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Rusia estima que el precio del barril de petróleo caerá hasta los 50 dólares en el largo plazo

Europa Press.- El ministro de Energía de Rusia, Alexander Novak, asegura que el precio actual del barril de petróleo, sobre los 80 dólares, es «temporal» y se debe principalmente a las sanciones sobre Irán, por lo que a largo plazo se establecerá en torno a 50 dólares por barril. En este sentido, Novak indicó que el pronóstico de 50 dólares por barril se basa en las estimaciones de los analistas y las compañías petroleras.

«La situación actual, en la que el precio ha aumentado hasta los 80 dólares por barril se debe a una prima en el precio justificada por los riesgos asociados a las sanciones y a una menor oferta», subrayó Novak. Los operadores de crudo están preocupados por el impacto de las sanciones de Estados Unidos a Irán y el impacto en la disponibilidad de petróleo de cara a finales de año. Novak ya aseguró que los mercados mundiales de petróleo se encontraban en un estado «frágil» debido a las tensiones geopolíticas.

Rusia ha estado bombeando oro negro a un ritmo de 11,21 millones de barriles al día, en máximos desde la caída de la Unión Soviética, pero el ministro ruso aseguró que la producción podría caer abruptamente si el Gobierno no logra introducir medidas para estimularla. Novak estima que la producción de petróleo de Rusia en 2018 totalizará 553 millones de toneladas (aproximadamente 11,105 millones de barriles por día), frente a los 547 millones de toneladas de 2017. El objetivo para 2020 es alcanzar los 570 millones de toneladas de crudo.

El ministro esbozó varias medidas destinadas a fomentar un aumento de la producción de petróleo, que está disminuyendo en el oeste de Siberia, la principal región productora del país. Las medidas incluyen una serie de beneficios para la explotación, el desarrollo de nuevos campos petrolíferos y la implementación de un impuesto basado en los beneficios paras las compañías presentes en los campos siberianos. No obstante, el paquete de reformas todavía tiene que ser aprobado por el Gobierno y la Duma.

Los países petroleros se plantean una alianza a largo plazo y aseguran que los precios resisten por las tensiones geopolíticas

Europa Press / EFE.- El aumento de la producción petrolera de los competidores de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) no rebaja los precios del crudo, que continúan en máximos de los últimos tres años debido a la «fuerte demanda» y a «las tensiones geopolíticas». Asimismo, una mayoría de miembros de la OPEP y otros productores que participan en el actual acuerdo para limitar el suministro estudian una alianza a largo plazo de productores, según el ministro de Energía de Emiratos Árabes.

La OPEP, Rusia y varios productores no pertenecientes al cártel empezaron a limitar el suministro de crudo en enero de 2017 en un esfuerzo por eliminar el exceso mundial de crudo acumulado desde 2014. Un total de 24 países decidieron extender el pacto hasta finales de 2018 y están considerando un acuerdo para prolongar su alianza. «Pienso que la idea en sí misma agrada, si no a todos, a la mayoría de los países», reconoció el ministro de Energía de Emiratos Árabes, Suhail al-Mazroui, país que preside la OPEP en 2018. «El objetivo final es hacer que este grupo trabaje durante mucho más tiempo de lo que hemos estado trabajando juntos estos dos años», añadió.

Las conversaciones han planteado la posibilidad de que los productores pudieran extender acciones tangibles para respaldar los precios del petróleo a través de recortes de suministro, o moderarlos bombeando más, más allá del vencimiento del acuerdo de reducción de suministro de este año. Mazroui indicó que los productores estaban intentando ultimar los detalles del acuerdo e indicó que puede que no se incluya una disposición sobre el recorte o el aumento de la producción petrolera.

Respecto al objetivo de la alianza, el ministro señaló que la finalidad era aprovechar el progreso realizado desde que comenzó el trato, compartiendo información y construyendo confianza. «El objetivo es hacer que este grupo de productores responsables se comuniquen, que miren al mercado juntos», afirmó. En este sentido, añadió que, durante los dos últimos años, la comunicación es más fluida, ayudando a resolver los malentendidos entre varios países productores. «Creo que el nivel de confianza ha aumentado de manera significativa entre nosotros. De hecho, los ministros y el personal técnico y comercial de estos países estamos en directa comunicación», concluyó.

Tensión geopolítica mantiene los precios

Por otro lado, el último informe de la OPEP señala que el mes de marzo estuvo marcado por la «volatilidad» en los precios, un crecimiento de la demanda «robusto» y «tensiones geopolíticas«. «Los precios del petróleo subieron por la tensión geopolítica en Oriente Medio», afirman los analistas de la OPEP, que también citan como motivo su estrategia de recortes, la debilidad del dólar y la «expectativa de una mayor demanda». La creciente hostilidad entre Estados Unidos e Irán, la situación de Siria, con roces entre Washington y Moscú, y un posible agravamiento de la guerra en Yemen y su efecto sobre Arabia Saudí, han elevado la preocupación en los mercados petroleros en las últimas semanas.

Los analistas de la OPEP temen una mayor desestabilización de Oriente Medio, donde se produce la mayor parte del petróleo mundial. Junto a ello preocupa también el efecto sobre la demanda de una disputa comercial entre Estados Unidos y China, las dos mayores economías del planeta. Con esta situación, tanto el precio del crudo de la OPEP como el Brent y el Texas (WTI) se encuentran a su nivel más alto desde finales de 2014. El precio del barril de crudo de la OPEP cotiza alrededor de los 69 dólares.

Los analistas del grupo elevan ligeramente, en 30.000 b/d los cálculos sobre la demanda mundial de petróleo para 2018, que se sitúa en 97,07 mb/d, una subida de 1,63 mb/d respecto al año pasado. «Esto refleja principalmente el impulso positivo en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en los tres primeros meses gracias a los datos mejor de lo esperado y respaldados por el desarrollo de las actividades industriales o un clima más frío», ha indicado. Asimismo, la producción de la OPEP se redujo en 200.000 b/d en marzo, hasta los 31,96 mb/d, debido fundamentalmente a las caídas en Angola, Argelia, Venezuela, Arabia Saudí y Libia, según datos de fuentes secundarias.

Si la demanda de crudo de los 14 países de la OPEP se prevé que retroceda en 300.000 b/d en 2018, hasta los 32,6 mb/d, la producción de los competidores del grupo va a aumentar de forma notable. Para 2018 se prevé que los competidores de la OPEP lancen al mercado 1,71 mb/d, un crecimiento de su producción que casi dobla el de 2017. De ese crecimiento de la demanda, Estados Unidos se lleva la mayor parte con un aumento del bombeo de 1,5 mb/d.

El fuerte incremento de la producción de sus competidores pone presión a la estrategia de recorte de la OPEP y otros diez aliados, entre ellos Rusia y México, para aumentar los precios del petróleo. El acuerdo se puso en marcha en enero de 2017 con la retirada de 1,8 mb/d y se ideó para relanzar los precios del petróleo, que entre 2014 y 2016 llegaron a depreciarse más del 70% por la sobreoferta. El incremento de los precios en los últimos meses, sin embargo, hace más competitivos métodos de extracción no convencionales como el petróleo de esquisto de Estados Unidos.

Por el momento, la tensión geopolítica y un crecimiento económico en los países desarrollados mayor del esperado ha aliviado el posible efecto de que los competidores de la OPEP abran más los grifos. Los analistas de la OPEP reconocen que el mercado está actualmente dominado por «dinámicas de corto plazo» y con los inversores centrados en seguir situaciones «políticas y económicas». El informe señala que la prima geopolítica ha ayudado a sostener los precios, así como «la posibilidad de que nuevas caídas en la producción de Venezuela puedan ayudar a compensar el impacto de un creciente bombeo de Estados Unidos».

La independencia del Kurdistán iraquí amenaza la continuidad de las exportaciones de petróleo kurdo

Europa Press.- El petróleo se mantiene en niveles no vistos desde julio de 2015, fundamentalmente por la opinión general de que la oferta y la demanda de crudo están muy cerca de alcanzar el equilibrio. La región autónoma kurda en Irak ha declarado su independencia, a pesar de las advertencias del Gobierno central, las amenazas de países vecinos como Turquía e Irán de cerrar las fronteras y oleoductos, y de la comunidad internacional. Este escenario genera una gran preocupación por el cierre de las exportaciones kurdas de petróleo.

Según apunta el jefe de investigación de materias primas del banco Julius Baer, Norbert Ruecker, la región kurda suministra alrededor de 700.000 barriles diarios de petróleo a nivel mundial, principalmente a través de Turquía. Por este motivo, su aislamiento total podría provocar la interrupción de la oferta por un largo periodo. En este sentido, Ruecker explica que las tensiones entre la región autónoma y el Gobierno de Bagdad junto a los vecinos del Norte de Irak, se trata de un conflicto con antecedentes, aunque las interrupciones comerciales de oro negro solían ser de corta duración.

Los conflictos geopolíticos consolidarán subidas

Así, Julius Baer cree que el mercado del petróleo está «demasiado preocupado» por la elevada probabilidad de una interrupción significativa del suministro. «Vemos el aumento de los precios del petróleo como un movimiento temporal impulsado por un sentimiento optimista a la vez que por preocupaciones geopolíticas», señalan desde el banco. «Nos atenemos a la visión cautelosa de que los conflictos geopolíticos continuará siendo el factor dominante alcista en el corto plazo, pero el riesgo bajista por la toma de ganancias de las posiciones largas es cada vez más posible», indicó.

No obstante, el apoyo alcista también está viniendo por los datos de la Agencia Internacional de la Energía, que muestra que los niveles de inventarios mundiales están reduciéndose, tendencia confirmada por las estadísticas oficiales de Estados Unidos. A todo esto, se le une la visión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y otros productores no pertenecientes al cártel como Rusia de que el mercado está muy cerca de dejar atrás el exceso de oferta de crudo global y alcanzar el equilibrio. Con todo, en Julius Baer prevén que en el corto plazo los precios del petróleo caerán hasta un rango entre 40 y 50 dólares por barril.

Brufau (Repsol) asegura que la presidencia de Trump en Estados Unidos supone una «cascada» de cambios en la geopolítica global

Europa Press.– El presidente de Repsol, Antonio Brufau, aseveró que la presidencia de Donald Trump al frente de Estados Unidos representa un giro «significativo» marcado por una «falta de previsibilidad» que va a traer «en cascada» una serie de cambios en la geopolítica global. Brufau señaló que la presidencia de Trump tendrá consecuencias geopolíticas en «muchos ámbitos» como la lucha contra el cambio climático, donde ha abandonado el liderazgo que tenía Estados Unidos, cediendo terreno a China.

El presidente de Repsol subrayó que las situaciones geopolíticas influyen en las empresas tanto «como las variables operativas», obligando incluso a revisar sus planes estratégicos, ya que afectan a aspectos como los precios de las materias primas aunque, en el caso de los precio del crudo, la OPEP no está consiguiendo “los objetivos deseados”. Brufau destacó que en 2016 se produjeron cambios en el ámbito geopolítico como la victoria del Brexit en Reino Unido o de Donald Trump en Estados Unidos, así como la escalada del conflicto en Siria o de los ataques yihadistas, que en ningún caso son portadores de «escenarios ciertos y tranquilizantes».

El G7 apuesta por la eficiencia como clave de una futura política energética

EFE.- Los titulares de Energía de los países del G7 apostaron por la eficiencia energética como la clave de una estrategia futura que garantice el suministro eléctrico, rebaje costos y, además, ayude a reducir las emisiones de C02, colaborando así con la protección del clima. «Subrayamos que un aumento de la eficiencia energética es decisivo para un aseguramiento del suministro eléctrico y contribuirá a la competitividad de nuestra economías», subrayaron en una resolución conjunta aprobada en Hamburgo (Alemania).

La cita de Hamburgo, organizada dentro de la presidencia de turno del G7 que ostenta Alemania, estuvo marcada por la cumbre del clima que se celebrará a fin de año en París y sólo abordó de forma tangencial crisis de actualidad, como la ucraniana. Los representantes del grupo de las potencias industrializadas (EEUU, Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, Japón y Canadá), del que ha quedado excluido Rusia, volvieron a mostrar su preocupación por el riesgo que representa el conflicto ucraniano para el suministro energético en la región y exigieron que no se utilice la energía «como una arma de coacción política ni como una amenaza«.

El anfitrión del encuentro, el ministro alemán de Economía y Energía, Sigmar Gabriel, se mostró satisfecho por haber ido más allá de una crisis «puntual». «Lo que necesitamos es una estrategia para asegurar el suministro energético mundial», manifestó al presentar la resolución final del encuentro. Según ese documento, el aumento de la eficiencia debe considerarse como el «generador de energía número uno» y como el camino más económico para cubrir la demanda. «Nos comprometemos a usar el enorme potencial no utilizado para aumentar la eficiencia energética», recalcan en la resolución, que celebró el comisario europeo de Energía, Miguel Arias Cañete.

Gabriel subrayó los esfuerzos que están realizando todos los países del G7, que muestran el enorme potencial que alberga la eficiencia energética. Su primer ejemplo fue Japón que, tras apagar temporalmente los reactores nucleares tras la catástrofe de Fukushima, tuvo en el aumento de la eficiencia energética una de las claves para asegurar el suministro. «La Unión Europea también le está dando a la eficiencia energética un papel fundamental y en Estados Unidos también están pasando cosas, aunque algunos crean que allí sólo se dedican a buscar nuevos yacimientos de gas y de petróleo», dijo.

En ese contexto, el secretario de Energía de Estados Unidos, Ernest Monitz, destacó que las medidas de eficiencia energética durante el gobierno de Obama permitieron ahorrar millones de toneladas de emisiones de C02. Parte de la estrategia pasa por la creación de las llamadas «redes inteligentes», que permite optimizar la distribución de acuerdo con las necesidades de suministro. «Para un aumento de la eficiencia energética necesitamos mejorar nuestra infraestructura y no sólo se trata de crear redes más largas, sino también redes inteligentes. Eso implica digitalización y trae el peligro de los ciberataques», advirtió Gabriel.

Los países del G7 apostaron además por la diversificación del mix energético, una reducción paulatina de la dependencia de fuentes fósiles de energía e inversiones en el desarrollo de tecnologías innovadoras para la producción de energía. «Subrayamos que la ciencia muestra que se necesita una reducción importante de las emisiones de los gases invernadero y subrayamos la necesidad de un cambio en la política energética para separar las emisiones de carbono del crecimiento económico», destacaron.

Gabriel reseñó el avance de las energías renovables en Alemania como un ejemplo de lo que se puede lograr a través de la innovación. «Hay cosas que hoy son realidad y que hace diez años parecían ciencia ficción», apuntó para referirse a los parques eólicos marítimos, claves del mix energético alemán. En el documento final, que trasladarán a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del G7 en junio, los ministros acordaron un diálogo permanente para seguir reduciendo los costos de esos parques.

Greenpeace se sube al tejado

Un grupo de activistas de la organización ecologista Greenpeace logró subirse al tejado del hotel donde se reúnen los titulares de energía del G7 y desplegaron una pancarta pidiendo el abandono del carbón y la energía atómica. G7, parad la energía atómica y el carbón, rezaba la pancarta de la organización. Según los activistas, cerca del 60% del uso de la energía atómica y un 30% del uso del carbón corre por cuenta del G7, los siete países más industrializados del mundo. Según la policía, la acción sucedió de madrugada y los ministros no se percataron de ella porque dormían.