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Villar Mir vende sus centrales hidroeléctricas en España por 255 millones de euros

EFE.- Ferroglobe, la empresa resultante tras la fusión de FerroAtlántica (Grupo Villar Mir) y la estadounidense Globe Specialty Metals, firmó un acuerdo para la venta de las centrales hidroeléctricas en España por un importe de 255 millones de euros. La compañía espera recibir una entrada en efectivo de 152 millones de euros con la operación, aunque no se desveló la identidad del comprador.

Ferroglobe tiene previsto destinar los fondos obtenidos para reducir el endeudamiento existente así como a otros fines corporativos generales. La compañía sostiene que tiene en marcha también la venta de sus centrales hidroeléctricas en Francia con el objetivo de lograr ingresos adicionales. En octubre, el presidente de FerroAtlántica (Grupo Villar Mir), Pedro Larrea, reconoció que la compañía había recibido ofertas para la adquisición de sus centrales hidroeléctricas. En este sentido, subrayó que era una oportunidad «única» para avanzar en el desarrollo futuro de la empresa y les dijo a los empleados que la venta no pondría en riesgo ningún centro de trabajo ni el empleo.

La compañía subrayó también que los fondos que podían lograr eran recursos «valiosísimos» para hacer posible el desarrollo de inversiones como la anunciada fábrica de silicio para la industria solar fotovoltaica con una inversión de 42 millones de euros en Sabón (Galicia). También para el desarrollo de otra fábrica de silicio en Puertollano (Ciudad Real) o el estudio de alternativas para el aprovechamiento de recursos forestales en Galicia para la fabricación de carbón vegetal. La compañía dijo que los activos hidroeléctricos no eran necesarios para garantizar la viabilidad de las fábricas del grupo y apuntó que la actividad hidroeléctrica constituía alrededor del 2% de los ingresos del grupo y que su facturación se había visto reducida a la mitad últimamente.

Francia convirtió a España en su principal suministrador de electricidad durante la ola de frío del pasado enero

EFE.- Francia, un país por lo general exportador de electricidad, importó sobre todo de España, en muchos momentos al máximo de la capacidad de la interconexión, durante la ola de frío de los últimos días. Aunque 2.400 megavatios es la capacidad teórica de intercambios entre Francia y España, «los esfuerzos de coordinación han permitido llevar la capacidad de importación hasta 2.500 megavatios«, según fuentes del gestor francés Red de Transporte de Electricidad (RTE).

Los días 19, 20 y 25 de enero, las entradas de electricidad procedentes de España llegaron a ese máximo de 2.500 megavatios. RTE explicó que durante la semana del 16 al 20 de enero, durante los picos de consumo de última hora de la tarde, Francia importó una media de 1.352 megavatios de España, 1.015 de Bélgica y 772 de Alemania, sus tres principales proveedores.

Las razones de estas compras de corriente en el exterior son el aumento del consumo por la ola de frío y que una parte del parque francés de generación no estaba disponible por el parón técnico de varios reactores nucleares. En concreto, desde comienzos de año han estado parados 5 o 6 de los 58 reactores atómicos en servicio. Las centrales atómicas supusieron el pasado año más del 75% de la producción eléctrica en Francia.

Por encima de 200 euros

Las capacidades de producción eléctrica con medios propios en Francia estos días ha estado limitadas a 90.000 megavatios de media, cuando en los picos de consumo han superado esa cifra seis días. El máximo de este año se registró el viernes 20 de enero a las 9.15 de la mañana con 93.862 megavatios. Por lo que se refiere a los precios en el mercado mayorista, llegaron a un techo de 206,12 euros por megavatio el pasado 25 por la mañana.

La tarifa eléctrica para los particulares en Francia depende de tres elementos que pesan un tercio del total cada uno: los impuestos, el precio de la generación y los costos de las redes de distribución. El precio de generación que se aplica al recibo de la luz no es el de la cotización del mercado mayorista en cada momento preciso, sino un valor medio que se revisa una vez al año (la próxima el 1 de agosto) tomando como base la media de 20 meses.

Nadal descarta modificar el actual sistema del mercado mayorista eléctrico y reivindica que la reforma Soria fue una auditoría “increíble”

Redacción / Agencias.- El ministro de Energía, Álvaro Nadal, ha descartado realizar una nueva auditoría del sector eléctrico, tal y como pide la oposición, ya que el trabajo que se realizó en la auditoría del sistema eléctrico que sirvió de base para la reforma que ejecutó el anterior Gobierno del PP fue «increíble» e impidió que el recibo de la luz «aumentara un 40%». Asimismo, Nadal descartó cualquier modificación en el actual diseño del mercado mayorista de la electricidad y su sistema marginalista.

En comparecencia en el Congreso para explicar el comportamiento de los precios de la energía, Nadal explicó que el actual sistema «funciona igual» para 23 países europeos y señaló que tan solo hay «una fuerte discusión» en el paquete de invierno de la Unión Europea respecto a cómo retribuir a las energías térmicas. «Si hacerlo solo con puntas o retribuir con pagos por capacidad. La postura española sobre esta cuestión es prudente, ya que con falta de interconexión no es fácil decantarse por un sistema u otro», indicó al respecto.

Nadal señaló que esta espiral alcista en los precios tiene como razón principal un cúmulo de factores que van desde «la tensión de precios internacionales de las materias primas», con el petróleo, el gas y el carbón doblando y triplicando su precio con respecto a hace un año, a la situación «muy específica» vivida en Europa con la parada de centrales en el parque nuclear francés. Respecto a la situación en Francia, Nadal valoró la «coherencia europea» de España en la situación extrema que vivió la pasada semana el país vecino de mantener al 100% la interconexión para ayudar a cubrir sus necesidades energéticas ya que hubo momentos en los que estuvo a punto de tener que realizar cortes eléctricos.

A todo ello, se han unido los problemas con la exportación del gas de Argelia, que han encarecido todavía más este producto, y las condiciones meteorológicas en España, con producción eólica «muy inferior a lo habitual» y unas reservas hidráulicas que están «tremendamente bajas». «Lo que ha hecho que la posibilidad de utilización de la hidráulica es prácticamente nula», destacó. De esta manera, apuntó que el precio de la electricidad se ha duplicado respecto a enero del 2016, pasando de 32 euros por megavatio hora (MWh) en enero de 2016 a un promedio de 72 euros en 2017. Esta situación de «escasez energética» tiene efectos en el conjunto del mundo, un aumento del precio que es «claramente perjudicial» para España.

No obstante, Nadal insistió en que esta subida en los precios de la electricidad es un problema a escala europea y que han tenido en España un “comportamiento mejor” que la mayoría de los países de nuestro entorno, con precios inferiores a los registrados en Francia, Bélgica o Italia. Así, Nadal, aseguró que en el pasado ya ocurrieron episodios alcistas como el vivido estos días con el precio de la electricidad y que no es descartable que vuelvan a darse, «ya que es típico del mix» energético español. «El nivel de precios récord anterior se alcanzó en 2013 y tampoco es una situación que no va a volver a darse», subrayó al respecto el ministro.

Además, el ministro señaló que ante las subidas de precios se deben aumentar las medidas de vigilancia y recordó que se pidió a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) un informe para saber si ha existido algún comportamiento irregular, ya que en el actual contexto se ha dado «el río revuelto», y «hay que evitar que haya ganancias de pescadores», indicó. Nadal también subrayó que el Gobierno comparte «la enorme preocupación social» que hay por esta subida en los precios de la electricidad, ya que también afecta a la capacidad económica y a la capacidad de crear empleo, «ya que el encarecimiento de la misma lleva a que la competitividad de las empresas se vea comprometida».

A este respecto, Nadal insistió en la preocupación del Gobierno por «el diferencial de precios» que se ha estado marcando en el mercado del gas, para lo que, además del informe de la CNMC, se han adoptado medidas encaminadas a mejorar su funcionamiento y que se traslade y abarate la electricidad. Así, recordó el anunció de la creación de la figura de un creador del mercado de mercado en el Mibgas, en la figura de Gunvor International, y la activación de los trámites para que los operadores dominantes del sector del gas, que son Gas Natural Fenosa y Endesa, se vean obligados a presentar ofertas en esta plataforma de negociación, medidas que confía en que empiecen a «ser una realidad».

Nadal afirmó que el creador de mercado del gas conseguirá una mayor liquidez en el mismo y podría repercutir ya en la moderación del precio de la electricidad. Se trata de contar con «más gas y más barato», que reduzca el coste de esta energía, que es en la actualidad «especialmente caro» y «está marcando en esta punta invernal los altos precios» de la factura, puesto que el gas se utiliza para generar la electricidad.

Finalmente, Nadal valoró la decisión del Gobierno de congelar el componente fijo de la factura, los peajes, que representan aproximadamente el 60% de la factura, en una situación de precios al alza en el mercado eléctrico como el actual. En un momento de «crisis energética y de crisis invernal» como el actual, esto ayuda «sustancialmente a mitigar el impacto», aseguró. «Lo que depende directamente de la política», dijo el ministro, se han aprobado normas para congelarlo, lo que supone «cero incremento de precios en la parte que depende del Gobierno».

Nadal reivindica la reforma Soria

Por otro lado, Nadal señaló que cuando escucha de la oposición la petición de una auditoría adicional de costes del sector eléctrico «es como si me dicen que tenemos que poner a las empresas de seguridad privada a ver si está actuando bien la Guardia Civil». «Proyecto por proyecto, instalación por instalación. Durante año y medio los funcionarios estuvieron revisándolas de una en una y creando un estándar. Con esto se redujeron 5.000 millones de euros el coste general del sistema, sin contar la parte de las renovables, que fueron 2.000 millones», añadió al respecto.

Días de ocurrencias y propuestas respecto a la electricidad

La fuerte agitación mediática en torno a la evolución del precio de la electricidad en el mercado mayorista durante las primeras tres semanas de enero ha devenido en lo que era previsible: un ataque frontal al mercado eléctrico, verdadero objetivo de esta búsqueda de tormenta perfecta por parte de sus contrarios.

El mercado español, se ha demostrado, funciona correctamente y lanza señales de precio coherentes con las circunstancias de demanda y oferta en cada momento. Ahora también. Y resulta coherente con lo que está pasando en toda Europa en los mercados mayoristas, fruto de la ola de frío y de las circunstancias climatológicas. Ahora también. Lo único que nos hace diferentes es la tradición falangista/franquista de intervenir en los mercados de la electricidad para no asumir las consecuencias de sus resultados.

Por eso asistimos a la propuesta continua de medidas para laminar su funcionamiento. El Confidencial, volviendo al proteccionismo tan de moda con Trump, planteaba, para bajar el precio de la electricidad, prohibir la exportación de energía tal y como plantea Alemania en estos momentos hacia Francia. Cerrar las interconexiones que desde España tanto se reclamaron, siendo todavía manifiestamente mejorables en sus posibilidades. Lo que se supone que, sin infantilismos, podría acabar en la prohibición del comercio exterior energético en ambos sentidos (importación y exportación de energía), para evitar el simplismo y comprender que las balanzas tienen dos brazos. La medida se sugiere  y ofrece al Gobierno ante circunstancias especiales de mercado y de forma temporal.

Los retroprogresivos (partidarios de la intervención, contrarios al mercado, tendentes a la empresa única monopolista pública) siempre han sido partidarios de un modelo autárquico energético. En este sentido, estas pintorescas propuestas han encontrado su momento, aunque sea excepcional, y están poniendo a prueba el sistema (que emite señales correctas).  En este tipo de medidas, además, aún se puede llegar más lejos, como no aplicar las directivas comunitarias, abandonar el mercado ibérico, o incluso, dejar la Unión Europea o cuestiones semejantes, coherentes con ese modelo intelectual.

Por otra parte, el diario El País, no se sabe si por conocer los planes del Gobierno por ejercer esa ascendencia que tiene con Soraya Sáenz de Santamaría, proponía cambiar el método de fijación de los precios. Eso sí, artillería gruesa en la adjetivación de las frases (“explosiva”), despilfarro en la prosodia en los titulares (“luz de alarma”). Todo ello sin esperar a las conclusiones de la CNMC sobre la situación actual del mercado español y centrando su argumentación en las condiciones de volatilidad que supuso la eliminación, sin justificación, de las subastas CESUR, abolidas por el ministro Soria en otra crisis de este tipo.

Eso sí, la propuesta que efectúa el medio, un sistema de fijación de precios trimestrales públicos intervenidos al consumidor (tarifa) con un fondo de compensación de las diferencias a los agentes (una especie de déficit de tarifa), desencantará a los más conspicuos editorialistas del medio, más proclives a la intervención. También desde las redes sugieren que el Gobierno ejercitase la interrumpibilidad: es decir que se apagasen y cesasen en su funcionamiento las grandes fábricas e instalaciones que perciben este incentivo (siderurgia, acerías, cementeras, etc…) para bajar el precio de la electricidad. Opciones varias. Mientras tanto, el modelo de la posverdad arraiga en el suministro eléctrico.

Seamos serios con los precios de la electricidad

Lo primero que hay que tener en cuenta es que el hecho de que suba el precio de un bien o suministro es algo negativo para los consumidores afectados, en un momento en el que, probablemente, las condiciones y situación económica de los ciudadanos de nuestro país siguen siendo precarias. Quiere decirse que es un problema; un problema, posiblemente, al mismo nivel que cuando hay oscilaciones al alza de los productos de la cesta de la compra o cuando también tienden al crecimiento los precios de los carburantes para ir a trabajar.

Lo que pasa es que, en el caso de la energía eléctrica en España, este proceso adquiere unos tintes demagógicos adicionales  cuando llega al debate político. Es decir es una cuestión que se presenta ante la opinión pública de forma incendiaria. Por un lado, porque se produce la negación de que la electricidad tenga que tener un precio (que, en todo caso, debería bajar siempre, de forma ilusoria) y, por otro,  porque se niega que deban de existir empresas eléctricas en su modelo de gobernanza.

En el año existen varios momentos punta en que esto se produce, aprovechados en el ámbito de la comunicación política asociada a esto para su tratamiento en términos de escándalo. Por su parte, el ministro Álvaro Nadal ha terciado para argumentar que es previsible que aumente la factura de la luz una media de 7-8 euros al mes, es decir, unos 100 euros al año.

Además, no hay que olvidar que quedan muy pocas oportunidades para convertir esta cuestión en una ola mediática: si mejora la climatología, todo pasará, y si además se cierra el acuerdo para abordar el problema de los consumidores vulnerables severos, alargar el período de impago requerido para realizar el corte de suministro, y si se liga el bono social a la renta, las posibilidades de mediatización de esta cuestión se van a ver muy mermadas.

Por su parte, los expertos habituales consultados por los medios generalistas acuden a sus posicionamientos habituales: Retórica antiempresarial de corte retroprogresivo, la insinuación en referencia a las investigaciones de la CNMC (sin resultado alguno conocido en términos de existencia de comportamientos anticompetitivos). O acuden a mezclarlo todo, para que no se entienda nada: recoger las quejas de las comercializadoras pequeñas que tendrán que participar en el nuevo bono social o reclamar mejores condiciones para el autoconsumo, como bálsamo de fierabrás, o acudir al argumento bolchevique de mostrar con escándalo la cifra total de beneficios empresariales, sin ponerlos en relación con el tamaño del sector y sus empresas. Un argumentario más o menos trillado y previsible.

El hecho es que la energía eléctrica en nuestro país sube por las condiciones de oferta y demanda. La ola de frío ha disparado la demanda a niveles no conocidos en los últimos años en un momento en el que el parón de las nucleares francesas está haciendo a Francia importar nuestra electricidad (la lógica invita a pensar que lo hacen porque es más barata que otras opciones). Por otro lado, la oferta se ha visto afectada por la climatología, con una reserva hidráulica un 38% menor y una producción eólica no tan extraordinaria como la acontecida en enero de 2016, así como un contexto internacional marcado por el alza en los precios de las materias primas (gas, petróleo, carbón).

Dejando de lado el hecho de cifrar el volumen final de este crecimiento para el consumidor, la pregunta que hay que hacerse es si han llegado las condiciones en las que es posible que se produzca un incremento general de los precios de la energía, con el butano acumulando una subida del 14,5% desde julio, una subida limitada además en la revisión de enero al 5% máximo, por lo que es una subida actualmente  insuficiente para cubrir sus costes, con el gas que ha subido un 3,5% a principios de año, con una previsión de déficit de tarifa por parte de la CNMC de 450 millones de euros entre 2016 y 2017, con la gasolina y el gasóleo en máximos

Por cierto, si la energía ibérica en el mercado mayorista es más barata que la francesa y los precios a los consumidores europeos son más bajos, ¿no sería cuestión de revisar el contenido de los costes de acceso, en lugar de dejar en manos de la turba la matanza? ¿Tampoco se va revisar esa gallina de los huevos de oro que es la fiscalidad aplicada en la energía? Seamos serios.

El precio de la electricidad para este viernes vuelve a subir y toca nuevos máximos desde 2013

Europa Press.- El precio mayorista de la electricidad de este viernes se situará en una media de 88 euros por megavatio hora (MWh), con lo que supera la referencia de 85,79 euros fijada para este jueves y marca nuevos máximos desde diciembre de 2013, según datos recogidos a partir del operador del mercado ibérico, Omie.

El nuevo repunte de precios consolida las fuertes subidas en el mercado en este arranque del año, en el que el aumento de la demanda por la ola de frío ha coincidido con la subida de precios del gas y el carbón, así como con el mayor coste de la generación por la escasez de recurso hidroeléctrico ante el bajo nivel de los pantanos. Asimismo, la demanda prevista para este viernes se situará en 633 gigavatios hora (GWh), ligeramente por encima de los 632 GWh previstos para este jueves. El miércoles, la demanda fue superior y ascendió a 650 GWh.

Para encontrar un precio tan alto como el de este viernes hay que remontarse al 18 de diciembre de 2013, cuando se alcanzaron los 91,89 euros. Tras la escalada de precios durante aquel mes, el Gobierno decidió suspender el anterior sistema de subasta eléctrica (Cesur) y sustituirlo por el actual, en el que el precio regulado deja de consistir en una referencia trimestral y queda vinculado al precio de cada hora en el mercado eléctrico.

Durante la jornada de este viernes, el precio del megavatio hora superará los 90 euros durante todas las horas a partir de las 8.00 horas. En todo caso, la hora más cara de este viernes serán las 20.00 horas, con un precio de 98,69 euros por MWh. Estos precios se aplicarán a los consumidores domésticos que dispongan de contadores inteligentes y tarificación por horas. En torno a la mitad del recibo de la luz obedece a la evolución del precio mayorista de la electricidad, mientras que la otra mitad corresponde a los peajes, congelados en 2017, y a los impuestos.

El mercado se ha visto afectado en este invierno por el efecto acumulativo de varias circunstancias, entre las que figuran el aumento de la demanda, la ola de frío y la exportación a Francia por la indisponibilidad nuclear, que se han visto acompañadas de una reducción en las aportaciones de agua, cuya participación se redujo y se realiza a un coste mayor, afectando al precio.

Además, la tendencia alcista del precio de los combustibles fósiles, especialmente importante en el caso del gas tras la cancelación de suministros a Europa desde Argelia, ha incrementado los costes de producción de las centrales de carbón y gas. En los 19 primeros días del año este precio se ha duplicado con respecto a los del año pasado. El pool funciona de forma marginalista, de modo que las tecnologías entran por orden de coste y la última de ellas en participar, la más cara, marca el precio para el conjunto.

Comunicación y electricidad

La evolución de los precios de la electricidad en el mercado mayorista durante la primera quincena de diciembre ha desatado un proceso comunicativo que suele ser bastante virulento, intenso y previsible cuando su resultado anticipa una posible evolución al alza de los mismos (por las circunstancias que sean y que en el caso que nos ocupa, esbozaremos) y que podemos describir de acuerdo al histórico anterior de procesos semejantes, cumpliendo los siguientes pasos, con los matices lógicos.

En primer lugar, este proceso comunicativo, como se puede apreciar, se produce con mucha mayor intensidad en el ámbito del suministro eléctrico con respecto a otras energías finales, sea al suministro gasista o incluso los hidrocarburos, dónde los consumidores parece que son más precio aceptantes. Por una parte, existen más agentes opinando, con un grado más grueso en su expresión así como en sus demandas y pretensiones (pueden llegar a solicitar la estatalización del suministro).  Por otra parte, existe una maquinaria muy engrasada y entrenada al respecto que lo ceba.

En segundo lugar, se produce en términos catastrofistas de forma que se extrapolan las posibles variaciones de precios por la mayor que resulte de las comparaciones que se barajen o sea posible realizar con la calculadora. Por tanto, se emiten comparaciones con el mes anterior, en un sistema que sólo admite comparaciones homogéneas respecto al año anterior. Aún así, no dudan en aislar la evolución del mercado o incluir los peajes, según convenga para que el porcentaje resultante resulte mayor. El objetivo, lógicamente, es amplificar sus posibles resultados para que los efectos comunicativos sean mayores.

En segundo lugar, se produce de forma adánica, omitiendo los períodos en que por razones concretas se producen abaratamientos o descensos del precio de la electricidad: por razones meteorológicas, de estacionalidad o de circunstancias de mercado. También se produce de forma adánica respecto a las decisiones en torno al modelo de fijación de precios horarios o de los costes de acceso. En consecuencia, la electricidad, en este desarrollo discursivo que disimula las evoluciones negativas, ha de ser un suministro cuyo precio sólo podría descender y los más condescendientes, otorgándole el título de precio político, admitirían una evolución ajustada al IPC.

Seguidamente, se involucra a la CNMC, para que valore si la evolución de los precios al por mayor es «mucha o poca», haya razones meteorológicas o incluso, como ocurre actualmente, porque se esté exportando energía (a mercados que por circunstancias de producción de la electricidad nuclear tienen la energía más cara en generación, como es actualmente el caso francés). La CNMC, organismo cuyo supuesto correlato en otros países debe ser el de regulador independiente, supervisión y control de los mercados en su conjunto, se convierte en una especie de Junta Superior de Precios. Las declaraciones de los portavoces del organismo en las que responden a las preguntas de la evolución del precio del mercado mayorista supone la asunción del marco.

Sea como fuere, una vez caldeado el ambiente de forma suficiente, el proceso enfrenta dos alternativas. Si se conocen los resultados definitivos y no coinciden con las previsiones alarmistas preventivas, se produce un decoroso mutis por el foro de estas voces. Y si coinciden, la presión ejercida sobre el Gobierno puede llevar a hacer ajustes contables, tocar magnitudes de costes de acceso, dependiendo del escenario político y electoral del momento. En todo caso, se renuncia a la revisión de los componentes de los costes de acceso y a una reflexión seria de dónde se producen las variaciones en los precios de la electricidad, según su proceso de formación y componentes.  Nada nuevo, esta vez tampoco.

Francia inaugura el primer tramo de carretera solar del mundo

EFE.- Francia inauguró hoy el primer tramo de carretera solar del mundo en una vía local en Normandía (noroeste), que cuenta con 1 kilómetro de extensión y cuyo pavimento está compuesto por paneles solares especialmente sólidos.

Se trata de un proyecto pionero con el que se prevé alimentar el alumbrado público de un pueblo de 5.000 habitantes.

Sin embargo ha recibido las críticas de diversas organizaciones ecologistas que consideran su coste, 5 millones de euros, desorbitado para la cantidad de energía que puede producir.

La ministra de Medio Ambiente, Ségolène Royal, la encargada de inaugurar la infraestructura, aseguró que se trata de una idea que va en la línea de la transición energética del país hacia las energías renovables.

Según su departamento, este tipo de paneles solares están especialmente concebidos para soportar el peso de cualquier vehículo, incluido el de camiones, y garantizar la adherencia de los neumáticos.

Francia tiene un millón de carreteras y asfaltando un cuarto de las mismas, el país alcanzaría su independencia energética.

Por el tramo inaugurado hoy, un kilómetro de una carretera departamental que conduce al municipio normando de Tourouvre-au-Perche, se calcula que circulan 2.000 automovilistas de media cada día.

Según los cálculos de los responsables del proyecto, el tráfico ocupa las carreteras apenas el 20% del tiempo, por lo que no les priva de mucha exposición solar.

Los 2.800 metros cuadrados asfaltados con este material especial en Normandía son el resultado de cinco años de pruebas con pequeños tramos instalados en aparcamientos o frente a edificios públicos.

Algunas asociaciones ecologistas critican que con este tipo de obras el Gobierno busque un efecto anuncio sin auténticos progresos.

«Sin duda es un avance técnico, pero para desarrollar las renovables hay otras prioridades que este juguete del que sabemos que es muy caro pero no si funciona bien», aseguró al diario «Le Monde», el vicepresidente de la Red para la Transición Energética (CLER), Marc Jedliczka.

En efecto, el precio del kilovatio producido en esta vía solar es de unos 17 euros, frente a 1,3 para el que se genera en una instalación fotovoltaica en un tejado.

Los expertos destacan que las instalaciones algo inclinadas son más eficientes a la hora de producir electricidad, una desventaja de esta iniciativa, pues está en posición horizontal.

Sin contar con cual será la resistencia real de estos paneles de la carretera al paso de los vehículos, el clima y otras circunstancias.

Los responsables del proyecto sostienen que el tramo inaugurado hoy es una prueba y que el precio de la infraestructura disminuirá a medida que se incremente la demanda, lo que abaratará también el coste de la energía producida.

En 2020, señalan, el precio del kilovatio producido en una carretera solar será similar al de otra planta fotovoltaica.

Nadal pide a la CNMC analizar si las subidas del precio de la electricidad son por temas técnicos o no

Redacción / Agencias.- El ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, considera que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) actúa «con buen criterio» al analizar con precisión si los “episodios alcistas” en los precios mayoristas de la electricidad en diciembre se deben a cuestiones técnicas puntuales o a una falta de competencia en el mercado. Nadal se ha mostrado preocupado porque en las últimas semanas se haya producido un aumento de los precios de la electricidad «importante».

En este sentido, recordó que en estos episodios alcistas pueden haber incurrido varios factores que pueden haber contribuido a las subidas de las últimas semanas, entre ellas la meteorología, los aumentos de los precios de los carburantes o los problemas surgidos por la indisponibilidad de las centrales nucleares francesas y los problemas en Europa ante la rotura de un cable de conexión entre Reino Unido y Francia. «Queremos saber si estos episodios de aumento de precios son por cuestiones técnicas o por otras cosas», señaló. Nadal ha trasladado al presidente del regulador José María Marín Quemada que sus declaraciones sobre este aspecto son «muy acertadas».

El presidente de la CNMC reconoció que el organismo regulador está «mirando mucho» el incremento del precio mayorista de la electricidad, que ha aumentado un «treinta y pico por ciento» este mes y se ha disparado desde «unos 40 euros el megavatio hora (MWh) a 60 euros». El coste de la energía, que se fija en estos mercados mayoristas, es uno de los componentes del recibo eléctrico y supone alrededor de un tercio del mismo. «Esto es inquietante. Es un incremento notable en un mes y estamos mirándolo porque nos preocupa», ha subrayado Marín Quemada.

El sistema eléctrico ingresará 129,3 millones de euros en 2017 gracias a las interconexiones internacionales

Europa Press.- El sistema eléctrico obtendrá 129,3 millones de euros en 2017 gracias a los ingresos recibidos por la gestión de las interconexiones internacionales y por los peajes cobrados por el uso de estas infraestructuras. Esta cifra aparece recogida en el borrador de orden ministerial de peajes eléctricos de enero elaborada por el Ministerio de Energía. La cifra de 2017 es un 11% inferior a las últimas previsiones de ingresos recabadas para 2016, consistente en una partida de 146 millones de euros.

Esta cifra de 130 millones de euros anuales es además muy similar a la que el sistema prevé obtener en 2017 mediante el cobro en el ámbito nacional de peajes a los generadores. Energía indica en el borrador de orden ministerial que la cifra de 2017 es una estimación obtenida a partir de la información remitida por el operador del sistema eléctrico, por Red Eléctrica de España (REE). España dispone de interconexiones eléctricas internacionales con Francia, Portugal y Marruecos. En el primer caso, la capacidad de interconexión alcanza un máximo de 3.150 megavatios (MW), frente a 2.100 MW con Portugal y 400 MW con Marruecos.