«Las decisiones políticas en materia de energía deben hacerse siempre mirando a largo plazo»

ENERGÍA DIARIO.: ¿Cómo dibujaría el escenario de partida del sector eólico ante la próxima celebración de la Convención Eólica 2009?

JOSÉ DONOSO.: El punto de partida es, al menos, emocionante. Estamos culminando la primera fase de desarrollo de la energía eólica en España, con casi la totalidad de los 20.155 MW previstos instalados. Nos encontramos ante el momento de rediseño del sector eólico del futuro, con un objetivo claro: los 40.000 MW instalados para el año 2020. Un objetivo que esperamos que el Gobierno mantenga, puesto que el ministro de Industria ha reiterado este dato en diferentes ocasiones.

Por tanto, estamos en el momento en que debemos rediseñar las reglas del juego, al tiempo que rediseñamos el entorno, para focalizar cómo será ese futuro del que estamos hablando. No debemos olvidar que el objetivo previsto equivale a todo lo que hemos hecho hasta la fecha y pasaremos de 20.155 MW a 40.000 MW en tierra, además de otros 5.000 MW offshore.

Por tanto, nos encontramos en un momento excitante y emocionante por ver cómo evolucionará el desarrollo del sector. Pero también estamos ante la responsabilidad de no equivocarnos en el rediseño de estas nuevas reglas, ni por nuestra parte (los responsables sectoriales), ni por la del Ejecutivo, para que la energía eólica siga manteniendo éxito como solución energética en nuestro país.

E.D.: ¿Qué aspectos incluye el programa de la Convención Eólica y qué objetvos se marca el sector ante esta reunión anual del mundo eólico?

J.D.: El espíritu de la Convención Eólica ha sido siempre el de tratar aspectos generales y convertirse en algo parecido a una asamblea del sector, en la cual se repasan los principales problemas, retos y situaciones del momento. Partiendo de la actual situación financiera en los mercados, que se ha convertido en un cuello de botella por la falta de liquidez y financiación, que ahora se muestran mucho más exigentes, selectivos, y cuyas condiciones son cada vez más duras.

El tema del tejido industrial será otro de los puntos fuertes. Sin duda, uno de los problemas más polémicos actualmente en el sector es el tema de la creación de empleo sostenible, por lo que pasaremos revista sobre el asunto y estudiaremos las posibles soluciones.

También abordaremos el papel de los retos tecnológicos como la repotenciación, el de las Comunidades Autónomas, contaremos con representantes de la Unión Europea para tratar la directiva de energías renovables y ver el impacto que esta tendrá sobre las empresas españolas.

Estará con nosotros Juan Verde del “Primate Project” y asesor de Barack Obama y que ha trabajado con él en el progama “Green Jobs”. Sin duda, aportará la visión que el sector tiene depositada en EE.UU.

En cuanto al ámbito nacional, contaremos con la presencia de partidos políticos para analizar ese plan de futuro de las energías renovables y, por otro lado, también contaremos con la visión de las diferentes asociaciones (AEE, APPA, ASIF) y el IDAE que mostrarán sus ideas sobre cómo debe ser ese plan.

En definitiva, queremos mostrar una fotografía global de cómo está la situación y cómo nos gustaría que fuera el futuro, cuáles son los problemas actuales y discutirlos allí entre todos, incentivando el diálogo, en un formato lo más abierto y participativo posible y menos doctoral.

E.D.: Como bien sabe, la caída de la demanda en el sector eléctrico es ya una realidad, ¿en qué medida está afectando este déficit al mundo eólico? ¿Se están produciendo desconexiones de los parques eólicos como se ha informado por algún medio?

J.D.: Realmente, no existen estas desconexiones. Al menos, no como se informó en algún medio de comunicación. Es rotadamente falso que existan desconexiones por la caída de la demanda eléctrica. Lo que si han existido son desconexiones parciales o puntuales, como la que hubo en noviembre del año pasado a consecuencia de un momento pico y por otras cuestiones.

Asimismo, también ha habido desconexiones puntuales motivadas por los retrasos en las infraestructuras, como es el caso de la línea de Boimente (Lugo) y algunas más. Se trata de paradas coyunturales, por no alcanzar la fecha prevista, pero nunca porque exista una sobrecapacidad instalada eólica que, unido al déficit de demanda, esté produciendo esos cortes. Esa situación no existe.

E.D.: Hasta qué punto la idea de que las diferentes tecnologías «luchen» en el mercado podría afectar a las mismas a medio o largo plazo, teniendo en cuenta que las energías renovables deben ser absorbidas por el sistema.

J.D.: Competencia entre las diferentes tecnologías siempre existe y debe existir. Quien trabaja con una tecnología cree que es la mejor, o al menos es con la que obtiene rentabilidad y objetivos y, por eso, intenta introducirla en el mercado. Sin embargo, al final son los decisores políticos los que, según criterios, convicciones, las orientaciones sociales o su posición, construyen el mapa del mercado energético. Desde luego no hablamos de un mercado de zapatos, sino de un mercado que afecta tanto a las renovables como a cualquier otro tipo de energía, en el que las decisiones tomadas dependen del poder político. Y en el sector energético hay que tener en cuenta que las inversiones son a medio y largo plazo, nunca cortoplacistas.

Lo cierto es que estamos ante una crisis como la actual, coyuntural y derivada de cuestiones que afectan a los mercados financieros, pasará en un tiempo determinado de uno, dos o tres años. Entonces volveremos a una situación de crecimiento, seguramente no tan intensa como la anterior, y países como el nuestro tendrán una recuperación más lenta que otros. Sin embargo, en ese momento, nos encontraremos con la crisis estructural, la crisis precedente a la actual. La crisis por las materias primas y, en particular, por la que produce energía. La emergencia de países como China, India, Brasil o México incrementará, de manera muy importante, la demanda sobre la energía y las materias primas.

Por ello, en nuestro sector no se pueden tomar decisiones cortoplacistas en función de la caída de la demanda eléctrica durante este año en concreto. Si esto fuera así, resultará que cuando vuelva a crecer la demanda, no estaremos en condiciones de atenderla porque necesitaremos, al menos, siete años para recuperar el nivel anterior de las inversiones.

Por todo ello, las decisiones políticas en materia de energía deben hacerse siempre, mirando el largo plazo, atendiendo a razones estructurales más que a la coyuntura. Mal haría el decisor político, si en este momento se deja llevar por unas circunstancias coyunturales para tomar decisiones a largo plazo.

Nuestros lectores podrán leer mañana la segunda parte de la entrevista a José Donoso que abordará, entre otros temas, la normativa 06/2009 recientemente aprobada.

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