Renuncia el presidente del Consejo de Administración de Petrobras

EFE.- Murilo Ferreira, que preside la empresa minera Vale, renunció al cargo de presidente del consejo de administración de Petrobras, que también ocupaba y del que estaba licenciado desde septiembre, informó hoy la compañía estatal brasileña, que no aclaró las razones de la decisión.

El consejero Luiz Nelson Guedes de Carvalho, que ocupaba interinamente el cargo desde el pasado 14 de septiembre, seguirá en en la presidencia del consejo de administración de Petrobras al menos hasta la próxima reunión ordinaria del colegiado, agregó la petrolera en un escueto comunicado.

Ni Ferreira ni Petrobras, empresa sumergida en un gigantesco escándalo de corrupción, informaron en septiembre de las razones de la licencia como tampoco aclararon hoy el motivo de la renuncia definitiva.

Ferreira fue el único miembro del consejo de administración de Petrobras que se opuso en agosto pasado a la decisión del colegiado de autorizar la venta de al menos un 25 % de la BR Distribuidora, la subsidiaria de la estatal responsable por la distribución de combustibles en todo Brasil.

Según versiones de prensa no confirmadas ni desmentidas, Ferreira ha divergido con algunas de las medidas adoptadas por el presidente de Petrobras, Aldemir Bendine, para afrontar la grave crisis financiera por la que atraviesa la empresa y principalmente con la venta de activos de la estatal.

Otros medios brasileños, sin embargo, aseguran que Ferreira optó por renunciar a Petrobras para poder dedicarse por completo a la administración de Vale, la mayor exportadora mundial de hierro y que también se enfrenta a problemas financieros por la fuerte caída de la cotización del mineral en los mercados mundiales.

Desde que la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, nombró a Ferreira como miembro del consejo de administración de Petrobras, el ejecutivo se turnaba entre dos de las mayores empresas de Brasil en medio de las crisis que ambas enfrentan y de la recesión de la economía brasileña.

Además de afrontar la crisis provocada por el escándalo de corrupción que ha salpicado a medio centenar de políticos y una veintena de las mayores constructoras de Brasil y que generó desvíos que la petrolera calcula en 2.000 millones de dólares, Petrobras tiene que lidiar con una grave crisis económica.

La fuerte caída de los precios del petróleo, la elevación de su deuda a niveles récord y las dificultades para captar recursos obligaron a la estatal a reducir sus inversiones y a poner en marcha un ambicioso plan de venta de activos tanto en Brasil como en el exterior.

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