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Juan López de Uralde (Equo/Podemos): «Reformaremos el mercado eléctrico para que todas las tecnologías reciban una retribución razonable en función de sus costes de producción»

Juan López de Uralde (San Sebastián, 1963) es coportavoz de EQUO y encabeza la candidatura de Podemos por la provincia de Álava. Fue director de la organización ecologista Greenpeace España entre 2001 y 2010, año en el que funda el partido EQUO, que decide confluir con Podemos de cara a las elecciones generales. Su propuesta es clara: una transición energética hacia las renovables, basada en la intervención del sector eléctrico, poniendo fin al mercado reimplantando un sistema de costes reconocidos.

-¿Qué balance hace de la legislatura en materia energética?

El balance es muy malo. El PP, más que lanzar una reforma sostenible del modelo energético, ha realizado una contrarreforma para salvaguardar los intereses del oligopolio energético. Lo hemos visto con las prospecciones de Repsol en Canarias, con el perdón de 3.400 millones de euros a las eléctricas, con el impulso al fracking en la reforma de la Ley de Hidrocarburos y, sobre todo, con el llamado impuesto al sol, que impide de facto el autoconsumo.

Podría decirme algo bueno que se haya hecho esta legislatura en el área de energía.

Me cuesta que me venga a la mente algo bueno…

-En general, ¿en qué situación se encuentra el sector energético para los próximos cuatro años?

Pues se encuentra en una situación complicada si nuestro objetivo es lograr un cambio de modelo energético. Sólo hay que echar un vistazo a la última jugada del PP al respecto: el PP tiene un tercer consejero del Consejo de Seguridad Nuclear, asegurándose la mayoría en el pleno de este organismo regulador y rompiendo así la paridad que existía entre PP y PSOE. Este golpe de estado en el CSN hace que el PP se asegure tomar las decisiones en materia de energía nuclear; los populares se han asegurado la mayoría en el consejo sin necesidad de estar gobernando.

De cara a los próximos cuatro años necesitamos poner en marcha una auténtica revolución en el sector energético para que gire decididamente hacia el ámbito de las energías renovables, para establecer un sistema sostenible y descentralizado que sea bueno tanto para el planeta como para los ciudadanos.

-En referencia a la diferencia de precios de la energía en España con respecto a Europa y sus causas, ¿qué opina su partido sobre su efecto en la competitividad? ¿qué piensan al respecto y qué propondrían para solucionarlo?

España es uno de los países de Europa donde la electricidad es más cara y esta circunstancia tiene un efecto desastroso en la competitividad de nuestras empresas. Para solucionarlo, es necesario actuar en múltiples frentes: por un lado, fomentando la implantación de medidas de eficiencia y ahorro energético, y por otro, impulsando una reforma profunda del sector eléctrico en general, y del mercado eléctrico en particular. En este sentido, es preciso asignar una retribución justa a cada tecnología en función de sus costes de generación, eliminando los beneficios caídos del cielo que perciben las centrales ya amortizadas e incluyendo en dicha retribución los impactos negativos de ciertas tecnologías en el aspecto social y ambiental.

SECTOR ELÉCTRICO

-¿Cómo dibuja su partido el mix energético de generación? ¿ A qué plazo? ¿Cómo sería la transición al mismo?

Consideramos imprescindible un cambio en política energética que facilite un nuevo modelo energético. Proponemos la aprobación de una ley de cambio climático, la lucha contra la pobreza energética y medidas que permitan una transición hacia un 100% de energías renovables en 2050, fijando a medio plazo una reducción del 30% de emisiones de gases de efecto invernadero en 2020, con respecto a 1990. También se recogen medidas para poner la energía, por supuesto renovable, en manos de la ciudadanía, y el abandono de las energías contaminantes.

-Su partido apuesta por el cierre de las centrales nucleares, ¿cómo piensan suplir esa producción de electricidad que supone ese 20/25% que generan anualmente?

Desde EQUO apostamos por transitar hacia un nuevo modelo energético, basado en el ahorro, la eficiencia, las energías renovables y la generación distribuida, dejando atrás la dependencia de combustibles fósiles, la energía nuclear y prácticas como la fractura hidráulica (fracking). Nuestra visión es la de un Mercado Eléctrico Europeo. Para ello defendemos  el fin de las ayudas a combustibles fósiles y energía nuclear, así como a todos los equipamientos y usos ineficientes de la energía. Cierre progresivo de centrales nucleares para antes de 2020 como objetivo y, en cualquier caso, no más allá de los 40 años de vida útil de las centrales nucleares.

Dado el exceso de potencia instalada, no sería necesario implementar medidas inmediatas para suplir ese 20% de producción nuclear. Este porcentaje se cubriría con la instalación de nueva potencia renovable y, hasta que ésta estuviera operativa, mediante las centrales de ciclo combinado que actualmente están funcionando al 10% de su capacidad.

-¿Qué les parece el nuevo sistema de facturación horaria aprobado en esta legislatura?

Tal y como está planteada, es una medida que no beneficia al consumidor sino que nuevamente las beneficiadas son las eléctricas. Para poder aprovecharse de la facturación horaria, es necesario disponer de un contador inteligente y estar acogido a la tarifa regulada o PVPC, lo que actualmente sólo cumplen unos 5 millones de usuarios. Y el ahorro que podrían conseguir con esta facturación se estima en apenas un euro al mes, según los expertos.

-La Ley del Sector Eléctrico indica que cualquier superávit del sistema eléctrico debería destinarse a enjugar la deuda acumulada. Sin embargo, el Gobierno no pierde oportunidad de anunciar bajadas de la tarifa antes de las elecciones gracias a los superávit. ¿Qué propone hacer su partido con el superávit? ¿Considera que las decisiones sobre el suministro eléctrico están politizadas? En caso de que sí, ¿qué harán para evitar este problema?

Nos encontramos con varios problemas: por un lado, el déficit de tarifa o deuda de los consumidores con las eléctricas, es decir, la diferencia entre los costes reconocidos del sistema y los ingresos vía tarifa eléctrica. Se hace imprescindible una auditoría para determinar cuáles de esos costes reconocidos están justificados y cuáles son ficticios. Entonces dispondremos de la verdadera cifra de superávit, que entendemos, debe destinarse a reducir la parte fija del recibo de la luz. No puede ser que España tenga uno de los recibos más caros de toda la Unión Europea.

Por otro lado, tenemos el problema de las puertas giratorias. Por supuesto que las decisiones sobre el suministro eléctrico en este país están politizadas. No hay más que ver la cantidad de expolíticos y altos cargos que se sientan en los consejos de administración de las compañías energéticas o disfrutan de puestos con altas retribuciones en las mismas. Esto sólo puede evitarse adoptando medidas que restrinjan la contratación de exaltos cargos por parte de compañías del sector afectado por sus decisiones mientras desempeñaban su responsabilidad pública.

-Desde la Unión Europea, el comisario Arias Cañete plantea la conveniencia de avanzar hacia un futuro próximo sin tarifa regulada en el sector eléctrico. ¿Comparte estos planteamientos? ¿Aboga por mayor intervención, mayor liberalización o una continuidad en el sector?

Un sector estratégico para cualquier país, como es el energético, no debe estar totalmente liberalizado, eso es evidente. Además, nos encontramos con que la energía y, concretamente, la electricidad, no son bienes de consumo corrientes, sino que son derechos básicos que no pueden dejarse al albur de los intereses privados de unas pocas empresas. Por tanto, en EQUO abogamos por mantener la intervención del sector público en la regulación de la tarifa eléctrica.

GOBERNANZA

-¿Cómo valoran el cambio de la Comisión Nacional de la Energía por la Comisión Nacional de Mercados y Competencia? ¿Qué cambios propugnan para el regulador independiente? ¿Cómo abordarían el requerimiento de la Unión Europea de que las tarifas se fijen en este organismo?

La valoración es negativa. Con la creación de la CNMC desaparecen, no sólo la antigua CNE y la CNC, sino también otros organismos reguladores independientes (telecomunicaciones, sector audiovisual, ferroviario, aeroportuario, etc.). El nuevo superregulador ya no es independiente, puesto que sus miembros son nombrados por Real Decreto del Gobierno. En definitiva, tal y como está planteada, la CNMC no se ha creado para fomentar la competencia y la transparencia, sino todo lo contrario, para blindar al oligopolio.

Es evidente que habría que modificar todo esto y adoptar medidas para que este organismo realmente sirva para favorecer la libre competencia, la transparencia y la defensa de los derechos de los consumidores. Sólo en ese caso tendría sentido que las tarifas eléctricas sean fijadas por el organismo regulador.

-¿Qué posición mantiene respecto a los operadores de mercado y sistema del sector eléctrico y gasista (Red Eléctrica (REE) y Enagás)? ¿Considera que hay excesos de inversiones (y/o retribución) en sus actividades ? ¿Creen que ejercen demasiada influencia, en su beneficio, en la planificación de instalaciones energéticas? ¿Se debería tener hacia un modelo de separación de funciones entre operación y transporte?

El transporte es una actividad sobrerretribuida, al menos en el caso de la electricidad. No hay más que ver el espectacular incremento de los beneficios de REE año tras año, mientras la inversión en nuevas infraestructuras de transporte no justifica el aumento de la partida destinada a este concepto en la parte regulada del recibo. En este sentido, sí parece conveniente una separación entre las funciones de operador del mercado y el transporte.

-¿Cómo valoran el funcionamiento del mercado de generación español, con unos precios semejantes en esta actividad que los europeos? ¿Cómo valoran la actividad de comercialización en el margen que permite la tarifa regulada? ¿Son partidarios de cumplir con las normativas europeas y profundizar en la liberalización?

Como hemos dicho, somos partidarios de reformar en profundidad el mercado eléctrico, para que todas las tecnologías reciban una retribución razonable en función de sus costes reales de producción y desaparezcan los beneficios extraordinarios percibidos por centrales nucleares e hidroeléctricas. Por tanto, no somos partidarios de una mayor liberalización del sector.

FISCALIDAD ENERGÉTICA

-Tanto la electricidad como los carburantes soportan una carga fiscal importante en España debido a la inelasticidad de su demanda y consumo. ¿Qué piensan hacer con la carga impositiva que hay sobre la energía?

Tras los resultados de la Cumbre de París y la necesidad de luchar contra el cambio climático es necesario mantener la carga impositiva a los combustibles fósiles y favorecer fiscalmente a las energías limpias.

-¿Están dispuestos a sacar del recibo de la luz algunos de los conceptos derivados de cuestiones de política económica, territorial o medioambiental que se cargan en el recibo de todos los consumidores?

Mientras no se realice la auditoría de costes del sector que proponemos, es difícil aclarar esta cuestión.

-La Agencia Internacional de la Energía (AIE) consideró en su última visita a España que, en aras de cumplir los objetivos medioambientales, habría que elevar los impuestos a los carburantes que son, por otro lado, de los más reducidos de la Unión Europea, para financiar así el apoyo a las renovables. ¿Qué piensan al respecto?

Estamos de acuerdo. En nuestro programa llevamos la implantación de medidas para una fiscalidad verde: impuesto a los hidrocarburos, igualación de los tipos del gasóleo con la gasolina, aumento de la tarifa del fuelóleo y eliminación de la exención del queroseno en los vuelos domésticos.

RENOVABLES

-¿Qué volumen de nueva potencia renovable estiman para la próxima legislatura?

Si queremos cumplir nuestro objetivo de cerrar las centrales nucleares en 2020 y sustituirlas por instalaciones renovables, sería necesario instalar al menos unos 7.500 MW durante la legislatura.

-Esta legislatura ha supuesto un cambio radical para las energías renovables. ¿Qué piensan de su asignación de nueva potencia mediante subasta? ¿Cuál es el sistema retributivo que proponen?

En el actual contexto en que las energías renovables ya son competitivas frente a las convencionales, no tiene sentido establecer ningún tipo de limitación para su implantación. Eso sí, la retribución de las nuevas instalaciones debe ser en todo momento acorde con la evolución de los costes de cada tecnología.

-El modelo retributivo diseñado por el gobierno para las renovables y la distribución denominado de rentabilidad razonable está cuestionado judicialmente y desde el punto de vista de la seguridad jurídica ¿Qué hará su Gobierno ante unas resoluciones contrarias a España en los arbitrajes internacionales? ¿Les daría el mismo trato a los nacionales que a estos inversores extranjeros si el arbitraje falla en su favor?

Desde EQUO somos partidarios de restablecer la retribución a las instalaciones en funcionamiento, que ha sido recortada retroactivamente por el gobierno del PSOE primero y el del PP después. De este modo se restablecería la seguridad jurídica del sector y se neutralizarían los procedimientos de arbitraje internacional actualmente en marcha, eliminando a la vez la discriminación hacia los inversores nacionales.

-¿Cuál es su postura ante el autoconsumo energético? Si se deroga el decreto de autoconsumo, ¿está a favor de que no paguen por el acceso a la red y la utilización de sus servicios los pequeños productores?

El programa electoral incluye la derogación inmediata del actual RD 900/2015 y la aprobación de una normativa reguladora del autoconsumo con balance neto (los usuarios pueden compensar la energía consumida menos la energía vertida a la red, saldando en un balance los periodos de producción y consumo en la factura) y de la generación eléctrica distribuida.

OTRAS PREGUNTAS

-¿Qué papel debe jugar el próximo Gobierno en lo que respecta a las interconexiones?

España es uno de los países de la Unión Europea con mayor dependencia energética, importamos un 80% de la energía que consumimos y la práctica totalidad de petróleo y gas. Más que fomentar las interconexiones, lo que debe hacer el próximo gobierno es impulsar medidas para lograr una mayor independencia energética respecto al exterior, fomentando la eficiencia, el ahorro y el desarrollo de energías renovables y autóctonas.

-Se acerca 2018 y la Unión Europea no permitirá más subvenciones a la minería del carbón. ¿Qué debe hacer el próximo Gobierno en este ámbito? ¿Cómo se pueden combinar, la evolución de la demanda con los objetivos medioambientales y económicos con la situación de la deficitaria minería del carbón nacional?

Proponemos fomentar medidas, a nivel europeo y multilateral, destinadas a favorecer la adaptación de los ecosistemas más vulnerables al cambio climático basándose en el concepto de resiliencia (capacidad de los sistemas para reponerse frente a una crisis). Como paso preliminar, se habilitará un fondo regional administrado por la Unión Europea basado en el principio “el que contamina paga”, financiado por una tasa europea a los emisores de carbón, tanto a nivel industrias como consumidores

-Guste o no la energía nuclear, las piscinas de los reactores nucleares estarán al límite en un corto plazo de tiempo. ¿Apuestan por el ATC? Si tienen objeciones por esta instalación, ¿se deben a la decisión de ubicarlo en Villar de Cañas o su apuesta es por almacenes individualizados?

Según datos de la propia ENRESA (6º Plan de Residuos Radiactivos), las centrales nucleares españolas tienen espacio en sus piscinas de residuos para albergar los residuos radiactivos hasta al menos el año 2021. Por tanto no habría ningún problema inmediato de falta de espacio. Además algunas centrales, en concreto Ascó y Trillo han construido almacenes ATIs (Almacén Temporal Individualizado) en el propio recinto de las centrales nucleares.

El problema se plantea cuando lo que se pretende (y esto es lo que pretenden el Gobierno del PP y las empresas eléctricas) es alargar la vida de las centrales nucleares de 40 a 60 años. Ahí sí que el ATC adquiere una importancia vital para que ese plan pueda desarrollarse, porque es para ese alargamiento de la vida de las centrales para lo que haría falta más espacio para los residuos radiactivos de alta actividad. El ejemplo más cercano es el de la central nuclear de Garoña, que ya no tiene espacio para albergar más residuos (ha cumplido su vida útil) y no puede ponerse en marcha sin un basurero nuclear al que llevar los nuevos residuos que produjera.

-¿Llevarán a cabo alguna medida en el mercado de comercialización de los carburantes?

Creemos que debería estudiarse la introducción de un céntimo finalista destinado a financiar el plan de transición energética que proponemos. Pero no recogemos ninguna medida concreta.

-¿Cuál es su posición respecto del fracking? ¿Es necesario el fracking en la presente coyuntura  de oferta y demanda, nacional e internacional?

Como hemos comentado antes, desde Podemos-EQUO consideramos la prohibición del uso de la técnica de fractura hidráulica (fracking), y de las prospecciones en el litoral como una de las medidas en materia de política energética a cambiar.

-Qué valoración hace de cómo se ha resuelto la hibernación del almacén gasista Castor? ¿Era necesaria esta infraestructura?

La terrible cláusula del contrato con Escal UGS por la cual se compromete a pagarle 1.300 millones en caso de paralización, aunque sea legal, es indecente. Es importante que se sepa que el Castor es uno de los primeros Project Bond europeo, y ha sido un completo fracaso y nos debe llevar a replantearnos lo antes posible la pertinencia y los controles que hay sobre este tipo de proyectos.

No podemos seguir financiando con dinero público megainfraestructuras para la industria de los hidrocarburos cuando la política energética que necesitamos va en dirección opuesta. Desde Los Verdes Europeos, exigimos que este dinero se invierta en ahorro, eficiencia energética y energías renovables, y en hacer la tan necesaria transición energética con criterios de participación ciudadana y transparencia.

20 claves energéticas del PP para el 20-D: Continuismo desde la reforma

El partido en el Gobierno presume de su gestión durante esta legislatura con la reforma en materia energética: se atribuye haber acabado con el déficit de tarifa del sector eléctrico, soslayando el impacto causado sobre consumidores, empresas y seguridad jurídica, así como subraya su impulso de la competencia en los carburantes. Siguiendo el mantra del secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, de que «la energía más barata es la que no se consume«, la eficiencia energética parece cobrar protagonismo en su programa electoral junto a las renovables, una vez superada la moratoria que decretaron nada más llegar al Gobierno.

Así afronta el programa del PP para las elecciones las 20 claves de Energía Diario:

Ahorro energético: El PP propone programas específicos para los sectores industriales, de alumbrado exterior municipal, de agua y desalación ya que «estas áreas permiten fuertes ahorros energéticos que redundan en ahorros para los sectores productivos y para las administraciones públicas».

ATC: Se compromete a culminar la construcción del almacén temporal centralizado (ATC) de residuos nucleares en Villar de Cañas (Cuenca).

Autoconsumo: No hay ninguna referencia al autoconsumo en el programa electoral del PP, pero se puede encuadrar en el decreto de autoconsumo energético aprobado en octubre por el Gobierno, que hace pagar con peajes los costes fijos al autoconsumidor que permanece enganchado al sistema eléctrico.

Bono social: No concreta más pero el PP anuncia que reforzará la protección del bono social garantizando que tengan acceso a él todos los consumidores en situación de vulnerabilidad. También habla de poner en marcha fondos para la protección de consumidores con riesgo de exclusión.

Carburantes: Tras las medidas aprobadas en la legislatura, el PP quiere «profundizar en la vigilancia de los precios» en el mercado de carburantes y habla de fomentar la competencia favoreciendo la implantación de gasolineras independientes.

Centrales nucleares: Sin concretar si se extenderá que las centrales nucleares puedan funcionar más allá de los 40 años, como por ejemplo Garoña, que solicitó licencia hasta 2031, el PP promete «mantener las centrales nucleares como parte integrante del mix energético al contribuir a reducir el coste de la electricidad».

Cogeneración: Se anuncia un plan renove para aumentar su eficiencia.

Consumidor: El programa apunta a «situar al consumidor como protagonista del mercado energético». Para ello culminará el despliegue de contadores inteligentes para 2018 a la par que impulsa medidas para facilitar que el consumidor disponga de la información de sus consumos en tiempo real para que pueda gestionar mejor su energía. El PP también pretende «aumentar la capacidad de elección y decisión del consumidor, mejorando la comparación y comprensión de las diferentes ofertas del mercado».

Deuda eléctrica: Relacionado con el consumidor, el PP se compromete a congelar la parte de la factura eléctrica que depende del Gobierno. Además, «garantiza» que no se volverán a generar déficits en el sector energético y se compromete a que los potenciales superávits que se generen en el sistema se destinarán a reducir la factura del consumidor, siendo esto contradictorio con el planteamiento de congelar la parte regulada del recibo.

Eficiencia energética: A través del Fondo Nacional de Eficiencia Energética y de otros mecanismos, compromete invertir 1.800 millones de euros en los próximos 4 años y realizar acciones que permitirán cumplir con los objetivos de ahorro energético a 2020, lo que supondrá un ahorro equivalente al consumo de los hogares españoles durante todo un año. La rehabilitación de viviendas será una de las claves. También impulsarán programas específicos de eficiencia energética para los servicios públicos y edificios de la Administración.

Fiscalidad: No concreta cifras, pero se compromete a reducir los impuestos sobre la generación eléctrica, lo que afecta al impuesto del 7% que introdujo el Gobierno al comenzar la legislatura.

Fracking: La palabra fracking no aparece recogida en el programa pero el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, o el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, han argumentado que, con las medidas puestas en marcha durante esta legislatura, no podrá ponerse en marcha ningún proyecto de este tipo sin la correspondiente declaración de impacto ambiental. También se han mostrado partidarios de explorar todos los recursos energéticos que pueda haber en España dada la dependencia energética del exterior.

Impulso a las renovables: El PP se compromete a introducir «progresivamente» nuevas instalaciones renovables mediante subastas competitivas. Incluso concreta un impulso a la incorporación de energías renovables en la climatización de edificios mediante el aumento del uso de la biomasa y de la energía solar térmica, así como con la incorporación progresiva de la geotermia.

Mercados energéticos: El programa del PP habla de «mejorar la eficiencia y el grado de competencia en los mercados de electricidad y gas, eliminando rigideces y restricciones y avanzando hacia una mayor integración de España en el mercado energético europeo».

Minería del carbón: Pretende un marco adecuado para que la minería energética competitiva «sea un sector de futuro», cumpliendo con la normativa comunitaria, que impedirá dar ayudas públicas al sector a partir de 2018. En este sentido, «garantiza» un marco de protección social de los trabajadores del sector y la financiación de las partidas a la reactivación de las comarcas mineras y su restauración medioambiental.

Mix energético: El PP dice que potenciará la penetración de las energías renovables en el mix energético, especialmente en los archipiélagos, «donde su coste es menor que las tecnologías convencionales».

Movilidad: El compromiso es mejorar la sostenibilidad en el transporte mediante una estrategia de despliegue de infraestructuras de recarga para vehículos eléctricos y de energías alternativas. Tal y como ha fijado en Consejo de Ministros, también se irán incrementando gradualmente el uso de los biocarburantes para cumplir con los objetivos fijados por la Unión Europea.

Respaldo térmico: No hay mención alguna al futuro de las centrales térmicas de carbón ni de ciclo combinado de gas. Por un lado las centrales de carbón tienen que acometer una serie de inversiones para modernizarse si quieren continuar funcionando, mientras que los ciclos combinados de gas aspiran a que el aumento de la demanda sirva para aumentar su funcionamiento, por lo que el Ministerio de Industria descartó en octubre que vaya a haber hibernaciones.

Seguridad jurídica: En una legislatura marcada por la judicialización del sector, con innumerables causas ante el Supremo e incluso una escalada sin precedentes de los arbitrajes internacionales, el programa del PP no hace referencia a la seguridad jurídica en el ámbito energético. En noviembre, el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, advirtió nuevamente a los inversores en renovables que las garantías regulatorias son «limitadas».

Unión Europea: En continuidad a la labor desarrollada durante esta legislatura, un Gobierno del PP impulsará las interconexiones eléctricas con el resto del continente europeo, de forma que se cumpla el objetivo europeo del 10% de interconexión para 2020. Igualmente hará con las interconexiones gasistas a fin de reforzar el mercado interior europeo de gas.

20 claves energéticas del PSOE para el 20-D: ¿Intervención o ajuste de cuentas al mercado?

Pedro Sánchez afronta sus primeras elecciones generales con un programa que apuesta por una transición energética hacia las renovables que pone el acento en la intervención del futuro Gobierno en cada uno de los aspectos del sector a través de una «profunda» reforma del mercado.

Así afronta el programa del PSOE para las elecciones 20 claves de Energía Diario:

Ahorro energético: El PSOE anuncia que creará un fondo verde para la transición energética que tendrá una línea social que subvencione inversiones que garanticen el ahorro energético en los hogares de los consumidores vulnerables y, por otro lado, facilite también el crédito a las pymes. Además, hace una «apuesta decidida» por la eficiencia de los regadíos y las plantas desaladoras para racionalizar su consumo energético.

ATC: Se compromete a revisar la decisión sobre la instalación del Almacén Temporal Centralizado (ATC) de Villar de Cañas (Cuenca), con la conocida oposición del gobierno socialista de Emiliano García-Page. Asimismo, no concreta qué alternativa propone para los residuos nucleares.

Autoconsumo: El PSOE propone elaborar un marco regulatorio «propicio y estable» que «impulse» el autoconsumo, eliminando las «trabas» que a su juicio introdujo el Gobierno del PP. Apuesta por la descentralización de la generación eléctrica.

Bono social: No se hace referencia al bono social de electricidad, pero sí hay un compromiso electoral de erradicar la pobreza energética, que sitúa como una «prioridad» de la política energética española. En este sentido, promete legislar un marco de cobertura social sobre un servicio mínimo de suministro de energía (electricidad y gas), que garantice que ningún hogar pueda ser privado de un mínimo de cobertura de subsistencia durante 5 meses, de noviembre a marzo.

Carburantes: La única propuesta relacionada con este sector tiene que ver con la fiscalidad, ya que pretende modificar el Impuesto Especial sobre Hidrocarburos y convertirlo en un «verdadero» impuesto medioambiental, lo que se traduce en un aumento de impuestos para la gasolina y el gasóleo

Centrales nucleares: El PSOE no deja lugar a dudas: implantará un calendario de cierre de las centrales nucleares con 40 años de vida, comenzando con la clausura definitiva de Garoña. El calendario culminará en la fecha límite del 2028, con la central de Trillo, que empezó a funcionar en 1988.

Cogeneración: El programa compromete apoyos al desarrollo de la cogeneración.

Consumidor: Se apuesta por la generalización de los contadores inteligentes y los sistemas más avanzados de gestión de los consumos, así como por la generación distribuida, incluyendo en la medida en que se estime adecuado y contribuya a facilitar la transición energética, los contadores individuales de calefacción y agua caliente. También se acuerda de los regantes, a los que propone un “contrato de temporada flexible” de forma que puedan tener suscrito con las compañías eléctricas un contrato con la potencia necesaria para el mantenimiento de los equipos (8 meses)y otro de temporada de riego para los meses de máximo consumo.

Deuda eléctrica: El texto es ciertamente ambiguo en este punto, pero anuncia una auditoría sobre los costes integrados en la tarifa, «como condición indispensable para impulsar la coherencia entre lo que pagamos y lo que recibimos, lo que queremos y lo que necesitamos dejar atrás».

Eficiencia energética: A través de La Ley de Transición Energética, se contemplará un Marco Director para la Eficiencia Energética que asegure la mejora de la eficiencia energética de los edificios y de su comportamiento térmico, así como la incorporación de servicios energéticos avanzados en el marco de los planes de rehabilitación de vivienda, asegurando que esto constituirá «un objetivo prioritario». Por ello anuncian un Plan Estatal de Rehabilitación Sostenible, que tiene como objetivo pasar de las 23.000 viviendas/año rehabilitadas actualmente a 200.000 viviendas/año en 2025.

Fiscalidad: El PSOE anuncia una reforma fiscal «ecológica» que obedezca principalmente a principios severamente disuasorios, gravando en mayor medida las actividades más contaminantes y bonificando las prácticas más sostenibles. La nueva fiscalidad debe ser verde en su objeto imponible (quien contamina paga y restaura), verde en su grado de presión fiscal (se trataría de que quien contamine pague) y verde en sus objetivos como instrumento disuasorio y no únicamente recaudatorio. También recuerda que la generación de electricidad ha sido sometida a impuestos simplemente para soportar los ajustes del déficit de tarifa mientras los carburantes han quedado al margen de los aumentos impositivos introducidos por el PP en su reforma energética.

Fracking: Se prohibirá el empleo de la técnica del fracking.

Impulso a las renovables: «El futuro de la energía, y en particular del sector eléctrico, es renovable», asevera el programe electoral, que también reconoce que se han cometido algunos errores en el desarrollo de las energías renovables en España, de los que dice «haber aprendido». El PSOE celebra el éxito eólico, presume de que España «sea cuna de innovaciones en tecnología solar de concentración», pero centra el futuro en «aprovechar la energía fotovoltaica, cuya evolución tecnológica y de costes ha sido muy positiva en los últimos años, y se proyecta hacia el futuro como una tecnología muy competitiva que favorecerá la descentralización del modelo energético.

Mercados energéticos: Los socialistas señalan posibles «sobre-retribuciones» de las actividades del sector eléctrico «por un mercado no siempre bien diseñado». Por ello prevé dotarse de un Libro Blanco que «replantee el tratamiento retributivo de las centrales desarrolladas antes de la liberalización del sector», en referencia fundamentalmente a las hidroeléctricas y nucleares. Finalmente apunta que el mercado eléctrico «necesita una profunda reforma» que, en un marco de competencia y al mínimo coste, permita compatibilizar las inversiones de largo plazo en la nueva generación necesaria (renovable) para la transición energética, «reduciendo la incertidumbre sobre los retornos con los que se recuperan esas inversiones», con un mercado de corto plazo que promueva la gestión eficiente del parque de generación disponible en cada momento.

Minería del carbón: El PSOE de la transición energética y de las ZERO emisiones promete una «solución justa» para la minería del carbón, a la que busca acomodo en «la necesidad de avanzar en la autonomía energética de España y la seguridad de suministro». «Esto implica mantener el consumo de carbón nacional en la forma prevista en los acuerdos con el sector y exige también extremar las formas de combustión limpia del carbón, lo que requiere la aplicación de innovaciones tecnológicas dirigidas a la reducción de emisiones y la captura del CO2, incluidas las centrales térmicas a partir de gasificación inyectada» aseguran en su programa.

Mix energético: El objetivo señalado a 2030 es elocuente: un 70% de participación de las renovables en la generación eléctrica, en un sistema energético «más electrificado». En este sentido, apuntan a una reforma del mercado eléctrico «capaz de avanzar en la progresiva sustitución de las centrales nucleares por potencia renovable».

Movilidad: El PSOE anuncia una estrategia «ambiciosa» de impulso a los vehículos híbridos y eléctricos para sustituir las gasolinas y gasóleos por electricidad crecientemente renovable.

Respaldo térmico: Al margen de lo dispuesto para las centrales térmicas de carbón nacional, no hay referencia alguna al sector gasista y los ciclos combinados, al no mencionarse nada sobre el respaldo a las renovables.

Seguridad jurídica: Los socialistas aseguran que la transición energética permitirá recuperar la estabilidad y la previsibilidad de la evolución de la política energética y de su marco regulatorio, así como la seguridad jurídica para los inversores, «que tanto ha sufrido estos últimos años». Por ello hablan de «restaurar» la seguridad jurídica y «derogar las normas retroactivas», apuntando también que la reforma del mercado eléctrico debe permitir la recuperación de la confianza en nuestro país y proporcionar «una solución satisfactoria al perjuicio causado a miles de pequeños inversores que habían confiado en la regulación para destinar sus ahorros en inversiones renovables».

Unión Europea: Compromete asegurar la «adecuada interconexión de las redes con nuestros vecinos, como garantía de mayor eficacia del sistema».

20 claves energéticas de Ciudadanos para el 20-D: En busca del pacto de Estado

Albert Rivera llega a sus primeras elecciones generales con un proyecto que aspira a desbancar el bipartidismo en la próxima cita con las urnas. En materia energética, Ciudadanos presenta algunas propuestas novedosas así como la voluntad de sentarse a negociar, desde el primer día de la próxima legislatura, un pacto de Estado en Energía al que acudirán sin prejuicios ideológicos hacia las diversas fuentes de energía sino, más bien, con una calculadora en la mano que permita calibrar las distintas opciones.

Así afronta el programa de Ciudadanos para las elecciones las 20 claves de Energía Diario:

Ahorro energético: Ciudadanos propone fomentar estrategias para cambiar hábitos de uso hacia la contención y la sobriedad en el consumo de energía «para alcanzar un sistema energético sostenible». En este sentido, anuncian planes específicos de concienciación y sensibilización social sobre el ahorro y el uso racional de la energía eléctrica. Para ello apuestan por una gestión «óptima» de la demanda.

ATC: En el programa electoral no hay mención a los residuos nucleares, pero la directriz del partido es ceñir las decisiones a lo que dictamine el Consejo de Seguridad Nuclear.

Autoconsumo: Ciudadanos apuesta por no poner «trabas» al desarrollo del autoconsumo energético y la generación distribuida, incentivando asimismo el autoabastecimiento abriendo el mercado nacional a tecnologías de almacenamiento de energía. También abogan por regular un balance neto en el que la energía excedentaria sí que pague un cargo de red.

Bono social: El actual bono social es, a juicio de Ciudadanos, «solo una medida paliativa con importantes defectos de diseño», como su aplicación a todo tipo de familias numerosas «con independencia de su renta». Por ello, pretenden que sea necesario un informe favorable de servicios sociales para acceder al bono social en función de la renta. Además, proponen que el bono social se cargue a los Presupuestos Generales del Estado.

Carburantes: Proponen «incrementar la competencia entre operadores». Para ello pretenden obligar a los operadores existentes a vender a operadores extranjeros parte de su red, «con elevadas multas por prácticas anticompetitivas», para introducir después una fiscalidad más progresiva sobre los hidrocarburos, en aras de desincentivar su consumo como consecuencia de la lucha contra el cambio climático.

Centrales nucleares: No hay referencias en el programa al papel que pueden jugar las nucleares en una transición hacia un modelo renovable. El responsable del programa en materia energética, Ignacio Aguado, apunta que se escuchará al Consejo de Seguridad Nuclear.

Cogeneración: El programa indica que se mantendrá el «impulso» a la implantación de la cogeneración en la industria para obtener energía eléctrica y térmica simultáneamente.

Consumidor: Ciudadanos se compromete a favorecer «sistemas inteligentes de medida, monitorización y control de consumos energéticos que permitan una gestión óptima de la demanda energética», como una de las vías fundamentales para reducir el consumo. También destaca su propuesta de solidaridad entre consumidores, ante lo que denominan como una situación «de emergencia social», al proponer que una parte de los excedentes del autoconsumo se destinen gratuitamente al suministro de las familias acogidas al bono social.

Deuda eléctrica: El programa se compromete a modificar el sistema de formación de precios «para disminuir los altos costes eléctricos para pymes y familias y acabar con el déficit tarifario».

Eficiencia energética: Como solución para erradicar la pobreza energética, se propone subvencionar a los consumidores vulnerables una instalación solar fotovoltaica de unos 2.000 euros, para avanzar hacia el autoabastecimiento y conseguir unas viviendas que tengan un consumo de energía casi nulo. También se impulsará la eficiencia energética en la envolvente de los edificios, cerramientos o calderas, al modo de las empresas de servicios energéticos. En caso de salir de la situación vulnerable, los consumidores tendrían que hacer frente a una parte de la financiación pública.

Fiscalidad: Sin ningún punto más en lo relacionado al ámbito energético que lo reseñado en el apartado de los carburantes.

Fracking: Ciudadanos descarta la técnica del fracking por diversos motivos: «riesgos medioambientales, escasez de yacimientos en España y la baja rentabilidad económica de las posibles explotaciones con las técnicas actuales».

Impulso a las renovables: El compromiso es transformar el modelo energético actual en un modelo basado en las energías renovables en el horizonte 2050. Se habla de impulsar fundamentalmente las tecnologías eólica terrestre, incluida la minieóloica, eólica marina y solar fotovoltaica para generar electricidad, así como la energía geotérmica donde hay recurso suficiente. Precisamente fomentarán la energía solar y la geotermia para usos térmicos industriales y del sector primario y para la calefacción y producción de agua caliente sanitaria en los edificios y servicios. También prometen reducir los trámites administrativos para instalaciones de plantas renovables.

Mercados energéticos: El programa de Ciudadanos asegura que «impedirá» que las empresas de generación, distribución y comercialización, «provenientes de los antiguos monopolios», continúen formando parte de un mismo grupo empresarial. «Con más liberalización y competencia se da verdadero cumplimiento a la directiva europea que pretendía un aumento de la eficiencia, reducción de precios, mejora de la calidad del servicio y aumento de la competencia», aseveran. Asimismo, plantean acabar con el sistema marginalista de formación de precios para acercarlo más a los costes de producción de cada tecnología del mix energético.

Minería del carbón: Seguirán las directrices marcadas por la Unión Europea, que impedirá las ayudas a partir del año 2018-

Mix energético: El objetivo de Ciudadanos es una transición gradual hacia un nuevo modelo energético basado en energías renovables, el autoabastecimiento, el ahorro y la eficiencia así como en un modelo de producción descentralizado. Así aspiran a «crear un mix energético sostenible y equilibrado que garantice el suministro energético y que suponga un ahorro de costes para empresas y consumidores».

Movilidad: Promete el fomento de la electrificación del transporte así como del uso de otras fuentes de energía como el gas natural, el hidrógeno y los biocombustibles derivados de materias no alimentarias. En este sentido, indican que impulsarán el coche eléctrico facilitando la recarga al menos coste posible para todos los usuarios y haciendo que los distribuidores, como gestores de infraestructuras, «jueguen un papel fundamental».

Respaldo térmico: Sin novedades en este punto, todo indica que las plantas nucleares y, sobre todo, las centrales  térmicas y los ciclos combinados de gas, seguirán acompañando a las renovables en la generación de electricidad.

Seguridad jurídica: Resulta capital en el programa de Ciudadanos ya que consideran la incertidumbre jurídica como «el peor enemigo» para las inversiones, por lo que ven «imprescindible» la protección de los inversores mediante el cumplimiento de los contratos acordados con la Administración. «No es positivo para España establecer cambios normativos con efectos retroactivos que dinamitan nuestra credibilidad como país y merman el potencial inversor», indican.

Unión Europea: Se compromete aumentar la interconexión eléctrica de España con los países de la Unión Europea e impulsar la conexión de transporte de gas natural de España con Francia «como infraestructura para incorporarnos a la Europeam Gas Single Market.

20 claves energéticas de Podemos para el 20-D: Fin del mercado

Pablo Iglesias acude a su primer intento de «asalto» a La Moncloa, como él mismo dijo, con un programa electoral en el que su primera propuesta es un Plan Nacional de Transición Energética hacia un modelo renovable. Propuestas que llevan aparejadas un incremento del gasto público en este ámbito (10.000 millones de euros anuales aproximadamente) junto al apagón nuclear o el final del carbón.

Así afronta el programa de Podemos para las elecciones las 20 claves de Energía Diario:

Ahorro energético: Podemos propone un Plan Nacional de Transición Energética que movilice la inversión público-privada en eficiencia energética y renovables en un 1,5% anual del Producto Interior Bruto (PIB) durante un periodo de 20 años. Su objetivo es transformar el aparato productivo, el modelo inmobiliario y el sistema de transportes para avanzar hacia una economía baja en carbono y caracterizada por el uso de energías renovables. Según sus cálculos, la aplicación de este plan permitirá una disminución del 30% del consumo nacional de energía primaria.

ATC: En sus propuestas para Castilla-La Mancha, Podemos destaca como primera medida a tomar la paralización del Almacén Temporal Centralizado de residuos nucleares en Villar de Cañas (Cuenca). Sin embargo, el programa no ofrece ninguna alternativa para los residuos nucleares.

Autoconsumo: Podemos anuncia que aprobará una normativa que permita el desarrollo del autoconsumo, concretando bastante su modelo: «la energía autoconsumida instantáneamente queda libre de cualquier tipo de imposición mientras que la energía vertida al sistema eléctrico será justamente retribuida por parte de la empresa comercializadora (mediante la cancelación de la cantidad de kilovatio hora consumida de la red o por medio de un saldo económico)».

Bono social: Sin referencias al bono social, el partido de Pablo Iglesias se compromete ante los electores a garantizar por ley el acceso a un suministro de energía mínimo. Para ello se fijaría un mínimo vital de electricidad y gas mensual por hogar. Los servicios sociales determinarán la cantidad exacta que cada hogar en situación de pobreza ha de pagar por el suministro mínimo. La diferencia económica con un suministro normal iría en detrimento de las compañías suministradoras, «que no podrían recuperar esa caída de ingresos» repercutiéndolo al resto de consumidores o reclamándoselo al Estado.

Carburantes: La única propuesta en este campo se ciñe al ámbito fiscal, dónde asegura que igualará los tipos impositivos sobre la gasolina y el gasóleo (la gasolina soporta más impuestos) dentro de una «verdadera fiscalidad verde» que «desincentive el uso de fuentes de energías contaminantes».

Centrales nucleares: Anuncia «el cierre paulatino» de las centrales nucleares.

Cogeneración: Nada en el programa.

Consumidor: En un sistema eléctrico tan intervenido como el que plantea Podemos, el consumidor pierde protagonismo en favor del Estado. Ahondando en lo referido al autoconsumo, Podemos pone la prioridad en «la democratización y redistribución del proceso de generación y distribución energética, para que la propiedad de los sistemas de producción permanezca en manos de ayuntamientos, consumidores o pequeñas empresas».

Deuda eléctrica: Compromiso de realizar una auditoría de la deuda asociada al déficit de tarifa así como a llevar a cabo una auditoría de costes de todo el sistema eléctrico que determine los costes reales de producción de la electricidad con cada tecnología, así como los costes asociados a los servicios de transporte y distribución.

Eficiencia energética: A través de un Plan Nacional de Ahorro Energético, Podemos impulsará la mejora de la eficiencia energética en los edificios, pero también en el transporte, la industria y los sistemas de distribución eléctrica. La apuesta principal es la rehabilitación de 200.000 viviendas al año para abordar el aislamiento térmico, la instalación de sistemas de calefacción y agua caliente eficientes y la iluminación de bajo consumo. Estas reformas producirán un ahorro de hasta el 80% de la demanda de energía de las viviendas rehabilitadas.

Fiscalidad: Podemos se compromete a implantar una «verdadera fiscalidad verde», con especial atención sobre el carbón y los hidrocarburos. También anuncia la exención del impuesto sobre la producción de electricidad a las instalaciones renovables de menos de 100 kilovatios y pretende revisar con las autonomías algunos impuestos, como el canon eólico, ya que consideran que no cumple con objetivos medioambientales.

Fracking: Compromiso de no autorizar instalaciones de fracturación hidraúlica (fracking).

Impulso a las renovables: Se anuncia un Plan Nacional de Energías Renovables, centrado en la expansión e instalación de energías renovables tales como la solar, la eólica, la geotérmica, la pequeña hidroeléctrica y la biomasa de baja emisión. Este plan incluiría toda la cadena de investigación, desarrollo, fabricación e instalación.

Mercados energéticos: El programa de Podemos plantea el fin del mercado: se modificará el marco regulatorio para que todas las fuentes de energía «reciban una retribución razonable basada en los costes reales de producción». Esta retribución proporcionará «ventajas comparativas» a las fuentes de menor impacto ambiental» (renovables) y terminará «con los beneficios injustificados» de las centrales nucleares e hidroeléctricas. Se plantea además la recuperación por parte del Estado de las centrales hidroeléctricas cuyas concesiones privadas caduquen. Su gestión pasaría a las confederaciones hidrográficas, el Ministerio de Medio Ambiente y el operador del sistema. Asimismo, se estudiará la posibilidad de separar la propiedad y la gestión de las redes de distribución.

Minería del carbón: Podemos lo tiene claro y anuncia el «cierre progresivo» de las centrales de carbón. Asimismo, con la pretensión de cerrar las centrales térmicas de carbón, las de gas y de las nucleares, se propone la recolocación de sus trabajadores en «sectores limpios».

Mix energético: La visión de Podemos se encierra en el Plan Nacional de Transición Energética. Es la primera propuesta del programa electoral de Podemos y es el eje sobre el que giran sus propuestas para el sector energético. Según la memoria económica que la formación de Pablo Iglesias adjunta al programa, prevé incrementar en 41.000 millones de euros el gasto público en este campo en el global de la legislatura (2016-2019). Así, se subraya el protagonismo de las energías renovables en la planificación del sistema eléctrico. «Mientras sean necesarias, el resto de tecnologías funcionarán como apoyo a las anteriores», avisan.

Movilidad: El compromiso de Podemos es impulsar los transportes eléctricos, especialmente en las grandes ciudades.

Respaldo térmico: En respaldo de las crecientes energías renovables, Podemos estudiará «de cuántas centrales de ciclo combinado gasistas se puede prescindir sin que varíen los estándares actuales de garantía de suministro. Las centrales de ciclo combinado prescindibles no recibirán ningún tipo de pago por capacidad».

Seguridad jurídica: No hay referencia alguna a la seguridad jurídica en el programa electoral; ni siquiera a los productores renovables y su antiguo modelo retributivo.

Unión Europea: En Podemos no están de acuerdo con el cariz que está tomando la Unión Energética. Por ello presentarán una propuesta alternativa a la Estrategia Energética de la Comisión Europea ya que consideran que se está «promocionando» el gas natural, con el impulso a las infraestructuras gasísticas como eje energético de la Unión Europea.

El PSOE subraya su rechazo al fracking, las prospecciones y la energía nuclear

EFE.- La candidata al Congreso por Zaragoza del PSOE, Susana Sumelzo, señaló que en materia medioambiental sus grandes apuestas serán prohibir el fracking y las prospecciones, además de implantar un calendario de cierre para las centrales nucleares con 40 años de vida, comenzando con el cierre definitivo de Garoña, a la par que promete «una ley de transición energética» con un informe anual al Parlamento sobre sus progresos, según comunicaron desde el PSOE.

Sumelzo ha señalado que, en la minería del carbón nacional, su partido quiere encontrar «una solución justa» a la vez que ha recordado que el PP «ha puesto el Medio Ambiente al servicio de la rentabilidad y la privatización, en lugar de compatibilizar ambas cosas». Ha recordado que «España es el único país occidental que ha aplicado una moratoria a las energías renovables» y «Rajoy tiene el mérito de haber aplicado un impuesto al sol con el que se castiga al que más energía ahorra».

La diputada del PSOE se pronunció así a las puertas del Pabellón de España de la Expo en Zaragoza, a la vez que ha lamentado la dejadez del Gobierno respecto a este edificio. «Hay que empezar  a trabajar para recuperarlo y para rescatar el proyecto de instalar aquí la Oficina del Cambio Climático» porque «el abandono de este edificio, a día de hoy, es total y no se ha vuelto a hacer nada en él desde que se cerró», indicó.

WWF exige cerrar las térmicas de carbón y las nucleares en 10 años apostando por las renovables

Europa Press / Servimedia.- La organización WWF ha reclamado a los partidos políticos con motivo del inicio de la campaña electoral que hagan «compromisos concretos» contra el cambio climático. Para ello lanza la campaña #NoMásHumo, que se dirige a los candidatos a la Presidencia del Gobierno y, especialmente a los ciudadanos, para que exijan directamente a través de las redes sociales que las promesas de los líderes políticos «no se conviertan en humo», como aseguran que ya ha ocurrido «en tantas ocasiones».

WWF pide a los líderes políticos españoles que coloquen la lucha contra el cambio climático y la descarbonización de la economía «en el centro de la agenda política». El objetivo de la campaña #NoMásHumo es que el cambio climático se convierta en «cuestión de Estado» y que el próximo Gobierno comience la senda para lograr un país 100% alimentado con energías renovables en 2050 y con una reducción de la demanda energética del 50%. Por ello, reclama medidas «inequívocas, concretas y positivas» contra el cambio climático, las cuales evaluarán «el nivel de compromiso de cada partido con cambiar de modelo energético y frenar las emisiones de gases de efecto invernadero».

Entre las propuestas de su programa electoral ideal, WWF pide que se apruebe una ley de transición energética que garantice un nuevo modelo energético 100% renovable y eficiente para 2050 y fije un objetivo nacional de emisiones para 2020 y 2030 que asegure una reducción respecto a las actuales. Además, WWF aspira a que se apueste «definitivamente» por las energías limpias y comprometiéndose a un objetivo vinculante de al menos un 45% del consumo total de energía con renovables y un 40% de ahorro energético para 2030 respecto a 2005.

Asimismo reclama que se eliminen «todas las subvenciones públicas al carbón» y que se apruebe en 2016 un plan de cierre de la minería y de las centrales térmicas de carbón en 10 años, «garantizando una transición justa» para los trabajadores del sector. Al mismo tiempo piden la prohibición de la fractura hidráulica, fracking, y de las prospecciones de hidrocarburos. En esta línea, instan también a los partidos a comprometerse a cerrar las centrales nucleares al término de su licencia actual de operación y eliminar el Impuesto al Sol, mediante la derogación del Decreto de autoconsumo y eliminar las barreras económicas que impiden su expansión.

La iniciativa #NoMásHumo es parte de la campaña Ni un grado más que WWF desarrolla para que los gobiernos lleguen a un acuerdo climático ambicioso durante la Cumbre de París. Para ello, la ONG pide a los ciudadanos que envíen mensajes personalizados a las cuentas de Twitter de los principales líderes políticos en los que elijan una o varias de las medidas que propone WWF. El secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo, señaló que es «hora de abandonar la retórica vacía» y de comprometerse con cifras y fechas y abordar «las cuestiones más espinosas del modelo energético».

El PP congelará la parte regulada del recibo eléctrico manteniendo las centrales nucleares y reducirá los impuestos sobre la generación

Redacción / Agencias.- El PP propone para la próxima legislatura congelar la parte de la factura eléctrica que depende del Gobierno, los conocidos como peajes; reducir los impuestos sobre la generación eléctrica, y la introducción progresiva de nuevas instalaciones renovables mediante subastas competitivas. Son algunas de las propuestas en materia de energía, recogidas en el bloque económico Consolidar la economía para crear empleo y bienestar del programa electoral del partido con el que aspira a ganar los comicios del próximo 20 de diciembre.

De este modo, el PP se compromete a reducir los impuestos sobre la generación eléctrica, después de crear en 2012 un impuesto del 7% a la producción de electricidad, «garantizando en todo caso la sostenibilidad financiera del sistema eléctrico», lo que «redundará también en un abaratamiento de la factura», y reforzará la protección del bono social. De hecho, el PP se compromete a congelar la parte regulada del recibo, que soporta costes como los del transporte, distribución o primas a renovables y depende del Gobierno, así como continuar garantizando que «no se volverán a generar déficits» en el sector energético.

Los superávits que se generen en el sistema «se destinarán a reducir la factura del consumidor», tal y como hizo el Ministerio de Industria el pasado verano, cuando rebajó la parte regulada un 4%, lo que abarató un 2,2% el recibo para la segunda mitad del año. De hecho, el ministro José Manuel Soria ya anunció la semana pasada que mantendrá esta bajada durante 2016 gracias a una rebaja de los peajes de electricidad. Hay que recordar que el sector eléctrico cerró el ejercicio 2014 con un superávit de 550,3 millones de euros, el primero en más de una década.

También seguirá mejorando la competencia en los mercados de electricidad y gas, eliminando «rigideces y restricciones y avanzando hacia una mayor integración de España en el mercado energético europeo». Para ello, profundizará las medidas de vigilancia y fomento de la competencia y de los precios en el mercado de carburantes, al tiempo que favorecerá la implantación de gasolineras independientes. El impulso de las interconexiones eléctricas y gasistas y el establecimiento de un marco adecuado para que la minería energética competitiva sea «un sector de futuro» son otras de las propuestas.

El proyecto de los populares en materia energética para la próxima legislatura pasa por mantener las centrales nucleares como «parte integrante» del mix energético al contribuir a reducir el coste de la electricidad. A su vez, culminará la construcción del almacén temporal centralizado (ATC) de Villar de Cañas (Cuenca) para disminuir los costes asociados a la gestión de los residuos nucleares, paralizado a la espera de que se resuelva el recurso de la Abogacía del Estado contra la decisión del Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha de paralizar la autorización de construcción de las instalaciones.

Finalmente, el PP afirma que cumplirá los compromisos en materia de cambio climático «potenciando la penetración de las renovables en el mix energético«, con la introducción «progresiva» de «nuevas» instalaciones renovables mediante subastas competitivas. Se compromete también la incorporación de renovables en la climatización de edificios mediante el aumento del uso de la biomasa y de la energía solar térmica, así como la incorporación progresiva de la geotermia. Los populares proponen el establecimiento de la exención del impuesto del valor de la producción de energía eléctrica a las nuevas instalaciones de renovables que se introduzcan en el sistema sin subvención.

En cuanto al transporte, el programa electoral incluye la mejora de la sostenibilidad en el transporte, a través del despliegue de infraestructuras de recarga para vehículos eléctricos y de energías alternativas así como el aumento gradual de los biocarburantes para cumplir con los objetivos de la Unión Europea. Por otro lado, en el ámbito de la eficiencia energética, el PP promete invertir más de 1.800 millones en cuatro años, mediante el Fondo Nacional de Eficiencia Energética y otros mecanismos y cumplir los objetivos de ahorro energético a 2020. Según cuantifica, esto supondrá un ahorro equivalente al consumo de los hogares españoles durante todo un año.

En este ámbito, el PP considera la rehabilitación de viviendas como un «pilar fundamental» para promover la eficiencia energética y, en coordinación con otras administraciones, ampliará las subvenciones disponibles para reducir los costes energéticos de las familias y se cometerá un plan de eficiencia en todos los edificios de la Administración General del Estado. En esta línea, también se compromete a incrementar la eficiencia mediante el impulso al vehículo impulsado con energías alternativas, la mejora de los consumos en el transporte por carretera, el aumento del peso del transporte ferroviario eficiente y un plan de actuación específico para mejorar la eficiencia en las infraestructuras ferroviarias.

Otro de los ámbitos de eficiencia energética en el que el PP ve posibilidades en la próxima legislatura es el desarrollo de programas específicos para los sectores industriales, de alumbrado municipal, de agua y desalación. Igualmente, se ampliarán los ámbitos del etiquetado energético, mediante la realización de auditorías y la certificación energética de empresas, sobre todo las PYMES y desarrollará un mercado de certificados de eficiencia energética. Finalmente, en este ámbito, en su programa, los populares se comprometen a renovar las instalaciones de cogeneración para aumentar su eficiencia pero también las instalaciones renovables existentes con el objetivo de maximizar el aprovechamiento de los  recursos disponibles.

El PSOE rechaza la energía nuclear y el fracking mientras acusa al Gobierno de castigar a las renovables

Redacción / Agencias.- La secretaria de Cambio Climático y Sostenibilidad del PSOE, Pilar Lucio, comprometió que si los socialistas gobiernan España después de las elecciones del día 20 impulsarán un «gran pacto social y político» entre todos los agentes implicados para diseñar una ley de Transición Energética en la que no tendrá cabida ni la energía nuclear ni el fracking por los riesgos medioambientales que implica su utilización, algo que considera «líneas rojas» para su partido.

Lucio insistió además en que si el PSOE gobierna se procederá al «clausura definitiva» de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), que lleva varios años inactiva, y al cierre progresivo del resto de las centrales cuando termine su ciclo de vida útil. Así, Lucio calculó para 2028 el cierre del último reactor nuclear. Según indicó, el PSOE es la «única garantía» para evitar la reapertura de la planta, frente a un PP que carece de toda «credibilidad» en materia energética y medioambiental. La clausura de estas centrales, según explicó, es posible si, como plantea el PSOE en su programa, se realiza una «apuesta decidida» por las fuentes de energía renovables y se adoptan medidas de «eficiencia energética«.

Además Lucio criticó al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, por presumir de sus políticas medioambientales en la cumbre del Clima que se celebra en París, hasta el 11 de diciembre, después de haber «recortado» las principales leyes medioambientales impulsadas durante el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero. De esta manera, los socialistas calificaron de «inaceptable» que Rajoy trasladara ante los asistentes las diferentes políticas medioambientales desarrolladas por el Ejecutivo en estos cuatro años, que desde el PSOE tachan de «fracaso».

La secretaria de Cambio Climático del PSOE reprochó al actual Gobierno de Mariano Rajoy proponer una ley contra el cambio climático mientras «ha destrozado al sector de las renovables, una de las mayores herramientas para luchar contra el calentamiento global». Así, recordó que el primer decreto ley de Rajoy fue la moratoria de las energías renovables y criticó que haya modificado las leyes de Costas, de Patrimonio Natural, de Evaluación Ambiental o de Residuos para «reducir las exigencias en materia medioambiental». También ha denunciado que durante estos años de gobierno del PP «se han perdido el 80% de los fondos destinados a eficiencia energética que hay en la Unión Europea«.

Por su parte, el cabeza de la lista del PSOE al Congreso por Álava, Javier Lasarte, también centró su discurso preelectoral en incidir en un «no rotundo» a la central de Garoña y al fracking. Lasarte ha advertido de que el PP «pretende» reabrir la central y construir un almacén de residuos nucleares junto a ella. El candidato socialista se ha referido así al visto bueno del Centro de Seguridad Nuclear (CSN) a unas obras para mejorar la planta, así como a la declaración de impacto ambiental favorable del Gobierno central para crear un almacén de residuos nucleares en Garoña.

El precio de la electricidad entra en campaña

Sostenemos en Energía Diario que el tratamiento, en general, de los precios de la energía en España es puramente político. No que sea puramente política desde el punto de vista de disponer de una política energética de Estado, sino del proceso de política politizada española, con todos sus aditamentos, presiones sociales y tertulianos. Desde que el franquismo, en su debilidad, controló los precios del petróleo en la crisis de 1973, coincidiendo con el final de la dictadura y el temor de sus protagonistas, la historia tiene reversiones y actualizaciones en este campo.

Llegamos ahora al período previo a las elecciones del 20 de diciembre y nos encontramos con las promesas de José Manuel Soria de bajada del precio de la electricidad para 2016 y, a la vez,  con la aparición consunta, en modo contrarréplica desde la CNMC, de las estadísticas de evolución de las tarifas de los últimos 10 años y de la última legislatura popular. Se presenta esta dicotomía como una lucha de sumo para imponer el «marco» de comunicación sobre los precios de la electricidad.

Aprovechando  el clima de presión social en torno al precio de la electricidad (intentando ponerlo a su favor) y el desconocimiento general, se instrumenta una bajada de tarifas a partir de los recortes a las renovables, se fijan nuevos peajes y se bajan pagos por capacidad a las centrales térmicas y nucleares. A esto se une la fijación de los denominados “peajes vascos”, que experimentan bajadas para las industrias ubicadas en País Vasco y Navarra, disolviéndose entre el resto de consumidores. Por su parte, el remanente del ejercicio de los ingresos del sistema eléctrico en 2015 no se aprovecha para reducir la deuda acumulada, que no desaparecida, del déficit tarifario.

Por su parte, los nuevos partidos entrantes, en lo que se refiere a la electricidad, ni huelen dónde están realmente los problemas regulatorios de los precios eléctricos ni el grave problema de la fiscalidad energética y su efecto sobre los precios del kilovatio, por lo que el debate burdamente se queda en si es cara o si es barata la electricidad en España y en bramar al respecto. Las propuestas programáticas son toscas y remedos idelologizados, anticosas o procosas, de las que ya todos sabemos.

Y José Manuel Soria, al que los medios más conspicuos lo dan como sustituto de Luis de Guindos como Ministro de Economía en un futuro Gobierno, con el BOE en una mano y la ingeniería contable de las tarifas y los peajes en la otra, vuelve a la carga y actúa en línea con lo que es el resto de su “programa electoral”: seguir por la misma senda cuatro años más en el convencimiento de que el uso político de la energía es el camino.

Es temerario suponer que la opinión pública va a considerar estas medidas mejor que la percepción creada durante todo este tiempo. Es cierto, a veces, la mente juega  malas pasadas.

Vivimos en el franquismo cool.