Entradas

La demanda de electricidad crece un 2,1% en mayo, con la nuclear, el carbón y la eólica como principales fuentes

Europa Press.– La demanda estimada de electricidad ascendió en mayo a 20.155 gigavatios hora (GWh), un 2,1% superior a la registrada en el mismo mes del año anterior, según datos de Red Eléctrica de España (REE). Si se tienen en cuenta los efectos del calendario y las temperaturas, la demanda peninsular de energía eléctrica no varió con respecto a mayo del 2016.

En los cinco primeros meses del año, la demanda peninsular estimada de energía eléctrica se situó en 103.228 GWh, un 0,2% menos que en el 2016. Una vez corregida la influencia del calendario y las temperaturas, la demanda de energía eléctrica aumentó un 0,8% respecto a la registrada en el año anterior. La producción de origen eólico en mayo alcanzó los 3.440 GWh, un 11,8% inferior a la del mismo mes del año pasado. La generación procedente de renovables en mayo representó el 37,7% de la producción, al tiempo que el 59,5% de la producción eléctrica de mayo procedió de tecnologías que no emiten CO2.

En mayo, la principal fuente de generación fue la nuclear, con un 22%, por delante del carbón (18,8%) y de la eólica (18,2%). La cogeneración aportó el 12,1% y la hidráulica un 9,7%. En lo que va de año, la nuclear también representa la principal fuente de generación, con el 24,3%, seguida de la eólica (21,9%), el carbón (15,7%), la cogeneración (11,5%) e hidráulica (10,2%).

España emitió un 3% menos de CO2 en 2016 por el menor consumo de carbón, según el Observatorio de Sostenibilidad

Europa Press.– España redujo en 2016 el volumen de emisiones de gases de efecto invernadero en un porcentaje estimado del 3%, hasta las 328 millones de toneladas, según el informe que elabora el Observatorio de la Sostenibilidad y que supone una valoración estimada, a falta de cerrar los datos oficiales de emisiones.

Según uno de los autores del informe, el economista José Santamarta, la explicación de la reducción de las emisiones se debe a una única causa «estrictamente coyuntural» como es la reducción en torno a un 30% del consumo de carbón por parte del sistema energético. «Igual que el año anterior aumentaron porque se quemó más carbón para generar electricidad, en 2016 se ha quemado un 30,1% menos carbón para la producción de energía», ha indicado.

De hecho, según el investigador, la importante reducción del volumen de carbón empleado para generar energía ha permitido reducir el volumen total de emisiones incluso a pesar del hecho de que, según sus estimaciones, se incrementaron las emisiones derivadas del consumo de productos derivados del petróleo (un 3% más) y las derivadas del consumo de gas natural (un 1,4% más).

La reducción de las emisiones viene apoyada, en cambio, por la aportación de las energías renovables a la producción energética. Según el informe, este tipo de fuentes de energía cubrieron el 40,8% de la generación nacional en 2016, principalmente aportada por la energía eólica (19,3%), la hidráulica (14,6%), la fotovoltaica (3,1%) y la termosolar (2,1%). «El único factor que ha ayudado ha sido la quema de carbón y ha sido algo influenciado por el mercado, no por las políticas del Gobierno», ha destacado, tras recordar que durante los últimos años no se ha incrementado el volumen instalado de energías renovables.

Pese a que los datos del informe son todavía estimativos y se basan, en algunos casos, en proyecciones, debido a que no se ha producido el cierre de datos de los últimos meses de 2016 por parte de algunos organismos oficiales, Santamarta ha explicado que el volumen de emisiones de España en 2016 sitúa al país un 15% por encima de las emisiones del año de referencia que dictaba el protocolo de Kioto, 1990, cuando se emitían cerca de 286 millones de toneladas de CO2.

«Si el dato de las emisiones españolas fuera estructural en lugar de coyuntural, diríamos que España está situada en un lugar aceptable respecto de los objetivos de reducción de emisiones. Pero es algo puramente coyuntural», subrayó Santamarta. Por ello, el informe concluye que «España sigue siendo uno de los países industrializados donde más han aumentado las emisiones y sigue necesitando un importante esfuerzo para la etapa posterior al Protocolo de Kioto» para lo cual considera necesario no acudir a los mecanismos de flexibilidad que permiten adquirir en el exterior derechos de emisión», algo que hasta 2012 permitió mantener un nivel de emisiones por encima del 15% en relación a 1990.

En este sentido, Santamarta hizo un llamamiento al Gobierno para que lleve a cabo «políticas más favorables y más activas» en la reducción de emisiones, pese a que se ha mostrado poco confiado porque «las políticas de cambio climático ocupan un lugar ínfimo dentro de las preocupaciones del Gobierno y de la opinión pública». «No cabe esperar grandes sorpresas», lamentó.

Aún así, ha recordado que la situación de la tecnología de generación fotovoltaica es «mucho más favorable ahora» de lo que lo era cuando se instaló la mayor parte de los generadores de este tipo en el país, durante el Gobierno de Zapatero, que, a su juicio, justificaría apostar por este tipo de generación energética en la actualidad. «Simplemente dejando de quemar carbón y quemando gas natural ya se reducen a la mitad las emisiones por kilowatio producido. Y si se cambian las fuentes de energía por más renovables…», sentenció.

Los riesgos legales y los regulatorios, los principales para los inversores en renovables

Europa Press.- El 57% de los inversores en renovables identifica como principales riesgos para la actividad de compra y operación de proyectos los relacionados con aspectos legales y regulatorios, lo que convierte estos aspectos en los que mayor preocupación genera entre este colectivo. Este porcentaje aparece recogidos en el informe Riesgos en los proyectos de Energías Renovables, realizado por Blue Tree Asset Management (BTAM) y la firma legal CMS Albiñana & Suárez de Lezo, y en el que participaron 110 inversores en proyectos de energía renovable de 7 países.

Aparte de los aspectos legales y regulatorios, el informe identifica otros riesgos de menor envergadura, entre los que figuran los financieros y los técnicos. La encuesta también valora los riesgos por tecnologías. Las renovables en el mar, las offshore, y la termosolar son consideradas como las de mayor riesgo, mientras que la eólica onshore y la hidráulica son las que presentan menor riesgo, según los inversores, junto con la fotovoltaica.

En cuanto a los riesgos en el ámbito financiero, el 72% de los inversores considera que la falta de cumplimiento en términos financieros es el riesgo principal. En el ámbito técnico, el 63% de los encuestados consideran que el riesgo más importante deriva de fallos de equipo y de la falta de garantías por parte del fabricante. A su vez, el 70% considera que la principal vía para mitigar los riesgos técnicos es la elaboración y negociación de contratos de operación y mantenimiento de calidad.

El estudio también muestra que los inversores son cada vez más conscientes del impacto en su reputación y las consecuencias de una mala gestión de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC). El 95% de los inversores encuestados considera que las políticas de RSC pueden mitigar riesgos importantes, siempre y cuando se desarrollen de manera adecuada y estén adaptadas al tipo de inversor, el tamaño de la inversión y la tecnología. En este contexto, el 72% cree que una mala gestión en la Seguridad y la Salud tiene un impacto directo en la reputación de los inversores.

Seamos serios con los precios de la electricidad

Lo primero que hay que tener en cuenta es que el hecho de que suba el precio de un bien o suministro es algo negativo para los consumidores afectados, en un momento en el que, probablemente, las condiciones y situación económica de los ciudadanos de nuestro país siguen siendo precarias. Quiere decirse que es un problema; un problema, posiblemente, al mismo nivel que cuando hay oscilaciones al alza de los productos de la cesta de la compra o cuando también tienden al crecimiento los precios de los carburantes para ir a trabajar.

Lo que pasa es que, en el caso de la energía eléctrica en España, este proceso adquiere unos tintes demagógicos adicionales  cuando llega al debate político. Es decir es una cuestión que se presenta ante la opinión pública de forma incendiaria. Por un lado, porque se produce la negación de que la electricidad tenga que tener un precio (que, en todo caso, debería bajar siempre, de forma ilusoria) y, por otro,  porque se niega que deban de existir empresas eléctricas en su modelo de gobernanza.

En el año existen varios momentos punta en que esto se produce, aprovechados en el ámbito de la comunicación política asociada a esto para su tratamiento en términos de escándalo. Por su parte, el ministro Álvaro Nadal ha terciado para argumentar que es previsible que aumente la factura de la luz una media de 7-8 euros al mes, es decir, unos 100 euros al año.

Además, no hay que olvidar que quedan muy pocas oportunidades para convertir esta cuestión en una ola mediática: si mejora la climatología, todo pasará, y si además se cierra el acuerdo para abordar el problema de los consumidores vulnerables severos, alargar el período de impago requerido para realizar el corte de suministro, y si se liga el bono social a la renta, las posibilidades de mediatización de esta cuestión se van a ver muy mermadas.

Por su parte, los expertos habituales consultados por los medios generalistas acuden a sus posicionamientos habituales: Retórica antiempresarial de corte retroprogresivo, la insinuación en referencia a las investigaciones de la CNMC (sin resultado alguno conocido en términos de existencia de comportamientos anticompetitivos). O acuden a mezclarlo todo, para que no se entienda nada: recoger las quejas de las comercializadoras pequeñas que tendrán que participar en el nuevo bono social o reclamar mejores condiciones para el autoconsumo, como bálsamo de fierabrás, o acudir al argumento bolchevique de mostrar con escándalo la cifra total de beneficios empresariales, sin ponerlos en relación con el tamaño del sector y sus empresas. Un argumentario más o menos trillado y previsible.

El hecho es que la energía eléctrica en nuestro país sube por las condiciones de oferta y demanda. La ola de frío ha disparado la demanda a niveles no conocidos en los últimos años en un momento en el que el parón de las nucleares francesas está haciendo a Francia importar nuestra electricidad (la lógica invita a pensar que lo hacen porque es más barata que otras opciones). Por otro lado, la oferta se ha visto afectada por la climatología, con una reserva hidráulica un 38% menor y una producción eólica no tan extraordinaria como la acontecida en enero de 2016, así como un contexto internacional marcado por el alza en los precios de las materias primas (gas, petróleo, carbón).

Dejando de lado el hecho de cifrar el volumen final de este crecimiento para el consumidor, la pregunta que hay que hacerse es si han llegado las condiciones en las que es posible que se produzca un incremento general de los precios de la energía, con el butano acumulando una subida del 14,5% desde julio, una subida limitada además en la revisión de enero al 5% máximo, por lo que es una subida actualmente  insuficiente para cubrir sus costes, con el gas que ha subido un 3,5% a principios de año, con una previsión de déficit de tarifa por parte de la CNMC de 450 millones de euros entre 2016 y 2017, con la gasolina y el gasóleo en máximos

Por cierto, si la energía ibérica en el mercado mayorista es más barata que la francesa y los precios a los consumidores europeos son más bajos, ¿no sería cuestión de revisar el contenido de los costes de acceso, en lugar de dejar en manos de la turba la matanza? ¿Tampoco se va revisar esa gallina de los huevos de oro que es la fiscalidad aplicada en la energía? Seamos serios.

Castilla y León y Extremadura son las únicas comunidades autónomas en las que la producción renovable supera a la demanda

EFE.- Castilla y León, con una cobertura con renovables de la demanda eléctrica del 146,36%, y Extremadura, con un 104,26%, fueron las únicas comunidades autónomas en las que su producción de energía eléctrica procedente de fuentes renovables superó a su demanda durante 2015, según datos de Red Eléctrica de España. A continuación se situó Castilla-La Mancha, con el 92,55%, mientras que Madrid (1,33%), Baleares (2,24%) y País Vasco (4,68%) ocupan los últimos lugares en este ránking.

Durante 2015, Castilla y León produjo 20.128 gigavatios/hora (gwh) de energía eléctrica con origen renovable frente a una demanda eléctrica de 13.752 gwh, mientras que Extremadura produjo 5.014 gwh y demandó 4.809 y Castilla-La Mancha produjo 10.715 gwh y necesitó 11.567. En Castilla y León, la mayor parte de la electricidad renovable procede de la eólica, con una producción de 11.080 gwh, y la hidráulica (7.952 gwh), mientras que en Extremadura fue la solar termoeléctrica (2.038 gwh), la hidráulica (1.612) y la fotovoltáica (1.111 gwh).

En el conjunto de España, la demanda de energía eléctrica ascendió en 2015 a 262.931 gigavatios/hora (gwh), de los que 96.883 gwh fueron cubiertos con fuentes renovables, lo que supone el 36,85%. La producción neta de energía eléctrica en 2015 fue de 267.584 gigavatios/hora, con Cataluña (16%), Andalucía (13,3%), Castilla y León (11,67%), Galicia (11%), Castilla-la Mancha (8%) y Extremadura (7,89%), como principales aportadoras. Respecto al origen de la electricidad generada en 2015, el 63,79% procedió de fuentes no renovables (nuclear, cogeneración, carbón, fuel/gas, ciclo combinado y residuos) y el 36,21% de renovables (solar, hidráulica, biomasa, biogás, geotérmica y eólica).

En cuanto a las comunidades autónomas que más energía eléctrica demandaron fueron Cataluña, con el 17,7% del total, Andalucía (14,7%), Madrid (10,9) y Comunidad Valenciana (10,1%), mientras que Ceuta y Melilla (0,08%); La Rioja (0,65%), Cantabria (1,60%) y Extremadura (1,83) y Navarra (1,84) fueron las que menos consumieron.  Cataluña (20,58%), Andalucía (13%) y Extremadura (9,42%), son las comunidades que más aportaron a la producción nacional de energía eléctrica de fuente no renovable en 2015, sobre todo por la aportada con origen nuclear, que en el caso catalán fue del 42,6% del total nacional y del 29,35% en el caso extremeño.

El balance también recoge que las ciudades de Ceuta y Melilla y los archipiélagos balear y canario son los que tienen un porcentaje superior al 90% en cuanto al origen no renovable de su producción de energía eléctrica, mientras que en el lado opuesto, Navarra, con el 70%, Castilla y León (64,4%) y La Rioja (64,2%), encabezan el ránking de las que tienen en las fuentes renovables su mayor producción.

La Diputación de Huesca pide que los beneficios de las hidroeléctricas repercutan en el Pirineo

EFE.- El pleno de la Diputación de Huesca acordó por unanimidad exigir al Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente que los rendimientos procedentes de la reserva de energía hidroeléctrica para el Estado se destinen principalmente a la restitución del territorio pirenaico. La iniciativa ha sido promovida por el grupo socialista, en respuesta a una reciente revisión del Plan Hidrológico de la Cuenca del Ebro que rechaza compensar como afectados a los territorios que albergan infraestructuras hidroeléctricas como embalses, canales, centrales o líneas de transporte de electricidad.

El presidente de la Diputación de Huesca, Miguel Gracia, ha destacado que esta modificación ha sido recurrida. Según ha explicado, «vamos a seguir trabajando para que a estos municipios les llegue una parte de estos grandes beneficios como zonas productoras de energía, y de otros beneficios que se van lejos del territorio«. La iniciativa aprobada argumenta que todo el territorio pirenaico está afectado por grandes infraestructuras hidráulicas, por lo que incide en la necesidad de acometer una reforma legal que permita a los entes locales administrar los beneficios de la energía reservada y de las centrales hidroeléctricas revertidas al Estado.

El consumo de gas natural cae un 1,3% en España en el primer semestre

Europa Press.- El consumo de gas natural en el mercado nacional alcanzó los 158.860 gigavatios hora (13,6 bcm) en el primer semestre, lo que representa una caída del 1,3% con respecto al mismo periodo del año anterior, según comunicó la patronal gasista Sedigas. El mercado industrial continuó siendo el principal demandante de gas, con un 63,7% del total consumido, seguido del sector doméstico-comercial (20,4%) y del consumo de gas para el sector eléctrico, con un 14,3% (centrales de ciclo combinado y centrales térmicas).

La demanda convencional de gas (domestico-comercial e industrial) «remontó durante el segundo trimestre, tras unos primeros meses de año marcados por unas temperaturas inusualmente altas que no contribuyeron al encendido de calefacciones», indicó Sedigas. Así, la demanda convencional de gas en enero, febrero y marzo descendió un 2,5% respecto al mismo periodo de 2015; en cambio, en los meses de abril, mayo y junio se vio incrementada en un 6,8% en comparación con el segundo trimestre del 2016. Los principales motivos de este incremento fueron unas temperaturas más bajas en los meses de abril y mayo, lo que propició un mayor encendido de las calefacciones.

En el ámbito del mercado industrial, durante el primer semestre de 2016 destaca un aumento de la demanda del 2,2% según las estimaciones elaboradas por Sedigas. Además, en el primer semestre del año se registró un descenso del consumo de gas para generación eléctrica (ciclos combinados y centrales térmicas) que se traduce en una caída del 14,5% en comparación con los primeros seis meses de 2015. La principal explicación a esta reducción radica en el incremento de la generación hidráulica, de un 41,6% y en un contexto en el que la demanda de electricidad es similar a la del 2015.

Castilla y León fue la comunidad con más excedente de energía eléctrica en 2015

EFE.- Castilla y León fue la comunidad con más excedentes de energía eléctrica en el 2015, ya que produjo 31.239 gigavatios-hora y consumió 13.752, un 1,4% más, pese a lo cual el saldo de intercambios fue de 16.633, según el Informe del Sistema Eléctrico español del 2015 de Red Eléctrica de España. Castilla y León fue la tercera comunidad que más energía generó el pasado año, por detrás de Cataluña y Andalucía.

Por tecnologías, del total de energía producida en Castilla y León, 11.080 GWh procedieron de la energía eólica, con 9.310 del carbón, y 7.950 de la hidráulica, 1.800 de cogeneración y 844 de la solar fotovoltaica. A nivel nacional el consumo de electricidad repunto un 1,9% y experimentó subidas en 15 autonomías o ciudades autónomas, lideradas por Baleares y Extremadura, con crecimientos del consumo del 3,8% y 3,7%, respectivamente. En España se produjo más energía eléctrica de la que se consumió, con un superávit de 133 GWh. Entre las autonomías deficitarias en energía, figura la Comunidad de Madrid, que tuvo que recibir 27.639 GWh; seguida de País Vasco, con 10.953 y Comunidad Valenciana, con 9.440.

El consumo energético de España subió un 1,7% en 2015, primer alza desde 2010 tras años de caídas

EFE / Europa Press.- El consumo energético de España experimentó un cambio de tendencia y volvió a la senda del crecimiento con 134,4 millones de toneladas de petróleo equivalentes en 2015, lo que supone un repunte del 1,7% con respecto al año anterior, el primer alza desde 2010. Según el informe BP Statistical Review of World Energy 2016, los datos de consumo del pasado ejercicio se encuentran todavía lejos del récord de 158 millones de toneladas equivalentes de petróleo marcado en 2007, antes de la crisis.

Durante la presentación del estudio, el presidente de BP, Luis Aires, destacó que el crecimiento más acentuado lo registró el carbón, con una subida del 23,9% respecto a 2014, como consecuencia de la caída del precio internacional de este combustible, el menor precio del CO2 y la situación climatológica, marcada por la falta de lluvias y la sucesión de anticiclones. El carbón reemplazó la baja aportación de la energía hidráulica, que descendió un 28,8% por ser un año seco, por lo que algunos embalses estuvieron a la mitad de su capacidad durante el pasado ejercicio.

Como consecuencia del uso de este combustible, las emisiones de CO2 se dispararon hasta un 6,8%, muy por encima de la media europea de 1,3%. España fue el segundo país de la Unión Europea que registró mayor crecimiento de sus emisiones, solo por detrás de Portugal (7,6%). A nivel mundial, el primer puesto es para Turkmenistán (18,3%), seguido de Qatar (13%) y Vietnam (11,4%). España se disputa el séptimo puesto de este ránking con Colombia.

Más gas natural que carbón

La modificación en el consumo produjo cambios en la configuración del mix energético de España en el año 2015, que quedó distribuido en petróleo, con un 45% del total, gas natural (18,5%), carbón (10,7%), nuclear (9,6%), hidráulica (4,7%) y renovables (11,5%). Según Aires, el posicionamiento del gas natural por delante del carbón fue debido a «la convergencia en los precios».

En la Unión Europea, el consumo también dio un giro respecto a su tendencia negativa de los últimos años. De esta manera, aumentó un 1,6% en 2015, mientras que en 2014 se redujo un 3,9%, lo que supone su mayor crecimiento desde 2010 y representa el 12,5% del consumo mundial de energía. Este crecimiento se dio por el aumento de las renovables en un 14,9%, del gas natural (4,6%) y del petróleo (1,5%), que compensaron las caídas de la hidroeléctrica en un 9,6%, del carbón en un 1,8% y de la nuclear en un 2,2%. Dentro de las renovables, destaca el crecimiento de la eólica del 23,5%, que representa más de la mitad de las renovables en la generación eléctrica.

Por su parte, la producción de las refinerías europeas creció un 5,8% en 2018, lo que supone el primer incremento desde 2005 y el mayor desde 1986. En cuanto a las importaciones netas de gas natural, aumentaron un 7,4%, gracias al crecimiento del 9,9% de las importaciones rusas por gasoducto. Las emisiones de CO2 derivadas del uso de la energía también crecieron por primera vez desde 2010 y registraron un aumento del 1,3% en 2015.

A nivel mundial, el informe revela un año con una mayor oferta de petróleo derivada de la resiliencia de los recursos no convencionales en Estados Unidos y el incremento de la producción de la OPEP. Asimismo, se produjo una desaceleración del crecimiento del consumo global energético, un cambio en el mix hacia combustibles con menor contenido en carbono y un incremento de las renovables por el abaratamiento de sus costes.

El consumo eléctrico cae un 1% en junio y cierra el semestre con un alza del 0,1%

Redacción / Agencias.- La demanda peninsular de energía eléctrica en junio fue de 20.171 gigavatios-hora (GWh), un 1% inferior a la registrada en el mismo mes del año anterior, según los datos facilitados por Red Eléctrica de España. Si se tienen en cuenta los efectos del calendario y las temperaturas, la demanda peninsular de energía eléctrica ha descendido un 0,5% con respecto a junio de 2015.

En los primeros seis meses del año, la demanda peninsular de energía eléctrica se ha situado en 123.692 GWh, un 0,1% más que un año antes. Una vez corregida la influencia del calendario y las temperaturas, la demanda de energía eléctrica en lo que va de año se mantiene en un 0,1% superior a la registrada en el año anterior.

De vuelta a los datos de junio, la generación procedente de fuentes de energía renovable ha supuesto el 42,3% del total. En el mes de junio, el 67,4% de la producción eléctrica procedió de tecnologías que no emiten CO2. La producción de origen eólico ha sido de 3.244 GWh, un 13% superior a la del mismo mes del año pasado, y ha supuesto el 16,8% de la producción total. La eólica fue la segunda energía con más peso en la generación en el mes de junio, tan sólo por detrás de nuclear (25,1%) y por delante de la hidráulica (15,1%).

En el acumulado de los seis primeros meses del año, la generación con fuentes renovables ha sido del 50,6% del total. En lo que va de año, la eólica se mantiene como la energía con mayor contribución, con el 23,6% de la generación, seguida de la nuclear (22,7%), la hidráulica (20,4%), cogeneración (10,1%), carbón (8,3%), ciclos combinados de gas (7,5%).