Las emisiones mundiales de CO2 crecieron más que el consumo energético en 2006

Las emisiones mundiales de CO2 (dióxido de carbono) crecieron más que el consumo energético en 2006 por el mayor peso relativo de los países en vías de desarrollo, que tienen índices más elevados de contaminación.

Por el contrario, el consumo de energía primaria aumentó menos que el PIB -un 2,4 por ciento frente a un 5,3 por ciento-, lo que muestra una mayor eficiencia energética.

Éstas son algunas de las conclusiones del Statistical Review of World Energy 2007 elaborado por la petrolera BP.

Por segundo año consecutivo, el crecimiento del consumo energético se ralentizó el pasado año hasta situarse en el 2,4 por ciento, ocho décimas menos que en 2005 (3,2 por ciento), aunque todavía por encima de la media de los últimos diez años.

Según el informe, una de las causas de esta desaceleración ha sido la notable subida de los precios energéticos, en especial los ligados al petróleo.

No ocurrió lo mismo con las emisiones de CO2, cuya intensidad aumentó en relación con la demanda de energía. El crecimiento de la demanda en los países en vías de desarrollo, donde el peso del carbón ha aumentado de forma sustancial, explica esta evolución.

El director de Análisis de Refino del Departamento de Estudios Económicos de BP, Kevin Goodwin, encargado de presentar el informe, señaló que las tendencias apuntadas en 2006 no cambiarán «por si solas». No obstante, señaló que los datos del año pasado demuestran que el sistema energético mundial responde a los incentivos que aporta la variación de precios. Según Goodwin, «lo mismo sucedería si al CO2 se le adjudicara un precio».

La demanda de petróleo creció el año pasado un 0,7 por ciento, la mitad que en 2005 (1,5 por ciento), y se situó en 83,7 millones de barriles diarios. El impacto de la subida del crudo se tradujo, por ejemplo, en un descenso del consumo en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) de 400.000 barriles al día. La producción global de petróleo aumentó un 0,4 por ciento hasta alcanzar los 81,7 millones de barriles diarios.

El consumo de gas natural creció el año pasado un 2,5 por ciento impulsado por la fuerte demanda en Rusia y, sobre todo, en China, donde el incremento superó el 20 por ciento.

También creció de forma considerable, un 4,5 por ciento, el consumo de carbón. La demanda aumentó un 8,7 por ciento en China, un porcentaje considerable pero alejado de los dos dígitos de los últimos años.

Por último, el consumo de energía de origen nuclear creció un 1,4 por ciento por la mayor aportación de los países de la OCDE.

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