Lula pide a Alemania asociarse en los negocios de los biocombustibles

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, pidió a empresarios y autoridades de Alemania unir esfuerzos para aumentar la producción de combustibles de origen vegetal como una alternativa mundial a los hidrocarburos.

«Podemos transformar el siglo 21 en el del cambio de la matriz energética del mundo», dijo Lula en la apertura de un encuentro de empresarios y funcionarios oficiales de los dos países en la ciudad brasileña de Blumenau, estado de Santa Caterina (sur).

Lula propuso emprender asociaciones para producir biocombustibles no sólo a partir de la caña de azúcar y de semillas oleaginosas, sino también de celulosa, una nueva frontera para la industria de los carburantes en un mundo de petróleo a casi 100 dólares el barril. «Alemania y Brasil tienen tecnología y ambos podemos unir nuestros conocimientos y junto a terceros países cambiar la matriz energética del mundo», recalcó el gobernante.

Destacó que la Unión Europea, por iniciativa de Alemania, aprobó la meta de usar para el 2020 un 10 por ciento de biocombustibles en su matriz energética.

En Brasil, donde toda la gasolina lleva un 25 por ciento de etanol de caña y el alcohol puro también es utilizado, a partir de enero se usará de manera obligatoria un 2 por ciento de diesel vegetal mezclado con el derivado del petróleo. «Podemos llegar al 15 ó el 20 por ciento cuando queramos. Solo se trata de estructurar el sector productivo, porque (el combustible alternativo) no puede faltar en el mercado», señaló.

Lula animó a los funcionarios y empresarios a discutir asociaciones en la producción de biocombustibles, durante este encuentro con la presencia de un millar de empresarios de ambos países.

Brasil «no va abdicar» de su política de renovación de la matriz energética, a pesar de que ha localizado una gran reserva de petróleo en el Atlántico, recalcó. «El etanol y el biodiesel continuarán como una prioridad, igual que el intento de producir energía térmica de biomasa y energía solar. El mundo necesita de dirigentes más responsables que dejen un mundo todavía mejor que el que recibimos», apostilló.

El presidente negó que la expansión de la industria de la agricultura energética amenace los ecosistemas de la Amazonía, una posibilidad que preocupa mucho a los europeos y organizaciones ecologistas internacionales.

Afirmó que la tecnología ha permitido a Brasil ocupar menos espacio y producir 4,5 veces más por hectárea de lo que conseguía en 1975. «Existe un discusión comercial que no es leal y se está dispersando por el mundo. Pero quiero decirle a los empresarios alemanes que nadie tiene más preocupación en preservar la Amazonía que nosotros los brasileños», afirmó.

Lula dijo que su gobierno va a presentar este mismo año un nuevo mapa «agroecológico» de distribución de cultivos «para garantizar que no vamos a permitir la introducción de biocombustibles en la Amazonía«.

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