Entradas

El Gobierno presume de su «batería de proyectos» contra el cambio climático «sin precedentes» en España

Europa Press.- El secretario de Estado de Medio Ambiente, Pablo Saavedra, defendió la actuación del Gobierno al lanzar una «batería de proyectos de lucha contra el cambio climático sin precedentes en España», al tiempo que apostó en el futuro por avanzar en la eficiencia en el uso de los recursos, la innovación tecnológica y el conocimiento para afrontar «este desafío global».

«Por primera vez en la historia, las siete economías más ricas del mundo están de acuerdo en finalizar su dependencia de los combustibles fósiles», destacó. En este contexto, subrayó la «importante aportación» de iniciativas como los Planes de Impulso al Medio Ambiente (PIMA) durante la legislatura. En concreto, Saavedra ha explicado que los PIMA contribuyen a incentivar la economía baja en carbono y la inversión privada para renovar el parque de vehículos comerciales (PIMA Aire); las infraestructuras hoteleras de nuestro país (PIMA Sol); el parque de maquinaría agrícola (PIMA Tierra); el de autobuses y transporte de mercancías (PIMA Transporte) y de mejora en el tratamiento de los residuos (PIMA Residuos).

Además, Saavedra resaltó también los Proyectos Clima, cuyo objetivo es el desarrollo de iniciativas que reducen emisiones en sectores como el transporte, la agricultura o los residuos (los denominados sectores difusos), a la Hoja de Ruta sobre los Sectores Difusos y al Grupo Español de Crecimiento Verde, al que ya se sumaron 37 empresas españolas. Asimismo, se refirió a la iniciativa Un millón de compromisos por el clima, con la que el Ministerio busca impulsar la mejora del conocimiento sobre el cambio climático y que los ciudadanos conozcan que acciones concretas puedan adoptar en su día a día para contribuir.

A juicio del secretario de Estado de Medio Ambiente, es preciso avanzar la eficiencia en el uso de los recursos, la innovación tecnológica y el conocimiento «para afrontar este desafío global». Saavedra recordó que 2015 es un año fundamental en las negociaciones internacionales de cambio climático, ya que el próximo diciembre se celebrará la Cumbre del Clima del París y los gobiernos de los distintos países están presentando sus contribuciones ante Naciones Unidas, de acuerdo con el mandato que surgió en la Cumbre del Clima de Lima el año pasado.

«El mundo empresarial y financiero, la sociedad civil y muchos gobiernos estamos trabajando intensamente a nivel técnico, en las negociaciones, y a nivel político para que este entorno social favorable propicie un acuerdo en la COP21 de París», ha asegurado. Finalmente, Saavedra hizo visible su optimismo sobre la lucha contra el cambio climático porque la pregunta no es si apostar o no por una economía baja en carbono sino saber cuánto se tardará en conseguirlo.

La Unión Europea debe aumentar su inversión en captura de CO2 para cumplir sus objetivos climáticos según explica un informe

Europa Press.- Los países de la Unión Europea necesitan incrementar «significativamente» su inversión en captura y almacenamiento de carbono (CO2) para cumplir con sus objetivos de cambio climático y mostrar con mayor urgencia y determinación el desarrollo y despliegue de esta tecnología. Así lo pone de manifiesto un nuevo informe publicado por el Instituto Grantham de Investigación sobre Cambio Climático y Medio Ambiente de la London School of Economics and Polítical Science y el Instituto Grantham en el Imperial College de Londres.

El documento estima que la inversión necesaria para instalar 11 gigawatios de electricidad generada con carbón capturado y almacenado para 2030 oscila entre 18.000 y 35.000 millones de euros, según se admite en el Mapa de Energía de la Comisión Europea. Sin embargo, las políticas europeas únicamente han provisto de 1.300 millones para el desarrollo de esta tecnología y pocos estados miembro han lanzado algunos incentivos para fomentar esta tecnología.

El informe indica que la Hoja de Ruta de la Energía de la Unión Europea para 2050 para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, en línea con los objetivos para evitar un aumento global de la temperatura mayor de 2 grados centígrados, incluye el desarrollo de las tecnologías de captura y almacenamiento de CO2. Además, señalan que aunque la Unión Europea tiene algunos proyectos de almacenamiento de CO2 en desarrollo, ninguno está funcionando comercialmente. El informe pone de ejemplo a Norteamérica, donde hay 13 instalaciones de captura y almacenamiento de CO2 en funcionamiento y 6 más en construcción.

Los autores instan a la Unión Europea a diseñar una nueva estrategia para aumentar la ambición y acelerar la acción en los Estados Miembro. Concretamente, recomiendan tanto al sector público como al sector privado que proporcionen un mayor apoyo a esta tecnología. «Por encima de todo, la Unión Europea debe mostrar mayor urgencia y determinación para desarrollar la captura y el almacenamiento de carbono, ya que, de otra manera, no será posible contribuir hacia los objetivos de demanda y de reducción de gases de efecto invernadero, o podrán hacerlo pero con una dificultad más significativa y con unos esfuerzos de gasto mayores», insiste el documento.

El informe sugiere que la principal barrera de progreso es el coste de esta tecnología. En este sentido, sugiere que acometer proyectos de captura y almacenamiento de carbono a costes competitivos respecto a las plantas de combustibles fósiles, que aumentan continuamente las emisiones de gases de efecto invernadero en los mercados de generación de electricidad de la Unión Europea, debería ser de 35 a 60 euros por tonelada de dióxido de CO2 en plantas de carbón y de 90 a 105 euros la tonelada de CO2 en plantas de gas.

Otras de las acciones recomendadas se dirigen más directamente a lograr fondos para la investigación y el desarrollo, como la creación de un nuevo mecanismo de financiación en las fases tempranas de los proyectos de captura y almacenamiento que incluyan incentivos financieros para la generación de electricidad utilizando el carbón procedente de la captura y el almacenamiento, así como el incremento del apoyo por parte de las instituciones financieras y de los objetivos obligatorios con el fin de estimular más la acción del sector privado.

Más de un 94% de los españoles es favorable a reducir las emisiones de CO2, según una encuesta mundial

Europa Press / Servimedia.- Así se refleja en la encuesta World Wide Views Climate and Energy, que se ha realizado en 80 países diferentes, y que añade que la mayoría considera que los acuerdos alcanzados por la ONU desde 1992 son insuficientes para frenar el calentamiento del planeta. Además, el 80% de los españoles cree que el cambio climático debería ser una «prioridad nacional» pero sólo el 11% cree que es en realidad una prioridad para el Gobierno Rajoy, frente al 33% de los europeos.

En la encuesta, el 94% cree que España debería tomar medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero incluso si el resto de los países no lo hace. Esta idea es común a la de la mayoría de los europeos respecto a sus propios estados. Los datos completos pueden consultarse en la página de Internet http://climateandenergy.wwviews.org/results/ En concreto la mayoría de los españoles consultados (88,03%) considera además que los acuerdos alcanzados por la ONU desde 1992 no son suficientes para frenar el cambio climático; opinión que comparten los europeos (79,73%) y la mayoría de la población mundial (71,13%).

En este ámbito, casi de forma unánime los encuestados creen que al contrario de lo que ocurrió en la Cumbre de Copenhague, en la próxima Cumbre del Clima de París se alcanzarán acuerdos para evitar que la temperatura del planeta aumente en más de 2 grados centígrados, que es el umbral que los expertos fijan como límite para evitar las consecuencias más dañinas del cambio climático. En su mayoría, los ciudadanos consideran que los acuerdos de París deben incluir objetivos vinculantes a corto plazo y el compromiso de actualizar las políticas climáticas cada cinco años. Además, están mayoritariamente a favor de que los países publiquen informes anuales de sus progresos.

Asimismo, el 77,78% de los españoles y el 71,56% de los europeos estima que las medidas para adaptarse al cambio climático pueden suponer una oportunidad para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. La consulta refleja también que los españoles tienen menos confianza que el resto de los europeos en las soluciones tecnológicas al problema de las emisiones a gran escala, un 29,06% frente a un 39,05%. En cambio, están ligeramente por encima de la media europea en cuanto al apoyo a las subvenciones a las renovables, un 62,39% frente a un 50,86%; apoyo que comparten con el resto de países del arco mediterráneo.

En línea con el resto de europeos, la mayoría de los ciudadanos españoles encuestados opina también que los 100.000 millones de dólares (unos 88.600 millones de euros) al año que los países desarrollados prometieron destinar hasta 2020 para la mitigación del cambio climático en los países en vías de desarrollo deberían extenderse más allá de esa fecha. En lo que sí destacan los españoles es en el papel que otorgan a la adopción de nuevas prácticas socioeconómicas, como la inversión en transporte público o el consumo local, en la reducción de emisiones, puesto que un 46,15% es favorable a este cambio de hábitos, un porcentaje claramente superior al del resto de europeos (27,88%) e incluso a la media global (20,58%).

World Wide Views Clima y Energía es una consulta participativa sobre energías y cambio climático que cuenta con el apoyo de la Convención Internacional de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, la consulta ha recabado la opinión de más de 8.000 ciudadanos en 80 países; entre ellos Estados Unidos, China, Rusia, India, Pakistán y la gran mayoría de estados europeos. Destaca también la participación de Afganistán, Nepal o Palestina. El mecanismo de la consulta deliberativa ha sido idéntico en todos los países. Asimismo, la selección de ciudadanos se ha hecho atendiendo a los criterios demográficos de cada país, de modo que el resultado final componga una fotografía global de la opinión pública nacional e internacional.

Amigos de la Tierra reclama un acuerdo «ambicioso y obligatorio» en la Cumbre del Clima de París

Europa Press.- La organización Amigos de la Tierra presentó la campaña De camino a París; A cinco meses del inicio de la Cumbre del Clima de París, la organización considera que el acuerdo internacional de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero necesita ser «lo suficientemente ambicioso para evitar las peores consecuencias» del cambio climático. Además, considera indispensable que la forma jurídica del acuerdo sea estricta para forzar a los estados a cumplir con las promesas que formalmente se están anunciando ante Naciones Unidas.

Para la ONG, ante la trayectoria del proceso de negociación y la injustificada falta de avances, es necesario que sea la ciudadanía la que lidere el cambio de sistema hacia un modelo social y económico que respete los límites de La Tierra. Para el responsable del área de clima y energía de Amigos de la Tierra, Alejandro González, hablar de luchar contra el cambio climático y la reducción de las emisiones significa en realidad cambiar el modelo agrícola, el modelo de transportes, y centrarse en la economía para no generar residuos. «Por encima de todo hay que cambiar el modelo energético: consumir menos energía, de origen renovable y asequible para todas las personas«, añadió González.

La campaña reunirá testimonios sobre los impactos del cambio climático en las personas, cómo están afectando las prospecciones de petróleo y fracking o la deforestación. A su vez, la nueva web de la organización recopilará las experiencias y alternativas ciudadanas que están logrando dar los primeros pasos para avanzar en su lucha: energías renovables gestionadas de manera participativa y distribuida o la agricultura familiar. La nueva web de la campaña está disponible en varios idiomas y llevará las peticiones ciudadanas a París en noviembre: https://www.wearetheenergyrevolution.org/es/sobre-nosotros/

WWF celebra que Noruega, el fondo soberano de inversión más rico del mundo, deje de invertir en proyectos con carbón

Europa Press.- La organización ecologista WWF aplaude que el fondo soberano de inversión estatal de Noruega, que con 900 millones de euros  es el más rico del mundo, vaya a retirar sus inversiones en compañías cuyos ingresos procedan en más de un 30% de la extracción de carbón o de la producción de energía con carbón, de acuerdo con la decisión del Comité Financiero del Parlamento noruego.

Será este viernes cuando probablemente se confirmará esta decisión que apoyan todos los partidos políticos de Noruega y las organizaciones ambientales. La decisión parlamentaria señala que los inversores comprenden con claridad que el carbón «es una mala inversión», «no es ética» y su consumo impulsa el cambio climático, junto un declive estructural del mercado de carbón, principalmente con las nuevas restricciones para el uso del carbón en China. Además, WWF resalta que «puede transformar la forma en que los inversores, los gobiernos y el público ven a los combustibles fósiles».

En definitiva, WWF destaca que «este hito noruego» propone un reto de alto nivel a los políticos que se reunirán en Alemania para las discusiones climáticas de la ONU y el G7. Finalmente, WWF subraya que ahora deben asegurarse de que su ambición por un nuevo acuerdo climático, que será firmado en diciembre, concuerde con las ambiciones del sector financiero. «WWF espera que estas decisiones de retirada de inversión fortalezcan su determinación», concluye la organización.

Nace la mayor alianza española para luchar contra el cambio climático con la vista en la Cumbre de París

Europa Press / Servimedia.- Más de 400 organizaciones entre las que figuran asociaciones de defensa del medio ambiente, un centenar de ONG de Desarrollo, la Plataforma del Tercer Sector y entidades que promueven las energías renovables se unieron en la Alianza por el Clima con el objetivo de impulsar la movilización de los ciudadanos para frenar la emisión de gases de efecto invernadero en España.

Estas organizaciones presentaron un manifiesto titulado Cambiar el clima tiene un precio, ¿quién lo pone?¿quién lo paga? orientado tanto a lograr un cambio de las políticas climáticas acordes a las recomendaciones del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) como a promover una mayor conciencia entre la sociedad de su propia responsabilidad en el calentamiento global. En la presentación, el científico de la Universidad de Castilla-La Mancha, José Manuel Moreno, criticó a quienes niegan el cambio climático o la influencia del hombre en este proceso y reclamó avanzar «hacia una emisión nula de CO2» para que la temperatura no haya subido 4 grados hacia el 2100, «un reto sin precedentes que solo será posible si todos se ponen de acuerdo».

Según explicó, la realidad del aumento global de la temperatura es «inequívoco» para numerosos informes y aseguró que sus efectos «ya son observables» en ecosistemas de todo el mundo y, especialmente, en los océanos. Además, subrayó que quienes niegan la incidencia del hombre en el aumento de las temperaturas «solamente tienen opiniones» mientras que las evidencias científicas sobre el cambio climático son confiables «al 95%». «Independientemente de lo que hagamos, el clima seguirá cambiando en los próximos 30-40 años porque ya hemos puesto en la atmósfera el material suficiente para que se produzca. Sólo en la medida en que nos movilicemos ahora, dentro de unas décadas veremos los efectos», indicó.

En este sentido, los responsables del manifiesto destacaron la importancia del año 2015 en la lucha contra el cambio climático, debido a la Cumbre de París (COP21) que se celebrará a finales de año y que será «trascendental» para determinar las acciones que se llevarán a cabo en los próximos años. Por otra parte, estas asociaciones resaltaron el factor de «injusticia» que representa el cambio climático para las regiones y países donde la población es más pobre ya que son «los menos responsables y quienes tienen menos recursos para hacer frente a los cambios que está provocando el cambio climático. Luchar contra la pobreza implica también luchar contra las condiciones ambientales que impiden el desarrollo«.

Igualmente, aseguran que, en España, los efectos de un aumento de la temperatura media serán, entre otros, un impacto negativo sobre cultivos básicos para la economía, un aumento de la desertización y la prolongación de las sequías, y un aumento del nivel del mar. A nivel global, señalan que, de producirse efectivamente un incremento de la temperatura superior a los 2 grados, existirá el riesgo de que peligre la producción de alimentos mundial, además de otros impactos sobre el patrimonio natural y consecuencias sobre la economía de todas las regiones.

En relación a esto, el manifiesto presentado por las organizaciones incide  en que «todo el mundo tiene responsabilidad» como fruto de su «comportamiento en el consumo o en el transporte». «Hay además muchas grandes corporaciones que hacen su negocio manteniendo un sistema productivo contaminante; son el auténtico freno para el cambio a un modelo de producción y consumo limpio y sostenible. Su enorme capacidad de influencia en las políticas de los gobiernos es uno de los escollos a los que nos enfrentamos», dice el manifiesto.

Agricultores, niños y países subdesarrollados

Varias personas de perfiles diversos ofrecieron su punto de vista y experiencia sobre el cambio climático. Así lo hizo Carlos Almarcha, un agricultor ecológico de Murcia que se refirió al «cambio de patrón» experimentado por las lluvias desde hace 50 años, lo que afecta al rendimiento de sus cultivos de almendros. Por su parte Tata, ciudadano de Mali, manifestó las dificultades de los países africanos como el suyo, donde «no tenemos electricidad, y mucho menos energías renovables» y «necesitamos primero agua y poder comer», dijo. Asimismo Juana, una alumna de 11 años del colegio público Príncipes de Asturias, expresó sus dudas con respecto al futuro con una pregunta a la audiencia «¿qué planeta nos va a quedar a los niños?».

Por ello, las organizaciones hicieron un llamamiento a conformar una ciudadanía «consciente de los problemas y de las soluciones» que haga posible «una acción política clara, urgente y transformadora». Además, convocaron una acción en diez ciudades españolas el próximo sábado para reclamar la puesta en marcha de políticas que conduzcan a la sustitución de la energía basada en los combustibles fósiles y la energía nuclear por energías renovables. En Madrid, la movilización tendrá lugar en el Parque del Retiro y las organizaciones piden a los asistentes que traigan consigo pijamas, gorros de dormir o despertadores para reivindicar la necesidad de «despertar» en lo referente a la importancia de la cuestión.

La Alianza por el Clima agrupa más de 400 entidades en España unidas por el interés común de impulsar un cambio real hacia un futuro sostenible con energías renovables. Entre ellas se encuentran las plataformas Coalición Clima, Coordinadora de ONGD, Cumbre Social, Foro de Acción Rural, Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, Plataforma Rural, y la Plataforma del Tercer Sector.  También forman parte de ella ONG y sindicatos como Avaaz, Ecodes, CCOO, UGT, USO, UPA, COAG, CECU, Asgeco, Hispacoop, Manos Unidas, InspirAction, ONGAWA, Oxfam Intermon, Caritas, Alianza por la Solidaridad, REDR, Reder, Aproca, Fundación Renovables, Acción en Red, Ecooo, Attac, WWF, SEO Birdlife, Greenpeace, Ecologistas en Acción, Amigos de la Tierra y Fundación Global Nature.

 

Estados Unidos, Canadá y México crean un nuevo grupo de trabajo sobre cambio climático

Europa Press.- Los ministros de energía de los países de América del Norte conformaron un nuevo grupo de trabajo sobre cambio climático, diseñado para ayudar a Canadá, Estados Unidos y México a armonizar sus políticas. No habrá metas vinculantes, pero se mejorará la cooperación y se integrará más las políticas relacionadas al cambio climático en las discusiones sobre energía entre los países, según indicó el ministro de Recursos Naturales de Canadá, Greg Rickford.

Los tres gobiernos cooperarán en estos temas, que incluyen la eficiencia de las redes eléctricas, buscar tecnologías más limpias en el sector de la energía y alinear sus normas para controlar las emisiones de petróleo y gas del sector. El acuerdo se conoce cuando el Gobierno de Canadá y el de Estados Unidos están enfrentados por los retrasos sobre el oleoducto Keystone XL, propuesto por TransCanada Corp y que conectaría a la región de arenas bituminosas de Alberta con la costa del Golfo de México. Grupos de ecologistas realizaron una agresiva campaña contra el proyecto mientras que Barack Obama cuestiona los beneficios económicos del proyecto, indicando que no lo aprobaría.

Canadá, entre tanto, prometió reiteradamente en los últimos años que aplicaría normas a las emisiones del sector del petróleo y gas, sólo para postergar dichos planes. En diciembre, el primer ministro canadiense, Stephen Harper, dijo que sería una «locura» el aplicar nuevas normas en momentos en que los precios globales del crudo se están desplomando. Sin embargo, Rickford aseguró que su país se alinearía con las normas recientemente propuestas en Estados Unidos para reducir las emisiones de metano de las operaciones de petróleo y gas como parte del acuerdo. Asimismo, indicó que esto podría llevar a otras regulaciones para las compañías del sector en Canadá.

García Tejerina y Felipe Calderón piden un compromiso «claro» en París contra el cambio climático

Europa Press / Servimedia.- La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina y el expresidente de México y presidente de la Comisión Global sobre Economía y Clima, Felipe Calderón, incidieron en la necesidad de que todos los Estados adopten un compromiso «claro», «global» y «solidario» durante la próxima Cumbre de París sobre el clima para cimentar el desarrollo y el crecimiento económico en patrones de sostenibilidad.

En el marco de unas jornadas sobre las Negociaciones Internacionales de Cambio Climático celebradas en la Universidad Pontificia de Comillas, Tejerina subrayó que el eje principal del acuerdo que se suscribirá en París debe estar en «las contribuciones y los objetivos de reducción de los gases de efecto invernadero a los cuales cada Estado debe comprometerse«. Así, incidió en que las medidas que tomen los principales emisores mundiales de gases de efecto invernadero «serán decisivas», junto con los compromisos particulares del resto de países, entre los que figura la Unión Europea, con el compromiso de reducir sus emisiones, en conjunto, al menos un 40% para el 2030 respecto a 1990.

«En la actualidad, más del 60% de las emisiones corresponden a cinco países: China, Estados Unidos, India, Rusia y Japón», recordó García Tejerina, que destacó que «la Unión Europea es responsable del 12% de las emisiones mundiales y lidera desde el inicio las actuaciones en materia de lucha contra el cambio climático». En este sentido, Tejerina situó la reducción necesaria de emisiones en un 60% respecto a los valores de 1990 antes de alcanzar 2050. Según explicó «la ciencia ha marcado un límite» que consiste en un aumento de la temperatura de dos grados respecto a los niveles preindustriales. «Es un límite que es necesario no traspasar», urgió la ministra.

«No frena el crecimiento económico»

Por otra parte, tanto la ministra como el exmandatario mexicano defendieron que el crecimiento y el desarrollo económico de los países «no es incompatible» con los avances hacia una economía baja en emisiones de carbono a la atmósfera. Calderón subrayó que, sin una «señal clara» en el acuerdo de París por parte de los gobiernos de los países que apunte hacia la economía verde, los inversores «no saltarán» para invertir en este sector. De hecho, Calderón aseguró que la incertidumbre en el ámbito de la inversión está provocando que se invierta tanto en economía «verde» como en economía «gris», lo que supone un «coste superior».

En cualquier caso, el expresidente de México incidió en negar la vinculación entre la economía basada en carbón y el crecimiento económico y apostó por «disociar» estas dos ideas mediante la aplicación de «grandes reformas» en los sectores de la energía, el uso de la tierra, y el diseño de las ciudades por su influencia en el uso de transportes. Además, destacó que existen «factores de crecimiento» que «aún no se han explotado» y que podrían sostener el crecimiento económico en un marco de desarrollo hacia una economía baja en carbono, como son la eficiencia en el uso de los recursos o la inversión y la innovación en energías renovables.

Para concluir, Calderón aportó diez recomendaciones para avanzar hacia un modelo «verde» de economía: entre las que figuran incorporar el cambio climático a las decisiones estratégicas de gobiernos y empresas, alcanzar un acuerdo internacional solidario que sirva como «señal de salida», terminar con los «subsidios perversos» a los combustibles fósiles, hacer que el uso del carbono sea costoso, aumentar la innovación en tecnologías bajas en carbono, reducir el coste de capital de las inversiones en investigación de estas tecnologías y avanzar hacia el diseño de ciudades «más compactas y conectadas» con transporte público. Además, también subrayó la necesidad de alejarse de los sistemas de generación eléctrica basados en el carbón.

Por su parte, el presidente de la Asociación Española para la Economía Energética (AEEE), Gonzalo Sáenz de Miera puso el acento sobre la realidad de que «ningún país por sí solo será capaz de resolver el problema de las emisiones de CO2» a la atmósfera. «O conseguimos acuerdos internacionales que impliquen a todos los países o ese problema crucial seguirá amenazando la supervivencia en todo el planeta», sentenció de Miera.

Endesa y Fundación Alternativas lanzan el ‘Foro Ciudad y Energía: alternativas para nuestro siglo’

Con esta iniciativa se busca dar respuesta a la pregunta «¿qué modelo energético, económico, urbanístico, de gestión de los recursos y de organización social, habría que desarrollar para que nuestras ciudades sean sostenibles?».

Por ello, desde Endesa y Fundación Alternativas estiman que es preciso abordar este debate partiendo de la necesidad de un nuevo modelo energético más sostenible, que responda al urgente desafío del cambio climático y considerando, además, que la sostenibilidad energética actuará como un vector clave para una transformación más amplia de los modelos de producción y de consumo.

El Foro tendrá un carácter anual y cada año abarcará un Ciclo de Debates, el primero de los cuales comenzará el próximo martes, 5 de mayo, cuando se tratará el tema ‘Ciudades sostenibles. La energía como vector del cambio urbanístico’.

Al encontrarse ya iniciado 2015, el objetivo de este año será la celebración de tres debates: el citado ‘Ciudades sostenibles. La energía como vector del cambio urbanístico (5 mayo)’, junto con ‘Movilidad y transporte urbano sostenible: el gran desafío (previsto para septiembre)’, y ‘Un modelo inclusivo para afrontar la pobreza energética: problemas y soluciones (previsto para noviembre)’.

Los impulsores de la iniciativa subrayan que las ciudades del siglo XX, en las que vive la mayoría de la humanidad, se enfrentan al gran reto de la sostenibilidad energética ya que consumen, directa o indirectamente, más del 70% de la energía.

España incrementará hasta un 83% sus emisiones contaminantes en 2033 si no pone en marcha más medidas, según un estudio de PwC

Así lo indica un estudio titulado ‘El Cambio Climático en España, 2033: Hacia una economía baja en carbono’ elaborado por PwC junto con la Escuela de Organización Industrial (EOI) que contempla los niveles probables de emisiones en el país en un hipotético escenario de inacción, en uno en el que se cumplieran las medidas ya adoptadas y en otro en el que el desarrollo y la innovación «sustentaran el modelo económico del país».

Así, mientras que en el primer escenario se incrementaría la emisión de gases contaminantes desde el territorio, en consonancia con el incremento producido entre 1990 y 2012, en el tercero de ellos podría reducirse entre un 7% y un 17%, según han explicado.

En todo caso, si las medidas planificadas en la actualidad se implantasen en su totalidad, el incremento de las emisiones de aquí a 2033 se limitaría a un porcentaje de entre un 4% y un 16%, según indica el documento.

Los responsables del estudio han subrayado que los objetivos europeos de cara a los próximos años apuestan por lograr una reducción de las emisiones de un 20% en 2020 y de un 40% en 2033. En el caso de España, este compromiso se limita a una reducción del 10% en los «sectores difusos» respecto a las cifras de 2005, mientras que los porcentajes a lograr en 2030 aún no han sido definido.

En la actualidad, la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero provienen de la industria energética (36,5%) y del Transporte (29,10%).

La industria manufacturera y la construcción, a su vez, envían un 17,1% de estos gases a la atmósfera y otros sectores alcanzan el 15,1 de esta cuota, seguidos de las «emisiones fugitivas», que representan el 1,7%.

Para hacer frente a los actuales volúmenes de emisiones, los autores del estudio han subrayado la necesidad de que España realice una apuesta por «una generación eléctrica con menos menores emisiones», para lo que ha apuntado que las energías renovables y la generación hidráulica deberían cubrir el 40% de la demanda.

Igualmente, subraya la importancia de inversión en innovación y desarrollo tecnológico en todos los sectores y, en particular, en el de transportes, y que se produzca en paralelo con un proceso de «cambio de costumbres» de los ciudadanos para permitir el ahorro energético.

«Para paliar el impacto de estas consecuencias, la España del año 2033 deberá haber mejorado en el conocimiento sobre la vulnerabilidad de los diferentes sectores y en la puesta en marcha de políticas de adaptación proactivas en todos ellos. Será importante haber trabajado con marcos de colaboración público-privados, donde sea más fácil la transversalización de las medidas de adaptación«.

Las organizaciones han advertido de los efectos que un eventual cambio climático podría traer sobre España, y entre que se traducirían en un incremento de la temperatura, mayor frecuencia e intensidad de olas de calor y de variaciones entre las temperaturas máximas y mínimas, así como del número de días y noches cálidas. «También se espera que aumenten los períodos secos y la frecuencia de las precipitaciones intensas», han asegurado.

Para frenarlo, han reclamado la colaboración de administraciones públicas y empresas para que realicen un «mayor esfuerzo» en materia de innovación y desarrollo tecnológico para reducir los niveles de emisiones.

En el caso de las administraciones, ha urgido a crear un marco normativo que incentive las actividades de innovación en este ámbito y que se amplíen tanto el apoyo por parte de estas instituciones a dichas actividades como las herramientas fiscales y la financiación para hacer frente a este reto.

Para las empresas, el documento señala la necesidad de que los riesgos climáticos estén presentes y sean tenidos en cuenta a la hora de tomar las decisiones de gobierno, así como medir la «huella de carbono» de las empresas (el impacto de la propia actividad empresarial sobre la atmósfera y el medio ambiente) a lo largo de toda la cadena de valor y que se desarrollen sistemas «sólidos» en este ámbito en los equipos directivos para fomentar la transparencia y la rendición de cuentas.

«La integración de prácticas comprometidas con el cambio climático por parte de las empresas será un aspecto cada vez más importante dentro de las expectativas de los clientes, empleados y especialmente de los inversores», han asegurado.