Entradas

Energía en Común

El resultado de las elecciones municipales y autonómicas del pasado domingo está teniendo consecuencias a múltiples niveles, también desde el punto de vista del sector energético. No está siendo inocuo, puesto que está dibujando un mapa político muy complejo, dónde el abordaje pasado de los cuestiones energéticas no beneficia el enfoque futuro; es más, lo condiciona. En todo caso, la política seguida en estos cuatro años no ha sido ajena a que se produzca este resultado funesto.

Durante la campaña repasamos las propuestas en materia de energía de las principales formaciones políticas aunque no era el ámbito de gobierno adecuado el que estaba en juego en las urnas. Está claro que la resolución de la cuestión energética es algo no resuelto desde el franquismo, con su disimulo respecto al shock energético del 73: se aborda desde presupuestos intervencionistas, ocultando parte de la realidad de los decisiones políticas tomadas, sobreinversiones, sobrerretribuciones, combinado con una letal intención de “protección” al consumidor y de buenismo para todos los colectivos. Sus resultados son inverosímiles, disfuncionales desde una concepción del sistema energético y, a la vez, causantes de deterioro a las empresas, los mercados y del sector.

Así,  las propuestas incluidas en los programas estaban más centradas en aspiraciones maximalistas: hacia el cambio de modelo energético, en las que se tuvo que desmentir la nacionalización de las empresas; otras con la secesión del sistema eléctrico en ciudades como Barcelona; y otras con fórmulas de inclusión de nuevos impuestos sobre las empresas energéticas, prosiguiendo con el modelo de hostigamiento, entendiendo la energía como un suministro objeto de gravamen.

El resultado ha devenido en un efecto que se aprecia en la Bolsa, ante la consumación del ascenso de las candidaturas impulsadas por Podemos: Barcelona en Comú, con Ada Colau, con algunas dudas actualmente respecto a su designación como alcaldesa de la ciudad, o con el señalamiento de Manuela Carmena como posible alcaldesa en Madrid.

En el partido del Gobierno también se han producido estragos relacionados con la energía a cuenta de las elecciones con el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, atribuyendo al ministro de Industria, José Manuel Soria, parte del fracaso electoral por su política respecto al sector minero español. Una cuestión, por otra parte, cada vez más imposible de abordar sin politización. A eso se une la justificación de los malos resultados de los populares en Canarias como un efecto de los sondeos petrolíferos. Además, el conflicto en determinadas comunidades autónomas por los recortes operados en las tecnologías de régimen especial también estuvo presente durante la campaña.

El hecho es que los nuevos consistorios y comunidades autónomas se constituyen con varios transfondos relacionados con la energía, desde la pobreza energética, la evolución de la política y precios energéticos en el marco de las reformas pasadas y sus efectos latentes, el futuro de la minería nacional, los sistemas metropolitanos independientes sugeridos, el fracking y el resto de iniciativas políticas más o menos recientes. Permanezcan atentos a las pantallas.

El “piloto” de secesión eléctrica de Trías para Barcelona (I)

En el marasmo causado por el torrente de las promesas electorales para el 24-M, se ha conocido la propuesta del actual alcalde de Barcelona y candidato por CiU, Xavier Trías, de constituir un operador eléctrico metropolitano para la Ciudad Condal. Se trata de una iniciativa inédita en el ámbito del municipalismo español que debe ser interpretada en el entorno independentista que se vive en Cataluña.

Cabe señalarse que esta propuesta puede ser el germen de un modelo independentista en la medida de que la secesión catalana requiere un sistema energético propio: un “piloto” reducido sobre el que constituir un modelo energético propio, anticipo preparatorio de un escenario separatista.  Una propuesta así supone un paso hacia el desmembramiento del sistema eléctrico sobre la base de la creación de un sistema independiente, una fórmula que empezaremos a oír con enorme insistencia a partir de este momento. A la vez, es una cuestión no menor de cara al futuro del sistema eléctrico español.

Otro detalle a advertir es que la propuesta, teniendo en cuenta la ambigüedad con la que se formulan habitualmente en este estadio electoral, está formulada de forma bastante precisa, explicitando incluso el diseño societario de la misma, pensado en modo de una extensión de la actual empresa municipal Tersa Tratamiento y Selección de Residuos S.A. Por tanto, se trata de una “idea” de forma que en su expresión ya se han dado pasos hacia adelante, habiendo colocado el horizonte de 2017 para su consecución final.

Para su formulación y presentación electoral se han utilizado todos los elementos biempensantes que espera el electorado con inquietudes progres: independencia energética, autosuficiencia energética, “eliminación de intermediarios” e inversión en tecnologías renovables para contribuir al medioambiente de la ciudad de Barcelona.  No falta nada de lo necesario en términos de marketing político. Por eso, además, analizaremos esta propuesta desde la perspectiva de la inversión o, mejor dicho. de la sobreinversión en capacidad de generación que supondría la propuesta de Trías.

Por otra parte, el hecho de que este esquema se realice a través de la constitución de un operador de titularidad pública, también representa una oportunidad para fortificar la estructura del sector público de las instituciones catalanas, en este caso del Ayuntamiento de Barcelona. Lo cierto es que el modelo sería de corte intervencionista o estatal pero a la escala de las instituciones municipales. Un modelo de unas características que ya se anticipaban en sus líneas generales en los informes encargados por la Generalitat para la transición a la independencia, ya analizados por Energía Diario.

En suma, estamos ante el proyecto piloto de separación de Cataluña del sistema eléctrico español, formulado por el alcalde Xavier Trias. Y la pregunta es, sabiendo los vaticinios de los sondeos actuales que incluyen la posibilidad de que la podemita Ada Colau le arrebate a CiU ser la primera fuerza política en la Ciudad Condal: ¿qué es lo que puede salir de Barcelona en estas condiciones? El domingo lo veremos.