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El precio de la gasolina y del gasóleo acumula su quinta subida consecutiva

Europa Press.- El precio de la gasolina y del gasóleo ha encadenado su quinta semana consecutiva de subidas y se ha situado en niveles máximos desde principios del pasado mes de diciembre. En concreto, el precio medio del litro de gasolina ha subido un 0,32%, situándose en los 1,23 euros. Por su parte, el litro de gasóleo ha subido un 0,5% y se ha situado en los 1,19 euros, su nivel más alto desde la primera semana de diciembre.

De esta manera, ambos carburantes confirman el fin de la tendencia bajista en sus precios que había llevado a un abaratamiento del 13%, en el caso de la gasolina, y de más del 12% para el gasóleo, desde los máximos que alcanzaron en octubre. Con los actuales precios, el llenado de un depósito medio de gasolina de 55 litros cuesta unos 67,65 euros, unos 25 céntimos más, mientras que con el gasóleo asciende a 65,45 euros, unos 33 céntimos más.

La caída en los precios de los carburantes en los últimos meses venía de la mano de un descenso en el precio de la cotización del petróleo, que en estas últimas semanas ha vuelto a repuntar. El barril de crudo Brent, de referencia en Europa, cotiza en los 64,7 dólares, casi 2 dólares más caro, mientras que el Texas americano se intercambia a unos 53,9 dólares, casi un dólar más.

La gasolina es más barata en España que en la media de la Unión Europea y la zona euro, donde el precio medio de venta al público del litro de combustible Euro-Súper 95 se sitúa en 1,339 euros y 1,314 euros, respectivamente, mientras que el litro de gasóleo cuesta de media 1,376 euros en la Unión Europea y 1,312 euros en la eurozona. El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal, en general, que la media comunitaria.

España, a la cola de la Unión Europea en recaudación por impuestos ambientales, según el Instituto de Estudios Económicos

Europa Press.- España se mantiene a la cola de los 28 Estados miembro de la Unión Europea en recaudación por impuestos ambientales, solo por delante de Suecia, Alemania, Francia, Bélgica y Luxemburgo, según el Instituto de Estudios Económicos a partir del Environmental tax revenues de Eurostat. Así, durante el año 2017, los impuestos ambientales obtuvieron una recaudación media en la Unión Europea del 6,1% sobre el total de ingresos fiscales en la Unión Europea, algo por debajo del 6,3% correspondiente al año 2016.

Entre los impuestos medioambientales destacan, especialmente, los que recaen sobre la energía, cuya recaudación supone, en promedio, un 4,7% sobre el total de ingresos fiscales, junto con los impuestos sobre el transporte, que recaudan una media del 1,2%. Según el IEE, la Unión Europea está apostando por potenciar la contribución de los impuestos medioambientales al conjunto de ingresos fiscales, para lograr una mayor eficiencia en la utilización de los recursos.

Mayor fiscalidad: Letonia, Grecia, Eslovenia

En 2017, la recaudación de los impuestos medioambientales superó el 10% del total de ingresos fiscales en Letonia, Grecia y Eslovenia. A estos le siguen Croacia y Bulgaria, con un 9,1%, mientras que Estonia registró un 8,8%. En los Países Bajos la recaudación por impuestos medioambientales alcanzó un 8,6% sobre el total, en Dinamarca llegó al 8,1% y se situó en un 7,9% en Italia.

En cuanto a Irlanda y Portugal, los datos apuntan que están en torno al 7,5%, mientras que el Reino Unido y Finlandia se quedan cerca del 7%. Por debajo del promedio de la Unión Europea se sitúan la República Checa (5,9%) y Austria (5,7%). En España los impuestos medioambientales han recaudado un 5,4% del total de ingresos fiscales en 2017.

El sector eólico prevé instalar 2.000 MW nuevos anualmente para que las renovables cubran el 70% de la demanda eléctrica

Europa Press.- El sector eólico español prevé la instalación de aproximadamente 2.000 megavatios (MW) cada año, con el fin de que el conjunto de las renovables consiga alcanzar al menos el 70% de la demanda eléctrica de España, frente al 40% actual. Así se desprende de una jornada organizada por la Asociación Empresarial Eólica (AEE), en la que se analizaron los elementos necesarios para empezar a construir «el próximo cambio estructural energético».

La presidenta de AEE, Rocío Sicre, se ha mostrado «optimista» de cara a la evolución del sector en los próximos años, lo que repercutirá «de forma considerable» en el aumento del empleo y en una participación «más activa» en la operación técnica y económica del sistema eléctrico. «La eólica ha sido protagonista en la pasada década, permitiéndonos duplicar la generación renovable, con todos los beneficios económicos, industriales y medioambientales que esto ha supuesto para el país. Los próximos años serán claves para el incremento de la aportación de la eólica en España», ha indicado Sicre. En diciembre, el sector eólico cerró el año con 23.484 MW y habiendo cubierto el 19% de las necesidades de consumo eléctrico de los españoles.

La vicepresidenta de OMIE, Carmen Becerril, destacó que los objetivos de 2030 «son alcanzables y posibles». «La colaboración de la eólica a la generación de precios y en el desarrollo del sistema eléctrico es el fenómeno más importante que hemos podido vivir en los últimos 20 años», ha añadido. El evento se ha centrado en evaluar las perspectivas del desarrollo de los nuevos proyectos eólicos, tanto los que han surgido como resultado de las subastas de renovables como los proyectos que se están construyendo con las coberturas de riesgo merchant.

España, junto con Bélgica y Alemania, serán los países donde más crecerá el empleo para cumplir el Acuerdo de París

Europa Press. – El impacto de la transición hacia una economía baja en carbono sobre el empleo, a consecuencia de cumplir los objetivos marcados en el Acuerdo del Clima de París, será positivo para toda la Unión Europea, aunque los países más beneficiados en materia de empleo serán Bélgica, España y Alemania, en este orden, donde se superarán en un 0,9% las previsiones.

Según el estudio Future of manufactoring. Energy scenario: Employment, implications of the Paris Climate Agreement, de la Fundación Europea para la mejora de las condiciones de vida y del empleo (Eurofund), el impacto de la transición para una economía baja en carbono afectará al número de empleos debido a la actividad inversora que será necesaria para acometer tal transición, que se sumará al impacto que generará gastar menos dinero en la importación de combustibles fósiles.

Según el estudio, los impactos de acometer en el conjunto de la Unión Europea las reformas necesarias para reducir en 2030 un 35% las emisiones de CO2 se producirán en distintos sectores. Por ejemplo se perderán empleos en la industria de la extracción y procesado de combustibles fósiles, pero aumentará el número de empleos en la construcción y fabricación de equipamientos de energías renovables y de eficiencia energética, junto con las industrias de suministro asociadas.

El informe destaca que los impactos serán positivos en todos los países, pero con efectos de distinto rango. En el último extremo, Letonia muestra un impacto comparativo mayor a gran escala respecto a su PIB. En un escenario energético, el crecimiento del empleo será un 0,5% superior al previsto en la actualidad en 2030. En España, el potencial del empleo en los sectores de la construcción y de la energía solar será incluso un 0,9% superior al previsto para 2030.

Lo previsto por la Unión Europea en diciembre de 2018 era que en 2030 habrá un total de 243,24 millones de puestos de trabajo, de modo que este estudio calcula que serán unos 2,4 millones más de empleos en Europa para 2030. Por sectores, la construcción será el más beneficiado, junto con la inversión de la eficiencia energética. También, en general los sectores manufactureros que están directamente relacionados con la cadena de suministro de renovables y equipamientos de eficiencia energética.

Sin embargo, algunos de estos sectores intensivos en energía también estarán afectados por los impuestos altos al carbón, lo que les podría disminuir sus ganancias iniciales. Además, los beneficios del sector servicios también incrementarán, como consecuencia de formar parte de los procesos de instalación de energías renovables y equipos de eficiencia energética. El crecimiento fuerte se deberá al empleo en el sector de la construcción que aumentará particularmente en Estonia, Hungría, Letonia, Lituania y España.

En definitiva, el resultado para Europa que pronostica el informe es particularmente relevante para la política de empleo, finanzas e industrial. En primer lugar, el modelo considera que no habrá fricciones en el mercado laboral y destaca que cuanto más rápido se produzca el cambio más fácil será que sí se registren fricciones porque se dejará a gente desempleada al tiempo al mismo tiempo que se producirá una demanda de nuevos conocimientos que será insatisfecha.

Igualmente, el estudio aprecia que no hay barreras en la inversión para financiar esta necesaria transición ya que el conjunto de los países han asumido que ciertos sectores se dirigen a mantenerse mientras surge nuevas tecnologías. Por ejemplo, la industria de la automoción de coches y camiones convencionales se convertirán en industrias de vehículos eléctricos, igual que sus componentes asociados.

 

España, entre los países de Europa que aún no ha alcanzado su objetivo de renovables para 2020, con un 17,5%

Europa Press.– La energía procedente de fuentes renovables representa en España el 17,5% del consumo energético total, aún 2,5 puntos por debajo del objetivo del 20% establecido para 2020, lo que sitúa al país en el grupo de Estados miembros que todavía no ha alcanzado su meta nacional, según los datos correspondientes a 2017 publicados por Eurostat.

11 socios comunitarios ya han alcanzado sus objetivos nacionales para 2020: Bulgaria, República Checa, Dinamarca, Estonia, Croacia, Italia, Lituania, Hungría, Rumanía, Finlandia y Suecia. Es decir, exactamente los mismos que hace un año. Además, Letonia y Austria se encuentran a menos de un punto porcentual de lograrlo. En el polo opuesto están Países Bajos (todavía 7,4 puntos por debajo de su objetivo particular), Francia (6,7 puntos), Reino Unido (4,8 puntos), Luxemburgo (4,6 puntos), Polonia (4,1 puntos) y Bélgica (3,9 puntos). En el caso de España, la proporción de energías renovables sobre el consumo energético total ha aumentado desde el 8,3% registrado en 2004. Sin embargo, entre 2016 y 2017 sólo se incrementó una décima, para pasar del 17,4% al 17,5%.

Suecia, país con más renovables

En el conjunto del bloque comunitario, la proporción de energías renovables sobre el consumo bruto de energía total alcanzó en 2017 el 17,5%, 5 décimas más que un año antes y 2,5 puntos por debajo del objetivo comunitario para 2020, del 20%. Suecia es el único socio de la Unión Europea en el que las energías renovables tienen un peso superior al 50% (54,5%), por delante de Finlandia (41%), Letonia (39%), Dinamarca (35,8%) y Austria (32,6%). Por el contrario, Luxemburgo (6,4%), Países Bajos (6,6%) y Malta (7,2%) son los Estados miembros con menor proporción de energías renovables a nivel doméstico.

El precio de la gasolina y del gasóleo se encarece mínimamente por cuarta semana consecutiva

Europa Press.- El precio de la gasolina y del gasóleo ha encadenado su cuarta subida consecutiva en lo que va de 2019, rompiendo definitivamente con una racha de casi tres meses de descensos, y se ha encarecido hasta un 0,6%. En concreto, el precio medio del litro de gasolina ha subido un 0,32%, situándose en los 1,226 euros. Por su parte, el litro de gasóleo ha subido un 0,59% y se ha situado en los 1,184 euros.

De esta manera, ambos carburantes confirman el fin de la tendencia bajista en sus precios que había llevado a un abaratamiento del 13%, en el caso de la gasolina, y de más del 12% para el gasóleo, desde los máximos que alcanzaron en octubre. Con los actuales precios, el llenado de un depósito medio de gasolina de 55 litros cuesta 67,4 euros, 20 céntimos más, mientras que en el caso del gasóleo asciende a 65,12 euros, casi 40 céntimos más.

El crudo vuelve a subir

La caída en los precios de los carburantes en los últimos meses venía de la mano de un descenso en el precio de la cotización del petróleo, que ha vuelto a repuntar. El barril de crudo Brent, de referencia en Europa, cotizaba en los 62,5 dólares, medio dólar más caro, mientras que el Texas americano se intercambiaba a unos 53,9 dólares, en un nivel similar.

La gasolina es más barata en España que en la media de la Unión Europea y la zona euro, donde el precio medio de venta al público del litro de combustible Euro-Súper 95 se sitúa en 1,339 euros y 1,374 euros, respectivamente, mientras que el litro de gasóleo cuesta de media 1,312 euros en la Unión Europea y 1,308 euros en la eurozona. El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal, en general, que la media comunitaria.

El consumo de energía aumentó un 1% en la Unión Europea en 2017 y se aleja del objetivo para 2020

Europa Press.- El consumo de energía aumentó en 2017 por tercer año consecutivo en el conjunto de la Unión Europea, donde tanto la energía primaria como la final se incrementaron en torno a un 1%, lo que supone un 5,3% por encima del compromiso de reducir un 20% su consumo energético en 2020, según datos de Eurostat.

A nivel doméstico, en España alcanzó 125,6 millones de toneladas equivalentes de consumo de energía primaria. Esto supone un aumento del 5,4% respecto a 2016. También aumentó en España el consumo de energía final, en un 2,3%. De acuerdo con los compromisos de eficiencia energética, el consumo de energía primaria debería no sobrepasar los 1.483 millones de toneladas equivalentes y el consumo de energía final no debería superar los 1.086 millones de toneladas para 2020. La Directiva de Eficiencia Energética establece que en 2030 el consumo de energía primaria no deberá superar las 1.273 millones de toneladas equivalentes y el consumo de energía final no deberá pasar de 956 millones de toneladas equivalentes, para aumentar un 32,5% la eficiencia energética.

En la actualidad, la energía primaria consumida en 2017 en la Unión Europea fue un 5,3% superior al objetivo de eficiencia energética para 2020. Desde 1990, el primer año desde que Eurostat recoge datos, el consumo ha caído un 0,4%. Sin embargo, durante los años, fluctúa enormemente. Por ejemplo, alcanzó su pico más alto en 2006, con 1.729 millones de toneladas equivalentes, lo que suponía un 16,6% por encima del compromiso para 2020. Por el otro lado, el récord más bajo de consumo de energía se produjo en 2014, cuando se consumieron 1.511 millones de toneladas equivalentes, es decir, el 1,9% por encima del objetivo.

En cuanto al consumo final de energía en 2017, los Veintiocho estuvieron un 3,3% por encima del objetivo de eficiencia energética en 2020. El pico de consumo de energía final tuvo lugar en el año 2006, con 1.195 millones de toneladas equivalentes, y entre 2006 y 2017 descendieron un 0,6%, hasta las 1.122 millones de toneladas. Los datos apuntan que el año con la cifra más baja se alcanzó en 2014, con 1.065 millones de toneladas, un 1,9% por debajo de 2020. Ahora bien, de 2014 a 2017 el consumo final de energía se incrementó otra vez y ha pasado a 1.088 millones de toneladas en 2015; 1.110 millones de toneladas en 2016 y 1.122 millones de toneladas en 2017.

Por países europeos, Estonia fue el que más redujo su consumo de energía primaria en 2017 (-5,4%), frente a Malta, que fue la que más creció. A Estonia le siguieron Reino Unido (-1,6%); Irlanda (-1,4%); Suecia (-1,6%); Finlandia (-1,2%); Países Bajos (-0,5%); Francia (-0,3%) y Bélgica (-0,3%). Por el contrario, el mayor incremento se ha producido en Malta (con +12,9%) y le siguen Rumanía (+5,8%); España (+5,4%) y Eslovaquia (+5,1%).

Finalmente, respecto al consumo de energía final, el mayor descenso se produjo en Bélgica y el mayor incremento en Eslovaquia. Durante 2017 el consumo final de energía cayó solamente en cuatro Estados miembro respecto a 2016. Se trata de Bélgica (-1,2%); Reino Unido (-0,8%); Italia (-0,6%) y Eslovenia (-0,3%). Por el contrario, los mayores incrementos se han contabilizado en Eslovaquia (+7%); Malta (+6,7%); y Polonia (+6,5%). Entre los 23 Estados europeos donde cayó el consumo final de energía entre 2006 y 2017, solo en Grecia el descenso anual fue superior al 2%, frente al incremento anual del consumo en Malta (+2,7%); Polonia (+1,4%); Lituania (0,7%); Austria (0,3%) y Hungría (+0,1%).

La eólica cubrió más del 25% de la demanda eléctrica durante enero y lideró el mix de generación

Europa Press.- La eólica produjo durante el pasado enero el 25,3% del total mensual de generación peninsular, con un total de 5.961 gigavatios hora (GWh), según datos de Red Eléctrica de España (REE). De esta manera, el viento incrementó su producción un 12,7% con respecto a enero de 2018, siendo así la fuente que más generación aportó en el primer mes de este año, por delante de la nuclear (21,4%), de los ciclos combinados (13,8%) y del carbón (13,2%).

Además, el pasado 23 de enero, la generación eólica marcó un nuevo récord al producir 367.697 megavatios hora (MWh), superando así los 365.384 MWh que se registraron el 12 de febrero del 2016 y que suponían el anterior mejor registro. Asimismo, ese registro supuso que la eólica cubriera el 43,2% del total del sistema eléctrico español y se convirtiera así en la tecnología líder de generación, seguida de la nuclear (17,7%) y el carbón (12,8%).

En enero, la generación procedente de fuentes de energía renovable representó el 39% de la producción. Asimismo, el 61% de la producción eléctrica procedió de tecnologías que no emiten CO2. La demanda peninsular de energía eléctrica en enero fue de 23.359 gigavatios hora (GWh), un 3,4% superior a la registrada en enero del año anterior. Teniendo en cuenta los efectos del calendario y las temperaturas, la demanda peninsular de energía eléctrica aumentó un 0,9% con respecto a enero del 2018.

La fotovoltaica instaló 262 MW nuevos en España en 2018, un 94% más que en 2017

Europa Press.- La nueva potencia de energía fotovoltaica instalada en España en 2018 alcanzó los 261,7 megavatios (MW), lo que representa un incremento del 94% con respecto a los 135 MW instalados en 2017, según indicó la Unión Española Fotovoltaica (UNEF). De estos 261,7 MW, un 90%, 235,7 MW, correspondieron al autoconsumo energético, siendo un 25% de éstos relativos a autoconsumo conectado a red para uso agrícola y 26 MW a plantas solares fotovoltaicas sobre suelo.

No obstante, la patronal destacó que, a pesar de este crecimiento, la cifra de nueva potencia instalada en España representa apenas el 3% de la nueva potencia instalada en Europa, que ha alcanzado los 8,5 gigavatios (GW). UNEF valora «positivamente» el efecto del real decreto ley 15/2018, que establece un sistema de libre mercado para autoconsumo eliminando las barreras económicas y administrativas a la energía autoconsumida. Asimismo, considera que el borrador del real decreto ley de autoconsumo, presentado y en periodo de alegaciones, representa un «avance positivo» para el desarrollo del autoconsumo energético ya que aporta «claridad y transparencia y demuestra una clara voluntad del Gobierno por impulsar el autoconsumo».

El Gobierno estima que la luz sería «en torno a un 10%» más cara sin las medidas que ha adoptado

Europa Press.- El secretario de Estado de Energía, José Domínguez Abascal, ha estimado que el precio de la electricidad en España sería «en torno a un 10%» más caro si el Gobierno no hubiera adoptado la batería de medidas que aprobó para contener su espiral alcista, entre ellas la suspensión temporal del impuesto del 7% a la generación eléctrica, aprobado en 2012 por el anterior Ejecutivo del PP, y una exención del céntimo verde para el uso del gas para producir electricidad.

Domínguez señaló que España cuenta actualmente con el precio mayorista de la electricidad «más barato de Europa«, a pesar de que hay que ser conscientes de que el precio general de la luz en todo el Viejo Continente «está subiendo fundamentalmente por los precios de las emisiones de CO2». Así, consideró que a veces «alarmamos innecesariamente» con el precio de la electricidad ya que actualmente hay que irse a un país como Bulgaria «para encontrar un país que tenga la electricidad más barata que España«.

De esta manera, valoró la política «de contención» en los precios de la electricidad realizada por el Gobierno desde su llegada, aunque subrayó que evidentemente «hay que ser conscientes de que es un problema» y se trabaja para que «sea lo más bajo posible». A este respecto, Domínguez indicó que las expectativas son de una reducción en los precios de la electricidad a medida que crezca la presencia de las renovables en el mix energético.

No obstante, subrayó que en el recibo de la luz hay muchos componentes, además del mercado mayorista cuyo peso no llega ni al 50% de la factura, por lo que la evolución para que se produzca ese abaratamiento debe ser «necesariamente paulatina«, ya que «no es un proceso que se pueda corregir inmediatamente». Así, afirmó que las medidas de «más calado» deben ser a través de la legislación, la Ley de Cambio Climático, por lo que «van a tomar un cierto tiempo en surtir efecto».

Respecto a una prórroga de la suspensión temporal de 6 meses del impuesto del 7% a la generación eléctrica adoptada en octubre, Domínguez señaló que los impuestos «son una cuestión del Ministerio de Hacienda, y hay que debatirlo con ellos«. Aún así, subrayó que los impuestos del sistema eléctrico «es algo que está en debate y estudio en este momento».

En lo que respecta al Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, que el Gobierno debería haber presentado a Bruselas antes de finales de 2018, el secretario de Estado de Energía aseguró que está «prácticamente terminado». «Había un funcionario que sabía que aquello había que hacerlo, pero no había nada. El Gobierno ha trabajado desde el primer momento con lo que implica toda esta transición a 2030 a 2050, y hemos tenido que retrasarlo porque empezamos con mucho retraso», justificó.

Con respecto a la nuclear, indicó que lo «fundamental» a la hora de tomar una decisión es la seguridad, «tanto física del ciudadano, como del suministro y del tratamiento de los residuos». Así, advirtió de que es necesario contar con un plan de tratamiento de residuos, en el que está trabajando Enresa, y subrayó que deberá haber «algún almacén temporal, que puede que sea centralizado».