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José Antonio Gago, nuevo presidente de la Sociedad Nuclear: «España es un país nuclear sin que los españoles lo perciban»

Europa Press.– El presidente de la Sociedad Nuclear Española (SNE), José Antonio Gago, considera que «España es un país nuclear sin que los españoles lo perciban claramente» debido a la opinión contraria predominante entre la sociedad, a consecuencia de «muchos titulares que van a las emociones de las personas». Sin embargo, reclama abrir el «melón» del debate sobre el almacenamiento geológico profundo (AGP), para almacenar a largo plazo los residuos nucleares, porque es «una cuestión de Estado».

Gago ha lamentado la desinformación y el rechazo de este tipo de energía por «miedo», por «desconocimiento» o por los tres accidentes significativos (Three Miles Island, Chernobil y Fukushima) por los que entiende que cuente con «cierto rechazo ideológico«. Sin embargo, el presidente de la organización, que asumió su cargo el pasado marzo, ha explicado que, a mayor conocimiento de esta tecnología, hay una mayor aceptación, de modo que su objetivo es lograr un mayor entendimiento de los españoles de la energía del átomo porque asegura que tiene «muchas cosas positivas beneficiosas para la sociedad».

Para ello, una de las posibles medidas que se plantea es revisar los libros de texto para evitar posturas marcadas y contrarias a la nuclear así como fomentar la captación de talento entre los jóvenes para que se dediquen a un sector de alta cualificación y bien remunerado que permita dar el relevo a la actual generación que inició el programa nuclear en España y que «se irá jubilando«. En este marco, considera también que es crucial para el sector ser «más visible», con datos y argumentos objetivos en el «necesario debate» que debe hacer España sobre el futuro energético a medio y largo plazo y el papel de transición que puede jugar la nuclear.

Entre estos atributos se ha referido a la estabilidad que proporciona a la red de distribución porque es una «energía de base», así como al hecho de que la energía nuclear no emite gases invernadero, por lo que puede jugar un papel relevante en la lucha contra el cambio climático y para que el país pueda cumplir con sus compromisos del Acuerdo de París. «Queremos poner en valor esta energía en el mix de generación energética y entendemos que su papel en el futuro es inexorable en el paso hacia las renovables que tendrá lugar a tanto en este país como en otros», ha comentado.

Otro de los aspectos más controvertidos de la energía nuclear son los residuos nucleares del combustible gastado que genera y, a este respecto, considera que es necesario poner fin al retraso en la construcción y la entrada en funcionamiento del almacén temporal centralizado (ATC) en Villar de Cañas (Cuenca) porque está produciendo «un sobrecoste» que se tiene que trasladar en la tasa que los operadores de las centrales nucleares pagan a laEmpresa Nacional de Residuos Radiactivos (ENRESA) por la encomienda de su gestión futura.

Al mismo tiempo, además de este retraso «con coste», ha añadido que mientras tanto las centrales están teniendo que construir almacenes temporales individualizados (ATI) en cada planta. Se trata, según ha explicado, de una instalación sencilla, de hormigón, que aloja los contenedores de combustible. Solo el de Ascó, según Gago, que es el director general de la Asociación Nuclear Ascó-Vandellós II (ANAV), ha tenido un coste de unos 13 millones de euros, un importe que se integra en el balance de costes y cuyo impacto real sobre la tasa que se paga a Enresa es de un promedio de 6,9 euros por cada megawatio hora.

Respecto a la ubicación del futuro ATC asegura que «cualquiera de los emplazamientos» que se evaluaron para acogerlo cumplían los requisitos y ha defendido que el proceso fue transparente. Aunque por «motivos sentimentales» le habría gustado que el lugar elegido hubiera sido Ascó, asegura que el emplazamiento de Villar de Cañas es «igual de seguro» pero puede que sea más costoso a nivel económico«. «No tengo duda de que el emplazamiento es bueno, viable y perfectamente adecuado si el CSN lo ha avalado», ha confiado.

Por otro lado, más allá del almacenamiento para los próximos 70 o 100 años en el ATC, ha advertido de que es preciso «abrir el melón del almacenamiento a largo plazo porque, en cuestiones fundamentales para el Estado, no hay que esperar». «El debate hay que plantearlo y otros países tienen ya identificados los emplazamientos, cuentan con laboratorios subterráneos o instalaciones de demostración que son aceptados por la sociedad civil», ha subrayado. En este contexto ha puesto de ejemplo a los países escandinavos y cree que en España se debería seguir un modelo similar al proceso de participación que se ha seguido en el ATC.

El presidente de la SNE ha asegurado que «ninguna» de las condiciones exigidas por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) a la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) para poder volver a operar es «extraordinaria» sino «similares» a las exigidas al resto del parque atómico español. «No vemos obstáculos técnicos. Todo lo que se ha pedido a Garoña ya lo tienen o lo están implantando el resto de las centrales españolas, puesto que muchas de las condiciones son mejoras que resultaron de las pruebas de resistencia tras el accidente de Fukushima«, ha afirmado.

La planta burgalesa solicitó en 2014 un permiso para poder volver a generar electricidad hasta 2031 pero Gago considera que el CSN «le habría puesto las mismas condiciones si hubiera pedido operar hasta 2021». Ahora recaerá en la propiedad de Garoña la decisión de analizar la viabilidad de estas inversiones porque no ve obstáculo al hecho de que Garoña tenga más de los 40 años de vida. «Esa cifra es como si a usted le dicen que está programado para vivir 60 años y llega ese día, está bien y no se muere«, comparó, al tiempo que recuerda que próximamente Almaraz y Vandellós podrán pedir la renovación de su licencia.

Otro de los asuntos abordados pasa por conocer cómo le afectaría en términos nucleares y energéticos a España una hipotética secesión de Cataluña del resto de España. Así, preguntado por esta cuestión, el presidente de la SNE asegura que «lo que no ocurrirá nunca será que se pongan fronteras a la red de distribución». Asimismo, precisó que las tres centrales nucleares situadas en Cataluña, Ascó I y II y Vandellós II, aportaron en 2016 en torno al 9,5% del consumo energético nacional, es decir, que del 21,2% con que contribuyó la nuclear a la producción eléctrica de España, el 9,5% provino de las plantas catalanas.

La Justicia de Japón permite reactivar la planta nuclear de Takahama que fue detenida tras Fukushima por motivos de seguridad

EFE.- Un tribunal nipón decidió permitir el funcionamiento de una central nuclear de Japón al revocar la sentencia de otra instancia inferior, que supuso la primera decisión jurídica contra la reactivación de una planta post-Fukushima. En un fallo publicado, el Tribunal Superior de Osaka ha dado la razón a la operadora de la planta de Takahama, Kansai Electric Power, y anuló así la decisión judicial previa que ordenó detener los reactores 3 y 4 de la central por motivos de seguridad.

Se trata de un nuevo capítulo en la larga batalla jurídica iniciada por un grupo de residentes en zonas cercanas a la planta, que en 2014 demandaron a la eléctrica al considerar que ésta desestimaba el peligro real de un terremoto que pueda provocar un accidente grave en esta central. Los reactores 3 y 4 de la central ubicada en la prefectura de Fukui fueron reactivados después de superar los nuevos estándares en materia de seguridad impuestos por la Autoridad de Regulación Nuclear tras el accidente de Fukushima en 2011.

En 2016, un tribunal local ordenó detener el funcionamiento de ambas unidades a raíz de la demanda ciudadana, en la primera decisión jurídica que frenaba la reactivación de una central tras el apagón nuclear posterior a la catástrofe atómica ocasionada por el terremoto y el tsunami que devastaron el noreste de Japón. Ahora la justicia nipona ha dado luz verde a la planta tras tener en cuenta los argumentos de la operadora, que señaló el alto coste que supone mantener la central inoperativa o que «no existían fundamentos científicos» en contra de su funcionamiento, según el texto de la sentencia.

Kansai Electric podría proceder a poner en marcha los reactores 3 y 4 de la planta tras consultarlo con las autoridades locales, aunque no se espera que esto suceda a corto plazo debido a que la empresa retiró el combustible nuclear a raíz de la larga batalla judicial. Actualmente sólo hay activos 3 de los 42 reactores de Japón en condiciones operativas, debido a que la oposición local está obstaculizando la vuelta a la energía nuclear que promueve el Ejecutivo de Shinzo Abe. Muchos de estos casos han derivado en contenciosos jurídicos que continúan en marcha y que retrasarán la reactivación de las centrales hasta que se agoten los procedimientos.

Greenpeace denuncia que Japón presiona a los afectados por el accidente de Fukushima para que vuelvan a la zona contaminada

Europa Press.- Greenpeace denuncia que Japón está presionando a la población afectada por el terremoto y posterior tsunami que aniquiló la central nuclear de Fukushima Daichi para que vuelva a las zonas que aún están contaminadas por la planta accidentada. Entre otras medidas, retirará las ayudas económicas a las víctimas pese a que la situación, según Greenpeace, está aún «fuera de control».

La ONG advierte de que, cuando aún se sienten los efectos del accidente nuclear «de manera significativa», algunas de las áreas más contaminadas dentro de la zona de exclusión, conocidas como zona 1 y 2, se están preparando para el reasentamiento de la población a pesar de que la radiación sigue siendo muy superior a lo aconsejable. Los niveles en los bosques cercanos son comparables a los de la zona de exclusión de 30 Kilómetros de Chernóbil, que más de 30 años después del accidente, quedó formalmente declarada como inhabitable.

El director de Greenpeace Japón, Yuko Yoneda, denuncia que esta medida es «un intento» del Gobierno nipón por ayudar a la industria nuclear y dar «una sensación falsa de normalidad», pese a que los muestreos de la ONG dicen «lo contrario». Desde España, la portavoz de la campaña nuclear de Greenpeace, Raquel Montón, asevera que estaría «encantada» de invitar a Fukushima al ministro de Energía, «que apuesta por las viejas nucleares, para mostrarle lo que está pasando allí». «Ni la planificación de emergencias ni la seguridad nuclear se tuvieron en cuenta y ahora, debido a las políticas de reasentamiento para lavar la cara a la industria nuclear, se da una nueva vuelta de tuerca», reprueba.

Las declaraciones se producen tras un reciente estudio realizado por un equipo de investigación que recogió muestras en Iitate, a unos 30 kilómetros de la central accidentada y ha encontrado dosis de radiación que están «muy por encima de los objetivos de descontaminación del Gobierno japonés, con niveles de exposición anual de por vida que representan un riesgo para los ciudadanos que vuelvan”. De hecho, la ONG internacional asegura que en algunos hogares de Iitate, las dosis de radiación equivalen a una radiografía de tórax semanal. Sin embargo, todavía no se ha realizado ninguna evaluación de los riesgos de exposición de por vida para los ciudadanos si tuvieran que volver.

En la actualidad, de los 54 reactores nucleares que existían en Japón antes del 11 de marzo de 2011, la mayoría siguen inactivos seis años después de la catástrofe, ya que en la actualidad operan tres de ellos. En este contexto, Greenpeace pide a al Gobierno de España «que coquetea con reabrir» la central nuclear de Garoña (Burgos) y ampliar la vida del parque nuclear «envejecido» que deje de apostar por esta tecnología y avance «con urgencia» las energías renovables.

Respecto a Japón, exige al Gobierno nipón que proporcione apoyo financiero completo a la población superviviente y ofrezca información «transparente» sobre los riesgos, para que nadie tenga que regresar por razones económicas o bajo engaño por una falsa sensación de seguridad. Finalmente, insiste en que se debe actuar para reducir la exposición a la radiación al mínimo absoluto para proteger la salud pública y permitir a la población que decida si quiere volver sin coacciones.

TEPCO detecta con un robot niveles de radiación récord dentro del segundo reactor de la central nuclear de Fukushima

Europa Press / EFE.- La Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO) asegura haber detectado unos niveles de radiación récord en el reactor número dos de la central nuclear de Fukushima Daiichi, afectada por el terremoto y posterior tsunami de 2011. La compañía operadora de la planta nuclear indicó que, a partir de un análisis efectuado por un robot, los niveles han alcanzado los 530 sieverts por hora, lo que podría suponer la muerte de una persona tras una corta exposición.

Este hecho dificultará el proceso de desmantelamiento de sus instalaciones, según TEPCO, que anunció la localización de un agujero de un metro cuadrado en la cubierta metálica ubicada debajo del recipiente de presión del reactor, apuntando que probablemente fue causado por combustible nuclear fundido. TEPCO investigaba lo que parecía ser combustible nuclear bajo el reactor número dos de la central durante una inspección con una cámara, si bien no podía confirmar de qué se trataba.

La operadora calcula que se registran unos 530 sieverts de radiactividad por hora dentro de la vasija de contención del reactor y justo debajo del núcleo del mismo, un nivel que sería mortífero para un humano. La compañía eléctrica realizó esta estimación con base en el análisis de las imágenes obtenidas por un robot. Una dosis de un solo sievert al día puede causar daños graves en la salud humana y hasta la muerte, por lo que los niveles estimados en ese punto del interior de las instalaciones nucleares imposibilitan el acceso de operarios humanos e incluso dañarían aparatos electrónicos.

Los reactores 1, 2 y 3 sufrieron fusiones parciales de sus núcleos a raíz del desastre que originó el terremoto y el tsunami de marzo de 2011, y conocer el estado exacto de las barras de combustible radiactivo es fundamental para su manejo y retirada. En el caso de la unidad 2, los técnicos de TEPCO creen que el combustible se fundió lo suficiente como para perforar la vasija de presión y acumularse en el fondo de la de contención.

Se sospecha que los residuos, una mezcla de combustible fundido y partes de la capa protectora del núcleo que sufrió una fusión parcial cuando el sistema de refrigeración de las instalaciones falló a raíz del terremoto y tsunami de 2011, pueden ser el origen de los niveles extremos de radiación dentro de la vasija. TEPCO precisó, no obstante, que no se han detectado nuevas fugas de radiactividad fuera del reactor ni confirmado la presencia de combustible fundido en el fondo de la vasija de contención.

Los altos niveles de radiación estimados suponen una nueva dificultad para la retirada de las barras de combustible del reactor, uno de los pasos necesarios para su desmantelamiento, que se calcula que durará entre 30 y 40 años, dado que dichas cantidades imposibilitan la entrada de personal al recinto. La crisis atómica de Fukushima, desencadenada por el terremoto y posterior tsunami que azotaron el nordeste de Japón, ha sido el peor accidente nuclear desde el de Chernóbil en 1986. Fukushima estaba preparada para un terremoto pero no para un tsunami, por lo que el azote del mar provocó varias explosiones de hidrógeno que hicieron que los núcleos de algunos de sus reactores se fundieran parcialmente.

TEPCO localiza mediante un robot lo que parece ser combustible nuclear bajo el segundo reactor de Fukushima

Europa Press / EFE.- Un robot logró introducirse por primera vez dentro del reactor número dos de la accidentada central nuclear de Fukushima para evaluar su estado y filmar el interior, lo que supone un paso clave hacia su complicado desmantelamiento. En este sentido, la Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO) aseguró haber localizado lo que parece ser combustible nuclear bajo el reactor.

TEPCO halló un nódulo negro justo debajo del segundo reactor durante una inspección con una cámara, si bien no ha podido confirmar de qué se trata, según indicó un portavoz de la compañía. Los problemas en Fukushima se deben al terremoto y el tsunami que el 11 de marzo de 2011 arrasaron la costa de la prefectura japonesa, dando lugar al peor accidente nuclear de la historia, junto al de la central de Chernóbil, en Ucrania. Fukushima estaba preparada para un terremoto, ya que Japón se asienta sobre una falla, pero no para un tsunami, por lo que el azote del mar provocó varias explosiones de hidrógeno que hicieron que los núcleos de algunos de sus reactores se fundieran parcialmente.

Las imágenes proporcionadas por este robot, junto a otros datos captados por sensores del aparato como la temperatura y nivel de radiación en el núcleo del reactor, permitirán diseñar métodos para la retirada segura del combustible gastado, según confirmó una portavoz de la empresa operadora de la planta TEPCO. Los reactores 1, 2 y 3 sufrieron fusiones parciales de sus núcleos a raíz del desastre; conocer el estado exacto de las barras de combustible radiactivo es fundamental para su retirada.

En el caso de la unidad 2, se cree que el combustible se fundió lo suficiente como para perforar la vasija de presión y acumularse en el fondo de la de contención. El vídeo captado por el robot y distribuido por TEPCO muestra una plataforma metálica bajo la vasija de presión, en la que puede observarse una sustancia oscura que podría proceder de las barras de combustible nuclear. El robot, desarrollado por la compañía nipona Toshiba y con forma de escorpión, logró introducirse en el reactor a través de una tubería tras un intento fallido, cuando la cámara que portaba quedó obstruida dentro del conducto.

Desde agosto de 2015, los técnicos de TEPCO habían intentando sin éxito realizar esta operación en varias ocasiones, debido a la presencia de escombros que bloqueaban las vías de acceso para el aparato o a los altos niveles de radiación detectados en uno de los puntos desde el que se operaba remotamente al robot. El dispositivo está equipado con cámaras CCD y luces LED acopladas para filmar el interior de los reactores y también con medidores de radiación. En febrero, TEPCO tiene previsto introducir a un segundo robot dentro del reactor para realizar comprobaciones adicionales. La retirada de combustible es el proceso más complejo dentro de las labores de desmantelamiento, que llevarán de 3 a 4 décadas, de la central.

Japón aumenta en un tercio el préstamo a TEPCO para el desmantelamiento de Fukushima

EFE.- El Gobierno de Japón aumentará el crédito a la operadora de Fukushima, Tokyo Electric Power (TEPCO), en más de un tercio hasta los 114.000 millones de euros para que pueda hacer frente al desmantelamiento de la accidentada central nuclear. La decisión llega después de que el ministerio japonés de Finanzas calculase que el coste final para el desmantelamiento de la central y las compensaciones por el accidente nuclear doblará las estimaciones iniciales, y ascenderá a más de 163.951 millones de euros.

El crédito a interés cero para TEPCO, intervenida por el Estado desde julio de 2012, aumentará así desde los 73.500 millones de euros, según fuentes gubernamentales. La noticia llevó a la compañía energética nipona a subir en la Bolsa un espectacular 17,5%, el máximo permitido. El aumento del coste total necesario para hacer frente al desastre, que pone en riesgo la viabilidad de TEPCO, se debe principalmente al incremento de las compensaciones además de la dificultad para llevar a cabo los trabajos de descontaminación, algo que no se tuvo en cuenta en los primeros cálculos.

La central atómica de Fukushima resultó duramente golpeada por un terremoto de 9 grados Richter y un posterior tsunami el 11 de marzo de 2011. Como resultado de ello, los tres reactores que estaban operativos en ese momento sufrieron fusiones debido a la pérdida de refrigeración, lo que desencadenó la peor crisis nuclear desde la de Chernóbil (Ucrania) en 1986.

Completan la retirada de la cubierta del reactor 1 de Fukushima

EFE.- La propietaria de la accidentada planta nuclear nipona de Fukushima concluyó la retirada de la cubierta del reactor 1 de la planta, lo que supone un paso más en el proceso de desmantelamiento de esta unidad, según confirmó Tokyo Electric Power (TEPCO), que instaló una cubierta provisional sobre el edificio que alberga al reactor a raíz de la explosión por concentración de hidrógeno que sufrió en el accidente de 2011, con vistas a evitar el esparcimiento de materiales radiactivos.

La retirada ha sido completada tras dos años de trabajos, una tarea compleja debido a la elevada radiación en torno al reactor y durante la cual los operarios han tenido que rociar la cubierta con químicos fijadores para evitar que las sustancias radiactivas se propaguen. Aún más delicada será la retirada del combustible fundido del interior de la vasija de contención del reactor 1, el siguiente paso en el proceso de desmantelamiento de la central que se prolongará unas cuatro décadas. Asimismo, TEPCO tiene previsto empezar a retirar hacia 2021 las barras de combustible nuclear gastadas que se almacenan dentro de las cuatro unidades que resultaron dañados en 2011, indicaron.

Fukushima admite que no puede evitar al 100% la filtración de agua radiactiva mientras Greenpeace denuncia contaminación en los ríos

EFE.- Las riberas de los ríos de la prefectura de Fukushima, donde se sitúa la central nuclear accidentada en 2011, presentan altos niveles de contaminación radiactiva, según denunció Greenpeace en un informe publicado al tiempo que TEPCO, la propietaria de Fukushima, admitió por primera vez que el muro helado subterráneo que levanta alrededor de sus reactores para evitar que se filtre agua a su interior no podrá bloquear el 100% del líquido, lo que complica el desmantelamiento de la planta nuclear.

En este sentido, Tokyo Electric Power (TEPCO) reconoció que «el objetivo al construir el muro congelado, reducir el flujo de agua que penetra en el sótano de los edificios» de los reactores, no impedirá su completa entrada. En una reunión celebrada con la Autoridad de Regulación Nuclear (NRA), TEPCO admitió que solo había conseguido reducir en unas 30 toneladas adicionales el volumen diario de agua que penetra en los reactores procedente de los acuíferos naturales, por lo que se calcula que unas 80-100 podrían seguir filtrándose. Un técnico de la empresa reconoció que no es técnicamente posible «mantener fuera todo el agua subterránea al 100%».

Desde principios de junio la construcción de este muro de hielo subterráneo ha entrado en su segunda y penúltima etapa. El muro tiene como meta aislar el subsuelo alrededor de los cuatro reactores afectados por el terremoto y tsunami de 2011 para evitar así que penetre en ellos el flujo de los acuíferos naturales y a la postre se produzcan vertidos contaminantes al mar. Y es que estas aguas subterráneas se mezclan en los sótanos con el refrigerante radiactivo y por efecto del rebalsamiento se filtran después al océano Pacífico.

Para construir el muro se han insertado en la tierra, en torno a los cuatro reactores, más de 1.500 tuberías hasta una profundidad de unos 30-35 metros. A través de estas tuberías se inyecta una solución salina a una temperatura de menos 30 grados que congela la tierra en contacto con las canalizaciones y crea así una barrera helada. La NRA mostró su preocupación por el hecho de que TEPCO no consiga reducir las aproximadamente 60.000 toneladas de agua que aún hay dentro de los sótanos de los reactores y advirtió que un nuevo tsunami podría provocar que ese agua radiactiva se esparciera tierra adentro.

Greenpeace denuncia contaminación en ríos

Por otro lado, la organización ecologista tomó 19 muestras de sedimento en tres ríos de la región, el Abukuma, el Niida y el Ota en febrero y marzo de este año y, según los resultados, 18 arrojaron niveles de más de 1000 becquereles de material radiactivo por kilo. Una de ellas, recogida a unos 30 kilómetros al noroeste de la planta nuclear, llegó a indicar la presencia de 29.800 becquereles de cesio 134 y cesio 137 por kilo de sedimento. El estándar del Gobierno japonés para el agua potable es de un máximo de 10 bequereles de cesio por kilo.

«El impacto radiológico de la catástrofe nuclear de Fukushima en el medio acuático, con consecuencias tanto para la salud humana como del medio ambiente, no se limitan sólo a los primeros años tras el accidente», explica el informe. «Existen amenazas presentes y futuras, principalmente los vertidos continuados de agua radiactiva desde la planta en sí» y la progresiva diseminación de la contaminación que existe en el suelo de la región a través de «bosques, ríos, lagos o estuarios costeros», añade Greenpeace. Fukushima ha sido el peor accidente nuclear desde el de Chernóbil (Ucrania) en 1986.

Comienza una nueva fase para levantar el muro helado de Fukushima

EFE.- La construcción del muro de hielo subterráneo para proteger los reactores y evitar fugas de agua contaminada de la central nuclear de Fukushima ha entrado en una nueva fase, según comunicó la empresa operadora. Tokyo Electric Power (TEPCO) explicó que la primera de las tres etapas para levantar esta estructura ha entrado en su fase definitiva tras obtenerse la aprobación de la Autoridad de Regulación Nuclear (NRA) de Japón.

El muro tiene como objetivo evitar los vertidos contaminantes al mar aislando el subsuelo alrededor de los cuatro reactores afectados por el terremoto y tsunami de 2011para evitar así que penetre en ellos el flujo de los acuíferos naturales. Estas aguas subterráneas se mezclan en los sótanos con el refrigerante radiactivo y se filtran después al océano Pacífico. La NRA ha certificado que los sistemas de bombeo empleados para bifurcar algunos acuíferos funcionan correctamente y que las porciones del muro activadas no han generado contraflujos peligrosos de aguas subterráneas.

Ahora se congelará el 95% del perímetro alrededor de los reactores, lo que reducirá en un 50% el volumen de agua que entra a diario en los sótanos, unas 150 toneladas. Si esta fase se completa con éxito la segunda consistiría en gestionar el 5% restante y la tercera en el sellado completo del perímetro de 1,5 kilómetros de largo. Dado lo experimental del proceso, la empresa no ha establecido plazos concretos para completar el proyecto de levantar el muro.

Bélgica suministrará pastillas de yodo a toda la población por si hay un accidente nuclear

EFE / Europa Press.- Toda la población de Bélgica recibirá pastillas de yodo con carácter preventivo por si se produce un accidente nuclear, una decisión que anunció la ministra de Sanidad, Maggie De Block. Hasta ahora sólo las personas que vivían cerca de las centrales nucleares recibían estas pastillas, que actúan sobre la tiroides saturándola de yodo para evitar que absorban el yodo radiactivo que liberaría un escape nuclear.

El gobierno federal belga acepta ahora ampliar la medida a 100 kilómetros a la redonda de las centrales nucleares belgas, frente a los 20 kilómetros actuales, por recomendación del Consejo Superior de Salud y la agencia federal de control nuclear. Este perímetro de seguridad implica que todo el territorio quedará cubierto. La ministra anunció la medida en la comisión de Salud pública del Parlamento belga.

Bélgica tiene dos centrales de energía nuclear, una es Doel, cerca de la frontera con Países Bajos, y la otra es Tihange, próxima a Alemania y Luxemburgo. Además, se han tenido en cuenta para las medidas preventivas la cercanía de las plantas en el norte de Francia, como Chooz, y en el sur de Países Bajos, como Borssele. El coste del reparto de las pastillas de yodo correrá a cargo de la empresa estatal belga de electricidad (Electrabel), que gestiona las centrales nucleares del país.

Recientes incidentes en las centrales nucleares belgas, como fisuras y múltiples desconexiones, han suscitado un debate público y político no solo en Bélgica, sino también en Holanda, además de haber creado inquietud en Luxemburgo y Alemania. La seguridad del parque nuclear belga ha sido puesto en duda por países vecinos. Alemania, instó recientemente a las autoridades belgas a cerrar temporalmente al menos dos de sus reactores. Pese al carácter preventivo de la medida, se trata además de una medida que se produce después de los atentados del 22-M en Bruselas y de que se haya puesto en duda la seguridad en las centrales del país.

El diario La Dernière Heure publicó que un hombre que trabajaba como agente de seguridad en una central nuclear en Bélgica fue asesinado el jueves 24, dos días después de los atentados, y su pase de entrada fue robado. El mismo día de los atentados, tras los ataques, las centrales nucleares de Doel y Tihange fueron evacuadas. Dos días después, las autoridades belgas retiraron los pases de entrada a la central nuclear de Tihange a varias personas y redujeron provisionalmente la plantilla, además de reforzar el dispositivo de seguridad con guardias privados, policías locales y federales y militares. Ello hizo pensar que las centrales nucleares de Bélgica pueden ser objeto del plan de los terroristas.