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La alemana E.ON perdió 2.929 millones de euros en el primer semestre por los problemas de Uniper

EFE.– E.ON, la mayor eléctrica alemana, anunció que en el primer semestre tuvo una pérdida de 2.929 millones de euros, frente a un beneficio de 1.315 millones en el mismo período de 2015, debido a los problemas en su unidad de generación y comercialización energética. Uniper, la división problemática, se convertirá en una empresa independiente en septiembre, tras un proceso de separación sancionado por los accionistas hace dos años.

«Nuestros resultados del primer semestre refuerzan mi convicción de que nuestra nueva estrategia es la respuesta correcta a los grandes cambios que han sufrido en los últimos años los mercados energéticos», aseguró Johannes Teyssen, consejero delegado de E.ON. La eléctrica alemana subrayó que en este período su beneficio neto ajustado, excluyendo los elementos no operativos, se situó en 604 millones de euros, un 28% menos.

El beneficio bruto (ebitda) ajustado cayó un 12% con respecto al primer semestre de 2015, hasta los 2.901 millones de euros; y el beneficio neto de explotación (EBIT) ajustado se situó en los 2.001 millones de euros, un 6% menos. La facturación del gigante eléctrico se elevó entre enero y junio hasta los 20.254 millones de euros, una caída del 11% con respecto a sus ventas en el primer semestre del 2015. E.ON invirtió además un 17% más en términos interanuales, hasta los 1.323 millones de euros, mientras que su deuda neta se redujo un 8%, hasta los 25.499 millones.

El Gobierno alemán defiende el apagón nuclear en 2022

EFE.- El Gobierno alemán defendió ante el Tribunal Constitucional su decisión de acelerar el apagón de todas las centrales nucleares para 2022, en el proceso por una demanda presentada por los consorcios energéticos alemanes E.On y RWE y el sueco Vattenfall. «Precisamente también por las décadas de controvertido debate social como trasfondo, no era factible continuar de la misma manera», declaró durante el juicio la titular de Medio Ambiente alemana, Barbara Hendricks.

En ese sentido, se mostró convencida de que determinar por ley una fecha definitiva para el apagón nuclear contribuye a aplacar la controversia de décadas en torno a la energía atómica. «Entre tanto existe un amplio consenso social respecto a que en un futuro las necesidades energéticas se cubran en la medida de lo posible con energías renovables», agregó. De hecho, recordó que ya en 2002 se había acordado el apagón definitivo y subrayó que la ley de 2011 hace referencia a este consenso. «El hecho de que se avanzara en el apagón nuclear no es ninguna circunstancia nueva», sentenció.

En tanto, los consorcios energéticos E.On, RWE y Vattenfall subrayaron su derecho a una indemnización ante el cambio radical de la política energética del Gobierno alemán tras la tragedia de Fukushima, que equiparan a una expropiación. El cuarto gran suministrador energético, EnBW, comparte esta interpretación jurídica pero no participa en la demanda, pues más del 98% pertenece a manos públicas.

En opinión del presidente de la junta directiva de E.On, Johannes Teyssen, esta decisión política debe ser sostenida de forma solidaria por toda la sociedad, pues de lo que se trata en definitiva es de una «compensación justa«. En tanto, el presidente de la junta directiva de RWE Power AG, Matthias Hartung, subrayó que los legisladores pueden por supuesto llevar a cabo una nueva evaluación de la energía atómica, pero señaló que esto debe ocurrir siempre en el marco constitucional.

La coalición de gobierno entre la CDU de la canciller, Angela Merkel, y los liberales del FDP, decidió en 2011 tras la tragedia nuclear de Fukushima dar marcha atrás al plan energético para prolongar la vida de las centrales atómicas aprobado el año antes. El Gobierno alemán estableció por ley un calendario de cierres gradual de las entonces 17 nucleares todavía en funcionamiento, las últimos a más tardar en 2022.

Paralelamente, los consorcios están negociando con el Gobierno el reparto de la enorme carga económica y de riesgos que supondrá el desmantelamiento de las centrales nucleares y el almacenamiento de los residuos atómicos. Berlín reclama para hacer concesiones la retirada de todas las demandas, por lo que no queda descartado que Gobierno y consorcios energéticos lleguen a un acuerdo extrajudicial.

La alemana E.ON sufre fuertes caídas en Bolsa tras abandonar sus planes de escindir su negocio nuclear

EFE.- La compañía alemana de suministro energético E.ON, que mantendrá su negocio en renovables y agrupará desde 2016 en otra empresa, Uniper, sus actividades de generación convencional de electricidad, cayó este jueves casi un 7,1% en la bolsa de Frankfurt, tras abandonar los planes de escisión del negocio de centrales de energía nuclear después de las nuevas propuestas reguladoras.

E.ON quiere mantener las centrales nucleares y no las transferirá a Uniper porque no puede esperar a la toma de decisiones políticas que pueden retrasar la escisión de Uniper. El presidente de E.ON, Johannes Teyssen, señaló que existen riesgos en la actual legislación, especialmente en lo que se refiere a la separación de las obligaciones sobre activos del control sobre la gestión de esos activos. «Un comité ejecutivo responsable no puede recomendar a sus accionistas que acepten una responsabilidad ilimitada por acciones tomadas por otra compañía independiente. No hay un precedente comparable en ningún otro lugar de separar la propiedad de los activos de la responsabilidad y hacerla ilimitada en duración y alcance», según Teyssen.

La empresa espera lograr un amplio acuerdo con el Gobierno alemán sobre los costes del abandono de la energía nuclear. «Para la energía atómica hay desde el principio una responsabilidad conjunta del Estado y la empresa», dijo Teyssen. «Ahora es su responsabilidad conjunta acabar con la energía nuclear de forma ordenada», añadió. El ministro de Economía y vicecanciller alemán, el socialdemócrata Sigmar Gabriel, presentó recientemente un proyecto de ley que obliga a las empresas de suministro energético a responder por el desmantelamiento de las centrales atómicas y el almacenamiento, incluso cuando el negocio haya sido escindido en una nueva empresa.

E.ON anunció a finales de 2014 que quería desprenderse de la generación de electricidad convencional, que no es rentable, y centrarse en las renovables, redes de distribución y soluciones al cliente. E.ON reaccionaba de este modo al cambio de modelo energético que lleva a cabo Alemania, que ha obligado a las compañías eléctricas a cerrar centrales nucleares y ha reducido la demanda de electricidad procedente de la generación convencional. La empresa alemana gestiona actualmente tres centrales nucleares en Alemania y tiene participaciones minoritarias en otras tres, que serán ahora gestionadas por PreussenElektra. Los activos de electricidad nuclear de la compañía en Alemania representan el 8% de su cartera de generación.