Panorama para después de unas elecciones europeas

Probablemente, nos encontremos en una situación que se suele denominar en ciertos espectáculos deportivos como los “minutos de la basura”. Tanto es así que el sinfín de especulaciones y rumores, tanto sobre la salida del ministro de Industria, José Manuel Soria, para aspirar a la presidencia de la comunidad canaria, como respecto a la transición de los hermanos Nadal hacia una cartera ministerial, se disparan en esa crisis de gobierno que nunca llega.

En todo caso, en el sector energético, y más concretamente en el sector eléctrico, lo que viene ahora es la cosecha de lo sembrado, que promete, por otra parte, ser tan prolífica como indigesta. Consecuencias que tienen que ver con los procesos jurídicos, conflictos judiciales y arbitrajes, amén de la respuesta de los propios agentes a un conjunto de normas, mal denominadas “reforma” y realizas en un ejercicio solipsista, sin diálogo y de grano gordo en lo que se refiere a la previsión de los daños y efectos colaterales de las mismas; medidas que son consecuencia a su vez de una incapacidad política de coordinación en el Ejecutivo y una suspicacia permanente hacia el diálogo con los agentes.

Así, tras las quejas de los países árabes a S.M. el Rey por el impacto de estas normas en las inversiones fotovoltaicas, se acaba de conocer la denuncia interpuesta por la empresa norteamericana NextEra ante el CIADI contra el Reino de España por el cambio retributivo en las renovables por mor de la retroactividad que se ha aplica para estas instalaciones. Un asunto, por cierto, el de la seguridad jurídica y de la estabilidad regulatoria, que en Energía Diario, además de pertenecer a nuestro ideario, es una línea argumental que seguimos desde nuestro nacimiento, con las reformas que se operaron en el marco retributivo de las tecnologías de régimen especial en el trámite parlamentario del Decreto 661/2007.

Por tanto, a partir de este momento, lo que se deviene son los efectos de estas normas: conflictos, arbitrajes y efectos jurídicos que prometen ser muy turbulentos y que los autores de estas normas tratan de minimizar en su retórica para ponerse de perfil. Efectos sobre las empresas de los distintos sectores y subsectores eléctricos. A su vez, consecuencias en lo que se refiere a la caída de las inversiones de las propias compañías en nuestro país y para las que, además, el Ministerio de Industria amaga con introducir nuevas medidas adicionales para establecer la inversión obligatoria en su volumen por parte de las empresas. Efectos sobre la inversión en distribución (incluida la posible venta de redes), o efectos, como la parada en ciertos momentos de los parques eólicos, perjudicados en su retribución supuestamente razonable.

Pero hay más. Efectos derivados del modelo retributivo propuesto a la cogeneración que impactan a las actividades principales de las empresas cogeneradoras y también en la generación de energía, incluyendo por tanto la viabilidad empresarial completa. Efectos sobre los purines, minihidráulica, etc., que se agolpan en Industria y perfilan una imagen del Reino de España inquietante, que no se resuelve con retórica política peronista. Todo ello, combinado con la ampliación monopolística de Red Eléctrica de España hacia actividades de generación hidráulica por bombeo.

Puestos en este panorama, nos cabe la pregunta relativa a cuáles son las diferencias entre los postulados políticos de Podemos, como fuerza política antisistema que emerge, y la actuación del Ministerio de Industria, Energía y Turismo en el sector eléctrico. Ya tenemos pleitos como país ante el CIADI, como Venezuela y Argentina; la rentabilidad de los activos regulados se revisa de forma discrecional a través del concepto semántico de rentabilidad razonable; el Ministerio de Industria estudia introducir mecanismos de coacción obligatoria a las empresas para fijar el volumen de inversión; y finalmente, de forma combinada, se fortalecen los monopolios con la expansión de la actividad de una empresa pública expulsando la iniciativa privada.

Vamos, que así no hay manera de explicar este resultado electoral.

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