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El PSOE pide al Gobierno que no demonice el sector del autoconsumo

EFE.- La eurodiputada socialista Soledad Cabezón pidió al Gobierno «que no se demonice el autoconsumo», un sector emergente que considera clave para reducir la factura de los consumidores y aumentar la competitividad de las empresas. «Es fundamental tanto para reducir la tarifa del conjunto de los consumidores como para nuestras pymes», manifestó Cabezón tras reunirse en Bruselas con representantes del sector de la energía.

La eurodiputada socialista critica el Real Decreto que regula el autoconsumo de energía eléctrica por considerar que «va en contra del cambio de paradigma que se está dando en la Unión Europea respecto al modelo energético». «Perjudica el papel que tienen las energías renovables en la producción de electricidad y el papel del autoconsumo, un modelo descentralizado que ha venido para quedarse», prosiguió. Este proyecto de ley del Gobierno prevé que los autoconsumidores conectados a la red paguen unos cargos para contribuir a sufragar los costes del sistema, un cargo que el sector considera inasumible.

«Sería inviable», dijo la eurodiputada en una convocatoria conjunta en el Parlamento Europeo, donde también participó la consejera de Empleo, Industria y Energía, Francisca Luengo. La política canaria destacó, por su parte, que «para que las Regiones Ultraperiféricas (RP) como Canarias puedan transitar hacia en nuevo modelos energéticos más sostenibles, es un paso necesario el autoconsumo, ya que es la verdadera democratización de la energía». Insistió también en que «para eso hace falta voluntad política».

«No entendemos este Decreto y si volvemos al Gobierno lo derogaremos», pues aprobarlo sería una amenaza para el autoconsumo, precisó Cabezón. Este sector es «clave para la competitividad de nuestro tejido empresarial y productivo», añadió. También opinó que «es probable que haya cierto miedo, algo que se justifica con el déficit tarifario«, y pidió al Gobierno «amplitud de miras para tener una visión global del nuevo modelo energético que ya está promoviendo la Unión Europea».

Cabezón confió en que haya «una cierta sensibilidad, que no veamos fantasmas donde no los hay y no se demonice un sector que está empezando». La eurodiputada destacó las experiencias de países como Reino Unido o Alemania, cuyas cifras «ponen de manifiesto que el equilibrio entre el sistema tradicional y el autoconsumo es posible». En este sentido, desea que «no se entre en un enfrentamiento entre distintos tipos de consumidores, pues el beneficio es posible para el conjunto del sistema«.

De la confusión en el debate sobre el autoconsumo: ¿fomento, discriminación positiva o discriminación negativa?

El torrente informativo que ha provocado la propuesta de regulación del autoconsumo nos debe hacer recapacitar sobre tres posiciones diferenciadas pero que se están poniendo de manifiesto de forma confusa pero intencionada en este debate.

En primer lugar, en algunos medios de comunicación se lee la reclamación de que el Estado “fomente”, es decir que subvencione o beneficie las instalaciones en régimen de autoconsumo. Determinados sectores renovables reclaman esta opción, haciendo una grosera comparación con las políticas incentivadoras existentes en ciertos estados de Estados Unidos donde, por otra parte, existen graves problemas en las redes y, por tanto, su fomento está justificado. Algo que en España no es así, dada la capacidad existente en nuestras redes de transporte y distribución, el desarrollo renovable alcanzado y la potencia instalada de generación de nuestro país. Una posición de “fomento”, subvencionadora del autoconsumo, sería un despilfarro actualmente inasumible.

Una versión light de este fomento del autoconsumo sería la exoneración a las instalaciones en régimen de autoconsumo de los costes de acceso (por otra parte, engrosados por partidas que deberían afrontarse en los Presupuestos Generales del Estado, incluyendo la política de renovables pasada) y del impuesto a la generación que deben pagar todos los usuarios cuando utilizan energía generada en el régimen especial. En este caso, estaríamos hablando de discriminación positiva, entiéndase a favor del autoconsumo, frente al resto de consumidores. Tanto esta fórmula como la anterior provocaría un abandono del sistema general de suministro actual, al incluir incentivos para hacerlo, de forma que los consumidores restantes se tuvieran que hacer cargo del sistema, haciéndolo insostenible a medio plazo.

En tercer lugar, y de forma maniquea en el otro extremo, se sitúa la discriminación negativa, consistente en aplicar un conjunto de costes a la actividad que la hicieran prácticamente inviable. Es decir, un modelo disuasorio, que fuera más allá de la lógica económica, jurídica y moral aplicable. De hecho, quienes promueven las instalaciones en autoconsumo, son conscientes de la necesidad de utilización de los servicios de la red, por lo que, es necesario que participen y sufraguen los mismos. Lo que sí está claro es que el sector eléctrico es un sector en red y la solución debe proporcionarse en la red y asumiendo los costes de la red.

El autoconsumo puede ser en el futuro para el PP lo que la fotovoltaica, con su retribución, su regulación y su desmadre, ha sido al PSOE. Proponer una legislación disuasoria y extremista puede ser un bumerán para los populares. Por tanto, la pregunta es si el modelo propuesto, más cercano a la tercera vía que apuntamos, tiene visos de que se virtualice en una norma legal futura, así como si esta regulación propuesta va a gozar de estabilidad con posterioridad al cierre de este legislatura.

A la vista de la situación de nuestro modelo de suministro, la solución razonable pasa, evidentemente, por no subvencionar el modelo de autoconsumo, ni incentivarlo por la vía de discriminaciones positivas hacia el mismo, con el fin de no aumentar la sobrecapacidad conjunta del sistema, ni generar nuevas tensiones. No hay razón para ello. Al mismo tiempo, lo lógico es que se calculen los costes que deben afrontar estas instalaciones en paridad de condiciones con cualquier otro consumidor, evitando una discriminación positiva o negativa con el resto de consumidores.

Se hace necesaria una solución en red y con visión global.

Las inversiones en autoconsumo no se rentabilizarán hasta transcurridos 31 años

La Unión Española Fotovoltaica (UNEF) calcula que los consumidores domésticos que instalen sistemas de autoconsumo tardarán alrededor de 31 años en recuperar su inversión, debido a las cargas que introduce el borrador de normativa de esta actividad elaborado por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo. Según el director general de UNEF, José Donoso, la normativa de autoconsumo propuesta «es una apuesta por el pasado que quiere cerrar cualquier puerta a este modelo de generación distribuida» mediante el establecimiento de barreras económicas y administrativas.

Para Donoso, estos «ataques no están justificados desde el punto de vista económico» ya que, desde su punto de vista, la instalación de 200 megavatios (MW) de autoconsumo supondría un ingreso para el sistema eléctrico de sólo 15 millones de euros mediante el «impuesto al Sol». Actualmente hay unos 22 MW. El borrador de la normativa, que actualmente se encuentra en periodo de consulta pública en la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), fija una serie de cargos a los autoconsumidores conectados a la red, que el Ministerio justifica en la necesidad de que contribuyan a sufragar el coste de las infraestructuras.

Los cargos establecidos al autoconsumo energético se dividen en una parte fija o de potencia y otra variable, en función del consumo procedente de los equipos propios. La parte variable a su vez distingue entre el coste de acceso a redes, del que se exime al autoconsumidor, pero mantiene otros costes. Donoso se mostró de acuerdo con el pago del cargo por potencia y de la parte variable correspondiente al consumo de la red, pero no de que haya cargos de la parte variable en la electricidad que se autoconsume.

Donoso señaló que el texto no sólo mantiene el impuesto al sol del primer borrador, sino que «lo agrava», ya que el peaje de respaldo previsto para la energía autoproducida y autoconsumida pasa a denominarse en este nuevo texto cargos por autoconsumo, el peaje de acceso a las redes, con un descuento por los ahorros en transporte, más otros costes. «El impuesto al sol es más pequeño con respecto al anterior en términos absolutos, pero el término variable tiene unos recargos bastantes importantes«, afirmó Donoso, señalando que se trata «del mismo perro con distinto collar«.

Según UNEF, los consumidores domésticos necesitarán 31 años para amortizar la inversión, frente a los 13 años que precisarían en un entorno regulatorio favorable al autoconsumo, el que reclama la asociación, que incluyera el balance neto, que supone ceder a la red el excedente de energía generada a cambio de tomar de ella un equivalente cuando se necesite. En el caso de las pymes, el plazo para rentabilizar los equipos se situaría en unos 7,5 años, frente a los 4,4 años para el entorno favorable.

Según UNEF, la legislación vigente ya supone alargar los tiempos para amortizar el autoconsumo, hasta 16 años y 5 años en el caso de un hogar y una pyme, pero los borradores de la nueva normativa no han hecho más que ampliar estos periodos «hasta hacer prácticamente inviable su desarrollo«. Adicionalmente, añadió, la propuesta de normativa prohíbe el uso de baterías e incluso fija un cargo por si este veto se levantara. También impide compatibilizar el autoconsumo con el bono social de los consumidores vulnerables.

Incluso las condiciones más favorables establecidas para el autoconsumo en los sistemas extrapeninsulares (Islas Baleares, Islas Canarias, Ceuta y Melilla), con una exención de cargos hasta 2020 ya que la generación de electricidad por la vía convencional es más cara que el autoconsumo, según Donoso se limitan a ser un «cambio cosmético» y un período «insuficiente» para amortizar las instalaciones. De esta manera, el director general de UNEF augura que «el Gobierno está incentivando que cuando lleguen al mercado las baterías buenas la gente se desconecte del sistema», lo que supondrá una mayor pérdida de ingresos para el sistema eléctrico.

La normativa, según Donoso, establece tres tipos de autoconsumidores: para hogares (denominado suministro con autoconsumo, que no puede vender la electricidad excedente ni acudir a empresas de servicios energéticos), para servicios y pymes (que puede vender, pero sólo si es una empresa) y de línea directa (para inmuebles con autoconsumo conectados a otros sin autoconsumo, que no pueden vender energía). Según indicó, la nueva normativa convertirá a España, «el país del sol», en el país con la regulación «más dañina» con el desarrollo del autoconsumo.

Donoso avanzó que la asociación está «preparando todas las alegaciones» a la normativa y que, en caso de que se apruebe en los actuales términos, algo que no sucedería antes de noviembre según sus cálculos, la recurrirían en los tribunales nacionales y europeos. Asimismo indicó que varios grupos políticos, desde PSOE a Podemos o Izquierda Unida, UPyD y Ciudadanos se han comprometido a derogar la normativa si llegan al poder. UNEF añade que el desarrollo del autoconsumo fotovoltaico tendría una incidencia mínima en los ingresos del sistema, ya que cada 100 megavatios (MW) de autoconsumo supondrían una merma de 0,01% en los ingresos del sistema eléctrico, 2,2 millones de euros.

Industria exime al autoconsumidor de pagar las redes por lo producido pero les crea un nuevo cargo

Europa Press.- El Ministerio de Industria, Energía y Turismo eximirá a los autoconsumidores de pagar las redes eléctricas cuando estén produciendo electricidad para uso propio, si bien les crea un nuevo cargo, el «cargo por autoconsumo», para cubrir los costes de balance de su propia actividad. Además, las instalaciones en Baleares y Canarias tendrán una rebaja en el peaje para cubrir los costes de respaldo.

Este cambio conceptual aparece recogido en el borrador de decreto en el que se establecen las condiciones para la puesta en marcha de las condiciones para el autoconsumo de electricidad, en el que Industria dice hacer un esfuerzo por la «promoción de instalaciones de pequeño tamaño». En la memoria económica del borrador, Industria reconoce que «el aspecto más controvertido de la propuesta inicial» sobre autoconsumo fue el llamado peaje de respaldo, que se aplicaba al autoconsumidor por la electricidad que generara y consumiera con el objetivo de «contribuir» a los costes del sistema eléctrico, incluido el de las redes eléctricas.

A partir de ahora, Industria saca las redes de los costes del llamado autoconsumo instantáneo. En concreto, diferenciará entre un peaje para sufragar las redes, que el autoconsumidor solo costeará cuando esté vertiendo o recibiendo electricidad a la red, y los cargos del sistema, que el autoconsumidor deberá sufragar siempre, y que cubrirá desde las primas a las renovables hasta las anualidades del déficit tarifario.

Como novedad se crea un «cargo por autoconsumo«, destinado a «cubrir los servicios de balance necesarios en el mercado de producción». Este cargo «se aplicará sobre la energía autoconsumida, dado que se beneficia del respaldo del sistema aun cuando no consuma energía del mismo», señala Industria. Para justificar la medida, el Gobierno indica que el autoconsumidor «se beneficiará del respaldo que le proporciona el conjunto del sistema, aun cuando pueda estar autoconsumiendo electricidad producida por su instalación de generación asociada, al contrario de lo que ocurriría si este consumidor se encontrara aislado del sistema eléctrico«.

Sobre el coste de las redes de transporte y distribución, el departamento dirigido por Soria explica que «se aplicarán como contribución a la cobertura de los costes de dichas redes y serán aplicados considerando el uso real que se realiza de ellas». De esta forma, «no existirá aplicación de peaje de acceso a redes por la energía autoconsumida, teniendo en cuenta que no se hace uso de la red», señala el borrador de real decreto.

Asimismo, el borrador introduce una disposición en la que se establece una reducción del peaje de respaldo, hasta 2020, para las instalaciones ubicadas en los sistemas eléctricos extrapeninsulares. Esta disposición tiene como objetivo fomentar la participación de las fuentes de energía renovables, cogeneración de alta eficiencia y residuos que conllevaría la disminución de los costes de generación. Además, esta reducción es mayor cuanto mayor es la diferencia del despacho de costes variables en un sistema aislado y el precio del mercado peninsular. En este sentido, el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, ya afirmó que el autoconsumo tenía «mucho sentido» en lugares como Canarias.

Así, en la memoria del análisis del impacto del decreto, Industria señala que un consumidor que instalara una planta de generación de autoconsumo tendría un ahorro de entre 15 y 40 euros por megavatio hora (MWh) consumido, en función del peaje de acceso que le sea de aplicación. Mientras, en el caso del sistema, la implantación de 10 MW de potencia fotovoltaica, con unas horas medias equivalentes de funcionamiento de 1.600, podría suponer un ahorro para el sistema de hasta 30 euros por MWh, en función de la tarifa, en Baleares y de más de 100 euros MWh en Canarias.

Por otra parte, el borrador también reconoce la exención, igualmente hasta 2020, de los cargos para la recuperación de coste del sistema y del cargo por autoconsumo para instalaciones de cogeneración. En concreto, estas instalaciones deben cumplir una serie de requisitos por razones de interés en el fomento de la cogeneración sobre la base de la demanda de calor útil y del cargo por autoconsumo para los consumidores que implanten un sistema de eficiencia que cumpla una serie de requisitos.

El sector fotovoltaico cree que Industria persiste «en la misma filosofía del impuesto al sol» con su propuesta sobre autoconsumo

Europa Press / EFE.- La Unión Española Fotovoltaica (UNEF) indicó que, a pesar de las modificaciones introducidas en el borrador de decreto sobre autoconsumo enviado a consulta a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el Ministerio de Industria «persiste en la misma filosofía del impuesto al sol», salvo que ahora se divide en «dos conceptos«.

En este sentido, el director general de UNEF, José Donoso, considera que Industria mantiene «el mismo concepto» y se aleja así «de la línea en la que va el resto del mundo» de fomentar el autoconsumo pero sin barreras. Así, subrayó que se mantienen los peajes, «tanto por lo que consumes como por lo que no consumes, y le suma otra concepto», mientras que sólo se descuenta un porcentaje por las pérdidas en el transporte de la energía, aunque no se cuantifica en el texto.

Además, Donoso, que denuncia que el texto mantiene la retroactividad «a todas las instalaciones nuevas y las hechas en el pasado«, calificó de «broma de mal gusto» que se presente a consulta pública el borrador coincidiendo con el Día Mundial del Medio Ambiente, cuando el texto propuesto representa una «barrera económica» que desincentiva a invertir en sistemas de ahorro energético basados en las energías «limpias«.

Por su parte, el presidente de UNEF, Jorge Barredo, insiste en que «el impuesto al sol» vulnera la Constitución y dos directivas europeas. Por ello lamenta que no se hayan incorporado al texto ninguna de las apreciaciones realizadas por la industria, la sociedad civil, los organismos reguladores y los partidos políticos, advirtiendo que el proyecto afectará «muy gravemente» el desarrollo del autoconsumo energético y la generación distribuida en España y hará peligrar el cumplimiento de los objetivos de eficiencia energética.

En su opinión, el texto «es discriminatorio, atenta contra las libertades individuales y la eficiencia energética y vulnera la legalidad». El presidente de UNEF considera que el proyecto «pretende imponer de manera artificial un modelo energético del pasado, basado en las energías fósiles y en el mantenimiento del consumidor al margen de la generación de energía«. «Penalizar con un peaje extra al consumidor responsable que ahorra con un sistema de autoconsumo es como imponer un impuesto por estar ahorrando a quien decida abanicarse en vez de encender el aire acondicionado todo el día», señaló Barredo.

El presidente de UNEF lamentó que Industria «haya publicado prácticamente el mismo texto que ya se conocía, con unos mínimos cambios en la redacción por los que el anterior peaje de respaldo se divide ahora en dos impuestos al sol, pero manteniendo el mismo espíritu desincentivador«. El Ministerio de Industria ha remitido el texto a la CNMC y abrió el periodo de información pública. Los interesados podrán remitir sus observaciones en un plazo de quince días hábiles que empezará a contar con la publicación, en el Boletín Oficial del Estado (BOE), de la resolución que abre el trámite de audiencia.