Las comercializadoras energéticas independientes ven «dificultades» para llegar al cliente doméstico

Según explicó María Luisa Huidobro, presidenta de la Asociación de Comercializadores Independientes de Energía (Acie), estas dificultades se basan en que «las empresas dominantes siguen pudiendo acceder a mucho menor coste» a los clientes.

Así, por ejemplo, «resulta imposible con los procedimientos de cambio de suministrador actuales que una comercializadora independiente oferte productos duales electricidad-gas», una de las opciones más interesantes del mercado libre, según el comparador de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

De hecho, el nuevo modelo de tarifa regulada, el precio voluntario al pequeño consumidor (PVPC), reconoce a las comercializadoras de referencia un margen comercial «muy por debajo de los costes de captación» para las pequeñas compañías libres.

A esto se añade que el crecimiento en el sector industrial «no está siendo fácil, dada la contracción de la demanda de los años precedentes y la imposibilidad (…) de ofertar a estos clientes contadores inteligentes y servicios de medida en competencia».

La asociación de comercializadoras independientes está formada por doce compañías energéticas que representan una cuota de entre el 7% y el 8% del consumo nacional, un porcentaje que se mantuvo estable en los últimos años debido precisamente a las dificultades que encuentran para crecer.

Para crecer en el mercado doméstico, Huidobro apostó, principalmente, por facilitar «una mayor agilidad en los procesos de cambio de suministrador», que, a su juicio, «también favorecería a los consumidores y a la competencia».

Además, abogó por «reducir la función del actual comercializador de referencia (los únicos que pueden ofrecer la tarifa regulada) a los clientes vulnerables» y por crear concursos entre compañías suministradoras para adjudicarse grupos de consumidores.

En materia regulatoria, la presidenta reconoció que «el PVPC ha supuesto un avance notable», ya que constituye «una apuesta de nuestro sistema por avanzar hacia un consumo energético más eficiente».

Sin embargo, subrayó que «una parte de la normativa sobre comercialización eléctrica y gasista lleva inalterada desde hace unos años», lo que dificulta la competencia.

En concreto, la «mayor preocupación» de las comercializadoras independientes son los servicios de ajuste (las órdenes del operador del sistema para poner en marcha o parar centrales a última hora con el objetivo de casar la oferta y la demanda real y que se retribuyen de manera independiente al mercado) «que suponen un coste significativo y creciente en los últimos años».

La reforma energética aprobada por el Gobierno en 2013 y las normativas que la desarrollan «apuestan por una apertura a la competencia en estos servicios de ajuste», es decir, que puedan ser ofrecidos por plantas renovables y de cogeneración además de por las térmicas.

En ese sentido, Huidobro pidió que el reglamento de desarrollo que actualmente elabora la CNMC evite «la introducción de criterios que puedan reducir la participación en todos los mercados de ajuste tanto de energías renovables como de cogeneración».

Además, consideró que los mercados mayoristas, a pesar de que «funcionan correctamente», se podrían «mejorar perfeccionando la transparencia» y la información que se proporciona a los agentes.

De esta manera, «se generaría una mayor certidumbre y transparencia respecto al futuro del carbón nacional, así como en cuanto a la indisponibilidad o la continuidad de la propuesta de hibernación de los ciclos combinados».

Por último, la presidenta pidió «que se avance significativamente en la normativa sobre eficiencia energética, que está incompleta y ha repartido las cargas de manera desigual».