Los republicanos dan un paso más para retar a Obama en el Senado con la construcción del Keystone

El proyecto logró 63 votos a favor y 52 en contra, de manera que allanó el camino para lograr el consentimiento definitivo de la cámara alta y, con ello, de todo el Congreso. Los conservadores, que cuentan con 54 senadores, necesitaban convencer a al menos media docena de demócratas para lograr los 60 votos necesarios para pasar la medida de procedimiento. Sin embargo, lo que no resultará tan fácil será conseguir una supermayoría de dos tercios (67 senadores) en el voto final de la ley, lo cual evitaría el veto del presidente a la medida.

La Cámara de Representantes ya aprobó recientemente la propuesta por una mayoría abrumadora, con 266 votos a favor y 153 en contra, y contó con el respaldo de 28 demócratas. La votación en la cámara baja coincidió con la resolución a favor de los defensores del proyecto en el Tribunal Supremo del estado de Nebraska, que rechazó las denuncias de propietarios de tierras por las que transitaría esta importante infraestructura.

La resolución dio aún más argumentos a los republicanos para presionar a Obama sobre la construcción del oleoducto, que consideran necesario por la creación de empleo que produciría y el incremento de la autonomía energética para el país. «Dejando de lado la decisión de Nebraska, la legislación de la Cámara entra en conflicto con procedimientos establecidos por el Gobierno y, si se presenta al presidente, vetará la legislación», afirmó no obstante Eriz Schultz, portavoz adjunto de la Casa Blanca, tras conocerse la decisión del tribunal.

Durante el debate previo a la votación, el senador por Dakota del Norte John Hoeven hizo una ferviente defensa del oleoducto, gracias al cual, dijo, Estados Unidos podrá «controlar su propio destino». El propio legislador señala que la bancada republicana sólo necesita de cuatro votos más para lograr los 67 votos necesarios para salvar el veto de Obama sobre un proyecto que, insistió, «es de interés crítico» para la nación.

La Casa Blanca se resiste al proyecto de Keystone XL argumentando que habría que esperar a un informe de revisión del proyecto, que incluye su impacto ambiental, encargado por el Departamento de Estado a varias agencias pero cuyas fechas de publicación han sido pospuestas en varias ocasiones por la Administración. Sin embargo, el propio Departamento de Estado publicó en enero del año pasado un informe medioambiental en el que consideró «improbable» que, de construirse, el Keystone XL pueda tener un impacto grave al medio ambiente.

Economistas y científicos, entre ellos premios Nobel, instan a Obama a que rechace el Keystone por considerarlo peligroso para el medioambiente. Las arenas bituminosas son el crudo más denso y tóxico del planeta; para transportarlo se debe mezclar con sustancias tóxicas y calentarlo para diluirlo. Por Keystone se podrían canalizar unos 830.000 barriles diarios de petróleo crudo sintético y bituminoso diluido desde Canadá a diferentes lugares de Estados Unidos, incluidas refinerías de Texas y un centro de distribución en Oklahoma.

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