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El avión Solar Impulse II logra dar la vuelta al mundo al llegar a Abu Dhabi 16 meses después

EFE.- El avión Solar Impulse II culminó una histórica vuelta al mundo, después de 16 meses de aventura, propulsado únicamente con energía solar, tras aterrizar en el aeropuerto de Al Batín, en Abu Dhabi, capital de Emiratos Árabes Unidos. Tras un vuelo de 48 horas desde El Cairo, el piloto suizo Bertrand Piccard superó la última etapa y aterrizó en suelo emiratí, donde le vitoreó numeroso público.

A pie de pista se encontraba su compañero André Borschberg, el piloto también suizo que tomó los mandos del avión solar el 9 de marzo de 2015 para comenzar esta hazaña en el mismo aeropuerto donde aterrizó Piccard. Con la bandera de Emiratos Árabes Unidos ondeando sobre el horizonte, Borschberg abrazó a su compañero Piccard nada más salir de la aeronave. «Buenos días, Abu Dabi», dijo eufórico Piccard al público que le vitoreó en una recepción oficial desplegada en la misma pista del aeropuerto. A ella asistieron el príncipe Alberto de Mónaco y el jeque Sultán Al Jaber, ministro de Estado de Emiratos y presidente de Masdar, el instituto de energías renovables en el que se ensambló el avión solar.

Piccard subrayó el hito que supone para la energía el hecho de haber culminado la vuelta al mundo con el Solar Impulse II. «Hay suficiente tecnología y soluciones, y no debemos aceptar un mundo contaminado: tenemos que ir más allá, el futuro es limpio», enfatizó. El avión solar necesitó 23 días completos de vuelo, 558 horas y 6 minutos exactamente, para superar su periplo de 43.041 kilómetros de distancia. Un recorrido en 17 etapas sin usar ni una gota de combustible, con el que pretendió demostrar que las renovables pueden emplearse incluso para mover aeronaves.

Pequeña aviación con energía solar

«Hemos volado 40.000 kilómetros sin combustible, pero aún queda mucho por hacer para fomentar las tecnologías limpias y motivar al mundo a que reduzca su dependencia de los combustibles fósiles «, resaltó Piccard. Desde su punto de vista, las energías limpias son una alternativa de futuro en los medios de transporte aéreos. «Estoy seguro de que dentro de 10 años veremos aviones eléctricos que transportarán 50 pasajeros en vuelos cortos y de media distancia», añadió.

El Solar Impulse II ha atravesado Asia, el océano Pacífico, Estados Unidos, el océano Atlántico, el Mediterráneo, el norte de África y Oriente Medio. Borschberg aseguró que el «mayor reto» fue «cruzar el océano Pacífico», el periodo «más largo en vuelo». Sin embargo, reconoció que la última etapa, de Egipto a Emiratos, también resultó todo un desafío para los pilotos por las altas temperaturas en Arabia Saudí, que obligaron a los ingenieros a «reajustar parte del equipo del avión». El príncipe Alberto de Mónaco, presente allí en calidad de patrocinador del viaje, señaló que el Solar Impulse II ha «marcado historia». «Ahora podemos avanzar hacia una economía baja en carbono y cumplir con nuestra obligación de proteger el planeta», apuntó.

El Solar Impulse II, equipado con más de 17.000 células fotovoltaicas, está fabricado con fibra de carbono, pesa igual que un automóvil familiar vacío y se sustenta gracias a una envergadura alar mayor que la del Boeing 747. Su velocidad de travesía se sitúa entre 45 y 90 kilómetros por hora y alcanzó una altitud de 8.500 metros. El aterrizaje supone la culminación de más de 10 años de cálculos, simulaciones y pruebas que los miembros del equipo no dudaron en celebrar con pancartas, como la de «40.000 kilómetros sin combustible, un logro para la energía, ¡podemos ir más lejos!».

El vuelo del Solar Impulse II, llegado a Sevilla, libera a Ícaro de la maldición del sol

Redacción / Agencias.- El vuelo sin escalas del avión Solar Impulse II, desde el JFK de Nueva York a Sevilla, afianza la viabilidad de las energías limpias para un transporte sin emisiones y, simbólicamente, convierte al sol en amigo del mitológico Ícaro y no en quien le quema sus alas, según el piloto de esta gesta de la historia de la aviación, Bertrand Piccard, dentro del proyecto de vuelta al mundo a bordo de esta aeronave.

El sol ha sido el aliado y la única fuente de energía que permitió al Impulse II volar casi 6.300 kilómetros sobre el Atlántico Norte durante 2 días, 23 horas y 10 minutos, señaló Piccard, poco después de aterrizar en Sevilla. «El mito de Ícaro nos muestra que no hay que hacer más de lo que uno es capaz de hacer y que el sol es un amigo que nos permite reducir a la mitad el consumo de energía y la producción de CO2», aseveró.

Piccard ha afirmado que este vuelo representa «el mundo de la energía solar que nos gustaría propiciar». «Es el mundo de las tecnologías modernas, el mundo del respecto por el medio ambiente y la innovación», ha señalado Piccard, que subrayó que se trata «del vuelo del antiguo al nuevo mundo». En su opinión, la nueva gesta del Impulse II evidencia la necesidad de «reemplazar los viejos sistemas, desfasados, por otros nuevos» y de sustituir «el viejo motor de combustión por la movilidad eléctrica». «No se trata de una cuestión sólo ecológica sino, sobre todo, lógica; de la eficiencia energética, de la reducción de costes y del desarrollo de nuevos mercados y de nuevos aviones sin ruido y sin contaminación«, apostilló.

Dadas las características especiales del avión solar, la aproximación y aterrizaje posterior en Sevilla han requerido de un lento descenso frente a las costas de Huelva que se prolongó alrededor de una hora. El Centro de Control Áereo de Enaire en Sevilla supervisó la maniobra desde su entrada en el espacio aéreo español hasta su aterrizaje en el aeropuerto hispalense.

Como momentos más emocionantes de su vuelo transatlántico, cita las tres salidas de sol que ha podido contemplar y que se le han mostrado «como la fuente de energía que me permitía continuar volando». También ha subrayado que su vuelo haya coincidido con el solsticio, «el día en el que la Tierra recibe la mayor radiación solar de año». De este modo, ha vaticinado un rápido desarrollo de las tecnologías limpias, que permitirán construir en pocos años aviones comerciales totalmente eléctricos, sin emisiones contaminantes y capaces de transportar a centenares de pasajeros en un radio intermedio de unos 1.000 kilómetros.

Piccard quiso compartir con amigos y promotores del proyecto Solar Impulse tras su aterrizaje en Sevilla «la experiencia de haber estado durante tres días y durante tres noches en otro mundo; un mundo nuevo, el mundo de la naturaleza que se puede convertir en el mundo de todos». «Decían que este avión solar era imposible, pero ha demostrado que puede cruzar los océanos; esta aventura va más allá del vuelo en sí; es un ejemplo para que la sociedad entre en un mundo nuevo, un mundo de las tecnologías limpias, que es posible pero que necesita de coraje político y decisiones e inversiones claras», concluyó.

El también piloto suizo André Borschberg, compañero de aventuras de Piccard y que ostenta el récord mundial de haber sobrevolado en solitario el Pacífico durante 5 días y 5 noches en este avión solar, ha destacado la «importancia» del «gesto aeronáutico» de su colega «para propiciar un cambio de mentalidad». «Este vuelo ha demostrado el potencial de poder volar gracias al sol, de volar casi permanentemente», ha señalado Borschberg, Ha comparado este vuelo transatlántico con las gestas del marino Colón y del aviador Lindbergh y ha enfatizado que el avión solar hace realidad «el sueño de volar día y noche».

Piccard y Borschberg reivindicaron que el vuelo concluido en Sevilla, rubricando la etapa número 15 de su desafío de dar la vuelta al mundo a bordo de un avión solar, supone un nuevo apoyo al proyecto El futuro es limpio, impulsado por el exvicepresidente estadounidense Al Gore y por el príncipe Alberto de Mónaco, que aglutina a centenares de asociaciones para impulsar las tecnologías limpias y las energías renovables. La aventura del Solar Impulse partió de Omán. En su recorrido ha pasado por India, Myanmar, China, Japón y Estados Unidos.

El Solar Impulse 2 es un avión monoplaza realizado en fibra de carbono, con 72 metros de envergadura (mayor que un Boeing 747) y con un peso de 2.300 kilos (equivalentes a un coche familiar en vacío). Una vez ha aterrizado en Sevilla, se está sometiendo a algunos chequeos de mantenimiento. Cuenta con 17.248 células solares desplegadas sobre sus alas y las cuatro baterías que almacenan la energía solar propulsan las hélices únicamente con energía limpia. Este diseño le permite ahorrar una considerable cantidad de energía durante el día, que puede usar durante la noche, gracias a las baterías incorporadas.

El avión Solar Impulse aplaza su viaje alrededor del mundo hasta 2016 por «daños irreversibles» en las baterías

Europa Press.- El avión Solar Impulse, que utiliza únicamente energía solar para volar, ha aplazado su viaje alrededor del mundo hasta principios de abril de 2016 por problemas «irreversibles» en las baterías de la aeronave, según informó Bayern MaterialScience, uno de los patrocinadores principales de la iniciativa. De este modo, el avión permanecerá en Hawái (Estados Unidos), donde aterrizó después de finalizar su etapa más larga, el Océano Pacífico desde Japón, para ser reparado.

Durante esta etapa, que consistió en sobrevolar 7.212 kilómetros durante cinco días consecutivos, la aeronave sufrió problemas en las baterías como consecuencia del sobrecalentamiento. Se trata de la primera vez que un avión de estas características realiza una etapa tan larga, con baterías solares, volando de noche y día. Según Bayern MaterialScience, los daños «irreversibles» en las baterías requerirán meses de reparaciones y, además, los ingenieros estudiará varias opciones para mejorar los procesos de refrigeración y calefacción durante vuelos largos.

El avión ultraligero inició la vuelta al mundo en marzo desde Abu Dabi y de momento ya ha completado más de la mitad de su recorrido, esto es, unos 17.800 kilómetros de un total de 35.000. Una vez reparado, el avión comenzará su siguiente etapa, que consistirá en viajar hacia la costa oeste de Estados Unidos para llegar hasta Nueva York. Seguidamente, atravesará el Océano Atlántico hasta llegar a Europa y, finalmente, a su punto de partida en Abu Dabi.

El avión Solar Impulse 2 bate dos récords mundiales al aterrizar en Hawái cruzando el Pacífico

EFE / Europa Press.- El avión Solar Impulse 2 aterrizó en las islas Hawái (Estados Unidos) después de un vuelo de cinco días sobre el océano Pacífico, con lo que batió el récord mundial de distancia para un avión propulsado por energía solar y se convierte además en el vuelo más largo de ese tipo tripulado en solitario. El avión solar aterrizó en el aeropuerto de Kalaeloa (Hawái), después de 120 horas de vuelo, un total de cinco días y cinco noches desde que despegó de Nagoya (Japón).

El piloto suizo André Borschberg aterrizó en el aeropuerto hawaiano poco después del amanecer, cinco minutos antes de lo previsto, con la batería solar del avión apenas cargada al 27% y después de recorrer una distancia de 8.253 kilómetros. «¡Acabo de aterrizar en Hawái con @solarimpulse! Para @bertrandpiccard y yo, este es un sueño que se está haciendo realidad», escribió Borschberg en su cuenta oficial de Twitter, donde hizo alusión al otro piloto suizo con el que se turna los mandos del avión, Bertrand Piccard.

Borschberg batió el récord de vuelo más largo en solitario sin escalas, ostentado hasta ahora por el estadounidense Steve Fossett, que en 2006 voló 76 horas consecutivas en el Virgin Atlantic Global Flyer. El avión, fabricado en Suiza y que se alimenta con más de 17.000 células solares, pretende marcar un hito histórico: recorrer 35.000 kilómetros sin emplear una sola gota de combustible sólido. Dentro de la vuelta al mundo que traza el avión desde marzo, la travesía sobre el océano Pacífico se consideraba la etapa más difícil debido a la inestabilidad meteorológica y la gran distancia del vuelo. Una etapa de especial riesgo porque el avión no tenía donde aterrizar en caso de emergencia.

El avión Solar Impulse vuela hasta unos 9.000 metros de altura durante el día para recargar sus baterías, y desciende a menos de 3.300 metros por la noche para minimizar el consumo de energía. El mal tiempo es un reto porque el avión no está diseñado para soportar la lluvia, turbulencias y vientos fuertes. Para desviarse alrededor de las nubes necesita energía extra. El avión viaja a aproximadamente la misma velocidad que un automóvil. Los pilotos tienen por objeto demostrar el potencial de la eficiencia energética y la energía renovable con el proyecto. Los viajes en avión de energía solar todavía no son viables comercialmente debido a las limitaciones tecnológicas.

Durante el vuelo Borschberg actualizó su cuenta de Twitter para compartir sus impresiones, entre ellas el momento en el que pudo ver «la luna llena y el sol al mismo tiempo», el cansancio que sintió el cuarto día «tras haber escalado cuatro veces la altitud equivalente al Everest» y lo mucho que le ayudaba practicar yoga dentro de la cabina para mantener la mente despierta.   «¿Se imaginan que un avión impulsado por energía solar sin combustible ahora puede volar más de un avión?» dijo Bertrand Piccard. «Este es un mensaje claro de que las tecnologías limpias pueden alcanzar metas imposibles», aseguró el compañero de Borschberg.

El próximo tramo del avión lo pilotará Piccard y se dirigirá a Phoenix (Arizona), para después emprender rumbo hacia una ciudad aún por determinar en la mitad de Estados Unidos, algo que se decidirá en función de las condiciones meteorológicas en el país. Desde allí, el undécimo vuelo de Solar Impulse II se dirigirá a Nueva York, para viajar a continuación a un destino aún no determinado en Europa o el norte de África, un trayecto que también se espera que dure unas 120 horas, igual que el completado ahora.

El último vuelo del Solar Impulse II durará también unas 120 horas y llevará a la aeronave a Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos), la misma ciudad desde la que emprendió su vuelta al mundo el pasado 9 de marzo. Hasta ahora el periplo del avión solar ha incluido escalas en Mascate (Omán), Ahmedabad y Benarés (India), Mandalay (Birmania), Chongqing, Nankín (China) y Nagoya (Japón). Borschberg y Piccard son, además de pilotos, los fundadores del proyecto suizo Solar Impulse, que pretende concienciar sobre el uso de «tecnologías limpias y eficientes» frente a los contaminantes combustibles tradicionales.

El mal tiempo obliga al avión Solar Impulse 2 a un aterrizaje de emergencia en Japón

Europa Press.- Un frente frío obligó al avión Solar Impulse 2, que está propulsado por energía solar, a realizar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Nagoya (Japón) donde permanecerá hasta que las condiciones meteorológicas sean favorables para continuar. El avión realizaba su primera travesía por el Pacífico pero, a causa del mal tiempo, descartó alcanzar el archipiélago de Hawaii.

«El frente frío es demasiado peligroso para cruzar, así que hemos decidido aterrizar el aeródromo de Nagoya y esperar a que las condiciones meteorológicas mejoren para continuar», explicó la organización, que añadió que tanto el piloto, André Boschenberg, como la nave están a salvo y que la prioridad es la seguridad. «Estamos extremadamente felices con el comportamiento del avión. El vuelo de André habrá durado alrededor de 40 horas y se convertirá en el vuelo más largo realizado nunca con un avión autopropulsado con energía solar tanto en términos de distancia como de duración», valoró.

Solar Impulse 2 despegó desde Nanjin (China) para volar sobre el Océano Pacífico hacia Hawaii. La parte de la travesía por el Pacífico es la más complicada de la hazaña. El avión despegó desde Abu Dhabi en marzo y está dando la vuelta al mundo. Por ello, la organización agradeció a las autoridades japonesas que fueran «muy flexibles y colaboradoras» a la hora de ayudar a coordinar este «inesperado contratiempo». «Es parte de la aventura y así lo aceptamos», concluyeron.