Solchaga se queja

De lo que ha trascendió a los medios de comunicación del ultimo Comité Federal del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), parece que sin duda ha sido la intervención del ex ministro Carlos Solchaga. Parece ser que en su intervención tuvo un fuerte contenido de reproche a la política exterior del gobierno Zapatero, o mejor dicho, a lo que el ministro considera, ausencia de ella.

Bien es cierto, que la política exterior de este gobierno ha sido fuertemente contestada, no sólo por el ex ministro socialista, o por la oposición. En muchos ámbitos empresariales se ha considerado gratuito el grado de enfrentamiento con Estados Unidos, las declaraciones más que retóricas con Venezuela y Bolivia (y sus desmentidos y consecuencias sucesivas) o el papel en Oriente Medio, que no puede ser capital para los intereses españoles.

Solchaga sabe perfectamente la importancia que tiene la política exterior, en la consecución de los objetivos en combinación con los intereses económicos de un país (fíjense como ahora no han dolido prendas en atender al dictador guineano Teodoro Obiang, una vez que se sabe de su potencial reserva de crudo). En este sentido, la experiencia del navarro, es evidente y conocedora de todas estas implicaciones.

Enfado creciente en el PSOE

Buen negociador latino, Solchaga conoce como nadie las fórmulas para desbloquear una situación, introduciendo confianza entre las partes, y la necesidad de ofrecer un comportamiento coherente y racional (lo que no quiere decir retratarse en las Azores) en la política exterior y su vinculación a los intereses empresariales.

Al mismo tiempo, se conoce de lo errático que ha venido comportándose el gobierno durante el proceso de la OPA a E.ON., proceso en el que evidentemente no está ajeno el ex ministro Solchaga. De hecho, varias veces se ha filtrado a los medios como han sido desplazados los negociadores con las autoridades alemanas. La salida de Miguel Sebastián y de Montilla, ha modificado nuevamente los papeles y los protagonistas, desplazando a Solchaga, nuevamente a favor de Vegara. Y lo que es peor, la ambigüedad del gobierno en las operaciones paralelas a la OPA por parte de Acciona, y el juego de ganar tiempo, con la posible aparición de nuevos actores, no permiten augurar que el escenario de esta operación sea ‘previsible’ para nadie.

Probablemente, hay más lecturas, entre otras que Solchaga exterioriza el enfado creciente de amplios sectores del PSOE con la política del presidente en determinadas cuestiones capitales como la política exterior o la economía que el mismo abandona, considera insignificantes, o bien, no mide sus consecuencias.

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