eficiencia energética y en renovables para ese horizonte, baremos que luego los Estados del Consejo Europeo deberán negociar con el Parlamento Europeo.

Inicialmente, los 28 Estados miembros de la Unión Europea defienden un objetivo de mejorar un 30% la eficiencia energética y de alcanzar una tasa del 27% para renovables, frente al 35% para ambos casos que pide de entrada la Eurocámara, con metas vinculantes para los países. Pero los equilibrios podrían variar tras los recientes cambios de Gobierno en España e Italia, dos de los grandes países del club comunitario cuyos nuevos Ejecutivos tienen un discurso más ambicioso en sus proyectos de transición energética. «Espero que un cambio de posición de España pueda arrastrar a un cambio de posición en el Consejo del resto de países», asevera el eurodiputado socialista José Blanco, ponente del Parlamento Europeo en materia de energía renovable.

Desde que ambas instituciones cerraron sus posiciones sobre este asunto han tenido lugar cuatro reuniones entre sus negociadores y la próxima está prevista para el 13 de junio. Por tanto, la incógnita es saber si los Estados miembros aceparán subir la proporción de renovables para 2030 para facilitar un acuerdo con la Eurocámara. De hecho, la Eurocámara está dispuesta a flexibilizar su postura y dejar el objetivo «en torno al 34% como mínimo», en línea con la recomendación de la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA), explicó Blanco, quien apuntó que en el Consejo (que representa a los países) también se habla ya de un «31% o 32%» en renovables.

Más allá de los escaños del Parlamento Europeo, entre las organizaciones ecologistas también esperan que España salga del grupo de los países más conservadores en la negociación, que se identifica con las tesis de Polonia, un país con una alta dependencia energética en el carbón. Fuentes de organizaciones ecologistas sitúan junto a Polonia en el vagón de cola a países como Alemania, Hungría y Rumanía. Entre los que más presionan por un acuerdo osado citan a Francia, Dinamarca, Bélgica, Holanda, Portugal, Luxemburgo, Suecia y, ahora, España, de la que esperan esté a la cabeza del grupo en ambición, apostando en la negociación por el 35%.

«En los últimos años, hemos visto más retroceso que progreso en las políticas sobre clima y energía en España», resaltó el director para Europa de la Red de Acción Climática (CAN), Wendel Trio. Esa organización espera que «Ribera, con su rica experiencia previa, ahora puede impulsar que el objetivo de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de la Unión Europea para 2030 sea mucho mayor que el 40%». Para los ecologistas, solo así la Unión Europea podrá cumplir con sus compromisos para alcanzar el objetivo global de limitar el aumento de la temperatura media mundial a final de siglo por debajo de 2 grados centígrados con respecto a los niveles preindustriales, recogido en el Acuerdo de París.

En ese sentido, el consejo europeo servirá también para que los ministros debatan sobre el reglamento para la gobernanza de la Unión de la Energía, que debería ser el instrumento para garantizar una estabilidad y certidumbre que favorezca las inversiones financieras en el área de la energía limpia. «La alianza entre los países más progresistas con capacidad de transformar las cosas es la única manera de hacer creíble e ilusionar y de gestionar algo tan complejo», agregó Ribera, quien subrayó que «España tiene que estar a la cabeza en la construcción europea» en términos de transformación de su modelo económico, aunque reconoció la dificultad de «salir de un modelo en el que hay una serie de inversiones, de intereses creados».

Otro de los puntos de debate sobre la mesa es el borrador legislativo para renovar las competencias de la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER), que se encarga de garantizar el buen funcionamiento del mercado único del gas y la electricidad. Por último, los Veintiocho debatirán sobre los temas energéticos que se abordarán durante el segundo semestre, periodo en el que Austria asumirá la presidencia de turno de la Unión Europea.

Instituciones e industria reafirman su apuesta por la energía renovable en la Unión Europea

EFE. – Representantes de la Comisión Europea, la Eurocámara y la industria energética mostraron su apoyo al uso de energías renovables limpias y la descarbonización del sector en Europa, durante la celebración de la IV cumbre energética europea en Bruselas.

Ejemplo de ello fue el comisario europeo de Energía y Acción Climática, Miguel Arias Cañete, que ensalzó el papel de liderazgo de la Unión Europea (UE) en la materia durante el discurso de apertura que compartió con el primer ministro de energía de Bulgaria, Zhecho Stankov, y el presidente de la comisión de Energía del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek.

Así, Cañete afirmó que la transición energética es «cada vez más urgente» ante las incertidumbres geopolíticas actuales y subrayó que para la UE es un «reto importante» puesto que aún depende mucho de los carburantes fósiles pese a los avances en renovables.

«El carbón, petróleo y gas todavía suponen más del 72% de nuestras fuentes primarias de consumo de energía en 2016 y la mayoría fue importado», señaló Cañete, quien defendió que la UE debe aumentar su resiliencia energética.

En 2016, la Unión Europea importó el 88% del petróleo, el 70% del gas natural y el 40% de otro tipos de carburantes fósiles, según explicó el comisario español.

Sin embargo, recordó que la UE está camino de lograr los objetivos de reducir su consumo energético un 40% para 2030 en comparación con 1990 y consideró que el liderazgo comunitario en la materia se verá impulsado con la presentación de una estrategia europea de emisión de gases de efecto invernadero de larga duración en 2019.

«La geopolítica internacional necesita que la UE urgentemente aumente su resiliencia energética. A medio y largo plazo reduciría la dependencia de nuestras economías de la importación de hidrocarburos», sostuvo Cañete.

Sobre los retos del futuro, el comisario español reconoció que Rusia seguirá siendo un suministrador clave para la Unión Europea, pero que el país debe garantizar «precios competitivos» para poder competir en el mercado europeo. También destacó el papel de Ucrania como país «de tránsito» entre Rusia y la UE, así como la importancia de que la reforma del sector energético «continúe» para garantizar la «seguridad energética» europea.

«La transición energética está sucediendo en todas partes, todos los países son importadores o exportadores. En Europa las energías renovables, la eficiencia energética y el papel de los consumidores como actores clave mitigarán la dependencia del gas externo», apuntó Cañete.

Por otro lado, el eurodiputado socialista José Blanco, aseguró que «la lucha contra el cambio climático no es una opción, es una obligación».

Blanco fue uno de los ponentes del paquete legislativo aprobado en enero por el Parlamento Europeo que defiende que la cuota de renovables de la UE sea del 35% en 2030, por encima del 27% que piden los Estados miembros y del 30% que propone la Comisión.

Apuntó que en la cumbre celebrada en París en 2017, auspiciada por el presidente galo, Emmanuel Macron, se ratificaron los objetivos del Acuerdo por el Clima firmado en esa ciudad en 2015 y se invitó a los Estados de la UE a cumplirlos en un «discurso muy esperanzado».

«Pero cuando uno habla con su ministro de energía y ve que defiende un 30% de energías renovables para el periodo 2020-2030, uno piensa que el discurso del presidente no está en consonancia con el papel que Francia desempeña en el Consejo», añadió.

El aumento de la competitividad de las energías renovables y la reducción de sus costes se plantearon como principales motivos para conseguir estos objetivos, así como una ventaja para su expansión futura.

En este sentido, el vicepresidente ejecutivo de ENEL, Simone Mori, añadió que «la energía renovable es la forma más barata para producir energía».

Mori también hizo hincapié en la importancia de la digitalización de la red eléctrica, una herramienta que considera que hay que promover «para que se convierta en el nuevo estándar europeo».

Durante la jornada también se debatió la presencia de la conocida como «energía azul» – que deriva de los océanos, ríos y mares- y su importancia en las economías verdes.

«La energía de los océanos puede llegar hasta el 10% de la demanda de la UE (…) y Europa es afortunada porque tenemos excelentes condiciones naturales para producir energía con las olas y las mareas, tenemos ingenieros expertos en marina y emprendedores muy motivados», sostuvo el comisario de Medio Ambiente, Asuntos Marítimos y Pesca, Karmenu Vella.

Por último, el secretario general de energía español, Daniel Navia, el cual consideró que concienciar a la ciudadanía es «la clave» de esta transición energética y destacó la inversión del Gobierno español en publicidad sobre eficiencia energética. «Tenemos que explicar a los consumidores que la transición energética no solo son las renovables, sino también eficiencia energética», apuntó.

El eurodiputado socialista José Blanco pide al Gobierno que desbloquee las inversiones en energías renovables

EFE.- El eurodiputado socialista José Blanco, ponente de la nueva directiva europea de eficiencia energética y energías renovables en el Parlamento comunitario, ha pedido al Gobierno de España que «desbloquee» los proyectos para las inversiones «necesarias» en el sector de las energías renovables. «Estamos hablando de más de 1.000 millones de inversión, de más de 15.000 empleos y no está precisamente el empleo en España para perder oportunidad en un sector que además lo genera de calidad», ha indicado el exministro.

Blanco ha explicado, sobre las energías renovables y dentro de la política energética europea, que la Unión Europea está regulando lo que tiene que ser la «transición energética». «Para cumplir los objetivos de París hay que hacer una transición energética que dé paso a la descarbonización de la economía y el impulso de las energías renovables«, ha indicado el ponente.

En este sentido, ha lamentado que España esté «de nuevo» entre los países que quieren «poner un freno» al desarrollo de energías renovables, algo que «no se entiende» en una zona que, por sus condiciones, podría liderarlo precisamente y que además está «muy expuesta» al cambio climático. Blanco ha avanzado asimismo que, a finales de junio, podrá contarse con una nueva directiva para el período 2020-2030 que genere un marco regulatorio, para que no se vuelvan a dar criterios de retroactividad como los definidos por el Gobierno español y que llevaron a un freno renovable.

El Parlamento Europeo se posiciona a favor de elevar al 35% el objetivo de energías renovables para el año 2030

Europa Press.- El pleno del Parlamento Europeo negociará elevar el objetivo de energías renovables para la Unión Europea hasta el 35% en 2030, frente a la meta del 27% fijada en la actualidad, como parte de los esfuerzos del bloque comunitario para cumplir con los compromisos adquiridos en el Acuerdo de París.

Los eurodiputados han aprobado con 492 votos a favor, 88 en contra y 107 abstenciones el informe del eurodiputado del PSOE, José Blanco, que fija la posición de la Eurocámara para las negociaciones que deben comenzar ahora con el Consejo de la Unión Europea, la institución comunitaria que representa a los Gobiernos de los Estados miembros, que aboga por mantener el objetivo en el 27%. «Podemos decir que el Parlamento Europeo ha dado un mensaje claro e inequívoco para cumplir con los objetivos de París y para impulsar una transición energética basada en una energía limpia y energías renovables», subrayó Blanco, que también calificó la postura del Consejo de la Unión Europea como «errática» y ha confiado en poder cambiarla.

Para alcanzar este porcentaje a nivel comunitario, los países deberán fijar sus propios objetivos nacionales, que serán coordinados y supervisados en virtud de otro proyecto legislativo sobre gobernanza energética, que también fue aprobado. Por otro lado, los eurodiputados fijaron un objetivo de eficiencia energética para 2030 también del 35%, que se calculará a partir de la proyección de consumo energético para ese mismo año según el modelo PRIMES, que simula el consumo y suministro de energía en la Unión Europea.

Además, el texto sobre renovables apuesta por impulsar el autoconsumo de energías renovables en el bloque comunitario al instar a los Estados miembros a «garantizar que los consumidores tengan derecho a convertirse en autoconsumidores de energías renovable». Para ello, estos consumidores deben estar autorizados «para autoconsumir y vender su excedente de producción de electricidad renovable sin ser objeto de procedimientos y cargas discriminatorios o desproporcionados que no reflejen los costes”. Además, los eurodiputados han aprobado una enmienda que pide permitir el consumo de electricidad renovable de producción propia y que permanece dentro de sus locales «sin estar sujetos a impuestos, tasas o tributos de ningún tipo». Esta enmienda ha recibido 594 votos a favor, 69 en contra y 20 abstenciones.

«Hemos blindado algo que era una pelea, a mi juicio justa, que es garantizar el autoconsumo como un derecho. El autoconsumo de energía renovable como un derecho y eliminando trabas administrativas y prohibiendo medidas como el impuesto que es conocido como impuesto al sol», ha enfatizado el eurodiputado socialista español. Preguntado por el futuro de esta enmienda en las negociaciones con los socios comunitarios, Blanco ha confiado en contar con el apoyo de la Comisión Europea y ha advertido de que la Eurocámara no renunciará, dado el apoyo que ha recibido esta parte del texto.

Asimismo, los eurodiputados acordaron que el 12% de la energía utilizada en el sector del transporte proceda de fuentes renovables. En este contexto, la contribución de los biocombustibles de primera generación deberá limitarse al nivel de 2017, con un máximo del 7%, en el transporte por carretera y ferrocarril. De la misma forma, la cuota de biocombustibles avanzados, combustibles renovables para el transporte de origen no biológico, combustibles derivados de residuos y electricidad renovables deberá alcanzar el 1,5% en 2021 y aumentar progresivamente hasta el 10% en 2030. Por último, el 90% de las gasolineras en las carreteras dentro de las redes transeuropeas deberán estar equipadas con puntos de recarga para vehículos eléctricos en 2022.

La Eurocámara pide reforzar el autoconsumo de energía en la Unión Europea y aboga por no aplicar impuestos desproporcionados

Europa Press.- La comisión de Industria y Energía del Parlamento Europeo ha abogado por reforzar los derechos de los particulares que consumen la energía que ellos mismos producen a partir de fuentes renovables y exige que estos ciudadanos no soporten tasas o impuestos que sean discriminatorios o desproporcionados.

Al mismo tiempo,la comisión europarlamentaria ha abogado por elevar desde el 27% hasta el 35% el objetivo de energías renovables de la Unión Europea para 2030 y hasta el 40% el objetivo de eficiencia energética para ese mismo año, frente al 30% que plantea la Comisión Europea. En concreto, el informe sobre la directiva de energías renovables, cuyo responsable es José Blanco, eurodiputado del PSOE, ha sido aprobado con 43 votos a favor, 14 en contra y 7 abstenciones.

En concreto, el texto afirma que los países de la Unión Europea garantizarán que los autoconsumidores de energías renovables estén autorizados para consumir y vender su excedente de producción de electricidad renovable «sin ser objeto de procedimientos y cargas discriminatorias y desproporcionadas que no reflejen los costes». Además, los eurodiputados han pedido que estos ciudadanos puedan consumir la electricidad que producen con renovables «sin tener que pagar cargas, tasas o impuestos», al mismo tiempo que instan a las capitales a evaluar las barreras al consumo de energía propia para «impulsar» un mayor desarrollo del autoconsumo.

Por otro lado, el documento aprobado por los eurodiputados fija un objetivo del 12% de energía renovable para el sector del transporte en 2030 y establece que su uso en calefacción y refrigeración debe aumentar dos puntos porcentuales cada año. «Europa necesita hacer más, Europa necesita más ambición en renovables para cumplir con los compromisos de París, combatir el cambio climático y liderar la transición energética. Con estos objetivos no sólo avanzaremos en la transición hacia una economía descarbonizada, sino que fortaleceremos nuestra seguridad energética y nuestra economía, creando empleo de alta cualificación», afirmó Blanco.

El Partido Popular Europeo (PPE), por su parte, ha destacado que el informe aprobado es «equilibrado y realista». «La transición energética de los combustibles fósiles a las renovables es crucial, pero debemos asegurarnos también que va de la mano con mantener la competitividad y el crecimiento de la Unión Europea», ha enfatizado el eurodiputado irlandés del PPE, Seán Kelly. El grupo de Los Verdes ha votado en contra del informe debido a la ausencia de objetivos vinculantes para los Estados miembros. El eurodiputado de Equo, Florent Marcellesi, ha advertido de que existe una «laguna legal» en el informe que permitiría desviarse un 10% del objetivo.

Por otro lado, la comisión de Industria y Energía de la Eurocámara ha aprobado con 33 votos a favor, 30 en contra y 2 abstenciones elevar al 40% el objetivo de eficiencia energética de la Unión Europea para 2030, frente a la meta del 30% que propone el Ejecutivo comunitario. Ambos votos fijan la posición de la Eurocámara de cara a las negociaciones con el Consejo de la Unión Europa (la institución que representa a los Estados miembros) para reformar las dos directivas. No obstante, estas posiciones deben ser refrendadas por el pleno del Parlamento Europeo en enero antes de que puedan iniciarse las conversaciones.

Los votos han sido celebrados por Climate Action Network (CAN), cuyo director, Wendel Trio, ha destacado que «mandan una señal fuerte a los gobiernos de la Unión Europea sobre la necesidad de ampliar la energía limpia». No obstante, ha criticado que el aumento del objetivo para energías renovables no haya sido acompañado por metas nacionales vinculantes. Más crítica fue la organización WWF, que aseveró que el objetivo para energías renovables del 35% es mejor que el 27% «pero no por mucho», al tiempo que ha criticado que un margen de flexibilidad del 10% podría hacer que el peso de las renovables alcance únicamente el 31,5%.

El Gobierno se muestra dispuesto a eliminar las trabas administrativas al autoconsumo

Europa Press.– El secretario de Estado de Energía, Daniel Navia, indicó que el Gobierno está «abierto a la eliminación de las trabas administrativas» en el autoconsumo y a la apertura de espacios de colaboración con los sectores involucrados y los consumidores. Navia aboga por mirar al futuro y abandonar debates pasados. «Tenemos la oportunidad única de reconducir y reactivar la agenda de colaboración» entre la Administración y el sector, subrayó.

Navia resaltó el alto desarrollo de la tecnología fotovoltaica «que ya compite sin apoyos, o con apoyos reducidos» y el papel crítico que jugará en el futuro sistema energético. Asimismo, ha destacado la importancia de una regulación que compatibilice los objetivos marcados en renovables con el bienestar de la sociedad. Por último, Navia se refirió a la nueva subasta de renovables que se celebrará en las Islas Canarias y Baleares en el primer trimestre de 2018 y destacó los esfuerzos de la Administración para que el calendario regulatorio para el desarrollo e implantación de los 4.000 MW de energía fotovoltaica obtenidos en la pasada subasta sea lo más rápido posible.

Por su parte, el presidente de UNEF, Jorge Barredo, ha lamentado la intención del Gobierno de reducir la rentabilidad razonable de las renovables y sus consecuencias negativas para los propietarios fotovoltaicos. Asimismo, el presidente de UNEF ha vuelto a defender un autoconsumo liberalizado, sin barreras económicas ni administrativas y como un elemento «imprescindible» en la lucha contra el cambio climático.

En el ámbito europeo, la jefa de Unidad de Renovables y Política CCS de la Comisión Europea, Paula Abreu, ha destacado el crecimiento de la energía fotovoltaica un 50% por encima del resto de energías renovables, así como el papel destacado de esta fuente en la transición energética. La Comisión, según Abreu, se ha marcado el objetivo de conseguir que como mínimo el 27% de la energía consumida en 2030 sea de fuentes renovables. En este sentido ha señalado la importancia del incremento de las inversiones, que son muy destacadas en el caso de Reino Unido y Alemania, y el rol destacado del autoconsumo energético.

Por su parte, el eurodiputado socialista José Blanco, destacó la propuesta consensuada por la casi la totalidad de las formaciones políticas del Parlamento Europeo para ampliar los objetivos de la Comisión Europea y establecer un 35% de energías renovables para 2030. Por ello, Blanco ha abogado por reforzar la seguridad jurídica del sector para alcanzar un marco jurídico estable, y pidió que se fomente el autoconsumo más allá de lo que establece la Comisión Europea, para evitar el impuesto al sol, estableciendo criterios para compensar a aquellos autoconsumidores que viertan su excedente a la red.

Blanco (PSOE) plantea impedir desde la Unión Europea los cargos al autoconsumo con una regulación impulsada a nivel comunitario

Javier Angulo / Bruselas.- El eurodiputado socialista y ponente de la directiva de energías renovables, José Blanco, ha avanzado que el Parlamento Europeo impulsará una regulación del autoconsumo que impida cargos como el denominado impuesto al sol (término rebatido recientemente por el Tribunal Supremo), en los que el autoproductor tiene que contribuir a los costes del sistema como las redes. Blanco propone que la energía autoconsumida no tenga que afrontar estos cargos, abonando el uso de las redes cuando se pretenda verter energía al sistema.

De todos modos hay que recordar que el papel de Blanco es el de conseguir que las fuerzas políticas representadas en el Parlamento Europeo fijen una posición desde la que negociar a lo largo de 2018 con la Comisión Europea y el Consejo Europeo. Por tanto conviene subrayar que cualquier cambio regulatorio no será en el corto plazo ya que a nivel comunitario no entrarán en vigor hasta 2020. El 28 de noviembre se votarán en la Comisión de Energía 7 informes para definir el sector energético de Europa en la próxima década, entre ellos el informe sobre renovables de Blanco, aunque la postura del Parlamento no será definitiva hasta que se apruebe en pleno en la primavera del 2018.

En lo que respecta a los objetivos de Energía y Clima para 2030, la propuesta de Blanco es conseguir una cuota de renovables del 35% sobre el consumo de energía final, lo que supondría añadir más ambición a la propuesta inicial de la Comisión Europea, que fija esta meta en el 27%. Según Blanco, hay un mayoritario consenso en las instituciones europeas respecto a que el avance tecnológico ha dejado desfasada la cifra del 27% y desde el Parlamento Europeo han insistido a la Comisión para actualizar los datos de la inversión que supondría este avance hacia las renovables y la descarbonización de la economía. De hecho el comisario Miguel Arias Cañete ya ha hablado de un mínimo del 30%.

En este punto el eurodiputado socialista ha arremetido contra “la hipocresía de muchos Gobiernos, que aplauden los acuerdos de París sin poner en marcha la senda adecuada para cumplir esos objetivos”. Precisamente Blanco subrayó que el PP Europeo y países como España son los que están mostrando mayores reticencias a esta meta para 2030. “Un país con un gran potencial de renovables como es España no puede trabajar a la contra de este objetivo con las interconexiones como excusa”, subrayó Blanco, que tampoco quiso restar relevancia a las conexiones energéticas de la Península con Europa ya que desde el Parlamento Europeo se pretende fijar una meta del 15% de interconexión respecto a la potencia instalada del sistema eléctrico en 2030.

Por otro lado, en este encuentro con periodistas españoles y portugueses previo a la Conferencia de Energía que se celebra este martes en Bruselas, Blanco insistió en que los objetivos de Energía y Clima para 2030 deben mantener su carácter vinculante para los Estados miembros, no solo en lo que respecta al objetivo europeo sino también en los específicos de cada país, tal y como se fijaron para 2020, ya que es un instrumento “que ha funcionado bien”, propiciando un avance tecnológico que ha bajado considerablemente los costes de las energías renovables. “Renunciar a establecer objetivos vinculantes supondría introducir incertidumbre en el sistema”, aseveró Blanco.

El eurodiputado socialista ha avanzado que se pretenden introducir medidas para reforzar la seguridad jurídica para los inversores, evitando medidas que supongan perjuicios con carácter retroactivo. Blanco reconoció que se pretende introducir “clausulas de penalización” para los Estados miembros que incumplan lo establecido sobre retroactividad en las futuras directivas europeas, pero descartó cualquier opción de resarcir a los inversores afectados por medidas del pasado. En clave española denunció que los arbitrajes internacionales sí que van a resarcir a los inversores extranjeros por los recortes retributivos realizados a las renovables en la reforma eléctrica de 2013, por lo que demandó que “ante el mismo hecho, los tratamientos tienen que ser iguales pues, en caso contrario, se estaría consolidando una injusticia insoportable”.

En materia de las renovables en el transporte, Blanco defendió fijar un objetivo entre el 10% y el 12% de biocombustibles para 2030, aunque parece una meta más difícil de lograr por las reservas que expresa la izquierda europea y los sectores ecologistas hacia la sostenibilidad de los biocombustibles. En este sentido, la eurodiputada de Izquierda Unida, Paloma López, se mostró más partidaria de fijar objetivos sectoriales que cifró en un 9% de renovables en el transporte por carretera y de un 6,8% en el sector de la aviación. Finalmente, la eurodiputada lamentó que desde instancias europeas no se puedan tomar medidas efectivas contra la pobreza energética por la negativa de la derecha a tramitarlas.