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Interior pasará de 185 a 490 los efectivos para cubrir la seguridad en las centrales nucleares ante el «desafío» yihadista

Redacción / Agencias.- El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, anunció que España pasará de 185 a 490 efectivos para cubrir la seguridad física de las centrales nucleares españolas y el material nuclear, que requieren de unos sistemas de protección y seguridad «acordes a la actual amenaza terrorista».

Durante la II Conferencia Internacional de Reguladores de la Seguridad Física Nuclear en el Museo del Prado de Madrid, Fernández Díaz reconoció que los «continuos ataques del terrorismo yihadista contra la estabilidad demuestran que los desafíos para la Seguridad Nacional revisten una elevada complejidad que ha desbordado los conceptos tradicionales de defensa y seguridad pública«. Así, ha destacado que las instalaciones nucleares y el material nuclear requieren de sistemas de protección y seguridad de acuerdo a la amenaza existente que no solo deberán estar «perfectamente capacitados» para intervenir, detectar y retardar «cualquier intento de ataque» sino también para responder «adecuadamente» para garantizar la seguridad de los ciudadanos y su protección.

En este contexto, ha explicado que el nuevo modelo definido para la seguridad de las centrales nucleares en España se basa en la activación de Unidades de Respuesta de la Guardia Civil, que se ubicarán de forma permanente en cada una de las centrales nucleares. En concreto, ha precisado que en 2016 hay 185 efectivos dedicados a este fin y que la cifra aumentará en otros 305 en 2017, hasta cubrir todas las centrales nucleares en España con un total de 490 efectivos. Además, Fernández Díaz felicitó al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) por «convertir a España en una referencia a nivel mundial en el campo de la seguridad nuclear».

El presidente del CSN, Fernando Marti Scharfhaussen, consideró que la reunión es una oportunidad para aprender unos de otros y fortalecer la colaboración, para desarrollar estrategias conjuntas de regulación nuclear para proteger tanto a los ciudadanos como a las infraestructuras críticas«. Por su parte, el director general adjunto de Seguridad Nuclear de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Juan Carlos Lentijo, destacó que la ampliación de la aplicación de la Convención sobre protección física de material nuclear significa que «ahora» hay requisitos legalmente vinculantes para los países para proteger las instalaciones nucleares, así como los materiales nucleares objeto de utilización, almacenamiento y transporte».

En la misma línea, el presidente del Nuclear Regulatory Commission de Estados Unidos (USNRC), el organismo regulador estadounidense, Stephen G. Burns, subrayó que esta conferencia «se basa en el trabajo de 4 años, en los que se han mantenido las mismas inquietudes: los marcos legales y reglamentarios para la seguridad, las metodologías de establecimiento de amenazas base de diseño y su evaluación, así como la protección de la información y la ciberseguridad, la conexión entre la normativa de seguridad y su protección». El objetivo de la Conferencia internacional es «fortalecer la capacidad de seguridad física nuclear en todo el mundo y apoyar la implementación de buenas prácticas en este campo».

Greenpeace transforma ‘La rendición de Breda’ en ‘La rendición de Garoña’

Redacción / Agencias.- Activistas de Greenpeace exhibieron ante las puertas del Museo del Prado una adaptación del cuadro de Velázquez La rendición de Breda (o Las lanzas) para denunciar que «el Gobierno ha dejado la seguridad nuclear en manos de las grandes empresas eléctricas«. El Salón de Actos del Museo del Prado acoge la Conferencia Internacional sobre Seguridad Nuclear, a la que asisten representantes de los organismos reguladores de todo el mundo.

Los miembros de Greenpeace recibieron a los participantes en la conferencia con la adaptación de la pintura de Velázquez en tamaño real, que han rebautizado como La rendición de Garoña, en la que se puede ver en el centro a Mariano Rajoy que entrega con gesto sumiso «las llaves de la seguridad nuclear» al presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán. En la obra aparecen también los rostros de numerosas personas del mundo de la política, la energía y las puertas giratorias, respetando los cuerpos de los personajes originales del cuadro.

«La actual dirección del CSN y el Gobierno en funciones no tienen inconveniente en cambiar los principios básicos de la seguridad nuclear si así lo quieren los dueños de las nucleares», declaró Raquel Montón, responsable de energía nuclear de Greenpeace. «Esta adaptación representa cómo los políticos se rinden en materia de seguridad nuclear ante los intereses económicos del sector eléctrico».

En el lado de los «rendidos» es posible reconocer a los responsables políticos que en opinión de Greenpeace «han dado la espalda al medio ambiente y quieren ceder, como en el caso de Garoña, las llaves de la seguridad nuclear a la industria energética»: José Manuel Soria, Alberto Nadal, Miguel Sebastián. En el lado de los «vencedores» se ve a los presidentes de las eléctricas, así como también diversos políticos que pasaron a ocupar cargos en empresas del sector energético: José Bogas y Rafael Villaseca, o Felipe González, José María Aznar, Ángel Acebes, Juan María Atutxa, Cristina Garmendia, Manuel Marín.

Greenpeace ha recordado que la renovación de la licencia de Garoña por un periodo de 17 años, tal y como han solicitado Endesa e Iberdrola, «incumpliría la buenas prácticas del CSN al descompasar las revisiones periódicas de seguridad (RPS), que se hacen cada 10 años, y las renovaciones de licencia«. «Esperamos que los asistentes a la Conferencia puedan disfrutar de la magnífica obra original de Velázquez pero la adaptación que de ella hemos hecho refleja mejor la triste realidad del sector energético español, especialmente del nuclear, con un presidente del CSN que ignora las buenas prácticas de la institución que preside, rehúsa rendir cuentas ante el Parlamento y mantiene un grave enfrentamiento con parte de su cuerpo técnico», añadió Montón.

El Foro Nuclear advierte de que esta energía es «esencial» mientras que los ecologistas hablan de “brindis al sol”

Europa Press.- Ecologistas en Acción cree que la petición de la mayoría de grupos parlamentarios en la Comisión de Industria para que el Gobierno cierre las centrales nucleares según vayan cumpliendo 40 años es «un brindis al sol» ante la disolución de las Cortes Generales. Por su parte, el Foro de la Industria Nuclear advierte de que la continuidad de esta energía es «esencial» para asegurar la estabilidad del sistema eléctrico y el freno a las emisiones contaminantes.

Fuentes del Foro señalaron que la tecnología nuclear no debería entender de ideologías y abogan por mantener la operación de las plantas nucleares mientras su funcionamiento sea seguro y cumplan los requisitos del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). A su juicio, la continuidad del funcionamiento de las centrales nucleares españolas permitirá continuar con un abastecimiento eléctrico «abundante, fiable, medioambientalmente limpio y competitivo» para cumplir con los objetivos de sostenibilidad energética definidos por la Unión Europea.

En este sentido, insisten en que la energía nuclear es «esencial» en el mix eléctrico español y recalcan que las centrales nucleares españolas producen electricidad de forma constante y sin emisiones de CO2 y, además, en 2015 «fueron líderes en la producción eléctrica al generar más del 20% de la electricidad». Junto a ello, recuerdan que la producción nuclear supuso el 36,4% de la electricidad sin emisiones contaminantes en 2015.

«Brindis al sol» para ecologistas

Ecologistas en Acción cree que la petición del Congreso al Gobierno para que cierre las centrales nucleares es «un paso maravilloso» porque los grupos políticos «se retratan» pero que se convierte en «brindis al sol» ante la inminente disolución de las Cortes Generales. Según indicó el portavoz de la campaña nuclear de Ecologistas en Acción, Francisco Castejón, es «maravilloso» porque los grupos políticos «se retratan» en sus intenciones y espera que durante la campaña electoral sigan manteniendo la misma propuesta.

La propuesta socialista es “aceptable”

Para la ONG las centrales nucleares españolas «podrían cerrarse antes», y que su intención es que se clausuren una vez vayan expirando sus licencias, es decir, que éstas no se renueven incluso sin llegar a esa fecha, pero admite que la propuesta de 40 años de vida «es aceptable». De ser así, Castejón cree que Garoña (Burgos) no debería volver a abrir y que a esta le seguirían en el cierre Almaraz (Cáceres) en 2021, mientras que las últimas serían Vandellós (Tarragona) y, poco después, en 2028, la de Trillo (Guadalajara). Con ello, según indicaron, España daría por finalizada su etapa de energía nuclear seis años después que Alemania, un país que es «un referente en el paradigma energético europeo».

Prado (Endesa) vincula el futuro de Garoña a una decisión empresarial de Nuclenor siempre que el CSN apruebe su reapertura

El presidente de Endesa, Borja Prado, reiteró que no existe «ningún compromiso político» con respecto al futuro de la central nuclear de Garoña y vinculó cualquier decisión final sobre el futuro de la planta, una vez se conozca el informe del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) sobre si aprueba a su reapertura, a que su titular Nuclenor (sociedad participada al 50% junto a Iberdrola) estudie su viabilidad «desde el punto de vista técnico y financiero», es decir, “una decisión empresarial”.

Asimismo, Prado señaló ante la junta de accionistas que lo que sí pide la energética es «que ese informe se saque lo antes posible» por el CSN para que Nuclenor pueda tomar una decisión. Por otra parte, el presidente de Endesa descartó comprar la participación de Iberdrola en Nuclenor si finalmente ésta decide dejar de operar plantas nucleares en España. «No es algo que contemplamos en este momento», apuntó. Al respecto, Prado no quiso calificar de desleal la actitud de Iberdrola, que según los sindicatos comunicó su intención de cerrar Garoña por causas económicas antes de plantearlo en el seno de Nuclenor, aunque subrayó que «cada uno es como es». «Yo no lo haría», concluyó.

En lo que respecta a Endesa, Prado indicó que en 2015 la compañía cumplió «con éxito» los objetivos marcados, reflejando una «operativa rentable y una posición financiera sólida», con un beneficio neto de 1.086 millones de euros. Asimismo, apuntó a la renovación de la compañía, con la creación de su nueva imagen corporativa y el lanzamiento de su nuevo logo, «que representa la voluntad de modernidad y de cambio; así como la visión, enmarcada en el concepto Open Power que impulsamos para el grupo Enel».

En este sentido, señaló que «la sólida» posición financiera de Endesa y los «buenos» resultados de gestión justifican la política de dividendos «muy atractiva y estable», que distribuirá el 100% del beneficio neto consolidado y que, como mínimo, ese dividendo sea cada año un 5% superior al del ejercicio anterior. De hecho, la junta aprobó el reparto de un dividendo total de los 1.086 millones de beneficio de 2015. Endesa ya procedió al pago de un dividendo a cuenta de 0,4 euros brutos por título. Con el abono en julio de un dividendo complementario de 0,626 euros brutos, la retribución total al accionista correspondiente a 2015 ascenderá a 1,026 euros.

Por otra parte, Prado subrayó que la contribución fiscal total de Endesa ascendió a 4.213 millones de euros en el año 2015, unos 11,5 millones de euros diarios y el 96% de ella realizada en España. Así, el grupo pagó en España un total de 1.745 millones de euros en impuestos en 2015, «una cifra superior en un 60% al beneficio neto registrado por la compañía en ese mismo año». «Y los impuestos recaudados, que no repercuten en nuestras cuentas, pero que se producen gracias al valor generado por nuestras actividades, fueron de 2.468 millones de euros”, añadió al respecto.

En su intervención ante los accionistas, el consejero delegado de la compañía, José Bogas, pidió dar un fuerte impulso a la electrificación de la demanda final de la energía, por razones medioambientales, de eficiencia y ahorro energético, y porque está directamente relacionada con la posibilidad de introducir nuevas tecnologías para conseguir un sistema energético más sostenible y descarbonizado. Endesa está desempeñando un papel relevante en el impulso del coche eléctrico.

Por último, Bogas incidió en la importancia de proceder a una reforma en profundidad de los mercados energéticos, «con el fin de que estos envíen claras señales de precios de largo plazo a los agentes». A este respecto, denunció que «en la actualidad el correcto funcionamiento de los mercados se está viendo negativamente afectado por un amplio número de excepciones que introducen importantes perturbaciones en la formación de los precios«.

La junta de accionistas también aprobó el nuevo Plan de Fidelización de la compañía para retener a sus directivos, que contempla retribuciones por importe máximo de cerca de 3,8 millones de euros para su presidente, Borja Prado, y su consejero delegado, José Bogas. La junta, que también aprobó el resto de puntos del orden del día, ha refrendado este sistema de retribución a largo plazo que tiene como finalidad fortalecer el compromiso de los directivos en posiciones de mayor responsabilidad en la consecución de los objetivos estratégicos de la sociedad.

Este plan está dirigido al presidente, al consejero delegado y a los restantes directivos del grupo con responsabilidad estratégica que sean determinados por el Consejo de Administración. El periodo del plan será de 3 años a contar desde el 1 de enero de 2015 para el Programa 2015-2017 y desde el 1 de enero de 2016 para el Programa 2016-2018.

La central nuclear Vandellós II (Tarragona) realiza un simulacro de emergencia

Europa Press.- La central nuclear Vandellòs II realizó su simulacro anual, conforme a los requerimientos establecidos en su Plan de Emergencia Interior (PEI), con la participación de la Organización de Respuesta ante Emergencias del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). La actuación del CSN se desarrolló desde su Sala de Emergencias (Salem) y desde el Centro de Coordinación Operativa (Cecop) de Tarragona, realizando el seguimiento de la instalación y de las actuaciones del titular para la recuperación de las condiciones de seguridad.

El ejercicio se ha iniciado a las 10.19 horas con la simulación de un incendio que ha provocado la pérdida de suministro de corriente eléctrica alterna. Dentro del simulacro, se ha producido el paro del reactor, aunque no estaban disponibles los sistemas para la extracción del calor generado en el mismo. Posteriormente se ha producido un suceso de pérdida de refrigeración del reactor dentro del recinto de contención. Finalmente se ha simulado una pérdida de integridad del recinto de contención que ha dado lugar a una emisión de material radiactivo al exterior. Ante esta situación se llegó a declarar la categoría IV, ‘Emergencia General’, de su Plan de Emergencia Interior.

Los grupos del Congreso piden al presidente del CSN que adelante su comparecencia a la próxima semana

Europa Press.- Los grupos del Congreso han solicitado este miércoles al presidente del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), Fernando Martí, comparecer en la Cámara Baja la próxima semana para que, entre otros temas, aclare si habrá o no una posible reapertura de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) o conocer cuál es la situación del Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares, ante una inminente disolución de las Cortes el próximo 3 de mayo.

Fuentes del CSN han confirmado que el propio Martí había solicitado comparecer a petición propia el 5 de mayo, dos días después de que previsiblemente vayan a disolverse las Cortes. Es por ello por lo que los distintos portavoces parlamentarios se han reunido este miércoles, en la ponencia del Congreso encargada de las relaciones con el órgano regulador, y le han solicitado adelantarla.

Desde Podemos indicaron que la comparecencia de Martí se ha solicitado para el miércoles 27 de abril o el jueves 28 de abril, últimos días de pleno de esta legislatura en caso de que se mantenga la falta de acuerdo de investidura, aunque todavía se desconoce si el presidente del órgano regulador podrá acudir o no a la Cámara.

«Una actitud esquiva»

Por su parte, en un comunicado, las socialistas Pilar Lucio y Patricia Blanquer han denunciado que tanto el PP como Martí, «han mantenido una actitud esquiva y han obstaculizado los procedimientos utilizando la interinidad del Ejecutivo para alargar los tiempos y no comparecer de forma urgente en el Congreso».

Ante la decisión del CSN de continuar con el proceso de evaluación de la autorización de renovación de explotación de Garoña, tomada el pasado febrero, recuerdan que todas las formaciones, salvo el PP, solicitaron al órgano regulador «la interrupción temporal de este proceso hasta la formación de un nuevo Gobierno».

Por su parte, el PP confirma que, como coordinador de la ponencia, se ha manifestado al CSN la necesidad de que comparezca la próxima semana Martí, ante la previsible disolución de las Cortes, y dadas las peticiones de «todos» los grupos parlamentarios.

La postura del CSN

Mientras, desde el CSN recuerdan que fue el propio órgano regulador el que ya el pasado 11 de febrero pidió comparecer a petición propia ante la Comisión de Industria del Congreso.

En todo caso, especifican que no recibió respuesta por parte del Parlamento hasta el 18 de abril, cinco días después de que se constituyera dicha ponencia, momento en el que fijó como «primera fecha disponible» para acudir a la Cámara el próximo 5 de mayo.

Nuclenor niega que tenga tomada una decisión sobre Garoña y Ecologistas en Acción cree que el PP presiona para reabrirla

EFE / Europa Press.- El portavoz de Ecologistas en Acción para temas nucleares, Francisco Castejón, considera que el PP ha tomado la reapertura de la central nuclear de Garoña (Burgos) como un “asunto personal” y presiona para su reapertura. En este sentido, la vicepresidenta y portavoz de la Junta de Castilla y León, Rosa Valdeón, indicó que la empresa Nuclenor, propietaria de la planta burgalesa, les ha comunicado que «no hay una decisión tomada» sobre un posible cierre de las instalaciones por razones económicas.

Valdeón reconoció que a raíz de lo señalado por el sindicato vasco ELA, que apuntaba a que el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, se había tomado la decisión de cerrar Garoña “por motivos económicos”, la Junta de Castilla y León se puso en contacto con los propietarios de la planta nuclear para recabar información. «Nos ratificaron que no hay una decisión tomada al respecto», resumió la portavoz, convencida de que la viabilidad de la central nuclear ubicada en el norte de la provincia burgalesa «está condicionada al informe del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN)», tanto para retomar su actividad como para que cese definitivamente.

Valdeón aseguró que «nunca nos han hablado de causas económicas» para justificar un posible cierre, que en su opinión es un problema que tiene el «nudo gordiano» en el dictamen del Consejo de Seguridad Nuclear, pero que tiene en vilo a las cerca de 1.000 personas que están vinculadas laboralmente a la actividad de Garoña. La Junta de Castilla y León ha pedido a la empresa propietaria de la central nuclear que en caso de que tome se alguna decisión sobre el futuro de las instalaciones se la comunique con antelación y reiteró que defiende el mantenimiento de la planta siempre que se cuente con el respaldo del regulador CSN.

Los ecologistas apuntan al PP

Por su parte, el portavoz de Ecologistas en Acción para temas nucleares, Francisco Castejón, señaló que la votación de la proposición no de ley para exigir el cierre de Garoña en el Congreso de los Diputados ha demostrado que el PP «ha tomado Garoña como un asunto personal pese al perjuicio para la sociedad, al CSN, al que obliga a realizar inspecciones innecesarias, y la propietaria de la planta». Castejón critica que el PP se ha quedado solo apoyando la reapertura de Garoña porque «fue su buque insignia en la campaña electoral en materia energética» y están dispuestos a «todo tipo de cesiones» para evitar el cierre definitivo, incluso en contra del criterio de Nuclenor.

Según su opinión, Nuclenor no tiene interés en la reapertura de Garoña porque, además del coste de las actuaciones y mejoras que exige el CSN, hay una «situación de incertidumbre» porque la planta podría volver a tener problemas técnicos en los próximos años cuyo coste no fuera asumible. Para Castejón, la reapertura de Garoña «es más un deseo que una posibilidad real». Sin embargo, fuentes de Nuclenor mantienen que en Garoña se sigue trabajando en el «doble escenario» de un posible desmantelamiento o de la reapertura y que no se ha aprobado ni dado trámite a ninguna solicitud de cierre definitivo de la planta nuclear.

Marcha el 11 de junio

Por otro lado, el colectivo Araba sin Garoña ha convocado el sábado 11 de junio en Vitoria una nueva manifestación para exigir el cierre definitivo de Garoña, situada a unos 40 kilómetros de Vitoria. La fecha se ha escogido así porque en junio se reúne el consejo de administración de Nuclenor, propietaria de Iberdrola, y «es más que probable» que haya unas nuevas elecciones generales y por tanto el «otro actor llamado a cerrar la central», el Gobierno, podría cambiar su composición. Araba sin Garoña confía en que no se les impida la celebración de la manifestación, como ya ocurrió en diciembre, cuando la Junta Electoral prohibió la marcha que este colectivo había convocado para la víspera de las elecciones.

Así lo indicó el portavoz de la plataforma, Alberto Frías, que restó importancia a las «magnificadas» declaraciones del presidente de Iberdrola y apuntó que cada vez que algún responsable de la central «ha hecho alguna alusión a su cierre» el Gobierno central «aprobó cambios en la legislación favorables» a su continuidad. Dado estos «precedentes», Araba sin Garoña entiende las palabras de Galán como «un aviso a navegantes: ‘No os paséis con las exigencias de seguridad o se cierra Garoña'» y, por ello, considera necesario convocar una nueva manifestación para reiterar el rechazo a la central.

Asimismo Foro contra Garoña ha advertido que «si Galán hablase en serio» habría hecho el anuncio en la Junta de Accionistas, en un medio de comunicación o «retirando directamente la solicitud al CSN para renovar el permiso de funcionamiento de Garoña hasta 2031«. Sin embargo lo dijo «en una reunión privada», lo que «pone en duda la veracidad de sus intenciones» y apunta, según este Foro, a «un aviso a navegantes dirigido al Gobierno en funciones». Por ello ha llamado a la ciudadanía a seguir movilizándose contra la central burgalesa.

Podemos-Equo, PSOE y Ciudadanos exigen el «cierre definitivo» de la central de Garoña con el voto en contra del PP

Europa Press / EFE.- La Comisión de Industria del Congreso de los Diputados ha respaldado una proposición no de ley impulsada por Podemos-Equo, con el apoyo de PSOE y Ciudadanos, que «aboga por el cierre definitivo de la central nuclear de Garoña (Burgos) y que se elabore un plan de reactivación económica de la zona, así como una comisión de seguimiento de su desmantelamiento».

Así lo anunció el impulsor de la iniciativa, el diputado de Podemos-Equo, Juan López de Uralde, quien también subrayó que la propuesta promueve un pacto de Estado entre las distintas fuerzas políticas para transitar hacia un nuevo modelo energético, basado en las renovables y en la eficiencia y el ahorro energético. La propuesta también contó con el apoyo de Democracia y Libertad, PNV, y EH Bildu. Precisamente, existe un pacto parlamentario desde diciembre de 2014, sellado por PSOE, Izquierda Plural, PNV, ERC, Coalición Canaria-Nueva Canarias, Amaiur, BNG, Geroa Bai y el propio Equo, en el que se comprometían a clausurar la planta atómica burgalesa en cuanto cambiase la mayoría parlamentaria.

La práctica totalidad de los diputados aludieron a los rumores de que la planta no reabriría por motivos económicos. Uralde también señaló que Garoña es la planta más antigua del parque nuclear español, que en 2011 cumplió 40 años, y que lleva cerrada 3 años «sin que haya habido ningún tipo de problema de abastecimiento energético» porque es «prescindible«, un aspecto que a su juicio «hace dudar de si todo lo que hay detrás de este proceso es reclamar el lucro cesante» de la misma.

Entre otros puntos, ha recordado que la planta atómica es «peligrosa», «está recalentando el Ebro», carece de espacio para almacenar sus residuos radiactivos, y avisa de que su reactor es gemelo al del accidente nuclear de Fukushima. «La industria nuclear experimenta con Garoña para alargar la vida útil de las centrales hasta los 60 años de funcionamiento. Sólo Soria quiere mantenerla abierta, no la quieren tener abierta ni sus propietarios», indicó el parlamentario, señalando también que los municipios de la zona también han reclamado su cierre definitivo, así como los parlamentos vasco, navarro y aragonés.

«Garoña ya cumplió y lleva 4 años sin actividad sin perjuicio para el suministro eléctrico», resaltó también Enrique Bueno, diputado de Ciudadanos, quien apostó por un Pacto de Estado de energía con la participación de todas las fuerzas políticas y agentes económicos. Ese pacto debe apostar por una transición hacia un modelo energético basado en las renovables, en el autoabastecimiento, el ahorro y la eficiencia, añadió el diputado de Ciudadanos, que también recordó las recientes palabras del presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, señalando que las centrales nucleares «se cerraban por motivos económicos y no por políticos». Tampoco se mostró partidario de prolongar la vida útil de las instalaciones atómicas más allá de 40 años.

En la misma línea se pronunció la diputada del PSOE, Adriana Lastra, quien subrayó que la energía nuclear de Garoña no es «ni necesaria, ni barata ni garantiza la seguridad«. Esther Peña, diputada del PSOE por Burgos, espera que sea la última vez que se habla de Garoña y que la energía nuclear se vaya sustituyendo por otras energías sostenibles en el futuro modelo energético.

Desde el PNV, Pedro Azpiazu repasó las numerosas iniciativas que se han defendido en la Cámara Baja en favor del cierre de la planta atómica, una central «pequeña», que «está obsoleta» y que es «innecesaria para la generación eléctrica». «Su cierre, aparte de mejorar la seguridad y preservar el medio ambiente, evitaría peligros innecesarios«, apostilló, indicando que el PP vasco también aboga por el cierre de Garoña, pero no el PP en el Gobierno central.

Por parte del PP, el diputado Juan Bravo, ha defendido que sí es necesario un pacto de Estado por la energía, pero no el cierre de Garoña, como solicita la iniciativa. «Somos los únicos” que no apoyan su cierre», reivindicó. Según argumentó, es necesaria la continuidad de la energía nuclear en España dadas las circunstancias económicas actuales y teniendo en cuenta que el país mantiene una dependencia energética exterior del 76%. Además resaltó que la industria nuclear da 30.000 puestos de trabajo en la actualidad y subrayó la importancia de Garoña para la comarca burgalesa en la que se ubica.

«Mientras una nuclear cumpla con los criterios de seguridad, que les sean impuestos por el CSN, no se puede, ni se debe prescindir de ninguna fuente energética, y la nuclear debe continuar con la optimización de los costes energéticos, y favorecer en la emisión cero de gases de efecto invernadero«, añadió. Además, Bravo preguntó a los diputados cómo se va a compensar la pérdida de producción de Garoña, tras su cierre, a pesar de que en su día aportaba el 1,6% de la producción energética.

A su vez, advirtió que favorecer el cierre de las centrales nucleares a sus 40 años de vida útil conllevaría el cierre en 8 años de 5 plantas atómicas, que actualmente aportan el 13% de la producción energética en España, que no se puede obtener de otra forma. También cuestionó de qué manera los otros partidos van a defender si se cierran las nucleares una rebaja de la tarifa eléctrica, un 33% más alta que en Europa según indicó, al tratarse de la fuente de energía con menor coste y que además no realiza emisiones de gases de efecto invernadero.

CCOO pide un plan B

Por su parte, el sindicato Comisiones Obreras (CCOO) llamó a recuperar el Plan de Dinamización de la Economía y el Empleo en la comarca burgalesa de Garoña ante las noticias de posible cierre de la central nuclear, así como la convocatoria del Consejo creado para su seguimiento y que «también fue desactivado«. El sindicato pide el cierre de Garoña por haber sobrepasado «con creces» su período de vida útil y representar «un riesgo para el entorno» y defiende que «debe aprobarse un plan ordenado de cierre de todas las centrales nucleares al cumplir los 40 años de su vida útil».

Para CCOO, los sucesivos cambios de posición respecto a la continuidad de la central nuclear de Garoña «han perjudicado» las perspectivas de empleo para la comarca norteña burgalesa. Según recordó el sindicato, el Plan establecía ayudas para la creación de empresas y la activación económica de unos 100 millones de euros para el periodo 2010-2013 (25 millones por año, 6 en subvenciones directas y 19 en anticipos reembolsables sin interés). El Plan funcionó en 2010, poniendo en marcha 37 proyectos, y en 2011, con otros 17 proyectos, pero el nuevo Gobierno paralizó los fondos para 2012 e interrumpió las inversiones.

El emplazamiento del ATC es “apto” según los informes del CSN, que contemplan soluciones de ingeniería para sortear algunas dificultades

Europa Press / EFE.- Los informes entregados por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) a Transparencia Internacional reflejan dudas sobre la bondad de la ubicación del almacén de residuos nucleares de Villar de Cañas, y proponen una panoplia de soluciones para sortear las dificultades detectadas por el organismo regulador. La difusión de los documentos, enviados a dicha ONG y publicados en la web del CSN en la pestaña «transparencia», se deriva de una resolución del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno (organismo público independiente).

De hecho, en su respuesta, el CSN considera «fundamental que reciba el conjunto de documentos técnicos que justifican la propuesta de dictamen técnico» que fue aprobada por el pleno del CSN en su reunión de 27 de julio de 2015. Por ello entrega 4 informes más de los exigidos para una correcta comprensión del dictamen técnico. Dicha decisión técnica recoge limitaciones del terreno del ATC de Villar de Cañas y las condiciones y soluciones de ingeniería que se tendrían que imponer a la construcción de dicha instalación para que los requisitos de seguridad nuclear y protección radiológica se cumpliesen según los mejores estándares de seguridad.

En estos informes se concluye con carácter general que los terrenos son aptos para albergar el futuro ATC de residuos atómicos español, pese a que se plantean algunas dudas existentes en materia de la composición profunda de los terrenos o la posible existencia de fallas tectónicas desconocidas porque faltan datos de geología y geomorfología. Esta falta de datos en los estudios que dan lugar a «incertidumbres en aspectos relevantes que sirven de base a otras áreas de conocimiento, como geoquímica, sismicidad, hidrogeología y geotecnia». Así consta en dos informes, uno de la Universidad de Cantabria y otro de la empresa estadounidense URS, que han sido tenidos en cuenta por el CSN en la evaluación del emplazamiento de Villar de Cañas.

Así, un informe de la Universidad de Cantabria subraya que «la capacidad portante del terreno es elevada y su deformabilidad ante la aplicación de cargas es reducida», por lo que la ubicación es «idónea» para construir el ATC. El informe añade que hay que prestar «especial atención» a los detalles constructivos: no hacer sondeos excesivamente profundos si no son indispensables; cementar los sondeos en cuanto sea posible, no recurrir a voladuras para la excavación y cuidar el control del flujo de agua. En todo caso, los ingenieros no han detectado huecos de disolución de yesos y valoran ese hecho como «factor positivo», por lo que ve la solución de diseño envolvente como una precaución adicional.

Asimismo, se concluye que los ensayos realizados sobre el potencial expansivo del terreno son correctos y adecuados y que los ensayos de inundación bajo carga son «especialmente representativos del proceso». Los expertos de la Escuela de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos valoran como un aspecto «muy positivo» la no presencia de anhidrita. En cambio, reconoce que los terrenos plantean «problemas derivados de la expansividad o de la disolución de yesos», aunque propone como la solución «más eficaz» la elección de soluciones estructurales, geotécnicas y constructivas para reducir el riesgo de modificación de los regímenes existentes de tensiones y de flujo de agua. «Las soluciones de cimentación superficial mediante losas rígidas son muy adecuadas», aconseja.

Las soluciones contrarrestan los inconvenientes

Otro de los documentos, firmado por técnicos del área de ciencias de la tierra del CSN, concluye que no se puede afirmar que el terreno sea idóneo debido a características «desfavorables» como la presencia de materiales yesíferos y arcillas en contacto con el agua. Para autorizar la obra, cree necesario medidas compensatorias que minimicen la posibilidad de acceso de agua al subsuelo, limitando la activación de fenómenos de disolución y expansividad durante la excavación, construcción y operación. También exige, entre otras cuestiones, un plan de vigilancia del terreno con finalidad geotécnica e hidrogeológica, que verifique la eficacia de estas medidas.

Otro informe de evaluación del área de ingeniería mecánica del CSN determina que es aceptable la solución estructural de Enresa para afrontar los posibles riesgos (carácter expansivo de las arcillas y la activación de disolución de yesos). No obstante, pide a Enresa un análisis en detalle de todas sus actividades y un constante control para poder identificar la aparición de procesos de hinchamientos del terreno o de disolución de yesos.

Otro de los informes entregados, elaborado por la ingeniería URS España, con fecha de 29 de julio de 2015, afirma que en los trabajos de Enresa faltan datos o se minusvaloran riesgos. Se dispone de información «insuficiente» sobre la red de fracturación del subsuelo o la posible presencia de rellenos kársticos en profundidad y bajo el río Záncara. En todo caso, URS valora que hay ausencia de tectónica reciente tanto en el emplazamiento como en el entorno, pero subraya que no se puede afirmar que no hay fallas activas en el entorno inmediato y se muestra en desacuerdo con Enresa sobre el riesgo de un seísmo, ya que en su opinión «no es descartable» un terremoto de 5,5 de magnitud.

Tampoco comparte los impactos que Enresa prevé en cuanto a la disolución de minerales en el subsuelo por las aguas subterráneas. Según la estatal, el agua subterránea está en equilibrio con el medio rocoso por lo que los procesos de disolución derivados de la interacción agua roca no pueden generar riesgo de «subsidiencia apreciable», afirmación que la consultora no comparte.

En cuanto a la inundabilidad, este informe de evaluación no plantea problemas relevantes y coincide en que los cálculos de Enresa son adecuados y «suficientes para asegurar la idoneidad del emplazamiento frente al riesgo de inundación». La conclusión es que los terrenos seleccionados están «claramente considerados a salvo de inundaciones«. Respecto al estudio hidrogeológico presentado por Enresa en 2012 estima que «carece del nivel de detalle necesario para dar respuesta a un esquema conceptual de funcionamiento hidrogeológico lo suficientemente sólido que permita elaborar un modelo matemático que simule adecuadamente flujo subterráneo en el medio y pueda emplearse como herramienta predictiva».

De hecho, en materia de hidroquímica, la evaluación de URS advierte de que aunque las aguas saturadas en yeso no tienen en principio capacidad de disolución de este mineral, es probable que en el subsuelo se produzcan, de acuerdo con las simulaciones presentadas, la disolución de otros minerales, con «potenciales efectos sobre las características geotécnicas». Los extensos informes difundidos han formado parte del proceso de decisión en la evaluación del CSN sobre el emplazamiento elegido por el Gobierno el 30 de diciembre de 2011 para albergar el ATC en España.

Transparencia Internacional celebra la publicación de los informes del CSN sobre el ATC aunque denuncia que están «cercenados»

Europa Press / EFE.- El presidente de Transparencia Internacional, Jesús Lizcano, valoró de forma «positiva» que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) haya entregado los informes sobre la ubicación del almacén temporal centralizado (ATC) de residuos nucleares en Villar de Cañas (Cuenca), reclamados por la ONG a través del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno, pero lamenta que estos documentos estén «cercenados» con “páginas tachadas en negro» en algunos de ellos.

«Teníamos ciertas dudas de que nos fueran a dar los informes, así que la valoración es positiva», indicó Lizcano, que explicó que el presidente del CSN y la secretaria general se reunieron con ellos para informarles de que los iban a entregar y a publicar algunos más de los solicitados. De este modo, señaló que el regulador ha publicado 4 informes más además de los 2 que, a su juicio, «cuestionaban» el emplazamiento de Villar de Cañas (Cuenca) como lugar adecuado para albergar el ATC, donde se conservarán durante un siglo los residuos de alta actividad y el combustible gastado de las centrales nucleares españolas.

En concreto, ha explicado que han recibido los dos informes que mostraban una «opinión desfavorable» y «para contrarrestar», otros cuatro estudios con soluciones técnicas para solventar los problemas que podría tener la instalación, aunque no estiman el coste económico de estas medidas. «Lo principal es que se ha conseguido que se publiquen estos informes porque tienen un interés social», subrayó. Transparencia Internacional publicará en su página web los informes técnicos sobre el emplazamiento del ATC.

Sin embargo, Lizcano lamenta que en los informes están «tachados todos los documentos que han servido de base» a los autores para llegar a sus conclusiones. «Ese es el mayor inconveniente que hemos visto, porque se ha cercenado la información. En el informe de la ingeniería URS España, uno de los más importantes, hay 8 páginas finales en las que debían aparecer las conclusiones, que han sido tachadas en negro, por lo que creemos que esas circunstancias faltan a la transparencia que se esperaba «, señalaron desde la ONG. También lamenta Lizcano que se haya procedido de la misma forma en el documento de los técnicos del área de Ciencias de la Tierra del CSN.

«Nosotros advertimos que ciertos informes encontraban riesgos para la instalación del ATC en Villar de Cañas», relató Lizcano, que señaló que por este motivo acudieron al CSN «para que nos diera las informaciones al respecto sobre cómo se había elegido Villar de Cañas frente a 8 candidaturas, cuando éste lugar, según informes técnicos hidrológicos aparecía en último lugar«. «En los informes que se habían realizado, y que hasta ahora no teníamos, se desaconsejaba que se ubicara en esa zona porque podía haber elementos radiactivos que perjudicaran a la población», ha señalado. Si había otros criterios, Lizcano argumenta que «queríamos saber cuáles eran, por lo que pedimos al Consejo de Transparencia y Buen Gobierno (organismo público independiente) que nos los remitiera».