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Alcanzar un 36% de generación renovable a nivel mundial en 2030 incrementaría el PIB global en un 1,1%

EFE.- Si se consiguiera un 36% de generación renovable en el mix energético global en 2030 supondría un incremento del producto interior bruto (PIB) a nivel mundial del 1,1%, equivalente a 1,3 billones de dólares, según Beneficios económicos de las energías renovables, un informe publicado por la Agencia Internacional de las Energías Renovables (IRENA) en el marco de su sexta asamblea, que analiza el impacto que tendría para la economía duplicar el porcentaje de generación renovable en 2030 respecto a niveles de 2010.

Alcanzar un 36% de generación renovable en 2030 supondría también la creación de 24,4 millones de empleos en el sector renovable para esa fecha, respecto a los 9,2 millones de personas a las que emplea en la actualidad. De esos 24,4 millones de nuevos empleos en 2030, 9 millones corresponderían al sector de los biocombustibles, 6,4 al solar, 5,5 al hidráulico, 3,3 al eólico y 0,2 a otras energías renovables. El aumento de generación renovable supondría también una notable reducción de las importaciones de carbón, gas y petróleo por parte de los países, de la que se benefician especialmente los países de la Unión Europea.

«Este nuevo análisis nos dice que la tan necesaria transición energética no sólo serviría para luchar contra el cambio climático, sino también para estimular el crecimiento económico y la generación de empleo», dijo Adnan Amin, el director del IRENA en la presentación del estudio. La IRENA celebró en Abu Dhabi su sexta asamblea con representantes de 150 países, entre ellos los principales artífices del acuerdo climático de París (COP21), que se vieron por primera vez tras la cumbre del clima.

Precisamente, en la lucha contra el cambio climático, Adnan Amin subrayó que, según datos de IRENA, se lograría reducir la mitad de las emisiones necesarias si las renovables supusieran ese 36% de la generación eléctrica global en 2030 para así mantener el calentamiento de la temperatura del planeta por debajo de los 2 grados. La otra mitad de emisiones podría disminuirse mediante la eficiencia energética.

Investigadores de la Universidad de Murcia aseguran que el cambio climático no afectará al sector fotovoltaico en Europa

Europa Press.- Una investigación liderada por profesores de la Universidad de Murcia ha concluido que los cambios en las condiciones atmosféricas producto del cambio climático, como el aumento de la nubosidad, no supondrá un riesgo serio para el desarrollo de la fotovoltaica en Europa.

El estudio afirma asimismo que, ni en el peor de los escenarios de futuro que se baraja con el cambio climático, la producción de energía fotovoltaica se verá afectada de manera importante en el continente europeo. Los investigadores del artículo, cuya autora principal es Sonia Jerez y en el que participan también Juan Pedro Montávez y José María López Romero, alcanzan estos resultados tras analizar un conjunto de simulaciones del clima futuro y el fuerte despliegue de instalaciones de energía solar fotovoltaica previsto en Europa.

El cambio climático no afectará de forma notable a la producción de energía fotovoltaica, ni en términos de producción media ni en los de su variabilidad temporal. Esta conclusión general se matiza en las regiones más septentrionales del continente, donde escenarios extremos de cambio climático anticipan una reducción del 10% de energía fotovoltaica a finales de siglo, aunque no hay un fuerte desarrollo en estas regiones. Al contrario que en los países ricos en recurso solar del sur, como España, en los que el impacto del cambio climático en la producción media sería insignificante, aumentando la estabilidad temporal del suministro, especialmente en su variabilidad diaria.

Los países de la Unión Europea en bloque serán los primeros en ratificar el acuerdo sobre el clima de París

Europa Press.- Los países de la Unión Europea en bloque serán los primeros del mundo en ratificar el Acuerdo sobre el Clima adoptado en la Cumbre Mundial en París el pasado 12 de diciembre, después de que se firme en la sede de la ONU en Nueva York el 22 de abril de 2016, según la directora general de la Oficina de Cambio Climático española, Valvanera Ulargui.

«En la Unión Europea vamos a ser los primeros en ratificarlo, que no quepa la menor duda. Vamos a ir todos los países en bloque. El compromiso que hemos realizado en París es el de reducir las emisiones en 2030 a un 40% respecto a 1990», explicó. El acuerdo internacional, jurídicamente vinculante, adoptado por 196 países para luchar contra el cambio climático en París, requiere de 55 países que supongan al menos el 55% de las emisiones mundiales de CO2 para entrar en vigor. Los países deberán ratificar el texto en el plazo máximo de un año a partir del 22 de abril de 2016.

El documento cubre las principales áreas identificadas como esenciales para alcanzar conclusiones relevantes. Según informa la Convención, en materia de mitigación requiere de una reducción de emisiones «lo suficientemente rápida» para lograr el objetivo de limitar el aumento de la temperatura a 2 grados centígrados. Con respecto a esto, Ulargui recordó que la Unión Europea está ahora mismo en un 23% frente al 40% que pretende alcanzar en 15 años, en relación a los niveles de emisiones de 1990. «Ahora estamos en un 23%, con lo cual el salto es enorme. hay que poner todas las maquinarias en marcha para reducir las emisiones en todos los sectores, no solo los sectores típicos», ha subrayado Ulargui.

Energía, eficiencia energética y transporte

Por ello, ha explicado que a mediados del próximo año los países europeos comenzarán a negociar un paquete de reformas en los ámbitos de la energía, la eficiencia energética y el transporte y ha recordado que ya existe una propuesta de la Comisión Europea para regular el comercio de emisiones, en la que figura la mayor parte de la industria. «Ahora lo que hay que dividir es la parte de sectores difusos. Ahí es donde el reparto todavía no se ha hecho entre Estados miembros y esa parte es un 30% de las emisiones que tenemos que empezar a repartir entre los Estados miembros», señaló.

La directora de la Oficina de Cambio Climático indicó que ya se sabe que el reparto se llevará a cabo conforme a un criterio de reparto per cápita, por lo que ha indicado que las estimaciones de reducción de emisiones en este sector que baraja el Gobierno de España es de entre un 28% y un 30%. «Tenemos ya una hoja de ruta 2020 y esa ruta la estamos revisando con vistas a que en 2030 tenemos que reducir un 30% más. Estamos trabajando ya dentro del Gobierno para identificar nuevas políticas y alcanzar ese objetivo independientemente de cómo vaya la negociación en Europa», aseguró.

Renovables no tienen marcha atrás

Al ser preguntada por un incremento de los incentivos a las renovables, Ulargui señaló que, a su juicio, lo que se ha hecho durante los últimos cuatro años ha sido «poner orden en el mercado, que estaba un poco desordenado en términos económicos«. De hecho, incidió en que las renovables han mantenido un 7% de rentabilidad y que el país «no ha dejado de cumplir objetivos» en cuanto a sus compromisos en la materia. Por otra parte, indicó que durante las próximas semanas sacará a subasta la instalación de 700 megavatios de energías renovables. «Estamos en la senda para cumplir con los objetivos», ha asegurado.

Por otra parte, en cuanto al Ejecutivo que se pueda formar tras las elecciones generales, la directora de Cambio Climático se mostró convencida de que la apuesta por las renovables es «un camino que no tiene marcha atrás». «Tendremos que ver cómo se plantea. Las renovables tienen que ser parte de la política de descarbonización de la Unión Europea y también de la política de descarbonización de España», concluyó Ulargui.

Fabius: «Los países cumplirán el acuerdo climático para no ser señalados»

EFE.- El presidente de la conferencia sobre el cambio climático (COP21) y ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, se mostró hoy convencido de que los países firmantes cumplirán con el acuerdo del pasado sábado ante el riesgo de la presión nacional e internacional en caso contrario.

«Si una parte no respeta sus compromisos, imagine la presión nacional e internacional que tendrá», señaló Fabius en una entrevista a la emisora de radio «Europe 1» que le preguntaba sobre la efectividad del compromiso dado que no se contemplan sanciones para los que no lo respeten.

Insistió en que «todos los países que no cumplieran esos compromisos, verían los efectos sobre su reputación».

El jefe de la diplomacia francesa reconoció las limitaciones del documento respaldado por los países participantes en la cumbre finalizada el sábado, pero subrayó que asienta una dirección y dice que «vamos a una economía descarbonizada», en la que las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en la segunda mitad del siglo tendrán que ser compensadas con pozos de carbono.

«Seamos claros: todo no estará arreglado con París, pero no se hubiera solucionado nada sin París», argumentó.

Fabius afirmó que el compromiso «fue extraordinariamente difícil» porque los países que lo adoptaron «son muy diferentes» y para salir adelante tenía que ser adoptado por «todo el mundo».

La ONU destaca las ventajas del acuerdo climático alcanzado en París

EFE.- El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, calificó hoy como «una póliza de seguro de salud para el Planeta» el reciente acuerdo alcanzado en París para combatir el cambio climático.

El acuerdo «puede beneficiar a toda la humanidad en las próximas generaciones», afirmó Ban en una declaración a los periodistas en la sede de la ONU. «Los países han adoptado una histórica decisión», agregó el secretario general de Naciones Unidas.

Ban estuvo en dos ocasiones en París haciendo un seguimiento de cerca de las conversaciones de la COP21 que comenzaron el 30 de noviembre y se cerraron el pasado fin de semana con un acuerdo global para evitar el calentamiento global. «El acuerdo de París es una victoria para la gente, para el bien común y para el multilateralismo», agregó. «Los países -añadió- han reconocido que los intereses nacionales se cumplen mejor actuando en favor del bien común».

Ban recordó que estas gestiones se habían convertido en una de sus principales prioridades desde que se convirtió en secretario general de la ONU, en 2007. «Nunca he perdido la fecha en que la comunidad internacional podría superar el desafío climático», insistió.

En sus declaraciones, Ban recordó que, como consta en el acuerdo, la firma de la convención se llevará a cabo en la sede de la ONU el 22 de abril próximo, coincidiendo con el Día Mundial de la Tierra.

«Invitaré tan pronto sea posible a los líderes mundiales para que vengan a Naciones Unidas para firmarlo, porque será el primer día del acuerdo universal cobre el cambio climático», agregó.

No obstante, según lo aprobado en París, la convención sólo entrará en vigor cuando la hayan ratificado al menos 55 de las partes involucradas, que sumen en total el 55 % de las emisiones globales.

Sedigas valora el acuerdo de la COP21 donde el gas «tiene mucho que aportar»

Europa Press.- La Asociación Española del Gas (Sedigas) ha valorado el «ambicioso acuerdo» alcanzado este fin de semana en París, en el marco de la COP21, ya que se trata de un nuevo marco global «donde el gas tiene mucho que aportar».

En un comunicado, el presidente de Sedigas, Antoni Peris, destaca que la implantación de gas natural para transporte terrestre y marítimo y en puertos, así como la utilización de gas en generación eléctrica, en lugar de combustibles más contaminantes, y una mayor presencia de equipos de climatización a gas en edificios de servicios y viviendas, «forman parte de la solución».

Según Peris, para la consecución de los objetivos hay dos elementos que están muy interrelacionados: «la mejora de la calidad del aire de las ciudades y la reducción de las emisiones de CO2».

En este sentido, el presidente de Sedigas subraya que «la mayor parte de medidas que se tomen para reducir la contaminación local, dirigidas a mejorar la calidad del aire que respiramos y la salud de las personas, también contribuirán a reducir las emisiones de CO2, principal causante de los gases de efecto invernadero».

Además, considera que es necesario «acelerar las medidas acordadas por la Unión Europea en relación con la fijación de un precio adecuado del carbono, que promueva la inversión en tecnologías limpias». Así, subraya que si se cumplen los objetivos europeos de un 40% menos de emisiones en 2030, «el gas natural podría tener una participación en el ‘mix’ de energía primaria del 26% al finalizar dicho periodo, en comparación con el 20% de 2014″.

El acuerdo de París contra el cambio climático, en 10 puntos

EFE.- La cumbre del clima (COP21) de París adoptó el primer acuerdo universal de lucha contra el cambio climático; repasamos los 10 puntos más destacados:

1. Objetivo: Mantener la temperatura media mundial «muy por debajo» de dos grados centígrados respecto a los niveles preindustriales, aunque los países comprometen realizar «todos los esfuerzos necesarios» para que no rebase los 1,5 grados y evitar así «los impactos más catastróficos del cambio climático».

2. Forma legal: El acuerdo adoptado es legalmente vinculante pero no la decisión que lo acompaña ni los objetivos nacionales de reducción de emisiones. No obstante, el mecanismo de revisión de los compromisos de cada país sí es jurídicamente vinculante para así garantizar el cumplimiento.

3. Reducción de emisiones: 187 países de los 195 que forman parte de la Convención de cambio climático de la ONU han entregado compromisos nacionales de lucha contra el cambio climático que entrarán en vigor en 2020 y se revisarán al alza cada cinco años. Los países que no lo han hecho deberán presentarlos para poder formar parte del acuerdo. Cada Estado se compromete a tomar las medidas necesarias para cumplir con su contribución, y los que quieran podrán usar mecanismos de mercado (compraventa de emisiones) para cumplir sus objetivos.

4. Revisión: Los países revisarán sus compromisos al alza cada cinco años, con la idea de ir aumentando la ambición con el tiempo para asegurar que se alcanza el objetivo de mantener la temperatura «muy por debajo» de dos grados.

5. Cumplimiento: No habrá sanciones, pero habrá un mecanismo transparente de seguimiento del cumplimiento para tratar de garantizar que todo el mundo hace lo prometido, y que advierta antes de que expiren los plazos si los países van o no por la senda del cumplimiento.

6. Meta a largo plazo: Las naciones se proponen que las emisiones toquen techo «tan pronto como sea posible», reconociendo que esta tarea llevará más tiempo para los países en desarrollo, y que se efectúen reducciones rápidas a partir de ese momento. Además, los países se comprometen a lograr «un equilibrio entre los gases emitidos y los que pueden ser absorbidos» en la segunda mitad de siglo, lo que viene a suponer cero emisiones netas, o dicho de otro modo: no se pueden lanzar más gases que los que el planeta pueda absorber por sus mecanismos naturales o por técnicas de captura y almacenamiento geológico.

7. Financiación: El acuerdo dice que los países desarrollados «deben» contribuir a financiar la mitigación y la adaptación en los Estados en desarrollo, y anima a otros países que estén en condiciones económicas de hacerlo a que también aporten voluntariamente. La intención de financiar debe ser comunicada dos años antes de transferir los fondos, de manera que los países en desarrollo puedan planificar con qué cantidades podrán contar. Las naciones ricas deberán movilizar un mínimo de 100.000 millones anualmente desde 2020 para apoyar la mitigación y adaptación al cambio climático en los países en desarrollo, así como revisar al alza esa cantidad antes de 2025.

8. Pérdidas y daños: Se reconoce la necesidad de poner en marcha el «Mecanismo de Pérdidas y Daños» asociados a los efectos más adversos del cambio climático, pero no detalla ninguna herramienta financiera para abordarlo.

9. Adopción: Tendrá lugar en una ceremonia de alto nivel en la sede de Naciones Unidas, en Nueva York, el 22 de abril de 2016.

10. Entrada en vigor: El nuevo acuerdo de París entrará en vigor cuando al menos 55 partes, que sumen en total el 55% de las emisiones globales lo hayan ratificado.

Satisfacción y prudencia ante el acuerdo de París que marca un camino aún por andar

EFE.- Tras la firma del primer acuerdo global contra el cambio climático, políticos, científicos, ONG y asociaciones del mundo analizan, entre la satisfacción y la prudencia, las consecuencias de un consenso que abre un camino hacia economías libres de emisiones aún por recorrer. «El acuerdo de París es un hito. Ahora el destino de la Tierra depende de cómo de rápido y con qué solidez lo apliquemos», afirma el profesor Ottmar Edenhofer, del instituto Potsdam de Investigación sobre el Cambio Climático.

Más cauto se muestra el portavoz de Equo en el Parlamento Europeo, Florent Marcellesi, quien asegura que el éxito de un pacto que considera «insuficiente» dependerá ahora de «cómo se interprete y se ponga en práctica en cada país y de la movilización social y política para exigir que se cumpla correctamente». El acuerdo está revestido de un complejo envoltorio legal que hace que sea legalmente vinculante en su conjunto, pero no en buena parte de su desarrollo (las llamadas decisiones), ni en los objetivos nacionales de reducción de emisiones.

Su fuerza reside en el mecanismo con el que periódicamente se revisarán los compromisos de cada país, que sí es jurídicamente vinculante, y coloca una alta presión internacional sobre los países para que hagan los esfuerzos necesarios. Aunque su efectividad está aún por ser demostrada. Las revisiones serán claves porque los objetivos puestos sobre la mesa no garantizan que el calentamiento global se quede «muy por debajo» del objetivo de los 2 grados Celsius ni del deseable de 1,5 grados, sino que llevarán a que a finales de siglo la temperatura se haya elevado en 2,7 o incluso 3 grados.

El acuerdo de París es un «punto de inflexión histórico» que por primera vez ha puesto de acuerdo tanto a los mayores países emisores como a los más vulnerables, a los más ambiciosos y los más escépticos, a los ricos y los pobres, contra el cambio climático. Pero una vez disipada la emoción que ha provocado esta victoria del multilateralismo en una época en la que la cooperación internacional está de capa caída, el experto de Carnegie Institution, Chris Field, avisa de que «no es el momento de la autocomplacencia», sino de actuar en innovación, energías limpias y desarrollo sostenible.

En este sentido, se antoja fundamental movilizar sumas que alcancen los «trillones», en palabras de Nigel Topping, director ejecutivo de We Mean Business, una coalición de empresas y organizaciones que ya trabajan en la acción climática. Por su parte, el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, dice que el acuerdo «manda una muy necesitada señal para disparar las inversiones públicas y privadas necesarias para llevar las economías hacia un mundo neutro en carbono» y reconoce que ejecutar el trabajo es ahora «una responsabilidad común».

El director ejecutivo de Greenpeace, Kumi Naidoo, va un paso más allá al proclamar el «fin de la era de las energías fósiles» tras la cumbre del clima de París (COP21). «Los inversores tienen que empezar a sacar el dinero del carbón, el petróleo y el gas. Y la gente que esté pensando en invertir tiene que hacerlo en renovables», señala Naidoo, quien agrega que «en los palacios de los países petroleros va a cundir el pánico, como debe ser».

El sector privado también ha participado de la COP21 y ha buscado mostrarse favorable al clima, como con el anuncio hecho por diez multinacionales, incluidas Dell, Kellogg, Sony, Thalys y Coca Cola, que durante la cumbre se comprometieron a fijarse objetivos de reducción de dióxido de carbono. O el paso dado por Google, que desveló durante la cita de París la compra de 842 megavatios de energías limpias para sus centros de datos, con el objetivo final de triplicar sus renovables de aquí a 2025.

Como nota negativa, dos de los sectores que más emisiones generan, la aviación y el transporte marítimo, se han quedado finalmente fuera del acuerdo, pese a que la Unión Europea defendió introducir una mención en el texto que sirviera como trampolín para impulsar las negociaciones internacionales en torno a esos dos ámbitos. «Que no se mencione la aviación y el transporte marítimo es una debilidad clave del acuerdo: sin acción en estos sectores, limitar el aumento de temperatura a 1,5 grados es imposible», afirma Andrew Murphy, de Transport & Environment. Murphy recalca que ahora ambos sectores tendrán que hacer de algún modo «una contribución justa» a los objetivos del acuerdo.

Las organizaciones ecologistas piden mayor esfuerzo en el cierre de las negociaciones climáticas de París y critican a la Unión Europea

EFE.- La Red de Acción sobre el Clima (CAN, por sus siglas en inglés), alianza que engloba a varias de las principales ONG medioambientales del mundo, reconoció el rápido avance en las negociaciones para alcanzar un acuerdo, pero pidió más esfuerzo en cuestiones como la financiación. De hecho, otorgó su premio diario «Fósil» a la Unión Europea por la «falta de ambición» que, según la ONG, el bloque está mostrando en las negociaciones climática de la cumbre de París (COP21).

El director de Estrategia y Políticas de la organización Union for Concerned Scientists, Alden Meyer, consideró que «hay claramente algo de progreso: se ha resuelto el asunto del límite para la temperatura, y también la neutralidad de emisiones para la segunda mitad de siglo«. Sin embargo, puntualizó que en la financiación «queda mucho trabajo por hacer», sobre todo en lo referido a los fondos para la adaptación de los países en desarrollo antes de 2020.

La cumbre del clima (COP21) de París avanza con buen paso para lograr un acuerdo global de lucha contra el calentamiento estos días, según indicó el presidente de la reunión, el ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, durante la presentación esta noche de un nuevo borrador de acuerdo. El nuevo documento, en el que prácticamente han desaparecido los corchetes (apenas quedan 48 frente a los 365 que tenía antes), ya tiene «la forma» del acuerdo legal que prevén adoptar 195 países más la Unión Europea.

Neutralidad de emisiones desde 2050

«Estamos muy cerca de la meta, y confiamos en que se resuelva», señaló Meyer, que agregó que la cuestión de la diferenciación entre países desarrollados y en desarrollo «sigue entre corchetes», aunque concedió que parece haber consenso en que los 100.000 millones de dólares que deberán ser movilizados anualmente son responsabilidad de las naciones ricas. Alabó que se incluya el objetivo de la neutralidad en emisiones de gases de efecto invernadero durante la segunda mitad del siglo, lo que «envía un mensaje fuerte al sector financiero sobre por dónde deben ir las inversiones». «Hay que resolver las cuestiones pendientes», enfatizó.

Por su lado, la responsable climática de Oxfam, Kelly Dent, señaló que en el texto sometido a análisis hay «ganancias», como la referencia a los objetivos de financiación posteriores a 2020, y «pérdidas», como que desaparece la alusión a los derechos humanos en el artículo dos del documento. También llamó la atención sobre que la controvertida cuestión de la creación de un mecanismo de «pérdidas y daños» para los países más vulnerables al cambio climático sigue abierta, algo que a su juicio es «muy importante».

Por su lado, Greenpeace, criticó que «lo que hay ahora en la mesa todavía no es suficientemente bueno». La organización ecologista cree que los actuales objetivos de emisiones no dejarán por debajo de 1,5 grados centígrados el calentamiento global y «este borrador no hace absolutamente nada por cambiar eso». «Presenciamos una muestra de impotencia internacional», sentencia Greenpeace, que cree que se está «cerrando la puerta a nuestra mejor oportunidad para evitar el calentamiento». Mientras, Ecologistas en Acción indicó que «la cumbre del clima de París se dirige hacia un acuerdo de mínimos, claramente descafeinado y sin ambición ni herramientas objetivas para convertirse en un instrumento eficaz contra el cambio climático».

Críticas a la ambición europea

Por otro lado, el contra-galardón otorgado a la Unión Europea «trata de empujar a sus líderes a que «prediquen con el ejemplo y presionen para lograr un acuerdo climático lo más sólido posible» en las negociaciones que han entrado ya en su recta final. En concreto, la CAN critica que los Veintiocho supuestamente se opusieran a que se incluyese en el texto del acuerdo una mención a la necesidad de descarbonizar completamente las economías, a pesar de que lideran la autodenominada «coalición por una ambición muy alta» en la COP21.

Esa agrupación de varios centenares de ONG afirmó que la Unión Europea también se unió a los países que se oponían a que el texto pida un aumento de las reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero antes de 2020, una postura que el director de la CAN, Wendel Trio, consideró «contradictoria». «La falta de un verdadero liderazgo de la Unión Europea no nos ayuda para conseguir un acuerdo significativo», señaló. Durante esta cumbre climática, la CAN ha otorgado su premio Fósil del día a India, Venezuela, Arabia Saudí, Bélgica y Dinamarca, entre otros.

La ONU alienta al acuerdo en la Cumbre de París y Estados Unidos subraya su compromiso

EFE.- El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, expresó su confianza en que se logrará un acuerdo positivo en la cumbre del clima de París (COP21), durante la visita que realizó a Finlandia para conmemorar el 60 aniversario de la entrada del país nórdico en la ONU.

«Aunque todavía quedan algunas cuestiones pendientes, estoy cada vez más alentado al constatar que existe un creciente impulso político y que los líderes han mostrado un fuerte compromiso al indicar a sus negociadores que es el momento adecuado para actuar», afirmó Ban en una rueda de prensa celebrada en Helsinki.

El máximo dirigente de la ONU reiteró su llamamiento a los países desarrollados a asumir su responsabilidad histórica sobre el calentamiento global. Al mismo tiempo, pidió a los países en vías de desarrollo que «hagan más», dentro de sus posibilidades, para frenar un cambio climático que afecta a toda la humanidad.

«Este es un momento crítico para que todos los países se unan por el bien de nuestro planeta y de la humanidad», resaltó.

EEUU está comprometido con la causa

El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, advirtió hoy de que un fracaso en la cumbre climática de París tendría «consecuencias históricas» y urgió a todas las partes a actuar para lograr un acuerdo ambicioso, pero que tenga en cuenta las capacidades de cada país.

«No nos equivoquemos. Si la comunidad internacional no es capaz de unirse y sigue rechazando actuar ante estas amenazas, si continuamos permitiendo que las obstrucciones premeditadas hagan descarrilar la urgencia de este proceso, seremos responsables de un fracaso colectivo y moral de consecuencias históricas», dijo Kerry. También avisó de que esto repercutirá negativamente no solo en la vida de las actuales generaciones, sino también en la de «nuestros hijos y nietos».

«Estamos determinados a tener éxito en París», aseguró Kerry, quien indicó que la COP21 no sellará un «techo» sino un punto de partida para los esfuerzos en la lucha contra el cambio climático en las próximas décadas.

Kerry abogó por un acuerdo «global, inclusivo, ambicioso y sostenible» con un alto grado de flexibilidad que reconozca la situación diferente en la que se encuentre cada país, pero sin dejar de mantener la «responsabilidad común» que supone la lucha contra el calentamiento global.

EEUU doblará para 2020 la ayuda pública para políticas de adaptación

Por otra parte, Kerry, anunció que su país doblará para 2020 la ayuda pública que concede a los países en desarrollo para que pongan en marcha políticas de adaptación al cambio climático. Kerry recalcó que Estados Unidos destina 2.500 millones de euros anuales a financiación climática.

De esa partida, «más de 400 millones» son subvenciones concedidas a países en desarrollo para iniciativas de adaptación ante el cambio climático, explicó el jefe de la diplomacia estadounidense, que reconoció que «se necesita más». «Por ello, me satisface anunciar hoy que EEUU se ha comprometido a doblar sus inversiones publicas con subvenciones a la adaptación climática para 2020»

La Celac quiere un acuerdo vinculante pero diferenciado por países

La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) está a favor de lograr un acuerdo jurídicamente vinculante en la cumbre del clima de París (COP21), aunque con responsabilidades diferenciadas para países desarrollados y en desarrollo.

En una declaración acordada en el seno de la Celac, los países que integran esta comunidad abogan por lograr un acuerdo que evite que la temperatura del planeta aumente más de dos grados y que refleje la voluntad de los países del Norte de financiar y transferir tecnología en materia de mitigación y adaptación a los del Sur.