La UE pacta preparar sanciones contra el petróleo y finanzas de Irán

En una declaración por escrito, los Veintisiete explicaron que existe un acuerdo para ampliar las actuales sanciones con el fin de «afectar severamente al sistema financiero iraní y los sectores de los transportes y la energía».

El pacto permitirá a los expertos comunitarios avanzar en toda una serie de posibilidades, dentro de las que varios gobiernos quieren ver un embargo a las importaciones de petróleo. Países como Francia defendieron desde entonces que la nueva ronda de sanciones europeas incluya un embargo al crudo iraní, una medida que despertaba reticencias en algunos Estados miembros por su posible impacto económico.

Por ahora, sin embargo, no hay un acuerdo en este sentido dado el impacto que la medida podría tener para algunos Estados miembros, especialmente Grecia, que obtiene crudo iraní en condiciones ventajosas a las que es difícil renunciar dada su situación económica, puesto que compra a crédito a Irán una proporción significativa de sus importaciones.

Según señaló Trinidad Jiménez, ministra española en funciones de Asuntos Exteriores, existe en general un «consenso amplio de que tenemos que avanzar en la profundización de estas sanciones para que sean creíbles, y que el mensaje llegue con toda intensidad y con nitidez hacia las autoridades iraníes».

«Por tanto, lo que se está buscando son soluciones de equilibrio que puedan satisfacer algunas preocupaciones legítimas de estos países», afirmó.

Según datos de 2010, las importaciones de petróleo procedentes de Irán suponen alrededor del 5,7% del total comprado por la Unión Europea, pero su proporción es mucho mayor en países como España, Italia o la propia Grecia.

De hecho, en el caso de España, Irán fue el pasado año el primer suministrador de petróleo (14% del total), según datos de la Comisión Nacional de la Energía (CNE).

Jiménez defendió la posibilidad de imponer sanciones que envíen «un mensaje fuerte y de dureza hacia Irán» y al mismo tiempo permitan «preservar» los intereses económicos de algunos Estados miembros.

Jiménez, afirmó que España buscará «alternativas» si la Unión Europea aprueba finalmente restricciones al crudo procedente de Irán, aunque destacó que no es uno de los países europeos que se verían más afectados por la medida.

«El 14% del petróleo que se consume en España proviene de Irán, pero también es cierto que, de aquí a que se adopten las sanciones, España podría buscar otras alternativas», indicó.

«Si trabajamos para que esto se produzca dentro de un par de meses, tenemos mecanismos alternativos para poder buscar una solución y que esto no sea perjudicial para los intereses de nuestro país«, concluyó.

Como muy tarde, todas esas nuevas sanciones deberán estar preparadas antes de la próxima reunión de ministros comunitarios de Exteriores, prevista para el mes de enero.

Los Veintisiete aprobaron también una ampliación de su lista de personas y entidades sancionadas por sus vínculos al programa nuclear iraní, sumando 180 nuevos nombres que se darán a conocer en el Diario Oficial de la Unión Europea.

Todos estos nuevos pasos son la respuesta europea al último informe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que acusa a Irán de haber trabajado en la tecnología necesaria para fabricar armas nucleares.

En cualquier caso, la ministra española insistió en la necesidad de mantener con Irán la doble vía de diálogo diplomático y sanciones que ha utilizado en los últimos años la Unión Europea y aseguró que «nadie ha hablado» de la posibilidad de una eventual intervención militar en el país.

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