Las centrales de Almaraz, Ascó y Vandellós II sumaron en 2014 un total de 28 de 37 sucesos nucleares

Así, las unidades de Ascó (Tarragona), Almaraz (Cáceres) y Vandellós (Tarragona) fueron las centrales que más notificaciones remitieron al organismo regulador atómico. A estas le siguen Trillo (Guadalajara) con cuatro sucesos notificados y Cofrentes (Valencia) y Santa María de Garoña (Burgos), con dos. Concretamente, en el reactor de Vandellós se registraron ocho sucesos notificados, mientras que en el reactor I de Ascó la cifra llegó a seis y en la unidad II de Ascó se produjeron cuatro sucesos notificados. Además, desde el complejo se comunicó al CSN un suceso notificado que afectaba a las dos centrales, puesto que pertenecen al mismo titular; se trataba de comunicar al regulador el inicio de una huelga de trabajadores.

En cuanto a Almaraz, que comunicó nueve sucesos notificados al regulador atómico, tuvo cuatro de estos sucesos en el reactor 1 y tres en el reactor 2. De forma conjunta, afectando a ambas unidades, se informó al CSN también de que, en un hipotético caso de sismo o perdida de alimentación eléctrica exterior, la capacidad real de algunas válvulas neumáticas no podrían garantizar el suministro de aire requerido. Sin embargo, se aseguró que la seguridad de estos sistemas fue asegurado en todo momento con medios alternativos contemplados en la central.

Además de estas comunicaciones, el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) comunicó la sustracción de un equipo radiactivo y desde el hospital de Meixoerio (Vigo, Pontevedra), el robo de unas semillas con iodo 125. También destaca la sustracción de un equipo radiactivo en Almendralejo (Badajoz) el 8 de mayo que fue hallado ocho días después en una escombrera sin que hubiera sido manipulado.

De las notificaciones al CSN, todas ellas menos dos fueron calificadas con nivel 0 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES). Tanto el robo del equipo como otro suceso comunicado por el reactor de Vandellós, fueron calificados con nivel 1 en dicha escala. Este suceso de Vandellós se debió a que dos de los transmisores de nivel del tanque de agua de recarga no tuvieron una «indicación adecuada» y que este fallo en su funcionamiento se produjo a causa de las «fuertes tormentas» que se habían producido la noche anterior, el 28 de noviembre.

En cuanto a la central nuclear de José Cabrera (Guadalajara), una planta que está en desmantelamiento, se comunicó al CSN un accidente laboral que no contabiliza en la escala INES y que consistió en que una pieza metálica del recinto de confinamiento se cayó al suelo y golpeó a un trabajador en la pierna y se la fracturó, por lo que tuvo que ser trasladado a un centro hospitalario. Entre los sucesos que no aplican a la escala INES pero que fueron comunicados al regulador también figura el infarto de miocardio que sufrió un trabajador de la central nuclear de Trillo (Guadalajara), así como la huelga en Ascó y Vandellós.

Desde la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), que no produce electricidad desde hace casi dos años, se comunicaron la identificación de deficiencias en dos muros que forman parte de áreas de fuego, en las que se deben de cumplir requisitos de protección contra incendios. Dichos muros fueron reparados para que cumplan su función de protección anti incendios. En esta planta parada, en noviembre se comunicó que se produjo el arranque y acoplamiento de uno de los generadores diesel durante las pruebas de arranque de una de las bombas de agua de circulación. Esto produjo la pérdida de alimentación eléctrica aunque fue puesto nuevamente en servicio y se normalizaron los equipos y sistemas.

Mientras, en la fábrica de combustible nuclear de Juzbado (Salamanca) se comunicó que a consecuencia de un acta de inspección del regulador atómico se identificó, el 5 de noviembre, una «incoherencia en el procedimiento» de pruebas de los bancos de filtros de alta eficiencia para partículas de los sistemas de ventilación de la fábrica. Finalmente, desde Cofrentes (Valencia), en marzo se comunicó al CSN un incidente en la condición de presión de la contención secundaria, que es una barrera adicional del edificio del reactor para evitar una posible fuga al exterior en caso de accidente. Esta contención quedó inoperativa durante 22 minutos por una anomalía eléctrica producida en el panel de control que se solucionó tras recuperar la presión requerida.

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