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El déficit eléctrico provisional asciende a 1.599 hasta agosto, 342 millones menos de lo previsto

Redacción / Agencias.- El déficit de tarifa provisional del sistema eléctrico, que se produce porque los costes reconocidos de la actividad regulada son inferiores a los ingresos obtenidos a través de los peajes, se situó en 1.599 millones de euros hasta agosto, un 17% por debajo del escenario previsto. Las previsiones apuntan a una reducción progresiva del déficit provisional que propicie el equilibrio entre ingresos y costes a cierre del ejercicio. De hecho, la tendencia apunta a un nuevo superávit en 2016, tras los de 2014 y 2015.

La cifra de 1.599 millones de euros, incluida en la octava liquidación del sistema eléctrico de 2016 elaborada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), es 342 millones inferior a la prevista. Ya en la liquidación de julio, el sistema eléctrico evolucionaba 249,5 millones mejor de lo previsto. El organismo presidido por José María Marín Quemada explica que la mejor evolución del sistema eléctrico se debe al buen comportamiento de los ingresos por peajes de acceso de consumidores, que fueron 135 millones superiores, y a los menores costes de las renovables y la cogeneración, inferiores en 151 millones a lo previsto.

La demanda en consumo registrada en la liquidación fue un 0,5% inferior al valor promedio observado en años anteriores, mientras que los ingresos por peajes de acceso de consumidores resultaron un 1,7% superiores al valor promedio histórico. El déficit hasta agosto es resultado de que los ingresos totales del sector eléctrico fueron de 9.837 millones mientras que los costes sumaron 11.436 millones. El coeficiente de cobertura de esta liquidación se ha situado en el 83,38%. Este porcentaje recoge la proporción de retribución que van cobrando los agentes del sector en función de la entrada de ingresos en el sistema eléctrico.

En cuanto a la retribución a las renovables, la CNMC ha gestionado la liquidación de 63.688 instalaciones con derecho a retribución específica en agosto. La liquidación provisional a cuenta correspondiente a la energía generada por estos productores desde el 1 de enero hasta el 31 de agosto de 2016 ascendió a 4.332 millones de euros, antes de IVA o impuesto equivalente. La cantidad a pagar a cuenta a los productores en esta liquidación ascendió a 577 millones de euros, antes de IVA o impuesto equivalente.

Por otro lado, los ingresos netos liquidables del sistema gasista fueron de 1.607 millones de euros, lo que supone una disminución del 6,4% respecto a los ingresos netos liquidables del mismo periodo del 2015. La retribución fija acreditada a las empresas ascendió a 1.936 millones de euros, un 1,7% superior a la del 2015. El déficit provisional se situó en 329 millones y el índice de cobertura se ha situado en el 83% de la retribución acreditada. La demanda de gas natural facturada hasta agosto, ascendió a 193,5 teravatios hora (TWh), lo que representa un descenso del 0,7% respecto al 2015 al reducirse la demanda de gas para generación eléctrica.

GasIndustrial reclama al próximo Gobierno que revise los costes regulados del gas para ganar en competitividad

EFE.- GasIndustrial reclamó al próximo Gobierno que revise los costes regulados del gas de forma que sea competitivo respecto a Europa, que impulse el desarrollo del mercado ibérico del gas MibGas, así como la apertura del mercado gasista. Durante su asamblea anual, el presidente de la asociación, Juan Vila, insistió en que los costes del gas en España siguen suponiendo una “desventaja” para los industriales nacionales, algo que “repercute” en su actividad, exportaciones y empleo.

Por ello, Vila ha señalado que exigirán al nuevo Gobierno que tome medidas para que los costes de peajes se ajusten a los europeos y para que los industriales participen en la planificación de las infraestructuras. De esta forma, ha solicitado que se revisen los impuestos y se considere el alargamiento de los plazos de amortización de las inversiones en estructuras ya realizadas. Por otro lado, subraya que el próximo Ejecutivo debe abordar «seriamente» la conexión con Francia y poner en valor las estructuras infrautilizadas.

En cuanto al mercado organizado, Vila señaló que es clave conseguir que el MibGas sea referencia en Europa, para lo que reclamó que se fomente la liquidez y se garantice una oferta amplia a la industria. Según el presidente de GasIndustrial, la energía es aún para la industria española un elemento diferenciador en su contra por lo que la tarea del Gobierno será posibilitar que su industria compita en las mismas condiciones que sus vecinos.

Tarifas eléctricas a la carta: el PSOE la pretende para los grandes consumidores de energía y el BNG para Galicia

EFE.- Mientras los nacionalistas del BNG reiteran que reclamarán en el Congreso, si tras las elecciones generales logran representación en la Cámara baja, una tarifa eléctrica propia para Galicia, la cabeza de lista del PSOE al Congreso por Asturias, Adriana Lastra, solicitó el establecimiento de una tarifa eléctrica especial para las empresas grandes consumidoras de energía y se comprometió a que los Presupuestos Generales del Estado asuman una parte del coste.

«La no política energética del PP en estos cuatros años ha supuesto la incertidumbre de las empresas en Asturias», argumentó la candidata, que puso el ejemplo de Alcoa, «que en el año 2014 quedó fuera del paquete del servicio de interrumpibilidad y casi con miedo de cerrar la empresa». Además de cambiar el actual sistema de subasta eléctrica para establecer una tarifa especial, el PSOE se compromete a asumir «algunos de los costes que aparecen ahora en la factura a través de los Presupuestos». Adriana Lastra también defendió la obligatoriedad de las térmicas de quemar carbón autóctono para garantizar la continuidad del sector, dado que de las 20 millones de toneladas que se queman al año, únicamente 3 son nacionales.

Tarifa eléctrica propia para Galicia

Por su parte, el cabeza de lista de la candidatura BNG-NÓS por la provincia de A Coruña, Carlos Callón, aseguró que si las empresas y los ciudadanos gallegos no tuviesen que pagar peaje alguno por la electricidad que se genera en la comunidad autónoma gallega, las facturas se reducirían un 30%. En la misma línea se pronunció la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, que denunció el «expolio energético» que desde hace muchos años «sufre» Galicia. Pontón reclamó para los gallegos el beneficio de la energía eléctrica que se produce en su territorio, acabar con los «oligopolios» y con medidas «injustas» como el denominado impuesto al sol, y profundizar en un cambio de modelo de consumo, más eficiente y sostenible.

Por ello, la formación nacionalista gallega exigirán una tarifa propia, según Callón, que consideró a Galicia como la «primera potencia eléctrica» de España. Como ejemplo, dijo que sólo el municipio pontevedrés de Caldas de Reis, con una población inferior a los 10.000 habitantes, produce más energía eléctrica que toda la Comunidad de Madrid, «y los gallegos no recibimos absolutamente nada y a mayores se nos penaliza«, indicó. «Cuando compramos unas naranjas del Levante peninsular pagamos el transporte por traerlas hasta aquí, sin embargo, cuando hablamos de la energía eléctrica no sólo no somos beneficiados sino que tenemos que pagar los costes del transporte de la energía que producimos aquí», afirmó.

Además, Callón considera que con una tarifa eléctrica propia, Galicia evitará que empresas como la multinacional norteamericana del aluminio Alcoa, con plantas en las provincias de Lugo y A Coruña, «utilicen para su deslocalización el precio de la energía eléctrica». Según el candidato nacionalista gallego, algunos países europeos tienen actualmente tarifas eléctricas territorializadas y puso como ejemplo a Reino Unido o Alemania, y apuntó que en el Estado español el País Vasco ya posee una tarifa industrial eléctrica. «Simplemente si redujésemos el coste de los peajes hablaríamos de un 30% menos en las facturas de todas las empresas y de todos los gallegos», concluyó Callón.

Una tesis de la Universidad del País Vasco concluye que las renovables dieron más beneficios que costes al sistema eléctrico

EFE.- Una tesis de la ingeniera de telecomunicaciones Cristina Pizarro-Irizar, de la Universidad del País Vasco, ha concluido para su Doctorado en Economía que la electricidad renovable produjo importantes ahorros en el mercado mayorista español en el período 2008-2013, en el que la producción renovable creció en un 69%, y ha destacado que «el papel de la regulación energética es crucial a la hora de que el sistema eléctrico sea sostenible«.

En su estudio ha calculado, desde el punto de vista del consumidor, el coste económico inducido por los sistemas de incentivos dirigidos a la energía renovable. Según concluye, «la electricidad renovable indujo importantes ahorros en el mercado mayorista español» y, así, «el diseño de la política energética es crucial para garantizar la sostenibilidad del sistema«. Ha destacado que «aplicando políticas energéticas correctas, España podría convertirse en exportadora de energía renovable».

«Las medidas retroactivas del sector eléctrico han sido muy perjudiciales tanto para los productores como para la imagen del sector a nivel internacional» y «muchos inversores extranjeros a día de hoy no quieren invertir en renovables en España por la inestabilidad jurídica que existe», asevera. Según las conclusiones obtenidas en la investigación, el sistema de tarifas y primas no fue sostenible a partir de 2010, excepto para las tecnologías eólica y pequeña hidráulica. En realidad, indica, «las energías renovables habían sido costosas» pero, por ejemplo, en el caso de la eólica «había supuesto más ahorros que coste, incluso con el sistema de incentivos», mientras la solar había tenido unos incentivos que no había podido devolver, con los ahorros que suponía.

La investigadora ha asegurado que, «sin ninguna duda, la energía renovable en España ha merecido el coste que ha supuesto», ya que ha generado «más beneficios que costes en el sistema eléctrico español». Además, según ha incidido, «el papel de la regulación es crucial a la hora de que el sistema sea sostenible, porque una mala regulación hace que los costes asociados a la energía renovable sean excesivos». La investigación ha evidenciado que ese coste «podría haber sido menor con un sistema de incentivos distinto».

La tesis ha expuesto que «el sistema de tarifas está basado en subvenciones por producción de energía verde» y, sin embargo, habría sido más adecuado «el sistema de certificados verdes«, en el que cada productor de energía verde tiene asignados unos certificados por la cantidad de renovable que ellos pueden vender. De esa manera, «productores que no tienen energía verde o consumidores pueden comprar estos certificados y así financian la producción renovable» en un sistema que, además, considera «con menos ineficiencias» ya que «se autorregula».

El déficit eléctrico se sitúa en 1.055,7 millones de euros hasta febrero, 93,5 millones por debajo de lo previsto

Redacción / Agencias.- El déficit de tarifa provisional del sistema eléctrico, que se produce porque momentáneamente los costes reconocidos de la actividad regulada son inferiores a los ingresos obtenidos a través de los peajes, se situó en 1.055,7 millones de euros hasta febrero, según datos de la segunda liquidación del sistema eléctrico elaborada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Este déficit se sitúa por debajo de la cifra prevista para esta liquidación, que ascendía a 1.149,21 millones de euros.

En este sentido, la CNMC apunta que los costes regulados ascendieron a 2.503,8 millones de euros, lo que representa casi 115 millones menos de los previstos, mientras que los ingresos por peajes de acceso supusieron 1.448,1 millones, 21 millones menos de lo previsto. Así, el saldo negativo en los dos primeros meses se situó en 1.055,7 millones de euros, 93,5 millones menos de los previstos debido a unos menores costes de la retribución específica de la producción renovable, cogeneración de alta eficiencia y residuos, y de los pagos por capacidad. De este modo, el coeficiente de cobertura se situó en un 52,97%, porcentaje que representa lo que cobrarán los agentes del sistema, situación que se corregirá en las siguientes liquidaciones.

De esta forma, el avance de la liquidación se sitúa aún mejor que las previsiones que estiman un superávit a final del ejercicio de 24,9 millones de euros, con unos costes regulados de 17.144,8 millones de euros, unos ingresos por peajes de 14.015,2 millones de euros y una facturación por otros ingresos de 3.154,5 millones de euros. En su informe, Competencia señala que la demanda eléctrica registrada se situó en 22.527 gigavatios hora (GWh) hasta febrero, un 6,3% menos con respecto al promedio de ejercicios anteriores por factores que podrían vincularse a la evolución meteorológica.

La CNMC gestionó los pagos a 63.772 instalaciones que estaban activas. La liquidación provisional a cuenta correspondiente a la energía generada desde principios de año hasta finales de febrero ascendió a 1.036 millones de euros, antes de IVA o impuesto equivalente. La cantidad a pagar a cuenta a los productores en esta liquidación ascendió a 415 millones de euros, antes de IVA o impuesto equivalente.

En lo que respecta al sector gasista, el déficit provisional se situó en 181 millones de euros y el índice de cobertura en el 64,2% de la retribución acreditada. Los ingresos netos liquidables fueron de 327 millones de euros, un 17,9% inferior al mismo periodo del 2015, y la retribución acreditada alcanzó los 508 millones de euros, un 1,4% superior. La demanda de gas en esta segunda liquidación descendió un 5% respecto a la de 2015, como consecuencia de temperaturas más cálidas estos meses y de un descenso de la demanda de gas para generación eléctrica en estos meses. El número de consumidores declarado por las empresas ascendió a 7,63 millones, lo que representa un aumento interanual de 68.608 consumidores.

El superávit del sistema eléctrico en 2015 asciende a 251,5 millones de euros a falta de una liquidación

Redacción / Agencias.- El superávit del sistema eléctrico en 2015 ascendió a 251,5 millones de euros, según datos de la decimocuarta liquidación provisional de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). No obstante, este dato no es el definitivo del ejercicio ya que, además de las 14 liquidaciones provisionales acumulativas, antes del 1 de diciembre de este año hay que efectuar una liquidación definitiva con los datos que se tengan para entonces.

Se estima que el superávit de tarifa del sistema eléctrico para 2015 se sitúe finalmente entre los 900 y 1.000 millones de euros, con lo que arrojará su segundo superávit anual consecutivo, después de haber cerrado 2014 con un saldo positivo de 550,3 millones de euros, el primero desde que en 2002 empezó a aplicarse el mecanismo por el que los desajustes entre costes regulados e ingresos podían generar déficit de tarifa. La CNMC destacó que, dado que los ingresos fueron superiores a los costes reconocidos, no «ha sido necesario aplicar coeficiente de cobertura», contrastando así estos datos con la liquidación catorce de 2014, que cerró con un desajuste provisional de 464,5 millones de euros.

Los costes regulados fueron 486 millones de euros inferiores a los previstos para esta liquidación debido, principalmente, a unos menores costes de la retribución específica de la producción renovable y cogeneración de alta eficiencia y de los pagos por capacidad. Por su parte, la demanda en consumo ascendió a 236.412 gigavatios hora (GWh), siendo un 1,5% superior al valor previsto para el inicio del ejercicio.

Mientras, la liquidación provisional a cuenta correspondiente a la energía generada con producción renovable y cogeneración en 2015 ascendió a 6.667 millones de euros, antes de impuestos. En lo que respecta al sector gasista, el desajuste acumulado fue de 23 millones de euros en términos de caja. Este déficit es un 95,7% inferior al de la liquidación 14 del ejercicio anterior. La demanda de gas hasta el pasado mes de febrero alcanzó los 312.648 GWh, representando un incremento del 3,8%.

Todos los costes de acceso, en juego en Europa

A propósito de la investigación de Competencia de la Unión Europea, decíamos ayer, una de las cuestiones que más han sorprendido a estas autoridades comunitarias es el volumen de las mismas y, a la vez, la carencia de estudios de demanda que avalasen estos incentivos. Aplicado a nuestro país el problema es que, con la sobreoferta existente de capacidad de generación y con la caída de demanda acumulada en los últimos años, aún no recuperada, desde las autoridades comunitarias no se aprecia justificación de su necesidad.

En el caso español, esto cobra especial relevancia en la medida en que se computa dentro del recibo de la luz en forma de costes de acceso, de forma que este apartado creció exponencialmente respecto a la evolución del coste de la energía consumida. Ya hay campañas en la red evidenciando tal desproporción. Cada estratagema de solución a problemas pasados genera nuevos problemas y éste es uno que se está larvando. Son varios los aprendizajes a extraer de esta situación:

En primer lugar, esta investigación respecto a los conceptos incluidos en los costes de acceso es algo que se veía venir y sobre lo que ya se había advertido en numerosas ocasiones y por numerosas voces expertas. Otra cosa es la voluntad férrea y marcada de no darnos por enterados de las malas noticias, o incluso de la ley de la gravedad si se diera el caso, habilidad que en España permite mirar hacia otro lado en lo que se refiere a las condiciones de competencia y el derecho comunitario.

Además, por su inclusión en la tarifa en forma de cuña gubernamental, el volumen de la misma es enorme para el consumidor español doméstico, empresarial e industrial. Por muy sofisticados que sean los sistemas de los que se han servido los sucesivos gobiernos para articular estas ayudas, su cuantía ha perdido cualquier relación con la realidad, la comparación y la necesidad. Aunque se adjudique mediante una subasta, si lo que se subasta no tiene correlato con su necesidad, es una cuestión que tarde o temprano se evidencia por si sola.

En segundo lugar, existe un consenso tácito entre nuestros políticos en el que se diluye la percepción de ayuda de Estado o de subvención en estos mecanismos, sin entrar en una valoración objetiva de los mismos. Por desconocimiento, por aquiescencia política o simplemente por evitarse problemas de opinión pública en la esfera representativa o deliberativa. La ortodoxia económica se ha perdido en el maremágnum de las declaraciones respecto de lo que se quiere oír. ¿Se imaginan al parlamento español interino votando en contra de estas tres figuras (ayudas al carbón, pagos por capacidad y pagos de interrumpibilidad) por ser ayudas de Estado, de forma semejante a las iniciativas que se están llevando contra la energía nuclear, el fracking o Garoña?

En tercer lugar, existe otro consenso, el consenso social, alrededor de estas ayudas y sus “finalidades”. Incluso los propios consumidores domésticos tienen una postura pública ausente, es decir, de mirar para otro lado aunque se sufraguen desde el recibo, dado que prefieren la vía de la intervención final administrativa en los precios que la ortodoxia basada en la formación de los mismos a través del mercado y, de forma aditiva, con los elementos que se incluyen en los peajes. Los consumidores y su representación son tolerantes a las subvenciones y los subsidios cruzados que encierran.

En efecto, existe un ambiente social que es propicio a estos mecanismos y ayudas, aunque suponga una factura del suministro más alta, plato de la balanza que se oculta. Que prefiere acudir a la demagogia y a la crítica de grano gordo a los precios eléctricos, tensionar los enfrentamientos antiempresariales que son de mucha más fácil venta, cuestionar el mercado mayorista o recurrir a la sempiterna cantinela de los windfall profits de los retroprogresivos, que atacar el problema, principal en términos cuantitativos, que es la cuña gubernamental incluida en los costes de acceso, criticando las subvenciones o sobreinversiones aunque sea lo sustancial por volumen. Evidentemente en una cultura económica y política como la española tan esquemática, eso no es sexy.

En cuarto lugar, todo procede del fracaso de una liberalización fallida e incompleta, que debería haber partido de la limpieza del recibo de esos costes; en ese caso, probablemente, los precios de la energía para los consumidores domésticos, empresariales e  industriales, necesitados de competitividad, serían otros. Toda cuestión que sea considerada como subvención o como decisión política deberían cargarse en los Presupuestos Generales del Estado.

Adenda. Queda por saber qué ocurre y qué consideran las autoridades de competencia europeas, respecto de la “pieza separada” de los pasados modelos retributivos de las tecnologías renovables en régimen especial, claramente desbordados, exagerados y desproporcionados en ciertas tecnologías, pero cuya alteración en la denominada reforma eléctrica tiene efectos sobre la seguridad jurídica y la retroactividad en las inversiones en el Reino de España. El Gobierno español, por mano del Ministerio de Industria en la etapa Soria, intentó conseguir una declaración semejante, es decir, que fueran considerados como ayuda de Estado, como parapeto contra los arbitrajes y conflictos judiciales abiertos. Lo que está claro es que tenemos mucho en juego en este títere. Casi todos los costes de acceso. Veremos.

Industria eleva un 1,4% la retribución a Red Eléctrica por el transporte de electricidad en 2016, hasta los 1.677 millones

Europa Press.- El Ministerio de Industria, Energía y Turismo propuso una retribución para Red Eléctrica de España (REE) de 1.677,5 millones de euros para el ejercicio 2016 por su función como principal transportista de electricidad, lo que supone un incremento del 1,4% con respecto al año anterior.

Según consta en la propuesta de orden ministerial de retribución para las empresas titulares de instalaciones de transporte de energía eléctrica para 2016, el Gobierno propone un esquema retributivo para estas instalaciones de 1.705,56 millones de euros. Esta cifra es ligeramente superior a los 1.690,55 millones de euros previstos para 2015. El grueso, 1.677,5 millones de euros, corresponden a REE, propietario de la mayor parte de estas instalaciones de transporte de electricidad, que tuvo reconocidos unos ingresos de transporte en 2015 de 1.653,8 millones de euros. Asimismo, la propuesta recoge una retribución de 27,17 millones de euros a Unión Fenosa Distribución (Gas Natural Fenosa), de 662.105 euros a Vall De Sóler Energía y 209.356 euros a Estebanell y Pahisa Energía.

5.114,72 millones para la distribución.

Asimismo, Industria propuso también su orden para establecer la retribución de las empresas de distribución de energía eléctrica para este año, que prevé que ascienda a 5.114,72 millones de euros, lo que supone un incremento de más del 3% con respecto a la previsión para el ejercicio 2015, que supera los 4.900 millones de euros. De esta cifra total, la mayor parte corresponderá a las tres principales compañías eléctricas. Endesa recibirá 2.013 millones de euros, Iberdrola ingresará 1.647 millones de euros y Gas Natural Fenosa percibirá 733 millones de euros, según El Economista. Por su parte, EDP España percibirá 182 millones de euros y Viesgo unos 150 millones de euros.

El sistema eléctrico anticipa un superávit de más de 900 millones de euros en 2015 a falta de una liquidación

Europa Press / EFE.- El sistema eléctrico anticipa un superávit de tarifa de 918 millones de euros en el ejercicio 2015, a falta de la última liquidación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que se conocerá a finales de año. De confirmarse, el sistema habrá arrojado en 2015 su segundo superávit consecutivo, después de cerrar 2014 con un saldo positivo de 550,3 millones de euros, el primero desde que en 2002 se permitió que se generara déficit de tarifa.

En la penúltima liquidación de 2015 se aprecia que existe un déficit de tarifa provisional de 162,7 millones, a falta de la llegada de parte de los ingresos eléctricos pendientes de transferencia desde el Ministerio de Hacienda. Este importe es 554 millones de euros inferior al desfase de 717 previsto conforme a la orden ministerial 2735/2015, en la que ya se pronostica un superávit de 364 millones. La mejor evolución en 554 millones, sumada a este superávit, arroja un excedente de 918 millones para el ejercicio 2015. Además, la CNMC indica que la evolución del sistema eléctrico es 763 millones mejor a la prevista en una orden ministerial anterior, la 2444/2014, en la que ya se preveía superávit, aunque menor.

En su informe, el macrorregulador indica que la demanda registrada hasta la decimotercera liquidación, de 236.831 gigavatios hora (GWh), es un 3% superior al promedio de años anteriores, lo que ha permitido elevar un 0,6% los ingresos por peajes respecto a otros ejercicios, hasta 13.792 millones de euros. En cuanto a los costes regulados, han sido 644 millones de euros inferiores a los previstos para esta liquidación en la orden ministerial 2444/2014, debido, principalmente, a unos menores costes de los pagos por capacidad por valor de 308 millones de euros.

Por otro lado, la CNMC explica que se ha amortizado una de las series de bonos emitidos por el FADE, lo que ha permitido ajustar ligeramente a la baja la anualidad de la deuda eléctrica. En concreto, la anualidad correspondiente al FADE queda ahora situada en 2.230 millones de euros, 40 millones de euros menos que el importe incluido en la orden ministerial 2444/2014, gracias a la reducción del tipo medio de interés del fondo.

Cada año se realizan 14 liquidaciones provisionales del sistema, una cada mes y dos de ajuste, a las que se suma la liquidación definitiva. Conforme al criterio fijado en la reforma energética, en el que se fija un coeficiente de cobertura para ir cubriendo los desfases temporales, los agentes del sector con actividades sometidas al régimen de liquidación recibirán el 98,74% de la retribución de la que tienen derecho, es decir, que cobrarán ese porcentaje de los ingresos reconocidos ahora, mientras que el resto se abonará a medida que haya nuevos recursos. En cuanto al sector gasista, la liquidación arroja un déficit provisional de 95 millones, lo que implica un coeficiente de cobertura del 80,3%.

El déficit eléctrico se sitúa en 845,9 millones de euros en la primera liquidación del año

Redacción / Agencias.- El déficit de tarifa provisional del sistema eléctrico, que se produce porque los costes reconocidos de la actividad regulada son inferiores a los ingresos obtenidos a través de los peajes, se situó en 845,9 millones de euros hasta enero, según señala la primera liquidación del sistema eléctrico elaborada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

La CNMC recordó que mensualmente redistribuye el dinero que recaudan los distribuidores o transportistas de gas y electricidad entre los agentes que se encargan del transporte, distribución, comercialización a tarifas, costes permanentes del sistema y costes de diversificación y seguridad de abastecimiento. Dicho trámite se denomina liquidación de las actividades reguladas y proporciona un seguimiento de la evolución del consumo, de los ingresos y de los gastos del sector energético.

No obstante, el superregulador señala que las primeras liquidaciones son de «escasa relevancia» debido al desfase entre la declaración de los ingresos y la liquidación de las distintas partidas de coste. Concretamente, en la primera liquidación de cada ejercicio se declara, aproximadamente, el 2,6% de los ingresos totales de acceso del ejercicio. La demanda de consumo registrada en el primer mes del año se situó en 4.281 gigavatios hora (GWh), un 4,7% inferior al valor promedio observado en años anteriores.

62,7 millones menos de costes

Los costes regulados fueron 62,7 millones de euros inferiores a los previstos para esta liquidación, debido, principalmente, a unos menores costes de la retribución específica de la producción renovable, cogeneración y residuos y de los pagos por capacidad. La liquidación provisional a cuenta correspondiente a la energía generada por las renovables, la cogeneración y los residuos en enero ascendió a 519,2 millones de euros, antes de IVA o impuestos equivalentes. La CNMC ha gestionado los pagos a 63.678 instalaciones que estaban activas. Eso sí, la cantidad a pagar a cuenta a estos productores en esta liquidación ascendió a 133,6 millones de euros, antes de impuestos.

En enero, el coeficiente de cobertura fue del 25,74%, es decir, que los agentes del sistema cobrarán ese porcentaje de los ingresos reconocidos ahora, mientras que el resto se abonará a medida que haya recursos disponibles. La normativa establece que los costes del sistema se pagan conforme a los recursos disponibles, lo que genera un cierto desfase porque los ingresos procedentes de peajes de acceso se suelen recibir con retraso.

Déficit gasista de 170,1 millones

En lo que respecta al sector gasista, el déficit provisional se situó en 170,1 millones de euros, un 7,1% más que en el mismo periodo del año anterior. Teniendo en cuenta los ingresos netos de liquidación, se tiene un índice de cobertura del 34,7% de la retribución acreditada. La demanda de gas en este primer mes ascendió a 16.130 GWh, un 0,6% menos que en enero del año pasado. El número de consumidores declarado por las empresas ascendió a 7,6 millones, lo que representa un aumento interanual de 63.960 consumidores.