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COAG solicita la implantación de un contrato específico y adaptado a las características del consumo eléctrico en el sector agrario

Europa Press.- El incremento del 3,4% de la renta agraria no se ha notado en el bolsillo de agricultores y ganaderos, debido a la espiral alcista de los costes de producción, según denuncia COAG, que ha recordado que desde 2003, el sector agrario español ha perdido el 8,3% de su renta total.

En concreto, la organización agraria ha señalado que los consumos intermedios (costes) alcanzaron en 2018 los 23.199 millones de euros en términos corrientes, lo que supone la cifra más alta de la serie con un alza del 6,3% respecto a 2017, tanto en precio (3,2%) como en cantidades consumidas (2,9%). COAG considera que es «imprescindible» emprender una serie de actuaciones para revertir la continuada pérdida de renta de los agricultores y ganaderos en los últimos años, especialmente en lo que concierne a los costes de producción cuya tendencia al alza ha comprimido la rentabilidad del sector. De esta forma, la organización agraria ha trasladado a Agricultura una serie de peticiones.

En términos de fiscalidad, COAG solicita la reintroducción de las deducciones del rendimiento neto previo por adquisiciones de gasóleo (35%) y la aplicación del tipo reducido del IVA a los consumos energéticos de los agricultores profesionales. Respecto a la tarifa eléctrica, solicitan la implantación de un contrato específico y adaptado a las características del consumo en el sector agrario y la exención parcial del 85% del Impuesto Especial sobre la electricidad (IEE) a los sectores ganaderos, como permite la normativa comunitaria y dado el elevado gasto que deben asumir esta tipología de explotaciones. Por otro lado, apuestan por el desarrollo de las energías renovables en el sector agrario y de la figura de la explotación agraria productora de energías renovables.

El Ayuntamiento de Valencia ahorrará un 85% de su consumo energético y un millón de euros al cambiar 8.100 farolas

EFE.- El Ayuntamiento de Valencia tiene previsto intervenir en 8.098 farolas, para eliminar más de trescientas «innecesarias» y sustituir el sistema de iluminación del resto por led, con el fin de reducir el consumo energético un 85%, neutralizar la contaminación lumínica y lograr un ahorro económico de más de un millón de euros anuales.

Así se contempla en el segundo plan de intervención en el alumbrado público (IDAE II), que cuenta con un préstamo reembolsable de cuatro millones del Fondo Nacional de Eficiencia Energética, con un interés del 0%, un plazo máximo de vigencia de 10 años y una máximo de doce meses de carencia para empezar a pagar.

El alcalde de Valencia, Joan Ribó, y el concejal de Gobierno Interior, Sergi Campillo, han dado a conocer la iniciativa y han hecho balance del primer plan IDAE, concluido a finales de 2017, también con cuatro millones y que ha permitido cambiar 31.274 luminarias, más de 30% del total, y ahorrar más de 1,9 millones de euros.

En esta segunda intervención se actuará en 6.156 farolas del modelo Valencia, de doble brazo, de las que se eliminarán 312 por «innecesarias» y se sustituirá el sistema de iluminación por led en las 5.844 restantes, y sobre 1.942 del modelo Ferran VII, porque son las de mayor contaminación lumínica.

Ribó ha subrayado que desde 2014, han rebajado un «23,3% el consumo total de electricidad, lo que supone un ahorro muy importante de 4,6 millones y muchos megavatios dejados de consumir, algo muy positivo desde el punto de vista de la sostenibilidad».

«Ya eliminamos los puntos de luz en forma de chupa chup y ahora queremos eliminar las bolas que están provocando mucha contaminación lumínica en los primeros pisos de muchas viviendas. Además de que ganamos eficiencia, disminuimos las molestias al vecindario y conseguimos también un importante ahorro económico«, ha defendido.

El segundo plan IDAE supondrá la reducción del consumo actual en un 85%, con un descenso de 3.276,83 kilovatios a 490,39 kw, lo que supondrá un ahorro estimado anual de 1.022.777,38 euros al pasar del gasto actual de 1.199.540,17 euros a 176.892,09.

Campillo ha explicado que las farolas que van a ser renovadas son «las que más contaminación hacia arriba producen» y que ahora se recomienda que enfoquen hacia abajo y ha resaltado que se cambiarán las placas pero no la farola porque son «monumentales, con una corona y el escudo de la ciudad».

Ha asegurado entre fondos propios, proyectos de participación, inversiones financieramente sostenibles o créditos del IDAE, el actual gobierno ha invertido en iluminación y eficiencia energética 14,4 millones, que han permitido cambiar el 50% del alumbrado público.

Ribó ha destacado que con el ahorro de más de un millón al año, amortizarán los 4 millones del segundo IDAE en 3 años y 11 meses, a partir de los cuales todo será ahorro para el consistorio.

Dentro de la intervención ha destacado que está prevista la telegestión de unos 3.000 puntos de luz, lo que permitirá realizar un mantenimiento más eficaz y eficiente, además de mayor agilidad en la gestión, con una permanente comunicación telemática «que abre infinitas posibilidades y permite informar en tiempo real de cualquier incidencia».

Urkullu reclama al Gobierno central que cumpla el acuerdo para rebajar el precio de la electricidad a la industria vasca

EFE.- El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha reclamado al Gobierno central que cumpla el acuerdo sobre tarificación eléctrica para empresas vascas recogido en los Presupuestos de 2017 que el Ejecutivo pactó con el PNV. «Esto ha de hacerse porque es un compromiso del Gobierno español en 2017 y con proyección a 2018. No debe estar sujeto a la negociación de este año», matizó. En este sentido, ha indicado que el incumplimiento de este acuerdo “afecta a la competitividad de las empresas vascas».

El PSOE acusa al Gobierno de «empobrecer al país» con su política energética ante las subidas de la luz

Europa Press.– El secretario para la Transición Ecológica de la Economía del PSOE, Hugo Morán, ha denunciado que «la política energética del Gobierno empobrece al país” ya que «mientras el ministro Nadal sigue defendiendo su política energética como la única posible para contener los precios y Mariano Rajoy argumenta que no son cosas que se puedan cambiar inmediatamente, las familias españolas siguen sufriendo en sus ajustadas economías el impacto de los progresivos incrementos del recibo de la luz».

Asimismo, ha subrayado que la pobreza energética vuelve otro invierno más a «ocupar el centro de las preocupaciones de los ciudadanos», que ven cómo sus dificultades para cubrir sus necesidades básicas de luz y calefacción no sólo no obtienen soluciones por parte del Ejecutivo, sino que bien al contrario «se cronifican con el paso del tiempo». Para Morán, ni el actual mix energético, «totalmente superado por la realidad tecnológica y absolutamente condicionado por la brutal dependencia exterior, ni el obsoleto mercado de la electricidad heredado del pasado siglo han sido capaces de responder a las necesidades actuales de la sociedad».

Equilibrar justamente costes y precios

Así, ha subrayado que el Gobierno “se erige como el mayor obstáculo para una transición que ya han abordado la mayoría de países de nuestro entorno». Por ello, ha pedido «enfrentar sin dilación» la transición energética que libere a España «de los grilletes de la importación de recursos fósiles y de una cuestionable gestión de mercado que empobrece las economías familiares y castiga la competitividad de las empresas”. De esta manera, ha asegurado que «ya es hora de construir» un nuevo mix basado en recursos autóctonos, convenientemente regulado, que posibilite un mercado que «equilibre de forma justa costes y precios».

Rajoy asegura que bajará la parte regulada de la factura de la luz de forma “progresiva” cuando haya «margen»

Europa Press.– El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se compromete a reducir de forma «progresiva» los componentes regulados de la factura eléctrica en la medida en que exista «margen«. Así lo señala en una entrevista en la revista Valores de KPMG, en la que marca como objetivos alcanzar los 20 millones de trabajadores en 2020, recuperar este mismo año todo lo perdido con la crisis y acometer una bajada de impuestos cuando se cumpla el déficit del 3%.

Rajoy destaca que la economía española ha experimentado una «transformación sin precedentes» gracias a las reformas de los últimos en ámbitos como el laboral, el financiero o el energético, lo que ha permitido que España se sitúe a la cabeza del crecimiento de las principales economías del euro y hará que recupere en la primera mitad de este año el PIB perdido durante la crisis.

Respecto al modelo energético, Rajoy señala que aún se arrastran cargas generadas por «políticas del pasado» pero afirma que se está trabajando de forma activa para no elevar los componentes de la factura eléctrica que dependen de la regulación. De hecho, asegura que en la medida que vaya existiendo «margen», la intención del Gobierno es reducirlos de forma «progresiva», así como mantener la sostenibilidad financiera de los sistemas energéticos y evitar que se vuelvan a producir déficits. A su juicio, España debe avanzar en una mayor integración en el mercado energético europeo, para lo que ve necesario conseguir una mayor interconexión energética con Europa, ya que permitirá tener un precio «más competitivo» e integrar de forma más eficiente las renovables.

La entrevista de Rajoy se enmarca en el número especial de la revista Valores por el décimo aniversario de la publicación, que además cuenta con la participación del gobernador del Banco de España, Luis María Linde; el presidente del Instituto de Empresa Familiar, Ignacio Osborne y colaboraciones de primeros ejecutivos de compañías españolas punteras como el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán; y el presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales.

La factura de la luz se encareció un 17,55% en abril

Redacción / Agencias.- Un consumidor doméstico medio pagó 64,35 euros en su factura de la luz de abril, por lo que esta factura se incrementó en un 17,55% respecto a los 54,74 euros de abril de 2016, lo que supuso una subida en el recibo eléctrico de 9,61 euros, según los datos obtenidos para la tarifa regulada Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC) con el simulador de la factura de la luz que ofrece en su web la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

Para el cálculo de estos datos se ha utilizado el consumidor medio que suele emplear el Ministerio de Energía: un consumo de electricidad de 3.900 kilovatios hora (kWh) anuales y una potencia contratada de 4,4 kilovatios (kW), que el Ministerio atribuye al consumo de una familia media con dos hijos. De los 64,35 euros abonados en los 30 días de abril del 2017, 14,88 euros se corresponden al término fijo de potencia contratada. Del resto de la factura de marzo, 35,71 euros obedecen al consumo, 2,59 euros al impuesto eléctrico y 11,17 euros al Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA).

El recibo eléctrico refleja así el incremento que experimentó el mercado mayorista (pool) este mes, con unos precios que han elevado la tarifa regulada de electricidad, con 12 millones de consumidores. Para el resto de consumidores de electricidad, 13 millones que están en el mercado libre, esta evolución del mercado mayorista no tiene un reflejo tan directo en sus recibos, ya que tienen contratos con un precio fijado para un periodo, habitualmente, de un año.

Precios estables respecto a marzo

Sin embargo, la factura de la luz de abril subió apenas un 0,17% respecto al mes anterior, marzo, dado que el coste diario de la electricidad fue de 2,145 euros en abril de 2017 respecto a los 2,141 euros de marzo de 2017. En esta comparación se utilizan los costes diarios para evitar el efecto de la diferente duración diaria de los distintos meses. De esta manera, el recibo eléctrico vuelve a repuntar ligeramente después de los descensos que había registrado en los dos últimos meses, que dejaban atrás el episodio alcista de enero y nueve meses seguidos de subidas.

Subida del 19,96% hasta abril

Con esta nueva subida en abril, el recibo de la luz cerró los primeros cuatro meses del año con una subida del 19,96% con respecto al mismo periodo de 2016. La subida de precios en abril ha contribuido a que el recibo de los cuatro primeros meses del año se haya situado en 278,77 euros, 46,38 euros más frente a los 232,39 euros en el mismo periodo del año anterior, aún teniendo en cuenta que 2016 fue año bisiesto. En los primeros cuatro meses, la factura media de electricidad se desglosa a razón de 59,54 euros por el término fijo, de 159,64 euros por el consumo, de 11,21 euros por el impuesto de electricidad y 48,38 euros por el IVA.

El arranque del ejercicio 2017 se caracterizó por el fuerte alza de precios provocado por la ola de frío, la menor eolicidad e hidraulicidad, el encarecimiento del carbón y del gas, y la indisponibilidad de centrales nucleares en Francia, frente al arranque de 2016, en el que se produjeron fuertes caídas respecto al año anterior. Desde enero, mes en el que la factura superó los 80 euros y el precio de la electricidad alcanzó picos superiores a los 91 euros el megavatio hora (MWh) en el mercado mayorista, el descenso en el recibo de la luz ha sido del 21,15%. 

La factura de la luz se encareció un 13,39% en marzo

Redacción / Agencias.- Un consumidor doméstico medio pagó 66,38 euros en su factura de la luz de marzo, por lo que esta factura se incrementó en un 13,39% respecto a los 58,54 euros de marzo de 2016, lo que supuso una subida en el recibo eléctrico de 7,84 euros, según los datos obtenidos para la tarifa regulada Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC) con el simulador de la factura de la luz que ofrece en su web la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

Para el cálculo de estos datos se ha utilizado el consumidor medio que suele emplear el Ministerio de Energía: un consumo de electricidad de 3.900 kilovatios hora (kWh) anuales y una potencia contratada de 4,4 kilovatios (kW), que el Ministerio atribuye al consumo de una familia media con dos hijos. De los 66,38 euros abonados en los 31 días de marzo del 2017, 15,38 euros se corresponden al término fijo de potencia contratada. Del resto de la factura de marzo, 36,81 euros obedecen al consumo, 2,67 euros al impuesto eléctrico y 11,52 euros al Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA).

El recibo eléctrico refleja así el incremento que experimentó el mercado mayorista (pool) este mes, con unos precios que han elevado la tarifa regulada de electricidad, con 12 millones de consumidores. Para el resto de consumidores de electricidad, 13 millones que están en el mercado libre, esta evolución del mercado mayorista no tiene un reflejo tan directo en sus recibos, ya que tienen contratos con un precio fijado para un periodo, habitualmente, de un año.

Baja respecto al pasado febrero

Sin embargo, la factura de la luz de marzo bajó un 6,55% respecto al mes anterior, febrero, dado que el coste diario de la electricidad fue de 2,14 euros en marzo de 2017 respecto a los 2,29 euros de febrero de 2017. En esta comparación se utilizan los costes diarios para evitar el efecto de la diferente duración diaria de los distintos meses. Se trata del segundo descenso consecutivo en la factura de la luz entre meses consecutivos, después de haber encadenado nueve meses de alzas desde mayo de 2016. En el arranque de 2016 se produjeron fuertes caídas respecto al año anterior, del 10,6% enero, del 6,5% en febrero y del 0,4% en marzo

A pesar de la bajada de marzo, el recibo de la luz cerró el primer trimestre del año con una subida del 20,36% con respecto al mismo periodo de 2016. El arranque del ejercicio se caracterizó por el fuerte alza de precios en enero provocado por la ola de frío, la menor eolicidad e hidraulicidad, el encarecimiento del carbón y del gas, y la indisponibilidad de centrales nucleares en Francia. Desde enero, mes en el que la factura superó los 80 euros y el precio de la electricidad alcanzó picos superiores a los 91 euros el megavatio hora (MWh) en el mercado mayorista, el descenso en el recibo de la luz ha sido del 18,63%.

La subida de precios en marzo ha contribuido a que el recibo del primer trimestre se haya situado en 213,38 euros, 36,1 euros más frente a los 177,28 euros en el mismo periodo del año anterior, aún teniendo en cuenta que 2016 fue año bisiesto y, por tanto, cuenta con un día más. En el primer trimestre, la factura media de electricidad se desglosa a razón de 44,65 euros por el término fijo, de 123,12 euros por el de consumo, de 8,58 euros por el impuesto de electricidad y de 37,03 euros por el IVA.

¿Qué se paga con la tarifa eléctrica regulada?

EFE.– La tarifa eléctrica regulada, a la que están acogidos 12 millones de consumidores, sigue siendo una gran desconocida a pesar de la polémica que ha suscitado durante las últimas semanas la brusca subida de la electricidad en el mercado mayorista, que parece haber empezado a remitir. De hecho, en numerosas ocasiones se ha confundido la evolución del precio en el mercado mayorista con el comportamiento de la tarifa regulada, denominada Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC).

Si dejamos al margen los contratos de suministro firmados por los consumidores que están en el mercado libre, unos 13 millones, el primer dato a destacar es que el coste de producción representa tan sólo el 35% de la tarifa regulada. El 65% restante corresponde a impuestos (IVA e Impuesto de Electricidad), al margen de comercialización, al alquiler del contador y, sobre todo, a los llamados peajes de acceso, que suponen en torno al 40% del recibo de la luz y que fija el Gobierno.

Aunque los peajes están congelados e incluso bajaron en 2016, no faltan los expertos que cuestionan algunos de los conceptos que engloban. El capítulo de costes regulados incluye la retribución de dos actividades necesarias para hacer llegar la electricidad a hogares y empresas: el transporte, que permite llevar la energía desde las centrales hasta las subestaciones, de la que se ocupa Red Eléctrica de España; y la distribución, que la reparte entre los consumidores finales.

Pero también son costes regulados las primas a las energías renovables; la compensación a los sistemas extrapeninsulares (Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla) por sus mayores costes de producción; la recuperación del déficit tarifario acumulado en ejercicios anteriores; los pagos por capacidad, para que siempre haya centrales de reserva, y la financiación de la interrumpibilidad, el descuento aplicado a las empresas a las que se puede cortar la luz en caso de necesidad. Si se eliminaran algunos de estos conceptos, la tarifa regulada bajaría sensiblemente, pero habría que determinar de qué forma se pagarían, por ejemplo, las primas a las renovables.

Mención especial merece la recuperación del déficit tarifario, una bola de deuda de más de 20.000 millones de euros que empezó a gestarse en los gobiernos de José María Aznar por la decisión de no subir la tarifa más del 2% durante varios años y que se disparó con la política de ayudas a las renovables en tiempos de José Luis Rodríguez Zapatero. Esa «pesada mochila» se sigue pagando a través de la tarifa, aunque la reforma energética acometida por el Gobierno del PP ha conseguido, aparentemente, eliminar el déficit.

Sin embargo, lo que disparó la polémica en las últimas semanas ha sido la subida del precio de la electricidad en el mercado mayorista. Hay razones que pueden explicar la subida: la ola de frío, que ha disparado la demanda; la ausencia de agua y viento, que ha obligado a utilizar centrales más caras; el encarecimiento del petróleo y el gas natural, y el parón de varias nucleares francesas. Pero tanto el Ministerio de Energía como la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) analizan si, además, hubo algún comportamiento anticompetitivo por parte de los agentes del sector.

El Ministerio de Energía ha tomado medidas para aumentar la competencia en el mercado gasista y conseguir precios más competitivos. En la situación actual, los precios del mercado eléctrico mayorista los marcan las centrales de ciclo combinado, que utilizan el gas como combustible. Energía ha incorporado la figura del «creador de mercado», que ya existe en otros países europeos, para conseguir más liquidez en Mibgas, el mercado gasista organizado. Además, obligará a los operadores dominantes del sector gasista a ofrecer un volumen determinado de gas en el mercado. Ahora se espera que los precios de la electricidad se moderen a medida que suban las temperaturas, vuelva a soplar el viento y, si hay suerte, llueva.

Tomemos nota de este mes de enero

Persiste un colectivo ideológico en torno al sector eléctrico que está intentando aprovechar este enero de incrementos de precio en el mercado mayorista para dar el salto desde su planteamiento inicial, que considera que el suministro eléctrico, además de un servicio esencial, debe ser un «bien público» sobre el que establecer determinados mecanismos sociales de apoyo por nivel de renta, a dar varios saltos mortales consecutivos: que el mismo debe ser intervenido, que se regule por costes reconocidos y si es posible que sea de titularidad del Estado, sin mercados que lo regulen.

¿Cómo se ha espoleado esta agitación antimercado en esta crisis? Intentando dirigir la fijación mediática desde las redes sociales y desde ciertas asociaciones en la atención al mercado mayorista eléctrico en las puntas horarias de precios que se han producido en este período, como cuándo se han alcanzado los 100 euros/MWh en determinadas horas. Resulta paradójico cómo, en su momento, cuando se proponían retribuciones reguladas a ciertas tecnologías superiores a los 300 euros/MWh, no existía controversia alguna. Añadamos, la difusión paródica respecto del impacto de la climatología en el precio de la luz, como si no influyesen la ausencia de viento y de recurso hidráulico en el mix eléctrico y el frío no disparase la demanda de los consumidores españoles.

Curiosamente, estos agentes fintan sobre el problema de los costes de acceso incluidos en el coste del suministro, sobre la renuncia a la revisión de la retribución e inversiones en el transporte eléctrico, sobre el sistema de subsidios cruzados existente en la tarifa, ni mencionan el problema de la abundante fiscalidad de la electricidad o aceptan/aceptaron retribuciones desmesuradas a determinadas tecnologías por ser del «régimen». ¿Cuáles son los defectos de la actuación de estos agentes? Que, al final, en definitiva, no buscan proteger al consumidor.

El fin último siempre es acabar con el mercado eléctrico y atacar a unos agentes concretos, lo cual obedece más a un objetivo de ideología política. De hecho, en ningún momento, se apunta de forma fiable en términos comparados el efecto en euros para el consumidor de este período punta del año, partiendo de una estructura de consumo de referencia y no de una interesada, que busca extrapolaciones exageradas en espacios temporales móviles y acomodaticios a los intereses del emisor.

Los medios de comunicación, pon su parte, han contribuido a ello inundando los programas con periodismo de interés social, en algunos casos sin darse cuenta de lo que se deslizaba, debido a la indigencia social en materia de conocimiento económico. Personas que iban a ser embargadas por no pagar la hipoteca y que… ¡además les iban a cortar la luz! Pero el problema es la pobreza energética. Y llenando de «todólogos»/opinadores sobre el precio de la electricidad las tertulias, alguno de ellos, autodenominados expertos, con chuscos severos errores conceptuales. Es la república independiente de Twitter.

Lo más importante es plantearse en un debate sin trampas qué bases tiene España para aspirar a un suministro permanentemente abaratado artificialmente o de forma intervenida, cómo abordar esta situación hacia el futuro, cómo abordar el encarecimiento general de la energía, cómo favorecer la eficiencia energética y cuáles son los mecanismos de protección y de política social hacia el consumidor vulnerable. Ahora que la crisis remite, debemos aprender de ello.

Suben las tarifas de luz para el sector industrial y el comercial en México

EFE.- El coste de la luz para el sector industrial, el comercial y el de uso doméstico de alto consumo en México aumentan respecto a diciembre, mientras que se mantuvo sin cambios para los clientes de bajo consumo, según indicó la Comisión Federal de Electricidad (CFE). «Las tarifas para el sector industrial aumentan entre un 3,7% y 4,5%. Para el sector comercial, las tarifas registran incrementos de entre un 2,6% y 3,5%», señaló. Asimismo, la tarifa de uso doméstico de alto consumo registró un aumento del 2,6%.

A pesar de los aumentos registrados este mes, toda las tarifas «presentan reducciones en términos reales en enero de 2017, en comparación con noviembre de 2012», un mes antes de la llegada del presidente Enrique Peña Nieto al poder. «El ajuste de las tarifas en enero de 2017 está relacionado con los incrementos de los precios de los combustibles para generar energía eléctrica registrados en diciembre de 2016, en comparación con diciembre de 2015«, apuntó. Por ejemplo, el gas natural se incrementó un 77% respecto a 2015. Además, el precio del carbón importado aumentó un 72,8% en el mismo periodo.

La subida del coste de la electricidad para estos sectores se suma al pronunciado aumento de los precios de las gasolinas de entre un 14% y un 20% según el tipo de combustible. Eso sí, la CFE anunció que las tarifas eléctricas para el sector doméstico de bajo consumo se mantendrán sin cambios en enero de este año, una decisión que beneficia el 99% de los hogares mexicanos, unos 35,5 millones de clientes de esta empresa productiva del estado mexicano.

El precio se mantendrá «a pesar del aumento en los precios de los combustibles utilizados para la generación de energía eléctrica, y a la depreciación del tipo de cambio peso/dólar observados recientemente», indicó. En enero, las tarifas domésticas de bajo consumo «registran ya 25 meses consecutivos sin incrementos y, de hecho, suman reducciones por alrededor de 4% de diciembre de 2014 al primer mes de este año», puntualizó la CFE.