Repsol necesitará la autorización de los reguladores de Canadá, Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea para comprar Talisman

El acuerdo para la compra de Talisman recoge además aspectos como la creación de una nueva sociedad con sede en Canadá a través de la cual Repsol realizará la compra o una indemnización de 270 millones de dólares, aproximadamente unos 210 millones de euros, que la canadiense deberá abonar a la española en caso de ruptura de los compromisos de venta. En lo referido a las aprobaciones regulatorias, se identifican varios hitos, entre ellos los de las autoridades de competencia e inversiones de Canadá, así como la referida al acta antitrust HSR de Estados Unidos y al comité de inversiones extranjeras en el país (Cfius).

En cuanto a la Unión Europea, debe determinarse si se trata de una operación de dimensión comunitaria o no. En el primer caso, habrá de analizarse su efecto sobre el mercado interior, mientras que en el segundo deberán determinarse sus posibles implicaciones para los acuerdos de libre comercio entre Europa y Estados Unidos. En Reino Unido, y a la vista de los bloques de hidrocarburos de los que dispone Talisman, será necesario ofrecer un compromiso por escrito de que la operación no afectará a las licencias de exploración y producción en el país. También se necesitarán las aprobaciones del Ministerio de Energía y del de Finanzas de Noruega, así como del regulador de este país.

Repsol espera que la compra de Talisman pueda cerrarse a mediados de 2015. Otro de los pasos previos, aparte de los regulatorios, se producirá a mediados de febrero, cuando Talisman celebre la junta extraordinario de accionistas en la que deberá dar el visto bueno a la transacción. La compra tendrá un importe de 10.400 millones de euros: 8.300 millones de dólares (6.640 millones de euros) en efectivo para la adquisición más la asunción de una deuda de 4.700 millones de dólares (3.760 millones de euros).

Por otro lado, el acuerdo de compra recoge la creación de una nueva sociedad, denominada TAPBC Adquisition o AdquisitionCo, a través de la cual Repsol realizará la adquisición. Esta sociedad tiene sede en Calgary (Canadá). Talisman Energy aportará a Repsol activos en producción de primera calidad y áreas de gran potencial exploratorio en Norteamérica (Canadá y Estados Unidos) y el sudeste asiático (Indonesia, Malasia y Vietnam), así como en Colombia y Noruega, entre otros países.

La perspectiva de Repsol baja

La agencia de medición de riesgos Fitch rebajó de positiva a estable la perspectiva de Repsol y mantuvo su calificación en BBB tras el anuncio de compra de la petrolera canadiense. La revisión de la perspectiva se justifica en el endeudamiento de Repsol tras esta operación, que conlleva la adquisición del 100% de Talisman por 10.400 millones de euros. Para sufragar la adquisición, Repsol utilizará su elevada liquidez, superior a los 10.000 millones de euros, junto a otros instrumentos como la emisión de 5.000 millones de deuda híbrida y desinversiones por 800 millones, puesto que pretende mantener su posición financiera.

Estos elementos, unidos a la asunción del pasivo de Talisman, elevarán la deuda de Repsol desde los alrededor de 2.500 millones de euros actuales hasta más de 12.000 millones. La agencia de calificación considera que después de esta adquisición, Repsol tendrá la flexibilidad necesaria para mantener sus niveles de apalancamiento en guía con los requeridos para mantener su actual calificación. Fitch considera asimismo que la adquisición mejorará drásticamente la producción de hidrocarburos de Repsol y mitigará las secuelas de la nacionalización de YPF en Argentina.

Además, Fitch asegura que Repsol mejorará significativamente su perfil de producción de petróleo y gas con el foco puesto en activos upstream en países de la OCDE, incluyendo Norteamérica (EE.UU. y Canadá), el sudeste asiático o el Mar del Norte, entre otros. Asimismo, destaca el incremento de la producción de hidrocarburos y las reservas que implicará esta compra para Repsol.

Previamente, Standard & Poor’s rebajó de positiva a estable la perspectiva sobre la calificación de Repsol, que mantiene en BBB-, mientras que Moody’s decidió mantener la calificación de la española en Baa2 pero rebajó la perspectiva de su deuda a negativa. En septiembre de 2014, Fitch rebajó el rating de Talisman a BBB- debido a sus perfiles más débiles de producción y reservas y a su apalancamiento, entre otros motivos.

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